“Una nueva asociaci�n contra la marginaci�n”

Sr. Presidente, Excelencias, distinguidos participantes, se�oras y se�ores:

Esta Reuni�n responde a un llamamiento formulado por los Ministros en la Conferencia de la OMC celebrada en Singapur en diciembre pasado. Es una Reuni�n que reviste una enorme importancia. Es importante porque, por vez primera, reunimos toda la energ�a del sistema multilateral para abordar el problema de la marginaci�n econ�mica. Es importante porque sin la plena integraci�n de los pa�ses menos adelantados jam�s podremos tener un sistema de comercio verdaderamente “mundial”. Y es tambi�n importante porque representa un signo que muestra de forma palpable en qu� medida los pa�ses han adoptado la apertura, la integraci�n y el comercio como claves del desarrollo econ�mico.

La meta en pos de la cual todos estamos trabajando es la plena participaci�n de los pa�ses menos adelantados de hoy en la econom�a mundial y sus oportunidades. No avanzaremos hacia ese objetivo con discursos conmovedores y bellas palabras. Durante los pr�ximos dos d�as, debemos producir verdaderos resultados: resultados que tengan un significado pr�ctico y real para los pa�ses menos adelantados.

Esta Reuni�n debe producir resultados pr�cticos y concretos mediante tres l�neas de acci�n: en primer lugar, abriendo nuevas oportunidades de acceso al mercado para las exportaciones de los pa�ses menos adelantados; en segundo lugar, mediante la elaboraci�n de un enfoque integrado para la creaci�n de una capacidad comercial que tenga en cuenta las necesidades reales de los propios pa�ses menos adelantados; y en tercer lugar, mediante la utilizaci�n de las nuevas tecnolog�as para abrir una ventana de nuevas oportunidades entre el Norte y el Sur: una ventana a trav�s de la cual la informaci�n, el conocimiento y las ideas circulen de forma libre y productiva. Puedo asegurar a las delegaciones de esos pa�ses que est�n aqu� presentes que la OMC est� completamente consagrada a esta tarea.

No deseo subestimar la magnitud de los problemas que afrontan sus pa�ses. Sobre todo existe el problema de la pobreza y sus efectos paralizantes en todos los aspectos de la existencia de millones de personas -su alimentaci�n, su salud, la mortalidad infantil y la esperanza de vida y sus posibilidades de educarse y de educar a sus hijos-; cualquiera sea la faceta que se considere, los hechos son inaceptables. Los pa�ses menos adelantados, en los que habita el 10 por ciento de la poblaci�n mundial, representan en conjunto apenas un 0,5 por ciento del comercio mundial. Su participaci�n en la inversi�n internacional sigue siendo insignificante, y su acceso a las tecnolog�as modernas fundamentales, completamente insuficiente; esto se observa en la agricultura, las manufacturas, las comunicaciones y en pr�cticamente todos los sectores de la actividad econ�mica.

Sin embargo, aunque los problemas son inmensos, observamos actualmente se�ales de que las cosas est�n cambiando en una direcci�n positiva, y de que est�n apareciendo nuevas oportunidades. En los �ltimos 20 a�os hemos visto en todo el mundo que muchos pa�ses en desarrollo consiguen librarse de los efectos debilitantes de la pobreza y participar en el crecimiento y la prosperidad que se ha generado en la econom�a mundial. El Banco Mundial, el FMI, el PNUD, la UNCTAD, todas las principales instituciones econ�micas internacionales describen un panorama sorprendentemente similar de mejoras, a menudo espectaculares, logradas en los resultados econ�micos de numerosos pa�ses menos adelantados en los �ltimos a�os. Como informa la UNCTAD, m�s de la mitad de los pa�ses menos adelantados han mejorado sus resultados econ�micos a mediados del decenio de 1990. Considerados en conjunto, los pa�ses menos adelantados crecieron alrededor del 5 por ciento en 1995 y 1996, superando la media del 3 por ciento que hab�an registrado en la primera mitad del decenio de 1990, y de s�lo el 2 por ciento en 1980.

