OMC: NOTICIAS 2010

FORO PÚBLICO DE LA OMC 15—17 DE SEPTIEMBRE DE 2010

NOTA:
LA COBERTURA DE NOTICIAS QUE CON RESPECTO AL FORO PÚBLICO REALIZA LA OMC EN SU SITIO WEB Y EN PÁGINAS DE REDES SOCIALES COMO FACEBOOK Y TWITTER ESTÁ DESTINADA A AYUDAR AL PÚBLICO A SEGUIR LOS DEBATES Y ES NECESARIAMENTE SELECTIVA.

EN LAS PÁGINAS DEL FORO PÚBLICO SE PUBLICARÁ UNA RELACIÓN MÁS COMPLETA DE LA SESIONES POCO DESPUÉS DE QUE ÉSTAN HAYAN CONCLUIDO.

SI BIEN SE HA HECHO TODO LO POSIBLE PARA ASEGURAR QUE EL CONTENIDO DE LA INFORMACIÓN SEA EXACTO, ÉSTA SE ENTIENDE SIN PERJUICIO DE LAS POSICIONES DE LOS GOBIERNOS MIEMBROS.

  

Por: Voluntarios de la OMC

Sesión 15: De la gobernanza global a los pequeños agricultores y la seguridad alimentaria

TÍTULO DE LA SESIÓN: Los pequeños agricultores y la gobernanza de la seguridad alimentaria mundial: Esperando la coherencia

Esta sesión trató de diversas cuestiones relacionadas con la seguridad alimentaria, incluidas las causas subyacentes a la inseguridad alimentaria, las posibles maneras de mitigarla y la función que los pequeños agricultores pueden desempeñar en aras de una mayor seguridad a este respecto. Varios oradores recalcaron la necesidad de mejorar la coordinación global a nivel internacional en este terreno.

El Sr. François Riegert, Representante Permanente de Francia ante la OMC, señaló que la seguridad alimentaria y la volatilidad de los precios de los productos de base ocupaban un lugar central en las reflexiones del Gobierno francés de cara a su presidencia del G-8/G-20 en el próximo año. Tras pasar revista a los diferentes instrumentos estabilizadores y atenuantes utilizados para combatir la volatilidad de los precios, subrayó que la reciente crisis alimentaria ha puesto de manifiesto la falta de coordinación internacional a este respecto y abogó por el establecimiento de un foro internacional informal consagrado a la estabilidad de los precios agrarios.

El Sr. Richard Kozul-Wright, Director de la Unidad de Cooperación Económica e Integración entre los Países en Desarrollo (UNCTAD), opinó que algunos operadores depositan una confianza excesiva en los efectos positivos de la globalización. Describió el proceso que ha permitido a algunos países desarrollados pasar de una situación deficitaria a una situación excedentaria, así como las resultantes consecuencias negativas para los agricultores de los países en desarrollo que se ven obligados a entrar en competencia con productores subvencionados.

El Sr. Paulo Estivallet de Mesquita, Representante Adjunto de la Misión Permanente del Brasil ante la OMC, corroboró esta opinión afirmando que ciertos países desarrollados han resuelto el problema de su propia seguridad alimentaria a expensas de los países en desarrollo, de tal manera que las exportaciones subvencionadas no tienen por objeto combatir la inseguridad alimentaria sino gestionar los excedentes. Los países en desarrollo no están en condiciones de financiar esta clase de mecanismos de apoyo. Su objetivo es engrosar las rentas para incrementar la demanda local. Las políticas comerciales no pueden solucionar por sí solas el problema de la seguridad alimentaria, pero al menos no deberían redundar en detrimento de ésta. El Sr. Riegert indicó que el sostenimiento de los precios en el plano regional podría ser también una idea interesante y merecedora de reflexión para algunos países en desarrollo.

La mayoría de los oradores convinieron en la necesidad de aumentar la productividad de las pequeñas explotaciones agrarias, un sector que ha sido postergado en los últimos años. La solución a este respecto se basa, entre otras cosas, en la inversión en el sector agrícola, el progreso tecnológico, la investigación y la correspondiente ayuda específica.

Esta iniciativa incrementaría las rentas agrarias y tendría por ende efectos positivos en el resto de la economía. En los países en desarrollo, la evolución de las pequeñas explotaciones agrarias se halla estrechamente vinculada a la urbanización y la industrialización. Es por ello que la seguridad alimentaria exige un planteamiento global e integrado que trascienda las políticas comerciales o agrarias.

