Las normas establecidas en el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (Acuerdo MSF) impiden que se adopten medidas comerciales sobre inocuidad alimentaria, sanidad animal y preservación de los vegetales que en realidad sean medidas proteccionistas encubiertas destinadas a proteger a los productores nacionales frente a las importaciones, y no a proteger la salud y el medio ambiente.  El Acuerdo MSF vela por este objetivo al exigir que las medidas se basen en un análisis científico del riesgo o en normas internacionales reconocidas.

En el Seminario sobre comercio internacional y especies exóticas invasorasse señaló el interés de estas disciplinas del Acuerdo para controlar la propagación de plantas y animales destructivos. En uno de los documentos presentados en el seminario se recomienda que la OMC adopte medidas más específicas para afrontar este problema y precise la función de sus normas en este contexto. El seminario fue organizado conjuntamente por el Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio (una iniciativa en la que participan diversas organizaciones internacionales, creada para ayudar a los países en desarrollo a aplicar las normas internacionales en materia de inocuidad alimentaria, sanidad animal y preservación de los vegetales), la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), que son dos de las tres organizaciones de normalización reconocidas en el Acuerdo MSF (la tercera es el Codex Alimentarius, que se ocupa de la inocuidad alimentaria). Las especias exóticas son aquellas que se introducen en nuevos hábitats.  Se considera que estas especies son invasoras cuando su expansión llega a amenazar la biodiversidad, tanto las especies silvestres como las especies domésticas y de interés agropecuario.  Una especie invasora es una amenaza porque compite por los alimentos o contribuye a propagar plagas o depredadores.  Una especie en equilibrio en su hábitat de origen puede ser “invasora” si se introduce en otro hábitat.

El comercio es una vía importante de entrada de especies exóticas en nuevos hábitats, ya sea a través de las transacciones comerciales directas de esas especies (por ejemplo, el comercio de vegetales de cultivo o animales de cría, mascotas o plantas ornamentales o la introducción de depredadores para el control de plagas) o de su propagación inadvertida en envíos de mercancías.

Los oradores y los participantes en los debates explicaron cómo se afronta este problema en sus respectivos países y regiones.  Por su parte, los representantes del sector privado, que algunos señalan entre los responsables de la propagación de especies exóticas, expusieron también las estrategias que emplean para evitarla.

Participaron como ponentes funcionarios públicos, investigadores y representantes de organizaciones no gubernamentales y de la rama de producción.  Estuvieron representadas distintas organizaciones nacionales, regionales e internacionales:  el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB);  dos de las organizaciones de normalización reconocidas en el Acuerdo MSF, la CIPF (para las plantas) y la OIE (para los animales);  la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO);  organizaciones del Pacífico, el Caribe, América del Norte y Europa, y organismos de Estados Unidos, la Unión Europea, Nueva Zelandia, Kenya, Sudán, Brasil, Sudáfrica, Indonesia y otros países.

 

‘Estudio documental’

En su estudio documental sobre la relación entre el comercio internacional y las especies exóticas invasoras, presentado en el seminario y disponible en breve en la página dedicada a este seminario en el sitio Web del STDF), Ralf Lopian y Craig Stephen señalan que no está del todo clara la relación entre la protección de la biodiversidad por una parte, y por otra la defensa de la inocuidad alimentaria y de la sanidad animal y vegetal.

Los mandatos se superponen

Fuente: Lopian y Stephen, International Trade and Invasive Species

 

Según los autores, en la elaboración de normas comerciales para la protección de los vegetales se ha empezado a considerar de una forma más específica la biodiversidad y las especies exóticas invasoras.  En particular, la CIPF, un organismo internacional de normalización reconocido en el Acuerdo MSF, ha integrado la amenaza de las especies exóticas para los vegetales en algunas de sus normas y sus reglamentos sobre cuarentena.

Los autores señalan que la coincidencia del ámbito de trabajo de la CIPF, el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB) y el Acuerdo MSF de la OMC puede propiciar la elaboración de normas comerciales que sean coherentes que protejan de las especies exóticas invasoras sin resultar proteccionistas. También observan que se ha hecho menos en lo referente a normas o directivas contra las especies animales exóticas.  La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), que también está reconocida en el Acuerdo MSF de la OMC, centra su labor casi exclusivamente en la lucha contra la propagación de las enfermedades animales.  Según el estudio, la OIE no podrá probablemente iniciar una labor de lucha contra la propagación de especies animales exóticas invasoras si los miembros no deciden antes ampliar el mandato de la Organización. Se sugiere que, para empezar, se adopte una nueva definición de sanidad animal en la que se precisen los límites de la labor de protección de la sanidad animal de la OIE.

Especies exóticas invasoras y organismos de normalización en materia de MSF

 

Recomendaciones

En el seminario se hizo hincapié en que el fortalecimiento de la capacidad sanitaria y fitosanitaria es la primera línea de defensa contra las especies exóticas invasoras.  Éstas son algunas de las principales medidas que se pueden adoptar para luchar más eficazmente contra esas especies:

• potenciar iniciativas permanentes para que las organizaciones internacionales colaboren de forma más eficaz, se apoyen y fortalezcan mutuamente su capacidad para aplicar el Acuerdo MSF y los convenios internacionales de protección de la biodiversidad;
• garantizar una mejor aplicación de las normas internacionales vigentes, a fin de evitar que el comercio sea un factor de propagación de especies exóticas nocivas y, si es necesario, elaborar nuevas normas;
• fortalecer la capacidad de los países para realizar análisis científicos del riesgo y otros estudios (en especial, los países en desarrollo);
• mejorar la coordinación entre ministerios y otros organismos en cada país, entre los países y en las regiones;  se trata de organismos que asumen diversas responsabilidades:  cumplimiento de las leyes, servicios de aduanas, comercio, agricultura, pesca, silvicultura y protección del medio ambiente;
• fomentar la cooperación entre los gobiernos y el sector privado;
• llevar a cabo actividades de sensibilización de los responsables políticos y la opinión pública;  y
• estudiar los posibles riesgos asociados con el aumento del comercio a través de Internet, así como el modo de prevenirlos.