NEGOCIACIONES SOBRE LA AGRICULTURA: INFORMACIÓN GENERAL

Ayuda interna: compartimentos ámbar, azul y verde

En la terminología de la OMC, las subvenciones se identifican en general por “compartimentos” a los que se han dado los colores de las luces del semáforo: verde (permitidas), ámbar (frenar-deben reducirse), rojo (prohibidas). Como es habitual, en el sector de la agricultura las cosas son más complicadas. El Acuerdo sobre la Agricultura no tiene compartimento rojo, si bien la ayuda interna que sobrepasa los niveles de compromiso de reducción en el compartimento ámbar está prohibida; y existe un compartimento azul para las subvenciones que están vinculadas a programas que limitan la producción. También existen exenciones para los países en desarrollo (denominadas a veces “compartimento trato especial y diferenciado”).

ACTUALIZACIÓN DE 1 DE DICIEMBRE DE 2004
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En el presente documento informativo se explican las cuestiones relativas a la agricultura planteadas en las actuales negociaciones y con anterioridad a las mismas. Este documento ha sido preparado por la División de Información y Relaciones con los Medios de Comunicación de la Secretaría de la OMC para ayudar al público a comprender las negociaciones sobre la agricultura. No se trata de un informe oficial de las negociaciones.

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En el presente documento informativo se explican las cuestiones relativas a la agricultura planteadas en las actuales negociaciones y con anterioridad a las mismas. Este documento ha sido preparado por la División de Información y Relaciones con los Medios de Comunicación de la Secretaría de la OMC para ayudar al público a comprender las negociaciones sobre la agricultura. No se trata de un informe oficial de las negociaciones.

Si desea más información:
> Información general sobre los “compartimentos” de la ayuda interna

Los debates abarcan: el compartimento verde, el párrafo 2 del artículo 6 (trato especial y diferenciado), el compartimento azul y el compartimento ámbar.

Llegado el momento de la preparación de las “modalidades”, cada epígrafe contiene una lista de apartados: comentarios generales; ámbito/definiciones; puntos de los períodos de base; fórmulas de reducción/ampliación; transparencia y notificación; etc. Algunos países plantean “otras” cuestiones relativas a la ayuda interna, como la referente al bienestar de los animales. En la reunión de los días 23 a 25 de septiembre de 2003 hubo más de 200 intervenciones.

Durante los debates, los países en desarrollo, los nuevos Miembros y las economías en transición abogaron reiteradamente a favor del trato especial y diferenciado.

Para los nuevos Miembros que son economías en transición, el reclamo se basa en la situación de sus economías y en que los nuevos Miembros están aún aplicando los compromisos asumidos en el marco de sus acuerdos de adhesión. Algunos piden que el trato especial y diferenciado se base en “criterios objetivos” como el nivel de desarrollo y el ingreso per cápita, argumentando que algunos “países en desarrollo” son más ricos y tienen sectores agrícolas más desarrollados que algunas economías en transición.

El “compartimento ámbar” ¿Quién puede recurrir a las medidas del compartimento ámbar? volver al principio

Treinta y cuatro Miembros de la OMC han contraído compromisos de reducción de la ayuda interna con efectos de distorsión en el comercio comprendida en el compartimento ámbar (a saber, la reducción de la “Medida Global de la Ayuda Total” o MGA). La ayuda interna de los Miembros que no han contraído compromisos de reducción no puede exceder del 5 por ciento del valor de la producción (a saber, el nivel “de minimis”) — o del 10 por ciento en el caso de los países en desarrollo.

Argentina
Australia
Brasil
Bulgaria
Canadá
Chipre
Colombia
Corea
Costa Rica
Croacia
Eslovenia
Estados Unidos

Hungría
Islandia
Israel
Japón
Jordania
Lituania
Marruecos
México
Moldova
Noruega
Nueva Zelandia
Papua Nueva Guinea

Polonia
República Checa
República Eslovaca
Sudáfrica
Suiza-Liechtenstein
Tailandia
Taipei Chino
Túnez
UE
Venezuela

Para más información, véase el documento de antecedentes de la Secretaría “Ayuda interna” TN/AG/S/4.

