OMC: NOTICIAS 2006

Observaciones del Director General en la reunión informal del CNC, 16 de noviembre de 2006

 

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> La Declaración de Doha explicada
> Explicación de la Decisión de Doha relativa a la aplicación
> Cómo están organizadas las negociaciones
> Comité de Negociaciones Comerciales

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Reunión informal del CNC a nivel de Jefes de Delegación

En primer lugar, deseo agradecerles que hayan acudido a esta reunión a pesar de haberles avisado con tan poca antelación.

Desde que rendí informe al Consejo General el mes pasado he seguido manteniendo contactos con participantes a todos los niveles para tratar de facilitar la reanudación de las negociaciones. Me agradó poder informar en aquella ocasión de que en general los Miembros deseaban realmente volver a la mesa de negociación. Esta situación no ha cambiado, incluso es posible que haya mejorado, y por ese motivo he convocado la reunión de hoy.

Como indiqué al Consejo General, en las reuniones a las que he asistido desde el verano — reuniones del G-20, del Grupo de Cairns y del Banco Mundial y el FMI, entre otras —, he subrayado una y otra vez los costos que se derivarán para la economía mundial y para el sistema multilateral de comercio si no logramos salir de la actual situación de bloqueo. Sigo expresando la misma idea cada vez que se presenta la ocasión adecuada.

Recientemente he mantenido nuevos contactos con varios ministros y funcionarios de alto nivel y he visitado, entre otras capitales, Bruselas y Washington. Esta misma mañana he vuelto de la Reunión Ministerial de la APEC celebrada en Hanoi, en la que los líderes políticos y empresariales han subrayado que la no conclusión de las negociaciones del PDD sería una señal muy negativa para las economías de la región y del mundo. En mis contactos con los 20 ministros presentes en Hanoi he podido observar una sensación general de urgencia.

Todos somos muy conscientes de lo que ya hay sobre la mesa en esta Ronda, de lo que queda por hacer y de los posibles beneficios para cada uno de los Miembros y para la economía mundial si somos capaces de concluir la Ronda con éxito. Pero no debemos olvidar que nuestro margen es limitado. Es preciso que haya avances significativos para principios de primavera si queremos acabar la Ronda el año próximo.

He mantenido una serie de contactos en Ginebra, en particular con varias delegaciones, coordinadores de grupos regionales y de otros grupos y, naturalmente, con los Presidentes de los Grupos de Negociación.

Como sabemos, desde el verano ha habido contactos informales entre los Miembros, tanto en Ginebra como en otros lugares. El número y la frecuencia de estos contactos han aumentado últimamente, lo cual considero que es otra señal de ese deseo, creciente y ampliamente compartido, de sacar todo el partido posible a cada oportunidad de sentar las bases para los futuros avances.

Hoy por hoy parece que muchos Miembros están a favor de dar un carácter multilateral a estos contactos y llevarlos de nuevo a los Grupos de Negociación. También se opina que esto debe hacerse en todas las esferas que figuran en el programa.

En la práctica, esto significa aumentar el número de contactos en las diferentes esferas de negociación y ampliarlos en aras de la transparencia y la no exclusión, punto en el que han insistido muchas de las delegaciones con las que he celebrado consultas. Ello supone aumentar las oportunidades para que los participantes vuelvan a analizar las posiciones de los demás y exploren posibles opciones para hacer avanzar las negociaciones. Los Presidentes de los Grupos de Negociación están dispuestos a desempeñar un papel clave en esta labor.

Por consiguiente, animo a los Presidentes a que establezcan los contactos y celebren las consultas que consideren más adecuados, teniendo en cuenta las diferentes circunstancias de los diversos Grupos de Negociación. Varios Presidentes ya han empezado a hacerlo; por ejemplo, Crawford Falconer organizó un foro sobre la transparencia la semana pasada que, por lo que tengo entendido, tuvo una buena acogida.

Sugiero que esta labor se realice ahora en todas las esferas de negociación. Sin embargo, también deseo subrayar que son los Presidentes correspondientes, en consulta con las delegaciones, naturalmente, los que están más capacitados para determinar qué es lo que debe hacerse en cada esfera, así como el ritmo de trabajo idóneo.

Actualmente estamos en un punto intermedio entre la diplomacia discreta de los últimos meses y las negociaciones plenas, que sólo podrán darse cuando los Miembros estén en condiciones de concretar en cifras las flexibilidades que han expresado en términos generales sobre cuestiones clave, en particular en lo relativo al acceso a los mercados y la ayuda interna en la esfera de la agricultura. Aunque considero que estamos preparados para iniciar el trabajo técnico en el nivel de los expertos, en mi opinión sería prematuro pasar a las negociaciones ministeriales. Lo que les sugiero que hagamos es preparar el terreno para que las negociaciones plenas tengan lugar cuando se den las condiciones adecuadas.

Mientras intensificamos el trabajo de los Grupos de Negociación en Ginebra, creo que es crucial que se mantengan los contactos bilaterales entre los Miembros para analizar las cifras y explorar las flexibilidades. Es un componente esencial para preparar el terreno con vistas a un acuerdo.

En las últimas semanas todos nuestros barcos han estado en dique seco para realizar reparaciones. Evidentemente, no vamos a echarlos de nuevo al agua sin prepararlos adecuadamente antes. Esto también requiere que los armadores den las instrucciones adecuadas a sus tripulaciones. Pueden estar seguros de que seguiré presionándoles para que lo hagan.
  

Observaciones finales

Les agradezco sus contribuciones y sus palabras de ánimo. Por mi parte, deseo animarles a ustedes también; todos lo necesitamos.

He observado que hay un consenso en torno al método de trabajo que he sugerido anteriormente. Los Presidentes de los Grupos de Negociación tienen por tanto luz verde para retomar el procedimiento normal, con la transparencia habitual. Les corresponde a ellos determinar su ritmo de trabajo, en consulta con las delegaciones.

Aquí acaba nuestro debate de hoy. “Au boulot”(1), como decimos en francés.

 

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1.- “A trabajar.” volver al texto

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