Blog de Pascal Lamy en la Conferencia Ministerial

Ministerial de la OMC día 3: “Navegando sin sorpresas por aguas tranquilas”

Los Miembros de la OMC querían una ministerial “normal” y la han tenido.  Esta Conferencia ha sido distinta de todas las anteriores.  No ha habido sorpresas.  No ha sido un gran evento, con miles de periodistas, dispositivos enormemente costosos y noches blancas.  Ha habido una impresión de normalidad, una sensación de que la OMC es una institución sólida, y no un océano que genera grandes olas todos los días.  La Conferencia se ha parecido más a una reunión de accionistas para examinar las actividades y prioridades anuales.  ¡Qué aburridos estaban los periodistas!

En todas las sesiones plenarias de la Conferencia la sala ha estado llena de delegados.  Casi todos los Ministros se han atenido a los tres minutos que se les habían concedido para sus intervenciones, respetando la petición del Presidente, como corresponde a una Organización que crea normas.

Hoy ha habido más debates organizados por las ONG:  sobre el cambio climático, la seguridad alimentaria, la seguridad energética ...  Las ONG no han dejado ninguna piedra por remover.  La anécdota del día la ha proporcionado el Ministro de Papua Nueva Guinea.  Hablando de la necesidad de disciplinar subvenciones a la pesca ha dicho:  “vivimos en un océano lleno de tiburones y no tenemos amigos”.  ¿Puede decirse algo más convincente?  En estos dos días y medio, los participantes han hablado y han identificado sus diferencias y sus coincidencias.  Como he dicho en la ceremonia de clausura, el hecho de exponer nuestros acuerdos y nuestros desacuerdos nos hace más fuertes.  Navegamos por aguas tranquilas.  Tal vez exista realmente ese “espíritu de Ginebra” con el que se hace referencia a los procesos de arbitraje y a las conversaciones de paz que han tenido lugar frecuentemente en esta ciudad desde el siglo XIX.  Tengo que decir que nuestros amigos suizos, en colaboración con el equipo de la Secretaría de la OMC, han realizado una labor admirable para que todo se desarrolle sin dificultades desde el punto de vista logístico.

La ceremonia de clausura ha sido breve y sencilla.  Andrés Velasco, el Ministro chileno, ha sido un Presidente muy eficaz.  Como recuerdo de esta Conferencia, le he regalado un mazo de madera, de los que se utilizan para indicar que se ha llegado a un acuerdo.  Espero que tenga ocasión de utilizarlo mucho cuando regrese a Chile.

En fin, lo que importa son las personas.  Sigo estando profundamente convencido de que el comercio puede ayudar a las personas que viven en todo el mundo a mejorar sus condiciones de vida:  el comercio puede generar y genera beneficios para todos.

Nos hemos puesto de acuerdo para volver a reunirnos en 2011.  Prometo escribiros antes de esa fecha. !Entretanto, os deseo lo mejor!

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Ministerial de la OMC día 2: “La OMC se aproxima a las ONG”

Una buena carrera al borde del lago a las 6.15 h con los Ministros de Chile, Noruega y el Canadá:  aire fresco para empezar el día.  Los responsables de la seguridad estaban inquietos, pero Ginebra es generalmente una ciudad muy segura y a esas horas de la mañana no hay casi nadie por la calle.  Una ducha rápida y me visto.  Llevo un lazo rojo en mi solapa:  hoy es el día mundial contra el SIDA.

Después, desayuno con los Ministros de los países menos adelantados.  Felix Mutati, el Ministro de Comercio de Zambia, nos ha explicado cómo utiliza la ayuda al desarrollo para reducir el costo de las actividades empresariales en su país, haciendo cosas relativamente sencillas, como agilizar los trámites aduaneros, con enormes beneficios para su gente.

A pesar de mi larga experiencia en las negociaciones comerciales, no deja nunca de asombrarme el cambio de posiciones, que refleja la evolución de las condiciones sociales y económicas en el mundo.  Oír a los países en desarrollo presionar para lograr un acuerdo es otro soplo de aire fresco, muy parecido al aire de la mañana a principios de diciembre en Ginebra.

