Lo que está ocurriendo en la OMC
NOTICIAS:  COMUNICADOS DE PRENSA 2000

PRESS/166
7 de febrero de 2000

Informe del Director General de la OMC al Consejo General sobre las consultas celebradas después de Seattle

El Director General de la OMC, Mike Moore, informó hoy al Consejo General de la Organización sobre las consultas que ha venido manteniendo desde Año Nuevo en relación con muchas de las cuestiones que quedaron pendientes después de la Tercera Conferencia Ministerial de la OMC celebrada en Seattle a finales del año pasado.

El Sr. Moore trató entre otros los siguientes temas: un conjunto de medidas para los países menos adelantados, la ampliación de la cooperación técnica, propuestas de prórroga de los períodos de transición concedidos a los países en desarrollo para que puedan aplicar varias disposiciones de los Acuerdos de la OMC, otras cuestiones de aplicación, y la mejora del procedimiento de adopción de decisiones de la OMC para que los Miembros puedan participar más plenamente en un sistema más transparente que preserve la norma de que las decisiones deben adoptarse por consenso.

Dijo lo siguiente:

“Desde comienzos del presente año, he tenido numerosos contactos con los Miembros de la OMC, tanto en Ginebra como en las capitales, empezando por Nueva Delhi e incluyendo Bruselas y Wáshington. Asimismo, me he reunido con los jefes de otras instituciones, como el Secretario General de las Naciones Unidas, el Presidente del Banco Mundial y el Secretario General del Grupo ACP, que se han mostrado sumamente dispuestos a colaborar. En mis contactos con los Miembros, que he llevado a cabo en estrecha cooperación con el Presidente y con la asistencia de mis adjuntos, he tratado de captar cuáles son las prioridades inmediatas que deben retener nuestra atención además de las actuales negociaciones objeto de mandato.

Estas consultas han revelado un alto grado de convergencia con respecto a varios puntos que están considerados en general como prioridades inmediatas. Naturalmente tales prioridades no excluyen otras medidas que los Miembros podrían decidir oportunamente en otras esferas de interés y de preocupación:

En mis contactos con un vasto número de Miembros de la OMC, casi todos ellos destacaron la importancia de considerar como cuestión prioritaria las propuestas analizadas como parte de los preparativos para Seattle con respecto a las medidas en favor de los países menos adelantados, que abarcan el acceso a los mercados y el fortalecimiento de la capacidad. Estas propuestas no han debido considerarse en ningún momento como un factor de compensación o de influencia para conseguir un acuerdo relativo a una nueva ronda de negociaciones. Los partidarios de estas medidas me han asegurado que podía seguir contando con su apoyo y, por otra parte, trabajaré estrechamente con el Presidente del Consejo General para tratar de alcanzar un acuerdo respecto de un conjunto de medidas. Mi intención es informar acerca de los progresos alcanzados antes de las vacaciones de Pascuas. Considero que esta gestión constituye una importante labor de generación de confianza y una señal inequívoca de la determinación de la OMC de contribuir a mejorar las condiciones de nuestros Miembros más pobres.

Un segundo elemento que, por desgracia, no conseguimos en Seattle -aunque estuvimos muy cerca en las discusiones previas a Seattle- fue el acuerdo sobre un aumento del presupuesto ordinario para cooperación técnica. No voy a repetir aquí el flagrante desequilibrio entre los fondos básicos actualmente disponibles para la cooperación técnica y las necesidades de los Miembros. Existe una creciente demanda de cooperación técnica que es difícil de satisfacer cuando existe una gran incertidumbre acerca de su financiación.

Disponemos de un plan trienal renovable de actividades de cooperación técnica que es actualizado y examinado todos los años por el Comité de Comercio y Desarrollo (CCD). Esto muestra a los Miembros en qué situación se encuentran los esfuerzos de cooperación técnica y los tipos de proyectos realizados a reserva de que se disponga de fondos. Los Miembros tienen la oportunidad de hacer comentarios al respecto en el CCD, y sus observaciones se tienen en cuenta a la hora de programar actividades para el futuro.

El texto elaborado a lo largo de las deliberaciones para Seattle abarcaba principios sobre el refuerzo de la cooperación técnica, la mejora del Marco Integrado, la evaluación y examen periódico de la cooperación técnica y una financiación adicional con cargo al presupuesto ordinario por valor de 10 millones de francos suizos a lo largo de un período de tres años. Confío en que será posible alcanzar prontamente un acuerdo de principio respecto de esta segunda medida destinada a consolidar la confianza, y en estrecha cooperación con el Presidente del Consejo General celebraré amplias consultas sobre este tema en las próximas semanas.

