Declaración del Presidente 

Doy la bienvenida a las delegaciones a la vigésima primera reunión del Comité de Negociaciones Comerciales.

Quisiera empezar recordando la hoja de ruta hacia Hong Kong que debatimos en la reunión anterior del CNC. Para mediados de octubre tendríamos que iniciar las maniobras de aproximación con miras al aterrizaje, como diría un piloto, mientras que para mediados de noviembre los Presidentes de los grupos de negociación tendrían que haber elaborado los textos de la primera versión del proyecto de declaración que habrá de adoptarse en Hong Kong.

Pero Hong Kong no es más que una escala antes de que aterricemos en nuestro lugar de destino final en los últimos días de 2006. Para llegar hasta allí, y a partir de enero de 2006, tendríamos que pasar de las fórmulas generales a los compromisos específicos. Permítanme que les exponga brevemente, tomando como ejemplo la agricultura, lo que habremos de hacer una vez que hayamos alcanzado resultados satisfactorios en Hong Kong:

  • En primer lugar, y antes de que cada país comience a elaborar su propia lista de compromisos detallados, será necesario que lleguemos a un acuerdo sobre un formato que habrán de utilizar todos los países; esto nos llevaría hasta finales de enero

  • En segundo lugar, durante unos tres meses, cada país redactará sus listas de compromisos sobre la base de las fórmulas acordadas en Hong Kong

  • Durante ese período seguirán celebrándose negociaciones bilaterales entre los Miembros, así como negociaciones más amplias sobre algunas cuestiones que no se hayan resuelto en Hong Kong, incluso en la esfera de las normas

  • Los dos a tres meses siguientes se dedicarán a verificar los proyectos de listas que se hayan elaborado

  • Y harán falta otros tres meses más para la redacción jurídica

  • Esto hace un total de 10 meses, en el mejor de los casos. Queda un margen de maniobra de tan sólo dos meses, que resulta escaso si tenemos en cuenta los pasos similares que han de darse paralelamente en esferas como el acceso a los mercados para los productos no agrícolas, los servicios, las normas, etc., para no hablar de las capacidades limitadas de muchos países en desarrollo.

Empero, para que todo ello comience en enero de 2006 es necesario que realicemos antes de Hong Kong cierto número de progresos, sin los cuales perderemos el avión de 2006.

¿En qué punto estamos actualmente? Considero que, con las novedades de esta semana, los motores del avión de las negociaciones se han puesto de nuevo en marcha. Esto no garantiza que los motores sean capaces de elevar el avión hasta la altura necesaria para iniciar las maniobras de aproximación a Hong Kong, puesto que es mucho lo que queda por hacer, pero al menos se oye el zumbido de los motores.

Me referiré en gran medida a la agricultura, porque en mi opinión todos reconocemos que es el motor que ha de levantar la mayor parte del peso de nuestro avión. Si, como ha sucedido, ese motor se atasca, el avión no despegará de la pista.

El nuevo impulso ha venido, en primer lugar, de la importante propuesta sobre ayuda interna que han presentado los Estados Unidos. Me parece que todos los participantes, cualesquiera que sean sus posiciones, reconocen que se trata de una importante contribución al avance de las negociaciones. Los Estados Unidos han atravesado el umbral de una reforma de su política agrícola, y eso es, en definitiva, lo que todos acordamos que debería ser el objetivo de las negociaciones sobre la agricultura cuando suscribimos el párrafo 13 de la Declaración de Doha. Ello ha puesto el pilar de la ayuda interna en una posición más similar a la de la competencia de las exportaciones, digamos “en condiciones de negociación”, aun cuando subsistan en él elementos, como los criterios para del compartimento azul, el tope global o el nivel de minimis, que requerirán nuevas aproximaciones.

En relación con el acceso a los mercados, también ha llegado impulso de las propuestas presentadas por el G-10, la UE, los Estados Unidos, el G-33 y, por último, el G-20. Sin embargo, las posiciones con respecto a este pilar están todavía demasiado distanciadas para que comiencen las negociaciones reales. Los Miembros tendrán que acercar sus posiciones en cuanto al nivel de ambición necesario en este pilar antes de que puedan dar comienzo las negociaciones.

Asimismo es esencial que el aspecto de las negociaciones sobre la agricultura concerniente al desarrollo siga ocupando un lugar central, y esto vale igualmente para el conjunto de la Ronda. Ello significa también trabajar en el elemento de trato especial y diferenciado de manera inclusiva y efectiva, y hacer todo lo posible para realizar progresos en el tema del algodón.

Permítanme referirme ahora al acceso a los mercados para los productos no agrícolas, respecto del cual está surgiendo, a mi juicio, un consenso en cuanto a la utilización de la fórmula suiza, con un número limitado de coeficientes negociados, aunque todavía no hemos llegado a eso. Para el texto de mediados de noviembre, necesitamos una serie de números (coeficientes) para la fórmula; detalles comparables con respecto a las flexibilidades; y un acuerdo sobre cómo establecer el tipo de base para los aranceles no consolidados. Este es el mínimo indispensable que debemos alcanzar antes de pasar a cuestiones como la erosión de las preferencias, las iniciativas sectoriales y los obstáculos no arancelarios.

En las negociaciones sobre los servicios, no debemos perder el tiempo en debatir por qué no hemos avanzado más hacia ese objetivo. Más bien, debemos resolver cómo lo alcanzaremos después de la reunión de Hong Kong, definiendo en ésta nuestro nivel de ambición, que ha de ser equiparable al del resto de las negociaciones, y la hoja de ruta que conduce a él.