Algunos países en desarrollo han subrayado reiteradamente su argumento de que las pequeñas economías vulnerables necesitan un trato especial, incluidas las preferencias comerciales y períodos más largos para el ajuste.

Propuestas presentadas en la primera etapa con las posiciones respecto de la ayuda interna
(véanse también las propuestas sobre los países en desarrollo y las preocupaciones no comerciales)

 

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El “compartimento ámbar”: primera etapa

En agricultura, todas las medidas de ayuda interna que se considera que distorsionan la producción y el comercio (con algunas excepciones) están comprendidas en el compartimento ámbar. El valor total de esas medidas debe reducirse. Varias propuestas tratan de la cuestión de cuánto más deben reducirse esas subvenciones y si se deben fijar límites para productos específicos en vez de seguir utilizando límites “agregados” globales.

 

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El “compartimento ámbar”: segunda etapa

A partir de las ideas generales expresadas en la primera etapa, en la segunda se desarrollan más los detalles. Algunos países proponen mayores reducciones de los niveles de ayuda más elevados, con cierto grado de desagregación en función de los productos (en la actualidad, las reducciones de la ayuda del compartimento ámbar se aplican globalmente a todos los productos). Otros países desean que,, en último término, las subvenciones del compartimento ámbar se supriman totalmente.

El debate se vincula en parte a las otras dos categorías de ayuda interna, a saber, el compartimento “azul”  y el compartimento “verde”: si se deben o no mantener esos conceptos, si se deben o no restringir o suprimir las medidas del compartimento azul y si se deben o no trasladar al compartimento ámbar algunas subvenciones del compartimento verde debido a sus efectos de distorsión del comercio. Algunos países se refieren a la aplicación de límites máximos globales a las subvenciones de todas las categorías.

Pormenores del compartimento ámbar. Se ha debatido la idea (no aceptada por todos) de que algunas medidas de ayuda interna tienen el mismo efecto que las subvenciones a la exportación dado que la ayuda varía en función de los precios del mercado (aumenta cuando disminuyen los precios y viceversa), y que gran parte de la producción se destina a la exportación. También hubo divergencia de opiniones en cuanto a si los compromisos de reducción de las subvenciones del compartimento ámbar debían desagregarse con arreglo al producto o seguir incluyéndose en la MGA Total (Medida Global de la Ayuda).

Niveles “de minimis (subvenciones comprendidas dentro de límites reducidos). Hay una voluntad general de examinar los niveles de minimis aplicables en el caso de los países en desarrollo y, tal vez, en el caso de las economías en transición (la mayoría de estos países están sujetos a niveles de minimis en vez de a compromisos de reducción de la MGA). Entre las propuestas figuran: que no haya cambios; que los niveles sean más elevados para los países en desarrollo y/o las economías en transición; que los niveles sean más bajos en el caso de los países desarrollados, o incluso se supriman, etc.

Inflación. Algunos países dicen que sus compromisos de reducción de la MGA se han visto afectados por la inflación y proponen que la inflación sea tenida en cuenta en los compromisos. Otros no están de acuerdo.

Documentos formales o documentos no oficiales presentados en la segunda etapa por: la Unión Europea, Australia y el Japón

 

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El “compartimento ámbar”: preparación de las “modalidades”

Las diferencias principales son las siguientes:

¿Eliminación o reducción sustancial? Varios países desarrollados y en desarrollo quieren que las subvenciones del compartimento ámbar queden finalmente eliminadas, en un período de entre tres a cinco años para los países desarrollados, o en un período más largo, del orden de los nueve años, para los países en desarrollo. Esto llevaría a todos los Miembros a niveles de minimis (el 5 por ciento de la producción agrícola en los países desarrollados, el 10 por ciento en los países en desarrollo); varios aducen que si todos reducen estas subvenciones hasta el nivel de minimis, el resultado será equitativo y “armonizado” (el mismo para todos). Algunos van más lejos y dicen que para los países desarrollados también deberían ser eliminados los niveles de minimis. Algunas propuestas incluyen una aportación inicial, en virtud de la cual la mitad de la reducción se haría al comienzo.