En nuestra última reunión del 17 de diciembre, el Presidente del Consejo General instó a las delegaciones a que fueran moderadas con respecto a la expiración de los períodos de transición. Tanto antes como después de la reunión del Consejo del 17 diciembre, varios Miembros han presentado solicitudes por escrito relativas a la ampliación de los períodos de transición.

He celebrado consultas con los Miembros para conocer su posición con respecto a esas solicitudes y a la cuestión del período de transición en general, y me satisface comunicarles que los Miembros me han manifestado que están todos dispuestos a adoptar una actitud razonable y constructiva con el fin de elaborar soluciones concretas para los problemas de transición de los distintos Miembros dentro del marco multilateral. Esto me motiva y creo que caben todas las razones para pensar que podremos colaborar a fin de alcanzar las necesarias decisiones por consenso respecto de esas solicitudes. Asimismo, encuentro alentador que los Miembros hayan demostrado sensibilidad en su forma de abordar estos problemas, y espero que mantengan esta actitud mientras caminamos hacia una solución definitiva. Considero que esta cuestión debería ocupar un lugar prioritario en las nuevas consultas que tengo la intención de mantener en estrecha cooperación con el Presidente del Consejo General. El objetivo sería informar al respecto en la próxima reunión del Consejo General.

También debemos tener presente que, si bien la cuestión del período de transición es el problema más apremiante que se nos plantea, tendremos que volver a ocuparnos de otras cuestiones relacionadas con la aplicación en el momento oportuno. Ésta sigue siendo una preocupación importante para un buen número de Miembros, como han dejado claro en nuestras consultas. Han recordado, por ejemplo, que las propuestas preparadas para Seattle preveían la creación de un mecanismo especial de examen de la aplicación en el marco del Consejo General, compuesto por representantes de todos los Miembros. Algunos Miembros han propuesto que se vuelva a examinar este aspecto en las nuevas consultas.

En Seattle, y desde esa reunión, muchos Miembros y otros analistas han manifestado la opinión de que es necesario revisar los procedimientos de consultas entre los Miembros de la OMC. De la mayoría de los comentarios parece desprenderse que es preciso que encontremos formas de mejorar la transparencia interna y de garantizar la participación efectiva de todos nuestros Miembros, actuando a la vez de manera eficiente. Por otra parte, los Miembros han hecho hincapié acertadamente en que el principio del consenso no es negociable. Aunque pienso que la mayoría estarían de acuerdo en que son las grandes cuestiones de fondo y no las de procedimiento las que nos impidieron alcanzar un acuerdo en Seattle, es importante que los procedimientos funcionen bien. Me he comprometido personalmente a tratar de solucionar este problema y, como sé que algunos Miembros ya han estudiado en las capitales propuestas al respecto, creo que deberíamos comenzar invitando a las delegaciones a que aporten sus contribuciones, las cuales podrían luego servir de base para las nuevas consultas que podríamos iniciar este mismo mes cuando hayan regresado las delegaciones que asistirán al décimo período de sesiones de la UNCTAD en Bangkok. Es obvio que estas consultas deben a su vez celebrarse de manera transparente y abierta, y estudiaré con el Presidente del Consejo General la mejor manera de que esto sea así. Una posibilidad que se ha discutido es dedicar a esta cuestión una reunión informal de los jefes de delegación, e incluso una reunión extraordinaria del Consejo General.

Éste es mi informe, Sr. Presidente, y quisiera darles las gracias a usted y a las delegaciones por su atención. Si me lo permite, quisiera añadir que ya he recibido una serie de reflexivas y pormenorizadas sugerencias de las delegaciones sobre las cuestiones que he tratado y sobre cómo deberían afrontarse. Comprenderá, sin duda, que no me ha sido posible reflejar todas esas sugerencias en mi informe, que no está destinado a ser un texto de negociación en sí. No obstante, puedo asegurar a las delegaciones que, en lo que a mí respecta, las sugerencias que ya han formulado sobre la base de este informe, constituirán valiosas aportaciones para las consultas que continuaremos juntos”.

Nota:

Véase también el documento PRESS/167 sobre la Decisión del Consejo General.