Primer ministro Wen Jiabao,
Ministro Chen,
Señoras y señores:

Hace tan solo seis meses estuve aquí en Beijing para celebrar el décimo aniversario de la adhesión de China a la OMC.  En aquel momento mirábamos al pasado.  Hoy miramos al futuro.  Estamos examinando el papel que desempeñan los servicios en las economías modernas, la forma en que China puede aprovechar la apertura de sus servicios para mejorar su competitividad, impulsar la innovación y ascender en la cadena de valor.

Y es muy oportuno que este evento se celebre en China, que ya es el tercer exportador mundial más importante de servicios comerciales.

La economía mundial se está transformando a una velocidad sin precedentes, y en el núcleo mismo de dicha transformación se encuentra la economía de los servicios.  La globalización no habría sido posible sin las mejoras en las tecnologías de la información y la comunicación.  No habrían surgido redes de producción mundiales sin un transporte y unos servicios logísticos rentables y fiables.  Los servicios sostienen cada elemento del proceso de producción, desde la investigación y el desarrollo hasta el diseño, la ingeniería, la financiación, el transporte, la distribución y la comercialización.  En pocas palabras, sin los servicios, el valor añadido y la innovación no existirían prácticamente.

Tanto para los servicios como para las manufacturas, lejos quedan los días en los que teníamos que pensar en el comercio como un mundo de “ellos” y “nosotros” — sus exportaciones y nuestras importaciones, y a la inversa —.  Esta caracterización está ya desfasada, principalmente porque muy a menudo la producción de los servicios tiene lugar en el país importador.  Los proveedores de servicios establecidos en un país extranjero generarán empleo local e ingresos.

En gran número de países desarrollados, el sector de los servicios representa más del 70 por ciento del PIB y, en muchos países en desarrollo, este porcentaje se ha elevado alrededor del 50 por ciento.  Con vistas al futuro, es probable que esta tendencia continúe ya que las empresas buscan aumentar el valor de sus productos y servicios.  Ascender en la cadena de valor es vital para seguir siendo rentable y los servicios son fundamentales para conseguirlo.

Para los gobiernos esto significa que se ha de poner más énfasis en el desarrollo y, por tanto, en la apertura del sector servicios.

Es hora de que los servicios ocupen un lugar central en nuestro programa de apertura comercial.  Habida cuenta de su deseo de ascender en la cadena de valor y de sus planes para reequilibrar su economía, China se encuentra en una situación excepcional para impulsar un programa ofensivo de apertura del comercio de servicios, y el marco que ofrece la OMC es la mejor opción que hay para hacerlo.  Los enfoques bilaterales o regionales sólo podrán considerarse como una segunda alternativa cuando ya se haya intentado realmente aplicar un enfoque multilateral y éste no haya tenido éxito.  Cuento con China para que sea el motor de un programa activo de servicios en el marco  de la OMC.

Les deseo éxito en sus deliberaciones hoy.

Gracias por su atención.