A fin de cuentas, según el Sr. Kozul-Wright, se formará un círculo virtuoso que sin duda habrá de acarrear una disminución del número de los pequeños agricultores. Los debates demuestran que la definición de 'pequeños agricultores' y la dinámica de la evolución de su número han de ser evaluadas separadamente para cada caso individual.

En el curso de los debates se mencionó el tema de la apropiación indebida del suelo, pero sin discutirlo en profundidad.

El Sr. Jeremy Hobbs, Director Ejecutivo de Oxfam International, recalcó que el mundo permanece dividido en cuanto a la configuración ideal de una futura asociación global en favor de la agricultura, la seguridad alimentaria y la nutrición. Mientras que los países donantes se adhieren mayoritariamente a la Iniciativa de Seguridad Alimentaria de L'Aquila, muchos países pobres proponen que el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CFS) sea reformado y convertido en el supremo foro político internacional en la materia. Arguyó que se requiere un liderazgo político de alto nivel para promover una actuación global urgente y coordinada en pos del Objetivo de Desarrollo del Milenio relativo al hambre. Para ello sería preciso que los dirigentes mundiales apoyaran el CFS como pilar político central para la agricultura, la seguridad alimentaria y la nutrición.

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Sesión 16: Los panelistas piensan que la propiedad intelectual y la innovación serán esenciales en el mundo posterior a la Ronda de Doha

TÍTULO DE LA SESIÓN: ¿Más allá de la Ronda de Doha? Configurar el sistema mundial de comercio para fomentar la innovación y resolver los problemas mundiales

El moderador Sr. Stuart Harbinson solicitó el parecer de todos los panelistas sobre las consecuencias de la Ronda de Doha de cara al futuro del sistema multilateral, en términos de los retos globales planteados y de las normas y acuerdos establecidos.

El Sr. Roberto Azevedo, Embajador del Brasil en Ginebra, subrayó que en la estructura actual la propiedad intelectual favorece la innovación. Manifestó su opinión de que la Ronda de Doha no introducirá cambios importantes en los acuerdos sobre propiedad intelectual.

El Sr. Thaddeus Burns afirmó que la propiedad intelectual ha resultado crucial para el desarrollo de sociedades multinacionales que han hecho extensiva su producción a las economías emergentes durante el pasado año y a quienes el Acuerdo de la OMC sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) ha infundido la confianza que precisaban para invertir en actividades de investigación y desarrollo en mercados que anteriormente no eran accesibles.

El Sr. Ricardo Meléndez-Ortiz, cuya intervención se centró en el hecho de que la innovación es inseparable de la transferencia tecnológica desde los países desarrollados hacia los países en desarrollo, agregó que la innovación debería integrarse en las futuras negociaciones en el marco del sistema de la OMC. Si la OMC no lograra integrar en su sistema multilateral el sinnúmero de acuerdos de libre comercio (ALC) y acuerdos regionales, correría peligro de perder el lugar que ocupa como principal organización en el ámbito del comercio internacional.

En conclusión, todos los panelistas convinieron en que la Ronda de Doha no debe modificarse ni hacerse más compleja de lo que es en la actualidad; que es indispensable un planteamiento unitario del comercio y la innovación, debiendo incluirse esta última en las negociaciones de la OMC y pudiendo tomarse también en consideración los acuerdos referentes a las normas de origen, el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) y los obstáculos no arancelarios.

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Sesión 17: Debate de los pros y contras de una asamblea parlamentaria de la OMC, sin olvidar el medio ambiente

TÍTULO DE LA SESIÓN: Puede hacer frente el actual sistema multilateral
de comercio a los desafíos en ciernes?

Los numerosos retos planteados en el mundo de hoy se discutieron en esta sesión desde una doble perspectiva: i) ¿Qué puede hacer la OMC? y ii) ¿Cuál es la contribución de los parlamentarios a este respecto? Se dedicó considerable atención a la relación entre los acuerdos de la OMC y el medio ambiente. Se debatieron extensamente la función de los países más pobres y su capacidad para beneficiarse del sistema, incluido el delicado tema de si los países en desarrollo emergentes deben reclamar todavía un trato especial y diferenciado.

