OMC: NOTICIAS 2008
NOTICIAS DE LA OMC — PAQUETE DE JULIO DE 2008 EN EL MARCO DEL PDD: RESUMEN DE 30 DE JULIO
NOTA:
ESTE ARTÍCULO ESTÁ DESTINADO A AYUDAR AL
PÚBLICO A ENTENDER LO QUE SUCEDE EN LA OMC. SI BIEN SE HA HECHO TODO LO
POSIBLE POR QUE EL CONTENIDO SEA EXACTO, ÉSTE NO PREJUZGA LOS PUNTOS DE
VISTA DE LOS GOBIERNOS MIEMBROS.
VER TAMBIÉN:
>
Paquete de julio de 2008
> Notas
informativas
Resúmenes de las reuniones:
>
21 de julio
>
22 de julio
>
23 de julio
>
24 de julio
>
25 de julio
>
26 de julio
> 27-28 de julio
>
29 de julio
Intervenían a título oficial en una reunión formal del Comité de
Negociaciones Comerciales, el foro que agrupa al conjunto de los
Miembros para
supervisar las negociaciones. Se referían especialmente a las
conversaciones mantenidas por los Ministros, que se interrumpieron el 29
de julio, cuando un pequeño grupo de ellos no pudo ponerse de acuerdo en
los detalles de un nuevo “mecanismo de salvaguardia especial” para los
países en desarrollo (véase la explicación que figura
infra).
Los Miembros se estaban haciendo eco de las observaciones del Director
General de la OMC, Pascal Lamy, al comienzo de la reunión.
En ellas había hablado de la “obligación colectiva” de reflexionar sobre
los próximos pasos que se han de dar. Los progresos logrados en la
agricultura y el acceso a los mercados para los productos no agrícolas y
en otros temas deben preservarse, sostuvo el Sr. Lamy.
“[Esos progresos] representan miles de horas de negociación y una
inversión política seria por parte de todos los Miembros de la OMC, que
no deberían echarse a perder.”
El Sr. Lamy sugirió asimismo a los Miembros que esperaran a que las
aguas se aquietaran un poco “antes de que podamos tener una idea clara
de esos próximos pasos”.
La reunión formal del Comité de Negociaciones Comerciales pone fin a las conversaciones entre los Ministros. Varios de ellos se han quedado hasta el final y han intervenido en la reunión de hoy.
A lo largo de los últimos nueve días los Ministros se reunieron, a veces hasta altas horas de la noche, en diversas formas, a saber, reuniones de un grupo de siete Ministros —Australia, el Brasil, China, los Estados Unidos, la India, el Japón y la UE— que luego informaban en reuniones de Sala Verde a las que asistían unas 30 delegaciones representativas y, por último, en reuniones informales casi diarias de todos los Miembros.
Colaboraron estrechamente con el Sr. Lamy el Ministro de Relaciones
Exteriores de Noruega, Sr. Jonas Gahr Støre, que presidió las
negociaciones sobre las cuestiones relativas a la propiedad intelectual,
los Presidentes de las negociaciones sobre la agricultura y el acceso a
los mercados para los productos no agrícolas (ANMA), Sr. Crawford
Falconer y Sr. Don Stephenson, y el Presidente del Consejo General, Sr.
Bruce Gosper.
Los informes de los Presidentes de las negociaciones sobre la
agricultura y sobre los productos no agrícolas se distribuirán hoy junto
con el informe del Sr. Lamy sobre la “Conferencia
de manifestación de intenciones sobre los servicios” celebrada el 26
de julio. Se sumarán a
los informes relativos a los demás temas de la Ronda de Doha ya
presentados al Comité de Negociaciones Comerciales.
Lamy: No desaprovechen los beneficios
En su informe de apertura al Comité, el Sr. Lamy resumió la crónica del
desmoronamiento que había hecho la víspera e instó a los Miembros a que
resolvieran de consuno no echar a perder los posibles beneficios de lo
que ya estaba casi acordado, incluso si para ello se necesitaba más
tiempo.
