OMC: NOTICIAS 2007

   

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Informe del Presidente del Comité de Negociaciones Comerciales

Gracias, Señor Presidente. Quisiera, antes que nada, dar la bienvenida a los participantes en la Semana en Ginebra, organizada para los Miembros y observadores sin representación permanente en Ginebra, que tienen ocasión de asistir a la presente reunión del Consejo General.

Desde la presentación de mi último informe al Consejo General en febrero, el CNC ha celebrado una reunión informal, que tuvo lugar el 20 de abril. En las observaciones introductorias que formulé en esa reunión, cuyo texto íntegro se ha puesto a disposición de las delegaciones en el documento JOB(07)/51, destaqué el mayor nivel de actividad que se estaba observando en las negociaciones y en torno a ellas desde que, en febrero, volvimos al modo de negociaciones plenas.

En los días previos a nuestra reunión informal, algunos de los principales participantes reafirmaron su determinación a lograr un resultado satisfactorio de nuestras negociaciones para el final del presente año, y se comprometieron también a intensificar sus esfuerzos para hallar un terreno común que facilitase la conclusión de la Ronda.

En nuestra reunión del 20 de abril, los Miembros acogieron con satisfacción y apoyaron ese compromiso de los principales participantes. Sin embargo, nadie se hace ilusiones sobre las dificultades que conlleva. En Ginebra, todos somos muy conscientes de la secuencia de los pasos que sería necesario dar para concluir la Ronda y de la carrera contra reloj que esa secuencia nos impone.

El primero de esos pasos será, sin duda, establecer las modalidades relativas a la agricultura y el AMNA, que se reflejarán después en las listas que elaboren los participantes en la fase siguiente. Para llegar a un acuerdo sobre un paquete completo de resultados no más tarde del final del presente año, también será necesario que en los trabajos que se realicen en otras áreas de negociación se alcance un nivel de madurez equivalente. En nuestra reunión informal no propuse un calendario concreto para esos avances, ya que creo que para todos es obvio que no hay tiempo que perder.

Por consiguiente, para hacer frente a ese desafío, es indispensable y urgente que todos los interlocutores del proceso multilateral emprendido en Ginebra asuman un compromiso serio y sustantivo, bajo la orientación de los Presidentes de los Grupos de Negociación. Las negociaciones multilaterales no pueden retrasarse más a la espera de contribuciones de otros procesos llevados a cabo en Ginebra o en otros lugares. Todos reconocemos que esos procesos pueden ser útiles y, por lo tanto, importantes, pero deben incorporarse al proceso multilateral, que es el núcleo de nuestra actividad y ha de avanzar ya con rapidez.

Me complace comunicar que nuestra reunión informal se caracterizó por una amplia convergencia sobre la forma que debe adoptar el proceso multilateral en las próximas semanas, como expuse sucintamente en mis observaciones introductorias. A través de sus distintos procesos, los Presidentes de los Grupos de Negociación están preparando textos revisados que puedan servir de base para un acuerdo.

El Presidente del Grupo de Negociación sobre la Agricultura ha presentado ya la primera parte de lo que, a su entender, será un documento de desafíos en el que se identificarán los centros de gravedad de los diferentes pilares y se intentará convencer a los participantes para que se desplacen desde sus actuales posiciones hacia el consenso. En una reunión informal celebrada el lunes 7 de mayo, los participantes tuvieron ocasión de pronunciarse sobre ese primer documento y, como cabía esperar, un gran número de delegaciones expresaron opiniones muy diversas sobre su contenido. El nivel de compromiso mostrado en esa reunión fue alentador y puso de manifiesto que estamos realmente en un proceso multilateral dinámico en cuyo marco los participantes parecen querer abordar con seriedad la negociación. Quiero dar las gracias a Crawford Falconer por la difícil labor que lleva a cabo, ¡y por la determinación y habilidad con que ha logrado hacerles a todos ustedes razonablemente infelices!

Una vez que haya presentado la segunda parte de su documento la semana que viene, el Embajador Crawford Falconer emprenderá una serie de intensas consultas con objeto de avanzar hacia el logro de un texto revisado sobre las modalidades relativas a la agricultura. Para impulsar el proceso, es preciso que los participantes negocien ya entre sí, no con los Presidentes.

En cuanto al AMNA, Don Stephenson ha iniciado esta semana un proceso continuo de consultas. Como ha indicado acertadamente a los participantes, éstos le han pedido que elabore el proyecto de un nuevo texto de negociación, por lo que corresponde ahora a todos ellos aprovechar el proceso multilateral para decirle lo que tiene que escribir.

En otras esferas de negociación, los Presidentes iniciarán procesos similares para la elaboración de textos. Creo que, para facilitar esa labor, es esencial que todos los participantes muestren el mismo nivel de apoyo a los Presidentes con sus aportaciones constructivas y su verdadera disposición a negociar.

Por último, en relación con la Ayuda para el Comercio, me complace informar de que los preparativos de los tres exámenes regionales de la Ayuda para el Comercio avanzan a buen ritmo. Está previsto que el primer examen se celebre en Lima (Perú) los días 5 a 7 de septiembre, para la región de América y el Caribe; el segundo examen tendrá lugar en Manila (Filipinas) los días 19 y 20 de septiembre, para la región de Asia; y el tercer examen se celebrará en Tanzanía los días 27 y 28 de septiembre, para la región de África. Los respectivos bancos regionales de desarrollo se encargan de coordinar los preparativos para esos tres exámenes regionales. El proceso culminará con la actividad de vigilancia y evaluación que tendrá lugar en Ginebra los días 20 y 21 de noviembre.

En los recientes contactos que he mantenido con los Miembros tanto en Ginebra como en las reuniones a las que he asistido en otros lugares, he reiterado mi convicción de que es posible concluir satisfactoriamente la Ronda, incluso en el poco tiempo de que disponemos hasta el final del año. He advertido a los gobiernos de que, si no muestran pronto su empeño, se verán obligados a enfrentarse a la desagradable realidad del fracaso, es decir, tirarán por la borda el importantísimo conjunto de medidas de apertura del comercio y elaboración de normas que representa la Ronda y habrán incumplido el compromiso de trabajar para lograr un sistema mundial de comercio más favorable al desarrollo.

El desafío que se nos plantea es ahora más político que técnico. Es un problema de liderazgo, compromiso y reconocimiento por los países de su común interés en el éxito y de los costos colectivos del fracaso. Les pido encarecidamente a todos que pongan el máximo empeño y compromiso en la conclusión de la Ronda.

Con esto finaliza mi informe. Gracias, señor Presidente.

 

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