El Sr. Moreira, Presidente de la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo, abogó por la creación de una auténtica “Asamblea Parlamentaria de la OMC” que a su juicio vendría a reforzar la responsabilización democrática y pública de la OMC tanto global como localmente. Esta opinión sólo recibió un apoyo parcial de sus colegas parlamentarios del panel, puesto que el Senador Heber de Uruguay y el Sr. Ouattara de Burkina Faso estimaron que tal Asamblea no haría sino reiterar las posiciones de los respectivos gobiernos.

El Sr. Ouattara, Miembro del Parlamento y ex-Ministro de Comercio de Burkina Faso, declaró que desde la creación de los “Cuatro del Algodón” existe espacio suficiente para que los pequeños operadores se desenvuelvan dentro del sistema multilateral de comercio. Añadió que el nuevo protagonismo asumido por los países emergentes dentro de la OMC exige determinar quiénes necesitan realmente un trato especial y diferenciado. Refiriéndose a las numerosas amenazas que se ciernen hoy sobre el mundo, se pregunta si la crisis sería tan dura si hubiéramos concertado un Acuerdo de Doha dos o tres años atrás.

El Senador Sr. Luis Heber, de Uruguay, señaló que es en los momentos de crisis cuando se ve a los buenos líderes y que Pascal Lamy había sido un buen Director General durante la crisis, como lo atestigua en particular la labor de vigilancia realizada. Indicó que el “radar” de la OMC al rastrear prácticas proteccionistas debe prestar atención también a las formas más sutiles de proteccionismo. Afirmó igualmente que el sistema de la OMC basado en normas es importante y útil para el mundo, lo cual explica por qué en el G-20 se cuestionan muchas organizaciones internacionales, pero NO la OMC.

La profesora Laurence Boisson-de-Chazourne, de la Universidad de Ginebra, hizo referencia principalmente a la problemática medioambiental y a su vinculación con los Acuerdos de Comercio Multilaterales; dijo en particular que la cooperación entre la OMC y los acuerdos multilaterales sobre medio ambiente no debería ser cortés y pasiva, SINO mutuamente vigorizante. Puntualizó que esta cooperación reforzada, la cual habría de asemejarse a lo que está haciendo la OMC con el Banco Mundial y con el Fondo Monetario Internacional, se aplicaría únicamente a aquellos acuerdos medioambientales que gozan de elevados niveles de ratificación, por ejemplo los relativos a la biodiversidad, la desertización o el cambio climático. Puso de relieve muchas similitudes entre las negociaciones de la OMC y las negociaciones del cambio climático, recalcando la necesidad de energía política.

Durante el debate muchos participantes resaltaron los desafíos planteados (el cambio climático, la seguridad alimentaria, la energía, el desempleo, etc.) y preguntaron cómo podía reaccionar la OMC. Otros participantes criticaron las rondas de negociación multilateral de acuerdos comerciales por creer que posiblemente hubieran quedado superadas y que quizá conviniera encontrar alguna otra cosa para obtener resultados. Una representante de la Red del Tercer Mundo declaró que las ventajas que ofrece a los pobres el Programa de Doha para el Desarrollo son prácticamente nulas y que en realidad salen favorecidos los Miembros desarrollados; en cuanto a los aspectos medioambientales, dudaba que los Miembros desarrollados se avinieran a permitir a los países en desarrollo sobrepasar sus aranceles consolidados o incumplir sus vigentes compromisos en materia de servicios para combatir el cambio climático.

A esto replicaron los panelistas que aquí no se trata de transformar a la OMC en una Organización Internacional de Normas Medioambientales o Sociales, sino simplemente de ofrecer a la comunidad internacional nuevos y mejores medios de cooperación. El objetivo último es hacer frente a los retos. Esto resulta un tanto complicado en el caso del cambio climático por dos razones: i) subsiste cierta incertidumbre científica en torno a la gravedad de la situación y ii) las decisiones han de tomarse inmediatamente, pero sus efectos no serán perceptibles hasta dentro de 50-70 años (!).

Los panelistas tuvieron también palabras de elogio para el Foro por haber ofrecido una oportunidad de acercarse más a la OMC. Finalmente, indicaron que deberían hacerse más esfuerzos para lograr una auténtica inclusividad en lo que respecta a los agentes no estatales.

