WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG PASCAL LAMY

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“Discurso del Director General ante el Comité para el Desarrollo del Banco Mundial”


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Señor Presidente:

Quiero ante todo felicitar al Presidente del Banco Mundial Dr. Jim Yong Kim y a sus colaboradores, por el documento estratégico titulado ‘A Common Vision for the World Bank Group’ (Una visión común para el Grupo del Banco Mundial), un instrumento de política en que se busca definir con precisión objetivos primordiales para el Banco, a saber, acabar con la pobreza extrema -reduciendo al 3% en 2030 la proporción de los que viven con menos de 1,25 dólares al día — y promover la prosperidad general. La OMC comparte estos objetivos, que son fundamentales para las negociaciones del Programa de Doha para el Desarrollo.

Para contrarrestar la desigualdad creciente entre países y regiones y dentro de los países se necesitará un mayor crecimiento, que permita alcanzar el objetivo de la reducción de la pobreza y reducir el desempleo a nivel mundial. La reciente crisis económica ha puesto de relieve cómo pueden borrarse de un plumazo años de crecimiento. Teniendo en cuenta que algunos países no han podido todavía superar los coletazos de la crisis, será preciso poner más atención y asegurarnos de que el componente de crecimiento sea parte integrante de las futuras estrategias nacionales y mundiales.

En ese componente de crecimiento el comercio puede desempeñar un papel crucial. Gracias a que los mercados se mantuvieron abiertos al comenzar la crisis los motores del crecimiento mundial pudieron seguir funcionando y se minimizó así el impacto de esa crisis. El control de las presiones proteccionistas en un período en que, como es natural, algunos mercados se replegaban sobre sí mismos fue en muchos aspectos tan decisivo para la recuperación como las estrategias de crecimiento, y seguirá siendo importante en un escenario en que las cifras del comercio en 2012 y los pronósticos para 2013 siguen siendo, por no decir más, poco alentadores.

En 2012, el volumen del comercio mundial de mercancías sólo creció un 2%, en comparación con el 5,2% alcanzado en 2011. Las economías desarrolladas registraron un incremento de apenas un 1% en sus exportaciones, en tanto que los envíos de las economías en desarrollo sólo aumentaron un 3,3%. Cabe prever que en 2013 los resultados del comercio también seguirán siendo modestos, con un crecimiento de alrededor del 3,3%, muy por debajo del promedio de los últimos 20 años.

La próxima Conferencia Ministerial de la OMC, que se celebrará en diciembre en Bali, puede contribuir a este “pacto mundial para el crecimiento” mediante un acuerdo multilateral sobre facilitación del comercio. La facilitación efectiva y transparente del comercio hará que la importación y la exportación sean más simples, menos costosas y más eficientes, y contribuirá de esa forma a mejorar y racionalizar el entorno empresarial. En un mundo que se define cada vez más por las cadenas de valor mundiales y regionales, éste será un paso importante para los países en desarrollo y las pequeñas y medianas empresas (PYME) de esos países, que podrán participar y beneficiarse de su inserción en las cadenas de valor. El Banco Mundial ha sido un asociado activo y comprometido en la facilitación del comercio, y su papel en la aplicación del acuerdo será clave una vez que este se concrete.

Es posible tener listos para la Conferencia de Bali un acuerdo sobre facilitación del comercio y sobre algunos componentes del Programa de Doha relativos a la agricultura y el desarrollo. Sin embargo, para lograrlo, los negociadores deberán trabajar con mayor celeridad y empeño. Y sobre todo, deberán estar dispuestos a dar muestra de la flexibilidad necesaria para llegar a un acuerdo. Tienen que pasar de las palabras a los hechos.

Empezamos a observar actualmente algunos cambios en el ADN de la asistencia internacional para el desarrollo, que está acusando los efectos de la consolidación de las finanzas públicas en algunos países desarrollados. Las cifras de la OCDE publicadas recientemente ponen de manifiesto que en 2012 el total de la ayuda para el desarrollo prestada por los donantes del CAD [Comité de Asistencia para el Desarrollo] se redujo un 4% en términos reales, tras disminuir un 2% en 2011. La persistente crisis financiera y la inestabilidad de la zona del euro han dado lugar a restricciones presupuestarias y a cambios en la asignación de la ayuda, que ha pasado a beneficiar a los países de ingreso mediano en detrimento de los más pobres. Esta situación también repercute en la Ayuda para el Comercio, un programa en el que la OMC ha trabajado en estrecha colaboración con muchos de los que hoy están aquí presentes, incluidos el Banco Mundial, los bancos regionales de desarrollo y los organismos de las Naciones Unidas.