Otros responden que la eliminación excede el objetivo del mandato de Doha de “reducir sustancialmente” estas subvenciones que distorsionan el comercio. Dicen que la eliminación sería demasiado drástica como para permitirles continuar el proceso de reforma. Algunos proponen dos ritmos de compromisos de reducción, uno para productos que son principalmente exportados y otro para aquellos que son principalmente para el consumo interno, como medio de diferenciar las ayudas que distorsionan más el comercio internacional de aquéllas que lo distorsionan menos, una distinción que algunos partidarios de la liberalización rechazan. Los países que abogan por un enfoque más cauteloso no han propuesto cifras para las reducciones, diciendo que éstas deberían ser discutidas una vez que estén más claras las normas básicas.

¿Límites a la MGA Total o límites a la MGA para productos específicos? Actualmente, los compromisos de reducción están basados en la “Medida Global de la Ayuda Total” (MGA), que permite que las subvenciones sean desplazadas entre productos. La mayoría de los partidarios de la liberalización quieren establecer límites para productos específicos, quizás con alguna flexibilidad para determinados productos. Otros, con inclusión de unos pocos que procuran reducciones más ambiciosas, prefieren la flexibilidad del actual método porque permite ajustes e impide que las subvenciones queden acopladas a productos específicos que podrían carecer de ventaja comparativa.

De minimis: Algunos países en desarrollo y economías en transición desean que se eleven sus límites (actualmente las economías en transición son tratadas como países desarrollados). Otros prefieren conservar los límites sin cambios, y algunos de ellos se oponen a la utilización de las subvenciones de minimis para eludir los compromisos de reducción.

 

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Anteproyecto de “modalidades” revisado sobre el compartimento ámbar

La Medida Global de la Ayuda Total (MGA) se reduciría en un 60 por ciento a partir de los niveles finales consolidados a lo largo de cinco años (40 por ciento durante 10 años para los países en desarrollo). A diferencia de lo acordado en la Ronda Uruguay, habrían también límites distintos de la ayuda correspondientes a productos específicos: los promedios de 1999 a 2001.

El derecho concedido actualmente a los países desarrollados de excluir un nivel mínimo de ayuda (“de mínimis”) de los compromisos de reducción se reduciría a la mitad, pasando de un 5 por ciento a un 2,5 por ciento de la producción agropecuaria en un período de cinco años. Los países en desarrollo mantendrían el 10 por ciento con una mayor flexibilidad, incluido el derecho a deducir parte de la “ayuda negativa” correspondiente a productos específicos.

En el proyecto también se abordan algunos detalles sobre la manera de calcular la MGA. No se modificaría la disposición actual sobre la consideración de la inflación: el párrafo 4 del artículo 18 prevé que las “tasas de inflación excesivas” deberán tomarse en consideración cuando los Miembros examinan la capacidad de un país para cumplir sus compromisos en materia de ayuda interna. No obstante, un país podría expresar sus compromisos en moneda extranjera.

 

Los proyectos de marco sobre el compartimento ámbar volver al principio

(véase Propuestas “marco” de Cancún)

Antes de Cancún: El proyecto Estados Unidos — Unión Europea propone una amplia reducción de las ayudas causantes de distorsión del comercio en una serie de porcentajes que han de negociarse. Los países que ofrecen las mayores ayudas causantes de distorsión tendrían que realizar esfuerzos más importantes. El documento del Japón especifica que las reducciones deberán hacerse sobre la base de la “MGA total” (es decir, para todo el sector agropecuario, permitiéndose desplazamientos entre los productos). Los pagos de minimis se someterían a disciplinas en el marco de una reducción global para los pagos del compartimento ámbar, de minimis y del compartimento azul.