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Sesión 18: Donde el regionalismo podría dar buenos resultados a condición de gestionarlo con cautela

TÍTULO DE LA SESIÓN: El papel del regionalismo en la integración de la región del Pacífico en el sistema mundial de comercio

En esta sesión se discutieron los objetivos del Acuerdo del Pacífico sobre Estrechamiento de Relaciones Económicas (PACER Plus), el cual aspira a promover el desarrollo económico a largo plazo de los países de las Islas del Pacífico gracias a una integración más estrecha con los dos países desarrollados vecinos (Australia y Nueva Zelanda) y las implicaciones de la consiguiente integración en la economía global.

El moderador Sr. Torres abrió la sesión presentando al Instituto de Comercio Internacional de la Universidad de Adelaida y explicando sus actividades.

El Sr. Yeend, Embajador de Australia en Ginebra, tomó la palabra en primer lugar para explicar la posición de Australia en las negociaciones del PACER Plus y su compromiso en la región del Pacífico. El PACER Plus se basa en los anteriores acuerdos de libre comercio (ACL) concertados en la región, por ejemplo SPARTECA, PICTA, etc. A diferencia de las iniciativas previas, sin embargo, se trata de un acuerdo preferencial recíproco que incluye disposiciones relativas al comercio de servicios y a la inversión, así como un capítulo sobre la cooperación para el desarrollo y la movilidad laboral. En su opinión, el PACER Plus representa una oportunidad para ayudar a estas frágiles naciones a cosechar los beneficios de la liberalización del comercio y de un mejor acceso a los mercados. Australia es plenamente consciente de las limitaciones de capacidad que sufren las Islas del Pacífico y tiene intención de paliar esta dificultad a través del programa de Ayuda para el Comercio. En 2009-2010, Australia asignó a dicho programa 400 millones de dólares australianos, de cuya suma 158 millones (40 por ciento del total) se destinaron a los países del Pacífico. El Sr. Yeend terminó diciendo que la conclusión con éxito de la Ronda de Doha sigue siendo la principal prioridad de la política comercial de Australia.

El Sr. Wilson, Consejero del Instituto de Comercio Internacional, declaró que uno de los objetivos del Instituto consiste en buscar un equilibrio entre diferentes conjuntos de intereses de los países en desarrollo con respecto a cuestiones comerciales. En su opinión, el PACER Plus desempeña un importante papel de cara a la integración de los países de las Islas del Pacífico en la región y en el sistema de comercio multilateral. Explicó que la región del Pacífico está constituida por una variedad de países con diferentes realidades económicas. Estos países comercian principalmente con Australia y Nueva Zelandia; sin embargo, dos países del grupo (Papua Nueva Guinea y Fiji) firmaron un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, de modo que todas las Islas del Pacífico se benefician del Sistema Generalizado de Preferencias de la UE. Las negociaciones del PACER Plus se encuentran todavía en una fase temprana, llevándose a cabo actualmente en cada país un proceso de consulta en que intervendrán también el sector privado y la sociedad civil. El Instituto de Comercio Internacional ha realizado varios estudios sobre el impacto del Plus en las economías en desarrollo: si bien se prevé una pérdida de ingresos del orden del 6-6,5 por ciento, el acuerdo aportará todos los ajustes necesarios para compensar el impacto negativo temporal de la liberalización del comercio e incluirá un capítulo específicamente consagrado a la cooperación para el desarrollo. Respecto de los países que no son miembros de la OMC, concluyó el Sr. Wilson, el PACER Plus es un fundamento que promueve la integración regional y brinda ayuda para afrontar con éxito los retos del sistema multilateral de comercio.

El Sr. Marchi, Senior Fellow del Centro Internacional para el Comercio y el Desarrollo Sostenible (ICTSD), hizo notar que estamos asistiendo a una proliferación de acuerdos comerciales regionales (ACR) y se preguntó cómo puede un ACR conferir seguridad al comercio y beneficiar a todos sus miembros. Habida cuenta de que el PACER Plus se encuentra todavía en una fase precoz de las negociaciones, sugirió la necesidad de tomar seriamente en cuenta las siguientes cuestiones: i) prever tiempo suficiente para las consultas nacionales; ii) asumir un compromiso auténtico en materia de creación de capacidad y ayuda al desarrollo; iii) incluir compromisos en materia laboral y medioambiental; iv) encontrar un equilibrio adecuado entre los compromisos de liberalización de los servicios y el derecho a reglamentar; v) incluir normas eficaces y equitativas en materia de solución de diferencias.