Las cifras preliminares sobre la Ayuda para el Comercio de 2011 indican que los compromisos correspondientes a ese año ascienden a 39.000 millones de dólares EE.UU., 6.000 millones menos que en 2010, aunque siguen estando un 56% por encima del período de referencia 2002-2005. La reducción se concentra en la ayuda para la infraestructura económica, principalmente en África. Es importante destacar que esas cifras no incluyen la asistencia relacionada con el comercio de los asociados Sur-Sur. Las cifras confirman la necesidad de renovar el compromiso con la Ayuda para el Comercio, así como de redoblar los esfuerzos para atraer a proveedores no tradicionales -incluso del sector privado — al ámbito de la asistencia para el desarrollo. El tema central del Cuarto Examen Global de la Ayuda para el Comercio, que se llevará a cabo en Ginebra en julio de 2013, será ayudar a los países en desarrollo a integrarse mejor en las cadenas de valor y destacar las excelentes asociaciones existentes entre actores de los sectores público y privado. En un entorno en el que la AOD [Asistencia oficial para el desarrollo] está disminuyendo, habrá que insistir más en la importancia de la inversión para el comercio.

Quiero referirme por último a la cuestión de la financiación del comercio. En la reunión reciente del Grupo de Expertos sobre Financiación del Comercio de la OMC quedó en claro que la situación de los mercados ha mejorado. Sin embargo, sigue habiendo dificultades a nivel nacional y en el sector de las PYME en los países de ingreso bajo, pero también en países de Europa de ingreso mediano y alto, por lo que siguen siendo necesarios los instrumentos de mitigación de riesgos que ofrecen los bancos multilaterales de desarrollo. Para finalizar, deseo señalar dos acontecimientos importantes que han tenido lugar hace poco: la puesta en marcha del programa de facilitación de la financiación del comercio en el Banco Africano de Desarrollo y la evaluación positiva realizada por el equipo de evaluación independiente del Banco Mundial de los programas mundiales para la financiación del comercio que ofrece la Corporación Financiera Internacional. Son dos resultados dignos de destacar, fruto del esfuerzo acometido a nivel mundial por muchos de los aquí presentes.

En resumen, para cumplir los objetivos de acabar con la pobreza extrema y promover el crecimiento económico inclusivo, debemos renovar primero nuestro compromiso con el pacto mundial que nos une: la cooperación y la colaboración mediante el multilateralismo. La OMC ha estado en primera línea en la promoción de un programa de crecimiento, en especial durante el período posterior a 2015, y seguirá trabajando para lograr que el comercio y el crecimiento económico desempeñen un papel más destacado a medida que avance el proceso.

Como saben, esta es la última reunión del Comité para el Desarrollo a la que asisto como Director General de la OMC. Quisiera reconocer la importancia de la colaboración entre la OMC y el Banco Mundial y agradecer al Presidente el interés personal que ha mostrado por la labor de la OMC, inclusive en lo que respecta a la Ayuda para el Comercio.

Muchas gracias.

 

 “Discurso del Director General ante el CMFI”

Señor Presidente:

El mundo avanza sin duda por una senda más estable que cuando nos reunimos en esta misma época el año pasado y luego en Tokio con ocasión de las Reuniones de Otoño. No me atrevería a decir que hemos superado por completo la crisis, pero sí afirmaría con cauto optimismo que estamos viviendo sus últimos coletazos. Es preciso entonces que centremos nuestra atención en tres cuestiones, dos de las cuales estaba previsto abordar en la reunión de hoy:

    — en primer lugar, contribuir a la recuperación definiendo y aplicando las políticas que permitan consolidar la estabilidad y el crecimiento;

    — en segundo lugar, hacer efectiva la capacidad de recuperación concentrándose en la reforma del sector financiero, la creación de empleo y el crecimiento; y

    — en tercer lugar, reafirmar el papel del multilateralismo al hacer un balance de las lecciones extraídas del período de la crisis.

Las cifras sobre el comercio en 2012 recientemente publicadas por la OMC y los pronósticos para 2013 en esta esfera no son alentadores. La estimación preliminar del 2,0% del crecimiento del comercio mundial en 2012 es inferior en 0,5 puntos porcentuales a nuestra previsión más reciente, del 2,5%, de septiembre de 2012. La abrupta desaceleración del comercio en 2012 se ha atribuido al lento crecimiento de las economías desarrolladas y a los repetidos episodios de incertidumbre acerca del futuro del euro, al tiempo que la menguante producción y el elevado desempleo en los países desarrollados redujo las importaciones y el ritmo de crecimiento de las exportaciones en las economías desarrolladas y en desarrollo.