En cuanto a las normas, debemos intensificar el actual proceso de negociación basado en textos, de manera que para Hong Kong hayamos realizado un examen riguroso de las propuestas de modificación de los acuerdos. En Hong Kong necesitamos un compromiso claro para tratar de conseguir un texto completo en todas las esferas del mandato sobre las normas.

Por lo que respecta al desarrollo, los mayores avances se derivarán de cada uno de los pilares de la negociación, y será, pues, avanzando en esos pilares como empezaremos a divisar los contornos del paquete del desarrollo. La Secretaría de la OMC ha elaborado un primer documento sobre los aspectos que conciernen al desarrollo en cada una de las esferas objeto de negociación, que ha sido examinado con ustedes en el Comité de Comercio y Desarrollo. Ahora esperamos las aportaciones de ustedes para poder mantener un segundo debate sobre dicho documento en una próxima reunión del Comité, a la que tengo la intención de asistir, como signo de la importancia que atribuyo a velar por la integración del desarrollo en todo el Programa de Doha.

En los trabajos sobre el trato especial y diferenciado, todavía es posible y necesario, en mi opinión, obtener un buen número de propuestas relativas a acuerdos específicos, empezando por las presentadas por los PMA.

Hemos de asegurarnos también de que las cuestiones relacionadas con la aplicación seguidamente diré algunas palabras al respecto — y con los ADPIC y la salud pública se aborden de manera adecuada durante el período que queda hasta Hong Kong. Y hemos de asegurarnos de crear la base necesaria para un paquete de ayuda al comercio al final de la Ronda.

¿Cuáles son los próximos pasos?

Los Presidentes de los diferentes grupos de negociación, que ahora les informarán brevemente sobre su trabajo, deberán empezar a tratar de precisar su programa y centrarse en los principales temas de Hong Kong.

En cuanto a la agricultura, espero que la reunión de ministros de algunos Miembros, prevista para el miércoles o jueves de la próxima semana, aprovechará el impulso generado esta semana para aproximar posiciones con respecto al acceso a los mercados, de manera que el grupo de negociación sobre la agricultura pueda abordar el meollo de las negociaciones en los tres pilares.

He dejado claro a los participantes en esa reunión que el objetivo de sus consultas debe ser ofrecer al conjunto de los Miembros nuevas ideas y oportunidades con toda transparencia y sin ninguna exclusión. Esos procesos son fundamentales para catalizar los progresos que necesitamos con urgencia, pero, por supuesto, no sustituyen a las deliberaciones del conjunto de los Miembros.

Por mi parte, seguiré manteniendo contactos con las diferentes agrupaciones para escuchar a todos los Miembros, celebrar consultas con ellos y asegurar la transparencia.

Unas palabras sobre la cuestión de la aplicación. Quisiera informar a las delegaciones de que, de conformidad con el mandato dado al Director General en la Decisión de Julio de 2004, que fue renovado por el Consejo General en julio de este año, he iniciado un proceso consultivo sobre todas las cuestiones pendientes relativas a la aplicación comprendidas en el párrafo 12 b) de la Declaración Ministerial de Doha, incluso sobre las cuestiones relativas a la extensión de la protección de las indicaciones geográficas prevista en el artículo 23 del Acuerdo sobre los ADPIC a productos distintos de los vinos y las bebidas espirituosas.

Llevaré a cabo este proceso en mi calidad de Director General y sin perjuicio de las posiciones de los Miembros. Contaré con la ayuda de algunos de los Presidentes de los órganos pertinentes de la OMC, que actuarán como Amigos de la Presidencia, y de dos de mis Directores Generales Adjuntos: Valentine Rugwabiza, que se ocupará de las medidas en materia de inversiones relacionadas con el comercio, y Rufus Yerxa, que se ocupará de las cuestiones relativas a las indicaciones geográficas y a los ADPIC y el CDB. Como es natural, informaré al CNC y al Consejo General, en sus próximas reuniones, sobre los progresos realizados en este proceso.

Por último, permítanme recordarles nuestro compromiso común con un proceso de acumulación progresiva, en el que el texto destinado a los Ministros en Hong Kong debe surgir de una convergencia entre los negociadores. No creo que nadie desee cambiar esto. Sin embargo, no hay forma de eludir la fuerte presión que impone el proceso a los negociadores para que realicen avances concretos en un plazo muy breve. En la actualidad disponemos de días, y no de semanas o meses.

Permítanme mencionar también que durante el fin de semana realizaré una visita a Hong Kong, China para examinar las instalaciones de la Conferencia Ministerial y mantener un debate con organizaciones no gubernamentales sobre el Programa de Doha para el Desarrollo.

En mi opinión, deberíamos atenernos a nuestro objetivo de distribuir a mediados de noviembre un proyecto de texto completo, lo cual es esencial para que los gobiernos se preparen debidamente. Hasta entonces quedan unos 30 días, contando cada día como hábil. La cantidad de tareas que han de cumplirse en este breve período de tiempo es muy grande, pero estoy convencido de que no se trata de una misión imposible. Se puede hacer, y considero que diversas cuestiones están maduras para una rápida evolución una vez que se hayan desbloqueado otros sectores.

Vídeo (solamente en inglés)
Aspectos más destacados de la conferencia de prensa del 13 de octubre de 2005.
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Informes de los Presidentes de los órganos establecidos por el CNC
Reunión del Comité de Agricultura en Sesión Extraordinaria: (TN/AG/20)
Reunión del Consejo del Comercio de Servicios en Sesión Extraordinaria: (TN/S/22)
Reunión del Comité de Comercio y Medio Ambiente en Sesión Extraordinaria: (TN/TE/13)