¿Quién habría podido pensar que muchos de los países que se resistían a iniciar la Ronda en Doha en 2001 estarían ahora impacientes por finalizarla?  A mi juicio, eso quiere decir que esta Ronda que al principio sólo incluía el “desarrollo” en su título, puede ahora dar respuesta a intereses muy concretos de los países en desarrollo.

Es también interesante observar como varias ONG, que se oponían antes a cualquier cosa que estuviera relacionada con la OMC, siguen ahora nuestro trabajo e irrumpen con ideas innovadoras sobre la forma de mejorar la Organización y sus Acuerdos.  Están ahora en nuestra misma tienda.

Hoy hemos asistido a un momento:  nuestro “hijo”, el Centro de Comercio Internacional (una organización conjunta al 50 por ciento con la UNCTAD) ha reunido a todas las Ministras y les ha regalado bolsas de colores hechas por las mujeres de Kenya y Uganda en el marco de uno de los proyectos comunitarios apoyados por el CCI, de los que estamos muy orgullosos.

Gran preocupación por el medio ambiente, por el cambio climático.  Por cierto, hemos decidido que ésta sea una “Conferencia Ministerial sin papel”.  No habrá distribución de documentos impresos y todos los textos se publicarán en tiempo real en nuestro sitio Web.  El Ministro de Comercio de Costa Rica nos dejó a todos boqui-abiertos:  subió al podio para hacer su declaración leyéndola en la pantalla de su ordenador portátil, un medio absolutamente ecológico.

PD:  Algunos de mis colaboradores me dicen que están haciendo una colecta para comprarme “verdadera” comida.  ¡Están cansados del pan y los plátanos!  Voy a añadir dátiles a partir de mañana.

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Ministerial de la OMC día 1: “Fortalecer el sistema mundial de comercio”

Tiempo lluvioso aquí en Ginebra.  Tenía un montón de documentos para leer antes de ir a la oficina.  Mañana muy ocupada, — más reuniones con Ministros de comercio — y “asiática”, con los Ministros de Viet Nam, el Japón y China.  En nuestras conversaciones ha estado presente la preocupación por la crisis:  la situación de Dubai, al borde de la quiebra, ha venido a recordarnos bruscamente que la crisis aún no ha pasado.  Pero los Ministros me dicen que la conclusión de la Ronda de Doha ayudaría mucho a superarla.

Almuerzo, si se puede llamar así — pan con plátanos como de costumbre —, en un tupperware, que como durante un corto trayecto en automóvil desde la OMC a una reunión con ONG.  Una excelente discusión, con preguntas incisivas y, observaciones provocadoras.  Me gusta de veras hablar, discutir con los dirigentes de las ONG.  Mis ayudantes me dicen que incluso mi inglés mejora cuando contesto preguntas difíciles.

Después el gran acontecimiento:  la inauguración oficial de la Conferencia.  Casi 3.000 delegados, la mayor reunión que se ha celebrado nunca en este centro de conferencias de Ginebra.  Varios temas comunes:  fortalecer el sistema multilateral de comercio, conseguir que siga siendo pertinente, y trabajar para hacerlo más coherente con otras esferas de la gobernanza internacional:  la seguridad alimentaria, la seguridad energética, el cambio climático.  Espero que eso anime a quienes acuden a Copenhague la próxima semana.  ¡Algunos han llegado incluso a alentarnos a que pasemos a la etapa final de la Ronda de Doha!

Cuando pienso en la cantidad de recursos invertidos en la organización de esta Conferencia, cuando escucho a los Ministros (por cierto, la atención que han despertado las intervenciones de los representantes de China y de los Estados Unidos ha sido muy reveladora);  cuando veo esta comunidad con tantos conocimientos sobre cuestiones comerciales y con tanta capacidad de negociación, me digo que tenemos que ser capaces de llegar a un acuerdo sobre la Ronda en un futuro no muy lejano.