Durante el turno de preguntas y respuestas tomaron la palabra cuatro intervinientes. El primero preguntó cuál era la cobertura completa de las negociaciones de servicios y qué medidas se habían adoptado con el fin de implicar en las negociaciones a los agentes no estatales. El segundo quiso saber si el PACER Plus contemplaría la posibilidad de incluir cláusulas de trato especial y diferenciado en favor de los países en desarrollo. El tercero preguntó si existían oportunidades de cooperación entre la Comunidad y Mercado Común del Caribe (CARICOM), los países del Pacífico y el Canadá. El último interviniente preguntó cómo se trataba el tema de las limitaciones de recursos humanos en el contexto de las negociaciones bilaterales y multilaterales. El Embajador Sr. Yeend explicó que normalmente el planteamiento aplicado por Australia en las negociaciones sobre servicios suele consistir en procurar la plena cobertura, utilizando como base el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), pero que en este caso concreto las negociaciones tienen en cuenta las sensibilidades de los países. Habida cuenta de que muchos de sus interlocutores poseen la condición de 'país en desarrollo', Australia respalda sin ambages la inclusión en el acuerdo de cláusulas de trato especial y diferenciado en todos los sectores considerados. Por lo tocante a las limitaciones de recursos humanos, se comentó que el hecho de negociar a nivel bilateral, regional y multilateral supone una ardua tarea para todos los países, tanto desarrollados como en desarrollo. El Sr. Marchi dijo que la cooperación Sur-Sur es un fenómeno nuevo en el comercio internacional y que se aprecian perspectivas de cooperación entre las economías del Sur.

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Sesión 19: Los oradores discuten sobre la transparencia y la responsabilización en y en torno a la OMC

TÍTULO DE LA SESIÓN: Replantearse la responsabilidad interna y externa de la OMC

Los panelistas discutieron acerca de la transparencia y la responsabilización en las interacciones entre gobiernos, los agentes no estatales y la Secretaría de la OMC.

En esta sesión dos profesores de universidad (el uno alemán y el otro canadiense) debatieron con dos representantes de sendas ONG de la India y y Europa, así como con un experto jurídico de la OMC, sobre el tema de la responsabilización de la OMC en el contexto de la crisis global y la transparencia. Se citaron ejemplos de responsabilización gubernamental en procedimientos de notificación de prácticas proteccionistas; de supervisión parlamentaria en los países en desarrollo; de acceso a información y a comités; y de la perspectiva institucional por la Secretaría. Además, los panelistas discutieron acerca de las medidas concretas más apropiadas para mejorar la dimensión de inclusividad global de la organización.

El moderador
Sr. Mark Halle, del Instituto Internacional de Desarrollo Sostenible (Europa), comenzó presentando un proyecto que se propone acometer junto con el Sr. Robert Wolfe en relación con el tema de debate, partiendo de las siguientes preguntas básicas: quién es responsable frente a quién, por qué razón, a través de qué procesos, de conformidad con qué criterios y con qué resultados. Hizo resaltar que la responsabilización es algo que afecta a todas las organizaciones internacionales, pues se trata de determinar qué grado de responsabilidad asumen respecto de su misión, frente a sus miembros y en cuanto a la forma de reducir el desfase entre lo prometido y lo realizado en la práctica. Insistió en que la OMC se comporta mejor que ciertas otras organizaciones en algunos aspectos (por ejemplo, la notificación relacionada con la inocuidad de los alimentos) y peor en otros (por ejemplo, la notificación de subvenciones).

El profesor
Robert Wolfe, de la Universidad de Queens (Canadá), presentó su opinión de que las obligaciones impuestas por el régimen de la OMC han evitado que se produjera una explosión de prácticas proteccionistas durante la crisis. Cotejó los datos recibidos de la OMC con la reseña (más pesimista) de Global Trade Alert y concluyó que no existen indicios de que los Miembros del G-20 hayan creado nuevos obstáculos al comercio ni hayan tomado medida alguna incompatible con los principios de la OMC. Explicó asimismo que los Miembros de la OMC procuraban aprovechar la flexibilidad que ofrecían los Acuerdos en vez de adoptar una conducta “proteccionista”.