Lo que es m�s importante, estas impresionantes cifras de crecimiento econ�mico est�n teniendo una repercusi�n real en la vida cotidiana de la gente. Por ejemplo, en un grupo de unos 20 pa�ses en desarrollo que est�n llevando a cabo una reforma estructural, el FMI ha constatado que el promedio de gastos destinados a la educaci�n se ha incrementado en un 5 por ciento en t�rminos reales, o en m�s del 2 por ciento si el c�lculo se realiza por habitante. Los gastos reales en materia de salud han aumentado un 7,5 por ciento anual. Las tasas de analfabetismo han disminuido un 3 por ciento anual, mientras que la matriculaci�n en escuelas primarias y secundarias ha aumentado m�s de un 1 por ciento anual. El acceso a la atenci�n de salud se ha incrementado en casi el 10 por ciento anual, y el acceso al agua potable aument� un 5 por ciento anual.

Y el PNUD ha informado que hacia fines del presente siglo -o sea dentro de s�lo tres a�os- entre 3.000 y 4.000 millones de personas en todo el mundo habr�n experimentado mejoras sustanciales en su nivel de vida, y aproximadamente 4.000 a 5.000 millones de personas tendr�n acceso a la educaci�n b�sica y a la atenci�n de salud. Observa el PNUD que estos avances hacen que la erradicaci�n de la pobreza no sea un ideal distante sino una verdadera posibilidad.

Estas tendencias positivas reflejan la determinaci�n de muchos pa�ses de adoptar e instituir reformas econ�micas sostenidas como el mejor camino disponible para lograr mejoras reales de sus poblaciones. Esos empe�os merecen todo el apoyo de la comunidad internacional. En esta Reuni�n tenemos una oportunidad de demostrar que la OMC, trabajando junto con los otros organismos intergubernamentales participantes, puede aportar una contribuci�n significativa.

Perm�tanme esbozar con un poco m�s de detalle la naturaleza de esta aportaci�n. En primer lugar, el acceso a los mercados. Un aumento del acceso a los mercados para las exportaciones de los pa�ses menos adelantados es esencial si deseamos seriamente mejorar las oportunidades comerciales de esos pa�ses. En la Cumbre del G-7 celebrada en Lyon el a�o pasado, formul� la propuesta de eliminar todos los aranceles y contingentes de importaci�n aplicados a las importaciones procedentes de los pa�ses menos adelantados. Aprovecho esta ocasi�n para reiterar esa propuesta.

Esta Reuni�n ofrece una oportunidad para que los Miembros de la OMC anuncien las medidas que adoptar�n, de manera aut�noma, a fin de mejorar el acceso a los mercados para los productos cuya exportaci�n reviste inter�s para los pa�ses menos adelantados. Me ha alentado saber en los �ltimos meses que diversos Miembros de la OMC -inclusive algunos de los principales interlocutores comerciales de los pa�ses menos adelantados- est�n considerando seriamente qu� medidas pueden adoptar para reducir las restricciones que pesan sobre las exportaciones de los pa�ses menos adelantados; para ampliar los esquemas de preferencias existentes, especialmente en algunos sectores, como los textiles y la agricultura; para simplificar de manera rigurosa las condiciones de esos esquemas, y en el caso de algunos pa�ses en desarrollo Miembros, para introducir preferencias completamente nuevas en favor de las exportaciones procedentes de estos pa�ses.

Aplaudo estas iniciativas e insto a todos los Miembros de la OMC a que sigan reflexionando sobre las medidas que pueden adoptar en el futuro a este respecto. Se trata de una de las principales maneras en que esta Reuni�n podr� producir no simplemente palabras, sino hechos. Las necesidades de los pa�ses menos adelantados de disponer de un acceso libre y previsible a los mercados de exportaci�n extranjeros aumentar�n sin duda a medida que las reformas de las pol�ticas y la creaci�n de capacidad en esos pa�ses incrementen su productividad, ampl�en su diversificaci�n econ�mica y generen tasas de crecimiento real m�s elevadas y sostenidas. A fin de que los inversores respondan efectivamente a los esfuerzos realizados por los propios pa�ses menos adelantados y por la comunidad internacional para mejorar las condiciones de la oferta, se les debe inspirar confianza desde un principio en la existencia de oportunidades de mercados atractivas y estables, que justifican las inversiones a largo plazo.