En 2012, el volumen del comercio mundial de mercancías sólo creció un 2%, en comparación con el 5,2% alcanzado en 2011. Las economías desarrolladas registraron un incremento de apenas un 1% en sus exportaciones, en tanto que los envíos de las economías en desarrollo sólo aumentaron un 3,3%. Cabe prever que en 2013 los resultados del comercio también seguirán siendo modestos, con un crecimiento de alrededor del 3,3%, muy por debajo del promedio de los últimos 20 años.

En 2012, el valor en dólares de las exportaciones mundiales de mercancías registró un leve aumento de dos décimos de 1 punto porcentual (es decir, un 0,2%) hasta llegar a 18,3 billones de dólares EE.UU. El crecimiento más lento del valor en dólares del comercio mundial en comparación con el comercio en términos de volumen se explica por el descenso de los precios de las mercancías objeto de ese comercio, en particular los productos básicos. En 2012, el valor de las exportaciones mundiales de servicios comerciales aumentó un 2%, hasta alcanzar 4,3 billones de dólares EE.UU., y las tasas de crecimiento fueron muy diferentes en los distintos países y regiones.

No cabe subestimar hoy en día la importancia del comercio como motor de los ciclos macroeconómicos. En 2012, el comercio entre los países de la Unión Europea hizo caer el comercio total de la Unión, que constituye un tercio del comercio mundial, y neutralizó la expansión del comercio en el resto de las regiones. Como consecuencia, el crecimiento del comercio mundial quedó a la zaga del crecimiento del PIB mundial. En el escenario de 2013, el comercio de la Unión Europea deja de tener un efecto recesivo sobre el comercio mundial y la demanda de importaciones por las economías emergentes y en desarrollo estimula las exportaciones del resto del mundo. En consecuencia, este año el crecimiento del comercio mundial será ligeramente superior al del PIB mundial. Con todo, es probable que las pautas del crecimiento registradas desde 2008 se mantengan unos cinco o diez años más a tres velocidades: crecimiento estable, aunque estacionario, en los países desarrollados; aumento muy moderado del crecimiento en las economías emergentes; y persistencia de un crecimiento elevado en algunos países en desarrollo, en especial del continente africano.

Estas tendencias del comercio también reflejan las profundas transformaciones de la economía mundial: el comercio Sur-Sur sigue siendo el segmento del comercio mundial que registra un crecimiento más rápido; se prevé que en 2013 las exportaciones de China con destino a los Estados Unidos superen por primera vez a las destinadas a la Unión Europea; el comercio interno de la ASEAN ya alcanza las dos terceras partes del total del comercio de esa Asociación, mientras que hace 15 años, durante la crisis financiera de los países asiáticos, representaba un tercio del total. Esto es prueba de que la cadena de suministro de la ASEAN se concentra ahora principalmente en los consumidores de esa zona y no en los europeos o estadounidenses.

Todo esto lleva sin dudas a la conclusión de que las deficiencias estructurales de las economías puestas de manifiesto por la crisis económica no se han subsanado por completo y la reparación de esas fisuras debe ser la prioridad para 2013.

Mientras la economía mundial siga siendo débil, son de temer las presiones proteccionistas. La OMC continuará vigilando estas tendencias en interés de sus Miembros y del G-20, pero si queremos evitar otro movimiento de repliegue, debemos orientar todas nuestras decisiones políticas en el sentido de la recuperación del crecimiento sostenible, y la comunidad internacional debe renovar el compromiso con el multilateralismo como vía para garantizar la estabilidad en el futuro.

Esto se aplica muy especialmente al sistema multilateral de comercio. Mientras los Miembros de la OMC se preparan para la Novena Conferencia Ministerial, que se celebrará en Bali en diciembre de 2013, debemos centrarnos en la tarea de lograr un conjunto de resultados que permita generar crecimiento en los países a todos los niveles. Uno de los principales resultados inmediatos que se podrían alcanzar en Bali es un acuerdo multilateral sobre facilitación del comercio, y los datos confirman que un acuerdo de esa naturaleza puede inyectar una gran dosis de crecimiento, rentabilidad y transparencia en el sistema internacional de normas y reglamentos comerciales.

Antes de finalizar, quiero dar las gracias a la Directora Gerente del FMI y al personal de esa organización por su continua colaboración con la OMC en ámbitos que abarcan desde las políticas en materia de tipos de cambio y la financiación del comercio hasta la Ayuda para el Comercio. Como esta es la última reunión de primavera a la que asisto en calidad de Director General de la OMC, también quisiera agradecer a todos los Ministros y altos funcionarios de los países aquí representados, así como a los Directores y funcionarios de los bancos multilaterales de desarrollo, la colaboración y cooperación que me han prestado a lo largo de mi mandato como Director General. Hago votos para que estos lazos se mantengan durante el mandato de mi sucesor.

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