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9 La OMC puede ... contribuir a la paz y la estabilidad

Se trata de un beneficio del sistema de comercio de la OMC del que no se habla bastante.

El comercio ayuda a sostener el crecimiento.

Las normas comerciales estabilizan la economía mundial desalentando las medidas muy regresivas y haciendo que las políticas sean más previsibles. Desalientan el proteccionismo y aumentan el nivel de certidumbre. Fomentan la confianza.

En un momento en que la economía mundial pasa por un período de inestabilidad, el sistema multilateral de comercio puede contribuir a la estabilidad.  Algunos dirían incluso que contribuye a la paz internacional.  La historia está llena de ejemplos de diferencias comerciales que acaban en conflictos armados.

No conviene exagerar, pero algo de verdad hay.  Si entendemos los motivos de esa afirmación, tendremos una idea más clara de lo que hace el sistema.

¿Por qué se estableció el sistema? Fundamentalmente, por dos motivos.  Uno fue la necesidad general de evitar que se repitieran las destructivas tensiones comerciales que hubo antes de la segunda guerra mundial.  El otro fue el deseo pragmático de los países que querían que sus productores pudiesen comerciar con más facilidad.

El resultado fue el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), establecido en 1948, inmediatamente después de la guerra.  Su éxito dio lugar a otras reformas, y en 1995 se creó la Organización Mundial del Comercio (OMC).  Un número cada vez mayor de países acordaron una serie de normas comerciales que hoy en día son prácticamente mundiales.  También negociaron límites jurídicamente vinculantes respecto de los obstáculos al comercio y las subvenciones.

Respetar escrupulosamente esos límites va en interés de los propios países, que quieren que sus interlocutores comerciales también respeten las reglas y se atengan a sus compromisos.  Además, por si acaso la presión de los intereses nacionales fuese demasiado grande, la información sobre los obstáculos arancelarios se divulga a nivel mundial gracias a una vigilancia periódica.  En general, la presión entre pares funciona.

Aquí intervienen dos de los principios más fundamentales del sistema de comercio:  ayudar a que los intercambios se hagan sin obstáculos y proporcionar a los países un foro constructivo y equitativo para resolver las diferencias sobre cuestiones comerciales.

Antes:  cuando el proteccionismo fue contraproducente.  A principios del decenio de 1930, hubo una guerra comercial devastadora.  Durante la Gran Depresión, por temor a que las importaciones destruyesen más empleos, los gobiernos decidieron reforzar los obstáculos al comercio, lo que desencadenó un círculo vicioso de represalias.  Esta dinámica no hizo más que empeorar el desempleo.  La economía mundial cayó en una espiral descendente, que al final contribuyó a que estallara la segunda guerra mundial.  El proteccionismo nos puede llevar fácilmente a una situación en la que todo el mundo sale perdiendo.

Después:  moderación y confianza.  Después de la guerra, con el sistema del GATT/OMC, el comercio resurgió con fuerza.  Y sobre todo se hizo mucho más estable, incluso durante las crisis económicas.  Las normas convenidas y el fomento de la confianza son aspectos fundamentales.

La confianza ayuda a evitar el tipo de guerras comerciales con las que todo el mundo sale perdiendo, como las que hubo en el decenio de 1930.  Cuando los gobiernos creen que los demás mantendrán los obstáculos al comercio dentro de los límites convenidos, hacen lo mismo.  Están mucho más dispuestos a cooperar. 

El sistema de comercio de la OMC es vital para generar y reforzar esa confianza.  Son especialmente importantes las negociaciones que permiten llegar a acuerdos por consenso y la prioridad que se da al respeto de las normas.

 

 

 

Valor mensual del comercio mundial, 1929–33
Miles de millones de dólares

Antes ...
El proteccionismo absorbió dos tercios del comercio entre 1929 y 1933

Al no haber un sistema multilateral de comercio ni normas convenidas, los países no confiaban en que mantendrían sus mercados abiertos.  Tampoco podían resistir las presiones de los grupos de interés estrechos a escala nacional.  Durante la Gran Depresión, la competencia por aumentar los obstáculos al comercio y proteger la producción y el empleo nacionales contribuyó a que el comercio se desplomase, de 3.000 millones de dólares al mes en enero de 1929 a menos de 1.000 millones de dólares en marzo de 1933.  Se habían eliminado dos tercios del comercio mundial, con un efecto devastador en el empleo y en los sectores que teóricamente se pretendía proteger.

Valor del comercio mundial, 1948–2010
en billones de dólares, a precios corrientes

… y después
La historia no se ha repetido

Incluso la crisis financiera de 2007 fue seguida de una rápida recuperación.  Hubo algunas presiones proteccionistas en todo el mundo por pensarse que protegerían los empleos.  Pero en general, los gobiernos resistieron.  Se habían comprometido a respetar las obligaciones que habían contraído en la OMC, y como sabían que los demás también se habían comprometido, confiaban en que se mantuviera la estabilidad del sistema.  Si se hubiesen eliminado dos tercios del comercio mundial, el resultado habría sido muy diferente, y los daños habrían sido inmensos.