La segunda esfera importante para la adopci�n de medidas en esta Reuni�n consiste en abordar las limitaciones de la oferta en los sectores de bienes comerciables de los pa�ses menos adelantados, y ayudar a mejorar la capacidad comercial de estos pa�ses. A lo largo de los �ltimos seis meses, la Secretar�a de la OMC ha trabajado en estrecha relaci�n con sus colegas de la UNCTAD y del CCI, el PNUD, el Banco Mundial y el FMI sobre tres proyectos conexos.

-    Hemos reunido por primera vez un inventario de las actividades de cooperaci�n y asistencia t�cnica existentes para apoyar el comercio de los pa�ses menos adelantados. El n�cleo de este inventario est� integrado por las actividades de estos seis organismos, y con la cooperaci�n de otras organizaciones intergubernamentales y la secretar�a de la OCDE, hemos comenzado a ampliar el proyecto a fin de crear un instrumento de gesti�n aut�nticamente nuevo y global en materia de cooperaci�n y asistencia t�cnica relacionada con el comercio. Creo que los resultados, que se presentan en la documentaci�n informativa de esta Reuni�n, har�n posible que los pa�ses menos adelantados tengan la seguridad de que el apoyo t�cnico que reciben para ampliar su comercio se oriente verdaderamente en funci�n de la demanda y satisfaga efectivamente sus necesidades. Esto permitir� que los asociados en el desarrollo de esos pa�ses elaboren sus programas de asistencia con mayor eficiencia y con pleno conocimiento de la variedad de actividades complementarias existentes.

-    Adem�s, hemos creado un nuevo Marco Integrado para preparar la asistencia t�cnica y la creaci�n de capacidad en los pa�ses menos adelantados, concretamente en la esfera del comercio. El centro de este Marco lo ocupar�n los gobiernos de cada uno de los pa�ses menos adelantados; ellos estar�n en el asiento del conductor, y una gran parte del �xito de esta iniciativa depender� del sentido de titularidad y de compromiso que pongan en la empresa. El nuevo Marco, que esta Reuni�n ser� invitada a respaldar, entrelazar� las bases de recursos de los seis organismos y permitir� a �stos integrar sus esfuerzos a fin de satisfacer las necesidades concretas de cada uno de los pa�ses menos adelantados. Sin embargo, las posibilidades que ofrece el Marco son mucho m�s amplias. Puede ayudar a incrementar los beneficios que los pa�ses menos adelantados obtienen de la ayuda relacionada con el comercio que les prestan sus asociados en el desarrollo, y considero que al aumentar la transparencia y la responsabilidad, el Marco actuar� como catalizador para movilizar nuevos recursos de la comunidad internacional destinados al desarrollo del comercio de esos pa�ses.

-    Presentaremos por primera vez en los d�as de hoy y ma�ana los resultados de nuestra aplicaci�n del nuevo enfoque integrado a un grupo piloto de 12 pa�ses menos adelantados. Se trata de un ejemplo de uno de los resultados pr�cticos que nos proponemos alcanzar en esta Reuni�n: la apertura de una nueva puerta hacia los pa�ses menos adelantados. Los resultados ser�n presentados por los propios pa�ses menos adelantados en una serie de reuniones de "mesa redonda". Representan muchos meses de intensa labor a cargo de los distintos pa�ses menos adelantados y de los seis organismos que participan en este proyecto. Al demostrar nuestro compromiso con esta labor, esperamos crear un fuerte efecto multiplicador, atrayendo a otras organizaciones intergubernamentales, multilaterales y regionales, a los principales interlocutores comerciales de los pa�ses menos adelantados y al sector privado, para que contribuyan tambi�n a este esfuerzo con sus recursos y su experiencia.

Perm�tanme hacer hincapi� en que, a los fines del presente esfuerzo, la Reuni�n de Alto Nivel debe ser considerada s�lo como un tramo del camino. Adem�s de los 12 pa�ses menos adelantados a los que se dedicar�n las mesas redondas referentes a pa�ses en los pr�ximos dos d�as, otros 20 pa�ses menos adelantados han aceptado nuestra invitaci�n de participar en esta actividad, y trabajaremos intensamente con ellos para preparar el terreno de sus mesas redondas en los meses que se avecinan.