El profesor Wolfe puntualizó que la verificación de datos de terceros a cargo de la Secretaría había contribuido a que la sociedad civil formulara una interpretación alternativa. Criticó la tendencia de la sociedad civil a dramatizar en exceso las denuncias de proteccionismo en la crisis y recalcó que el impacto negativo de los paquetes de estímulo había sido mínimo y que los procedimientos de notificación de la OMC habían dado lugar a una importante mejora de la responsabilización general en el ámbito del comercio.

El
Sr. Halle resumió la situación diciendo que cuanta más transparencia haya, tanto mayor será la responsabilización, ilustrando un conocido principio básico de buena gobernanza; las aportaciones de terceros pueden resultar muy valiosas en este contexto.

El
profesor Jens Steffek, de la Universidad de Darmstadt (Alemania), presentó una perspectiva académica de la responsabilización, según se pone de manifiesto en el principal problema de controlar eficazmente las organizaciones internacionales. Diferenció entre la responsabilización formal y la responsabilización real, o entre los mandatos legales y las sanciones previstas en los tratados, así como la responsabilización frente a los múltiples auditorios de la sociedad global.

El profesor Steffek sugirió que la OMC, siendo una organización formalmente impulsada por sus Miembros, ha de ser responsable frente a diferentes actores no sólo por los resultados obtenidos, sino además por el proceso seguido para su obtención. En su opinión, el problema a este respecto se deriva de que las organizaciones internacionales son enjuiciadas por referencia a unos mandatos redactados en términos muy amplios y a unas expectativas a menudo contradictorias.

El profesor Steffek concluyó de todo ello que la misión de la OMC (según se enuncia en el Preámbulo del Acuerdo sobre la OMC) incluye elementos relativos al desarrollo y al medio ambiente que afectan a diversos colectivos interesados, por lo que es necesario facilitar información, abrir los comités de negociación y recabar datos “sobre el terreno” en torno al efecto de las políticas de la OMC en los colectivos interesados desfavorecidos.

El
Sr. Rashid Kaukab, de Consumer Unity & Trust Society (CUTS), presentó los resultados de un estudio realizado en cinco países que contempla la categorización y participación de los colectivos interesados a nivel nacional, contraponiendo el diferente impacto de esos colectivos a sus respectivas funciones en la formulación de política. A continuación comparó esto con su participación (encuadrados en delegaciones) en las Conferencias Ministeriales y concluyó que la presunción de que los gobiernos son responsables no está justificada por los hechos.

Algunos miembros del auditorio dijeron luego que no estaban de acuerdo con esta conclusión por cuanto no tomaba en consideración la participación de las ONG como miembros de delegaciones.

El Sr. Kaukab criticó el nivel de supervisión parlamentaria en los países en desarrollo e incluso en los países desarrollados, aduciendo varios ejemplos que demuestran que la falta de información influenció la ratificación del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC). Recomendó vivamente a la OMC que, en vez de dejar la responsabilización en manos de los gobiernos, cuidara de mejorar la transparencia, acreditar a las ONG y organizar foros paralelos para empresas, directores de estrategia y parlamentarios.

El Sr. Halle intervino diciendo que la mejora del acceso a la información ”tanto la procedente de la propia organización como la facilitada por CUTS y por el Centro Internacional para el Comercio y el Desarrollo Sostenible (ICTSD)” ha mejorado el funcionamiento de la OMC al transmitir al público una idea más precisa del proceso real, pero que los mecanismos de participación no han avanzado tan rápido.

La
profesora Gabrielle Marceau, de la División de Asuntos Jurídicos de la OMC, relacionó esta sesión con un anterior panel sobre temas laborales en la OMC. Convino en que debería realizarse un estudio sobre la responsabilización y afirmó que la OMC se ha marcado a sí misma este objetivo. La profesora Marceau recordó que la transparencia promueve la responsabilización y que ésta a su vez refuerza la legitimidad; pero que ante todo es indispensable que el público comprenda que el comercio tiene efectos positivos.

En este contexto y desde una perspectiva jurídica, la primera conclusión que se desprende de la jurisprudencia del Órgano de Apelación es que el GATT no puede ser interpretado aisladamente. La profesora Marceau hizo hincapié en la necesidad de tomar en cuenta los diferentes niveles de poder de las distintas organizaciones internacionales, así como las relaciones que la Secretaría de la OMC mantiene con otras organizaciones internacionales sin contar para ello con un mandato escrito de sus Miembros.