“Todos ustedes son conscientes del valor de lo que tenemos sobre la
mesa, no sólo en la agricultura y el AMNA [acceso a los mercados para
los productos no agrícolas], sino en todos los ámbitos del programa,
como en los servicios, el sector de mayor crecimiento y más dinámico en
la mayoría de las economías, o en la facilitación del comercio”, afirmó.
Los Miembros deben estudiar la forma de superar los obstáculos, con
nuevas ideas y nuevas soluciones, continuó.
“Nuestra prioridad inmediata es reafirmar nuestro compromiso con el
sistema multilateral de comercio, que sale de esta semana maltrecho”,
dijo. “Todos los Ministros que han estado aquí presentes los últimos 10
días han subrayado lo vital que es este sistema, no sólo en lo que se
refiere al comercio, sino también en lo que concierne a la estabilidad
del sistema internacional.”
Uno de nuestros objetivos es determinar cómo hacerlo mejor la próxima
vez. “Y porque estoy convencido de que habrá una próxima vez, dije ayer
que no estaba tirando la toalla.”
Los Miembros están decepcionados, pero resueltos
En sus observaciones, los Miembros compartieron ampliamente la opinión
de que las negociaciones deben continuar y de que en estos nueve días se
han conseguido muchas cosas. “Entre todos hemos hecho enormes progresos”
“hemos estado cerca de cerrar un acuerdo” y “sería un duro revés tener
que dar marcha atrás”, fueron las observaciones más habituales.
Algunos incluso llegaron a decir que sus propias reformas internas
continuarían pese a no haberse alcanzado un acuerdo: “Hemos hecho saber
a nuestros agricultores que la interrupción de este proceso no significa
que nuestra reforma también se vaya a interrumpir”, dijo un orador.
En general, los Miembros no culparon a nadie del atolladero, con
independencia de algunas observaciones de carácter general sobre “una
coalición de los reacios”, o las peticiones de algunos países en
desarrollo para que los países en desarrollo den un paso más. “El
fracaso de uno es el fracaso de todos”, fue uno de los comentarios.
Algunos destacaron cuestiones que les preocupaban y otros abogaron por
una “cosecha temprana”, es decir, por que se aplicaran algunas medidas
ya acordadas, como el acceso a los mercados libre de derechos y de
contingentes para los países menos adelantados, la
ayuda para el comercio y el “Marco
Integrado mejorado” de asistencia a los países menos adelantados.
Algunos reiteraron su preocupación por la manera en que se habían
organizado las negociaciones, en las que se había procurado lograr
avances en grupos de Miembros en lugar de hacerlo con el conjunto de los
Miembros. Otros dijeron que el fracaso no se debía al proceso de
negociación, sino al contenido de lo que se estaba negociando.
La mayoría de los oradores alabaron al Sr. Lamy y a los Presidentes de
los grupos de negociación por los ímprobos esfuerzos que habían hecho
por cerrar un acuerdo.
Un delegado sugirió al Sr. Lamy que adoptara por un corto espacio de
tiempo un cartel que había visto un día en un restaurante: “Aujourd’hui
le patron se repose” (hoy el jefe descansa). Y seguidamente:
“Aujourd’hui le patron ne se repose plus” (hoy el jefe ya no descansa).
En la reunión formal del Comité de Negociaciones Comerciales hicieron uso de la palabra los siguientes oradores: El Salvador; los países menos adelantados (en cuyo nombre habló Lesotho); la UE; el Japón; el Grupo Africano (en cuyo nombre habló Kenya); la Argentina; los Estados Unidos; Guyana; Venezuela; Sudáfrica; el Grupo de Países de África, del Caribe y del Pacífico (ACP) (en cuyo nombre habló Mauricio); la India; México; China: Suiza; Colombia; el G-33 (en cuyo nombre habló Indonesia); los Cuatro del Algodón (en cuyo nombre habló Burkina Faso); el Brasil; Israel; el Uruguay; Filipinas; Costa Rica; Côte d’Ivoire; Bolivia; Hong Kong, China; Australia; los Miembros de reciente adhesión (en cuyo nombre habló el Taipei Chino); Chile; Nigeria; Pakistán; Cuba; la República de Corea; Marruecos; Ghana; Noruega; … .
