OMC: NOTICIAS 2014

OMC Y OTRAS ORGANIZACIONES


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Excelentísimo Sr. William Ruto, Vicepresidente de Kenya,
Sr. Roberto Azevêdo, Director General de la Organización Mundial del Comercio,
Sr. Guy Ryder, Director General de la Organización Internacional del Trabajo,
Sra. Amanda Long, Directora General de Consumers International,
Sr. Robert Smith, Director Ejecutivo de la Radio Nacional Pública de los Estados Unidos,
Sra. Julie Gichuru, [moderadora del panel],
Excelencias,
Distinguidos participantes,
Señoras y señores,

Es para mí un placer estar con ustedes para analizar por qué el comercio nos concierne a todos.

Agradezco a la Organización Mundial del Comercio que nos haya reunido.

El comercio internacional es una de las actividades que definen nuestra época.

Los bienes, los servicios y las ideas circulan como nunca lo habían hecho antes.

Sin el comercio, mi país nunca se habría alzado entre los escombros de la guerra para llegar a ser una nación desarrollada.

Sin el comercio, China no habría logrado el impresionante crecimiento que ha reducido drásticamente la pobreza.

Allá donde se mire -desde Indonesia hasta el Brasil, desde Australia hasta Europa- el comercio marca la senda para acelerar el desarrollo y la prosperidad.

La historia se ha desarrollado a lo largo de las vías del comercio mundial, de Tombuctú a la Ruta de la Seda.

El impulso del espíritu emprendedor es evidente.

La cuestión no es si el comercio nos concierne, sino cómo potenciar su papel de motor del desarrollo equitativo y sostenible.

¿Cómo podemos hacer del comercio el fundamento de una vida digna para todos?

En los países que comercian se crea riqueza, aunque esa riqueza no siempre se distribuye de forma equitativa.

Pero, cuando no hay comercio, las economías no pueden crecer, se estancan.

Y, cuando el comercio flaquea, los más vulnerables son los primeros en pagar las consecuencias.

Por eso necesitamos impulsar un comercio que beneficie al mayor número, en particular a las mujeres, los jóvenes y los menos favorecidos.

Muchos países menos adelantados y países en desarrollo sin litoral no han podido aún beneficiarse plenamente del aumento del comercio mundial.

Debemos integrar a África, a los países menos adelantados y a los países en desarrollo sin litoral en la economía mundial a través de un comercio abierto, no discriminatorio y equitativo.

La integración es fundamental para diversificar sus economías y aportarles estabilidad y resistencia.

Excelencias,

Señoras y señores,

El año próximo, los gobiernos han de respetar tres compromisos interrelacionados, tres plazos esenciales.

En primer lugar, el final de 2015 es la fecha señalada para cumplir la promesa de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

En segundo lugar, se trata del año en que los Estados Miembros deben alcanzar un acuerdo universal y significativo sobre el cambio climático.

Y, en tercer lugar, es el momento en que los Estados Miembros deben presentar una agenda para el desarrollo después de 2015 que sea transformadora y universal y pueda terminar con la pobreza extrema en todas sus formas y promover el desarrollo sostenible.

El comercio está llamado a desempeñar un papel fundamental.

El comercio internacional constituye un componente esencial de un esfuerzo integrado por terminar con la pobreza, garantizar la seguridad alimentaria y fomentar el desarrollo económico.

Con un poco de comercio se puede conseguir una gran ayuda.

Por eso los Estados Miembros que se esfuerzan por alcanzar objetivos de desarrollo sostenible han destacado la importancia del sistema multilateral de comercio.

Por otra parte, el comercio puede tener consecuencias sumamente negativas para el medio ambiente, en particular a través de las emisiones de carbono que generan la producción, el transporte y el consumo de las mercancías objeto de comercio.

Por lo tanto, en el marco de los objetivos de desarrollo sostenible, debemos promover la coherencia entre las políticas de los sistemas económico, financiero y comercial y las relacionadas con la sostenibilidad ambiental, en particular el acuerdo sobre el cambio climático.

La coherencia garantizará que las normas comerciales contribuyan a establecer reglamentación para proteger el medio ambiente, en lugar de entorpecerla.

Excelencias,

Señoras y señores,

El comercio puede, y debe, beneficiar a todos.

Por eso la comunidad internacional tiene que evitar el proteccionismo.

Necesitamos un régimen de comercio internacional abierto, justo, basado en normas y orientado al desarrollo, fiel al espíritu de la Ronda de Doha para el Desarrollo.

Esto significa que hay que corregir las distorsiones del mercado que causan las subvenciones a la exportación o los aranceles de importación.

Significa que hay que permitir que los países menos adelantados puedan exportar en régimen de franquicia arancelaria y sin contingentes.

Y significa que es preciso hacer frente a los obstáculos al comercio que existen a nivel nacional, como la falta de capacidad productiva, el exceso de burocracia o las deficiencias de la infraestructura.

También debemos esforzarnos por resolver las cuestiones pendientes del paquete de Bali.

Tenemos que centrarnos en establecer un programa de trabajo para abordar las principales cuestiones pendientes del Programa de Doha para el Desarrollo.

Debido a la lentitud de los avances en el programa comercial multilateral, han proliferado los acuerdos de libre comercio bilaterales, regionales e interregionales.

En la medida en que favorezcan el desarrollo y el libre comercio, acojámoslos con satisfacción.

Pero también debemos cuidarnos de crear normas comerciales fragmentadas y de socavar la coherencia del sistema multilateral.

Por eso las Naciones Unidas apoyan sin reservas los esfuerzos de la OMC por concluir la Ronda de Doha.

Esta sigue siendo la mejor vía para lograr un sistema de comercio más justo y orientado al desarrollo.

Excelencias,

Señoras y señores,

A lo largo de la historia, el comercio nos ha acompañado y nos ha elevado.

Estamos ahora más conectados que nunca. Y los niveles de vida han mejorado para un número sin precedentes de personas en todas las regiones.

Pero todavía nos queda un largo camino por delante para cumplir la promesa de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

El desarrollo sostenible sigue siendo una aspiración.

Y la amenaza del cambio climático es cada vez mayor.

Si se gestiona bien, el comercio internacional puede ser un impulsor fundamental del desarrollo sostenible.

Usemos el potencial del comercio para aumentar el bienestar de las personas en todo el mundo al tiempo que administramos cuidadosamente los recursos naturales y los ecosistemas del planeta.

Transformemos la forma de hacer negocios creando un entorno favorable al comercio y la inversión que ayude a generar un desarrollo sostenible.

El comercio nos concierne a todos.

Muchas gracias.

 

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