A raíz de los acontecimientos que caracterizaron la reunión de Cancún y de sus consecuencias, y en un esfuerzo por reactivar las negociaciones estancadas, los Ministros examinaron los esfuerzos que actualmente despliega el Presidente del Consejo General de la OMC, Embajador Carlos Pérez del Castillo, a fin de alcanzar el consenso necesario para reanudar las negociaciones. A ese respecto, los Ministros felicitaron al Presidente del Consejo General por sus esfuerzos y prometieron todo su apoyo y dedicación.

Con vistas a la conclusión satisfactoria y puntual de los compromisos contraídos en Doha, los Ministros exhortaron a los Miembros de la OMC, y en especial a los principales interlocutores comerciales, a que volvieran a la mesa de negociación lo antes posible. Del mismo modo, los Ministros instaron a todos los Miembros de la OMC a que se basaran en la valiosa labor realizada durante los preparativos de Cancún y en los elementos positivos que allí se lograron.

Los Ministros reafirmaron su adhesión al sistema multilateral de comercio y a todos los aspectos del Programa de Doha para el Desarrollo (PDD), dado que este último representa una oportunidad única para la expansión del comercio de los países africanos, al tiempo que fortalece el sistema de normas para respaldar su desarrollo y crecimiento. A juicio de los Ministros, el sistema multilateral de comercio sigue siendo el medio más transparente, previsible, seguro y duradero para la expansión del comercio libre y equitativo entre las naciones. Los Ministros expresaron su determinación de asegurar que las negociaciones relativas al PDD vuelvan a cobrar impulso lo antes posible.

Los Ministros reiteraron asimismo que las cuestiones de interés para los PMA debían abordarse con espíritu realista para encontrar una solución. Los países convinieron en que, si bien el texto Derbez precisaba todavía de un trabajo sustantivo, constituiría un buen punto de partida para las deliberaciones futuras con el fin de preservar los progresos realizados en Cancún. Ahora bien, eso suponía que los logros alcanzados en las deliberaciones de Cancún también se preservaran y se integraran en última instancia en la nueva versión.

A juicio de los Ministros, la agricultura sigue siendo para África la cuestión principal de acceso a los mercados en la Ronda. En este contexto, numerosos Ministros examinaron las propuestas presentadas por el G-20 antes y durante la Conferencia Ministerial de Cancún. Convinieron en que los dos grupos mantenían muchas posiciones comunes y en que el G-20 podía defender con eficacia la causa de los países africanos en la esfera de la agricultura.

En relación con una cuestión conexa, los Ministros reconocieron que la iniciativa sobre el algodón revestía una especial importancia socioeconómica para África. Convinieron en que era necesario tratar la cuestión con realismo en el marco de un debate que pusiera de relieve la voluntad de todos los Miembros de encontrar una solución que respondiera a las preocupaciones de los países africanos. Los Ministros expresaron su apoyo a las consultas que se estaban manteniendo en Ginebra en este contexto con el fin de definir la forma de seguir adelante.

Después de un examen detenido de las cuestiones y de las opciones -tanto en el marco del PDD como en el de la economía mundial en general-, los Ministros reiteraron el compromiso de dedicar sus recursos y su capacidad de negociación a la conclusión del PDD en los plazos previstos para lo que no debía perderse el impulso político.

Los Ministros concluyeron su reunión expresando su deseo de que las negociaciones se reanuden lo antes posible en un clima de buena voluntad y compromiso constructivo con el fin de alcanzar los elevados objetivos de la Declaración Ministerial de Doha.