Los textos de algunas declaraciones —los facilitados por las delegaciones para su publicación en este sitio Web— pueden consultarse aquí.
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Audio:
> Declaración del Presidente del CNC
> Conferencia de prensa: Keith Rockwell, portavoz de la OMC
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Bloqueo sobre una cuestión controvertida.
El 29 de julio, las conversaciones entre los Ministros fracasaron en la
cuestión del mecanismo de salvaguardia especial (MSE). ¿Cuál fue el
problema exactamente?
No se trata de proteger a los agricultores pobres en general — eso ya
está previsto en lo acordado respecto de la fórmula para los recortes
arancelarios, los recortes inferiores o nulos para los “productos
especiales”, el trato diferente para las economías pequeñas y
vulnerables, los Miembros de reciente adhesión y casos especiales como
Bolivia, y las exenciones para los países menos adelantados. Ni siquiera
se trataba del MSE en sí mismo, sino de una circunstancia concreta.
El MSE permitiría a los países en desarrollo elevar temporalmente los
aranceles a fin de hacer frente a incrementos súbitos de las
importaciones y caídas de los precios. El bloqueo se produjo únicamente
con respecto a los incrementos súbitos de las importaciones, y en un
caso en particular.
Lo ya acordado: Todos los
Miembros de la OMC han acordado que los países en desarrollo tendrán un
MSE. Han acordado más o menos cuánto tendrían que aumentar las
importaciones para activar el incremento temporal de los aranceles y
cuál debería ser el nivel de ese incremento en general.
El bloqueo concierne los casos
en los que el MSE eleva los aranceles por encima de los compromisos
asumidos por los países en la Ronda Uruguay de 1986-1994 — los “tipos
consolidados antes de la Ronda de Doha”. En el caso de los nuevos
Miembros, los compromisos adquiridos en sus acuerdos de adhesión.
Así pues, en lo esencial, el bloqueo concierne a una zona objeto de
debate por lo que respecta al MSE: el aumento de los tipos por encima de
los consolidados antes de la Ronda de Doha.
¿Quiénes estaban involucrados?
Se ha dicho con frecuencia que el bloqueo se produjo entre los Estados
Unidos, por un lado, y la India y China, por otro. Esto es cierto sólo
en parte. Los tres son países con un importante volumen de comercio y
preocupaciones tanto en el ámbito de las importaciones como en el de las
exportaciones. Pero también formaban parte del grupo reducido de siete
delegaciones que trataba de alcanzar un acuerdo inicial antes de
plantear la cuestión ante grupos más grandes y, en última instancia,
ante todos los Miembros. El bloqueo surgió en ese grupo de siete.
También se involucraron otros países ajenos al grupo, incluidos otros
Miembros del G-33 y algunos países en desarrollo exportadores.
Dos filosofías: Algunos países
se han opuesto al incumplimiento de los compromisos asumidos antes de la
Ronda de Doha, mientras que otros insisten en que debe permitirse. En el
proyecto de texto sobre la agricultura de 10 de julio la posibilidad de
incumplir esos compromisos figura entre corchetes (lo que indica la
falta de acuerdo al respecto), excepto en el caso de los países menos
adelantados. Esto refleja una diferencia de opiniones no resuelta sobre
la finalidad del MSE:
-
El MSE como protección para los agricultores pobres y muy vulnerables: según esta opinión, el MSE debería ser más libre y fácil de utilizar, con niveles de activación más bajos y mayores aumentos de los aranceles. Esta opinión refleja el argumento de que los precios son bajos debido a las importantes subvenciones otorgadas en los países ricos. Defienden esta opinión el G-33 y sus aliados.