Aludiendo luego a los dos anteriores oradores que habían recomendado que los comités se abrieran al público, la profesora Marceau advirtió que, por la naturaleza misma de las negociaciones, existen temas que sólo pueden discutirse a puerta cerrada. Añadió que resulta fácil censurar los procesos de negociación de la OMC (como por ejemplo la “sala verde”), pero que lo mejor sería explicarlos sencillamente al público.

Diversos miembros del auditorio preguntaron qué significa exactamente el término “colectivo interesado”; qué pueden aportar los extraños al sistema de la OMC; cómo repercutirá en las negociaciones comerciales el nuevo protagonismo asumido por el Parlamento Europeo; qué diferencia hay entre la responsabilidad de la Secretaría y la responsabilidad de los Miembros, etc. Finalmente, los panelistas pusieron término al animado debate señalando que lo dicho durante la sesión representaba ya de por sí un progreso.

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Sesión 20: Los oradores recomiendan que los países en desarrollo aprovechen la flexibilidad prevista para las patentes de medicamentos

TÍTULO DE LA SESIÓN: Las normas de la OMC y la salud pública en los países en desarrollo: El talón de Aquiles o la panacea de los países en desarrollo

El panel examinó si la OMC es verdaderamente un pilar para el desarrollo de la atención sanitaria en los países subsaharianos, centrándose en tres temas principales: i) cómo establecer los objetivos generales del desarrollo de la sanidad pública en el África Subsahariana, ii) cómo lograr la coherencia entre dichos objetivos y las normas de la OMC y iii) las recomendaciones de cara al futuro.

La
Sra. Miriam Omolo, del Instituto de Asuntos Económicos (Kenya), inició la discusión presentando los principales datos y cifras que caracterizan la situación actual de la sanidad pública en el África Subsahariana. Enumeró algunos de los principales retos: la ausencia de unos sistemas informáticos integrados, las persistentes dificultades de acceso a medicamentos básicos y la penuria de financiación y de recursos humanos en este sector.

Los demás panelistas pasaron revista a los Acuerdos de la OMC que tienen alguna relación con la sanidad y se centraron en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) y su impacto sobre las políticas de sanidad pública aplicables a los países en desarrollo. Tras convenir en que las normas presentan un importante déficit al ser aplicadas a los países en desarrollo y más concretamente a los países menos adelantados, recomendaron un mayor aprovechamiento de la flexibilidad prevista en el Acuerdo ADPIC (por ejemplo, licencias obligatorias) y un reparto más justo de la asistencia técnica teniendo en cuenta la situación real de los países considerados.

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Sesión 21: Los panelistas advierten que el proteccionismo puede ir en detrimento de la seguridad alimentaria

TÍTULO DE LA SESIÓN: ¿Qué tipo de marco de política comercial se necesita para contribuir a alcanzar los objetivos de seguridad alimentaria?

En esta sesión (basada mayormente en la investigación) se señaló que el proteccionismo y las políticas autárquicas pueden ser contraproducentes hasta el punto de minar la seguridad alimentaria. Un delegado chino argumentó que se requiere cierto grado de protección para que los agricultores sigan produciendo alimentos, pero agregó que China ya sólo aplica un modesto arancel del 15 por ciento por término medio a los productos agropecuarios e incluso podría reducirlo al 1 por ciento en la Ronda de Doha.

El moderador
Sr. Ricardo Meléndez-Ortiz, Director General del Centro Internacional para el Comercio y el Desarrollo Sostenible, comenzó recordando que el tema de la seguridad alimentaria figura nuevamente en el orden del día internacional y que el mundo necesitará producir más alimentos con menos recursos. Esta cuestión se halla interrelacionada con otras de mayor amplitud como el medio ambiente o la energía, y conviene distinguir dentro de ella las áreas que pueden ser acometidas a escala global (por ejemplo, en las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC) y las que han de enfocarse a nivel de país.

El
Sr. Eugenio Díaz-Bonilla, del Banco Interamericano de Desarrollo, expuso su punto de vista basado en un informe de investigación que será publicado próximamente. Explicó que se trata de un tema sumamente complejo y que el comercio es tan sólo uno de los elementos que influyen sobre la seguridad alimenticia. Además, el comercio no sólo tiene impactos directos, sino también indirectos, por ejemplo a través del crecimiento económico y los ingresos fiscales.