La tercera esfera importante para la adopci�n de medidas constituye para nosotros en la OMC un nuevo e interesante punto de partida. Se trata de proporcionar a los pa�ses menos adelantados -que as� lo han solicitado- un mejor acceso a la infraestructura mundial de la informaci�n. Las nuevas tecnolog�as de la informaci�n que estamos utilizando en asociaci�n con nuestros amigos del Banco Mundial ofrecen una puerta de entrada al desarrollo, un sendero que puede proporcionar a los pa�ses en desarrollo el recurso m�s importante para elevar el nivel de vida: el conocimiento. Mediante el conocimiento podemos educar mejor a nuestros j�venes y cuidar mejor a nuestros enfermos. El conocimiento nos hace mejores administradores, mejores trabajadores y mejores ciudadanos.

Insto a todos ustedes a que exploren el Cyber Caf�, instalado aqu� al lado en la Sala de los Pasos Perdidos, a fin de que puedan ver directamente c�mo utilizamos estas nuevas tecnolog�as para ayudar a los pa�ses en desarrollo en sus esfuerzos por integrarse en la corriente principal del sistema mundial de comercio. Nuestro sitio en la Web ofrece a los funcionarios de pa�ses en desarrollo la posibilidad de acceder, a menudo por primera vez, a los documentos de la OMC que son esenciales para la comprensi�n de nuestras normas. Nuestro sitio conjunto interactivo con el Banco Mundial permite que los funcionarios encargados del comercio contin�en, en el ciberespacio, la capacitaci�n que han comenzado aqu� en nuestros seminarios de formaci�n en el marco de la cooperaci�n t�cnica.

    Sin embargo, este acceso al conocimiento acerca del sistema de comercio no se limita de modo alguno a quienes han participado en los seminarios de formaci�n de la OMC aqu� en Ginebra. Nuestro nuevo sistema hace posible que incluso quienes no est�n familiarizados con el comercio internacional ni con los ordenadores tengan acceso a la informaci�n b�sica fundamental para la adopci�n de pol�ticas o la planificaci�n de las actividades comerciales. Mediante la utilizaci�n de los foros en l�nea, los funcionarios pueden consultar con las Secretar�as de la OMC y del Banco Mundial sobre cuestiones comerciales, y pueden enterarse de los nuevos acontecimientos que se producen en el sistema de comercio.

Llevaremos a cabo varias demostraciones de este foro en los pr�ximos dos d�as, y estoy seguro de que ustedes comprobar�n que estas demostraciones revisten un gran inter�s. Funcionarios de la Secretar�a de la OMC fueron este mes a cuatro pa�ses africanos y facilitaron a los funcionarios de esos pa�ses ordenadores, equipo y conocimientos t�cnicos necesarios para acceder a la informaci�n existente en nuestro sitio de la Web.

En este mismo a�o visitaremos otros cuatro pa�ses y haremos lo propio. Nuestra meta es conseguir que todos nuestros Miembros menos adelantados est�n conectados a la Web para el pr�ximo a�o, a fin de que puedan aprovechar plenamente la revoluci�n de la informaci�n que est� liberando fuerzas tan poderosas para la integraci�n y el crecimiento.

Perm�tanme concluir con una invitaci�n a que contemplen ustedes el futuro con una renovada esperanza. Encontrar una soluci�n al problema de la marginaci�n econ�mica es una responsabilidad compartida. Resulta claro que para los pa�ses menos adelantados esto exige la aplicaci�n de pol�ticas econ�micas nacionales bien concebidas y un tratamiento positivo de las cuestiones relativas a la buena gesti�n de la cosa p�blica. Las nuevas tecnolog�as permiten un acceso a la informaci�n y una asistencia que resultar�n �tiles en este esfuerzo. Tambi�n debe quedar claro que tienen ustedes en la OMC un asociado plenamente dispuesto a lograr estas soluciones y desarrollar el potencial econ�mico de sus pa�ses. Conf�o en que los resultados de esta Reuni�n llevar�n a la pr�ctica todas nuestras esperanzas de que el comercio -y el sistema multilateral de comercio- produzca resultados concretos para los pa�ses que actualmente necesitan en mayor medida de nuestro apoyo colectivo, y que, lo espero fervientemente, figurar�n entre los pa�ses comerciales m�s din�micos del siglo XXI.