-
El MSE como medio temporalmente limitado para contribuir a la liberalización (utilizado únicamente en el marco de la liberalización): Según esta opinión, el MSE debería utilizarse de manera más restringida y en relación con los recortes arancelarios respecto de los niveles anteriores a la Ronda de Doha. Ello supondría que no podrían aumentarse los aranceles por encima de esos niveles, que el MSE no debería activarse como consecuencia de fluctuaciones normales de los precios o de un crecimiento normal del comercio, y que debería limitarse al período de liberalización. Esta opinión refleja los argumentos de que los agricultores pobres necesitan exportar para escapar de la pobreza y de que los compromisos asumidos antes de la Ronda de Doha constituían un equilibrio transaccional negociado de derechos y obligaciones que debería permanecer intacto. Defienden esta opinión los países de América Latina y Asia Sudoriental y otros países que pertenecen al Grupo de Cairns pero no al G-33; también los Estados Unidos. Los países en desarrollo que propugnan esta opinión dicen que no es una cuestión “Norte-Sur”, pero que afecta al comercio Sur-Sur.
Intento de compromiso: Los
proyectos de texto y las cifras que se examinaron (principalmente el
proyecto de texto sobre las modalidades para la agricultura de 10 de
julio y sus modificaciones) constituyen un intento por lograr un
compromiso entre dos posiciones opuestas. Las cifras que fueron objeto
de mayor debate fueron las que se aplicarían a los países en desarrollo
que no son economías pequeñas y vulnerables ni países menos adelantados,
los cuales reciben un trato distinto, más generoso. El MSE permitiría
que los aranceles se elevaran por encima del nivel de los compromisos
anteriores a la Ronda de Doha, pero estaría sujeto a restricciones
mediante el establecimiento de criterios adicionales — un aumento mínimo
de las importaciones como requisito para su utilización (los “niveles de
activación” adicionales del 15 por ciento, 40 por ciento, etc., que no
figuran en el proyecto de 10 de julio), y la limitación del nivel hasta
el cual podrían aumentarse los aranceles por encima del tipo arancelario
anterior a la Ronda de Doha (el 15 por ciento del tipo consolidado
posterior a la Ronda de Doha o 15 puntos porcentuales, si esta cifra
fuera mayor, según el proyecto de 10 de julio). La magnitud que estas
cifras debían tener fue lo que motivó el bloqueo.
Flexibilidad o crecimiento normal del
comercio: La cuestión que dio origen al bloqueo fue si era
necesario establecer un nivel de activación adicional para limitar los
casos en que los aranceles, al amparo del MSE, se elevaran por encima de
los tipos anteriores a la Ronda de Doha y, de ser así, cuál sería su
magnitud. Según la primera posición, en el mejor de los casos, ésta
debía ser baja. Según la posición contraria, había la posibilidad de que
el aumento arancelario se activara a raíz de un crecimiento normal del
comercio, y no de un incremento súbito real.
En la práctica: En términos
arancelarios, la importancia exacta de esto depende de la situación de
un producto específico en un país concreto. En algunos casos, el nivel
máximo jurídicamente consolidado anterior a la Ronda de Doha podría ser
del 100 por ciento, pero el arancel realmente aplicado podría ser, por
ejemplo, del 20 por ciento. Para llegar hasta el nivel de la zona objeto
de debate (es decir, para superar el tipo anterior a la Ronda de Doha),
el arancel aplicado tendría que multiplicarse por cinco o aumentar en 80
puntos porcentuales, y para alcanzar el límite máximo propuesto, de
alrededor del 15 por ciento por encima del tipo consolidado anterior a
la Ronda de Doha, tendría que elevarse aún más. Si, por el contrario,
tanto el tipo consolidado anterior a la Ronda de Doha como el tipo
aplicado fueran del 20 por ciento, con cualquier aumento el arancel
alcanzaría la zona objeto de debate.
Muchos países en desarrollo mantienen grandes diferencias entre los
aranceles máximos consolidados aplicables a los productos agrícolas y
los aranceles que efectivamente aplican. Algunos no lo hacen. Los países
que se han adherido recientemente a la OMC mantienen por lo general
diferencias pequeñas o nulas. Los datos se pueden consultar en los
perfiles arancelarios o se pueden descargar directamente en este
archivo pdf.
El G-33, el Grupo de Cairns y otros grupos se enumeran aquí.