Al igual que varios oradores, opinaba que la seguridad alimentaria es una cuestión que afecta a las economías domésticas, las cuales varían considerablemente entre sí. Uno de sus mensajes más importantes a este respecto es que el hecho de conceder a un país un trato especial en los acuerdos comerciales a nivel de cosechas o de países no contribuye en absoluto a la seguridad alimenticia de los hogares.

Aludiendo luego al proyecto de acuerdo en las negociaciones de la OMC sobre la agricultura, el Sr. Díaz-Bonilla señaló que dicho proyecto deja a los países en desarrollo un amplio margen para aplicar las políticas correctas; no entorpece las políticas beneficiosas de los países más pobres, pero tampoco impide a los países ricos practicar políticas dañinas de subvenciones y protección que distorsionan el comercio y causan perjuicio a otros países.

Criticó el argumento según el cual los países en desarrollo necesitan aplicar el proteccionismo comercial en el sector agrario porque las políticas alternativas (la inversión, por ejemplo) resultan “demasiado caras”, señalando que la protección resulta cara para los consumidores porque hace subir los precios.

Al comentar uno de los elementos conflictivos de las negociaciones sobre la agricultura, el mecanismo de salvaguardia especial (MSE) cuyo objeto es permitir a los países en desarrollo hacer frente al aumento de las importaciones o el descenso de los precios, el Sr. Díaz-Bonilla dijo que el debate sobre si el MSE perjudica a las exportaciones de otros países en desarrollo no es lo más importante. El principal inconveniente del MSE, dijo, es que provoca la subida de los precios en el mercado interior del país que aplica la protección.

El
Sr. Prabhu Pingali, de la Gates Foundation, describió la labor que lleva a cabo la Fundación entre los habitantes pobres (renta inferior a 1 USD por día) y muy pobres (renta inferior a 0,50 USD por día) de África y la India. Se trata de agricultores que apenas intervienen en los mercados, tienden a comprar localmente y no están afectados por las políticas comerciales internacionales. Sus intereses comerciales, dijo, se circunscriben a cuestiones tales como i) disponer de acceso a simientes y tecnología de mejor calidad para aumentar la productividad y ii) procurar que la protección de los derechos de propiedad intelectual no suponga una traba.

Los agricultores que están ligeramente por encima de este nivel tienen mayor actividad en los mercados y necesitan reducir sus costes de transacción y mejorar la productividad.

El Embajador del Brasil,
Sr. Roberto Azevedo, advirtió que no debe caerse en la trampa de considerar la seguridad alimentaria de manera simplista, por ejemplo aspirando a la autosuficiencia a través de la protección. Además, la seguridad alimentaria no es meramente una cuestión de precios de los alimentos: también es importante aumentar la capacidad adquisitiva.

Al tiempo que recomendaba una combinación sofisticada de políticas, el Sr. Azevedo afirmó que el cierre de las fronteras es el camino más corto hacia la inseguridad alimentaria y que el acceso a los mercados es una red de seguridad a la que no debe renunciarse.

El Representante Permanente Adjunto de China ante la OMC,
Sr. Zhang Xiangchen, afirmó que la agricultura es el sector más distorsionado del comercio. China atribuye a la seguridad alimentaria un carácter prioritario y su opinión coincide con la manifestada en esta sesión, a saber, que el comercio no es el único factor determinante.

Explicó que, a pesar de las dificultades que previsiblemente habrá de afrontar cuando reduzca el promedio de los aranceles agrícolas del 15 por ciento al 11 por ciento, China desea que la Ronda de Doha concluya pronto para poder disponer cuanto antes de un mercado más estable y menos distorsionado.

El debate versó sobre diversos temas, desde los biocarburantes al cambio climático. En respuesta a una pregunta, el Sr. Díaz-Bonilla resumió el significado del término “seguridad alimentaria” de la siguiente manera: disponibilidad, acceso, estabilidad y adecuada utilización. Advirtió que la autosuficiencia alimentaria puede menoscabar la seguridad alimentaria. Y añadió que la “soberanía alimentaria” es poco más que un eslogan que podría implicar margen de actuación.

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