El día acaba con varias recepciones y otros compromisos que se superponen.  Los cócteles no son realmente lo que más me gusta, pero está bien reunirse y charlar con viejos — y nuevos — amigos en un marco informal.  Esta tarde ha habido quesos y sushi:  una recepción suiza y un buffet japonés.  La jornada de mañana comenzará pronto, con una reunión con los Ministros de los países menos adelantados.  Ellos ocupan el lugar central de nuestras preocupaciones y de nuestra atención.

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Ministerial de la OMC día 0: “No en mi nombre”

Buenas

¡Tanto tiempo!  Todavía más que lo que ha durado el silencio de Martin Lukes del Financial Times ... pese a que yo nunca estuve “encarcelado” ...

Aunque tal vez sí, de algún modo ...  Seguramente habéis seguido los altibajos de la Ronda de Doha desde la Ministerial de Hong Kong, cuando nos mantuvimos en contacto diario.  Y también estáis al tanto de la crisis económica, la reunión del G20, las reuniones de las Naciones Unidas, las iniciativas que hemos tomado para vigilar el comercio y ayudar a mantener a raya el proteccionismo.  Todo esto ha sido muy duro, sobre todo para los millones de personas que han perdido sus empleos.  No es difícil ver por qué hay tanta frustración.  Pero parece vislumbrarse ahora un rayo de esperanza, y tenemos que esforzarnos por convertir ese rayo en una luz brillante capaz de estimular nuestras economías.

Estamos a punto de empezar la Séptima Conferencia Ministerial de la OMC.  En nuestra sede la actividad es febril.  Me han dicho que los servicios VIP del aeropuerto de Ginebra casi no dan abasto.  ¡Vienen más de 110 Ministros!  Para una ciudad pequeña como es Ginebra, se trata de una empresa mayúscula.
Espero que tengamos en esta Ministerial la oportunidad de hablar muy francamente y de ver cómo haremos para asegurar que el comercio cumpla su función en la recuperación.  Por eso, el tema de mi discurso de apertura de mañana será “La unión hace la fuerza”, un antiguo proverbio chino que me esforzaré por pronunciar en mi mejor mandarín.  ¡Ya podéis imaginar la cara de mis colaboradores cuando practico!

Aunque la Conferencia no empieza oficialmente hasta el lunes por la tarde, ya hay mucha actividad.  En realidad, bastante más de lo que querríamos.  Habréis oído lo que pasó ayer por la tarde, cuando un grupo de “black blocks” aprovecharon una manifestación pacífica para cometer actos violentos totalmente injustificados, incendiar automóviles, romper los vidrios de comercios y cafés y lesionar a civiles inocentes.

Es realmente muy triste que un grupo de personas que promueven la violencia porque sí hayan explotado así la marcha de los manifestantes, que tienen todo el derecho de hacer conocer sus opiniones.  Lo único que ofrecen esas personas es sufrimiento y destrucción.  Han roto las ventanas de una de nuestras organizaciones hermanas.  Mi impulso era gritar “¡No en mi nombre!”  “¡No toleraremos la violencia en nombre de la OMC!”  Sólo nos cabe esperar que hayan entendido el mensaje de la gente ...

En un ámbito de mayor normalidad, me estoy reuniendo ya con los Ministros de Comercio, entre otros, de El Salvador, Kenya, Bangladesh, Turquía, el G20 ...  Quiero decir la coalición de países en desarrollo sobre la cuestión de la agricultura, el Grupo de los 20 de la OMC … Ya sé que todo esto suena muy confuso.  Me reuniré con muchos más.  Todos traen el mismo mensaje:  “Necesitamos el comercio para que nuestros países crezcan y se desarrollen;  queremos que finalice cuanto antes la Ronda de Doha”.  En los próximos días nos expondrán sus argumentos, y lo mejor será que escuchéis directamente lo que tienen que decir.  En nuestro sitio Web (http://www.wto.org) podréis manteneros al corriente de todo.  No dejéis de consultarlo.

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