El marco del G-20 prevé reducciones respecto de cada uno de los productos y no para la totalidad del sector agropecuario, con condiciones adicionales para reducir la ayuda en el caso de los productos más subvencionados, una primera reducción como “aportación inicial”, y reducciones más importantes para los productos que representan más de una proporción determinada de las exportaciones mundiales; Noruega prevé también reducciones mayores en el caso de los productos que se producen para su exportación. El G-20 plantea que se ponga un límite máximo a los pagos del compartimento ámbar y de minimis (pero no del compartimento azul, puesto que sería eliminado). El grupo Europa — Asia Oriental sostiene que sus ayudas tienen poca influencia en los mercados mundiales y que las reducciones se deberían negociar junto con el acceso a los mercados y las subvenciones a la exportación. Noruega propone que se negocien conjuntamente reducciones para los compartimentos ámbar y azul.

En Cancún: la Unión Africana, los países ACP y los países menos adelantados piden reducciones sustanciales tanto de la ayuda del compartimento ámbar como del compartimento azul “con miras a su remoción progresiva y eliminación”.

Los Presidentes: El texto Pérez del Castillo es similar al proyecto Estados Unidos — Unión Europea. El documento Derbez propone además límites máximos respecto de la ayuda del compartimento ámbar para cada producto, a fin de reducir la capacidad de los gobiernos de desplazar la ayuda entre productos. Ambos textos prevén reducciones sobre el conjunto de los pagos del compartimento ámbar, de minimis y del compartimento azul.

 

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Exenciones establecidas en el párrafo 2 del artículo 6 para los países en desarrollo: preparación de las “modalidades”

Este artículo permite a los países en desarrollo proporcionar una ayuda interna adicional, por ejemplo para el desarrollo rural de los “productores con ingresos bajos o pobres en recursos” y para los cultivos sustitutivos de los estupefacientes. Los países en desarrollo han puesto énfasis en la necesidad de conservarla, y quizás de añadir flexibilidad adicional. En particular, los países que más se han hecho oír son aquellos que utilizan la disposición a fin de diversificar la producción con objeto de abandonar cultivos ilícitos.

 

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Anteproyecto de “modalidades” revisado sobre el párrafo 2 del artículo 6

Esta disposición se conservaría, con posibles mejoras relativas a la diversificación con objeto de abandonar los cultivos perjudiciales para la salud humana y a otras subvenciones bien orientadas.

Los proyectos de marco del párrafo 2 del artículo 6 volver al principio

(véase Propuestas marco de Cancún)

En los proyectos del G-20, de cuatro países centroamericanos y de Kenya se propone ampliar las disposiciones del párrafo 2 del artículo 6. Los proyectos Pérez del Castillo y Derbez reflejan este planteamiento, y el texto Derbez se refiere a disposiciones “fortalecidas”.

 

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El “compartimento verde”: primera etapa

Para poder formar parte del “compartimento verde”, las subvenciones no deben distorsionar el comercio o, a lo sumo, hacerlo en grado mínimo. Esas subvenciones deben estar financiadas con fondos públicos (sin que por ello se cobren precios más altos a los consumidores) y no han de sostener los precios internos. Suele tratarse de programas que no van destinados a productos concretos, e incluyen las ayudas directas a los ingresos de los agricultores que están desvinculadas (“desconectadas”) de los niveles de producción o de los precios. Así pues, las subvenciones del “compartimento verde” están permitidas sin límite, a condición de que cumplan determinados criterios. También incluyen programas de protección ambiental y desarrollo regional (para más información, véase el artículo 6 y el Anexo 2 del Acuerdo sobre la Agricultura). El Canadá ha propuesto que se establezca un límite de la ayuda en todos los “compartimentos”, lo que supondría también un límite de las subvenciones concedidas en el marco del compartimento verde.

Algunos países desearían examinar las subvenciones internas comprendidas en el compartimento verde porque consideran que algunas de ellas, en determinadas circunstancias, podrían influir en la producción o en los precios. Algunos otros han afirmado que el compartimento verde no se debe modificar ya que resulta satisfactorio. Otros dicen que se debería ampliar para abarcar otros tipos de subvenciones.

 

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El “compartimento verde”: segunda etapa

Con arreglo a una de las propuestas presentadas, el compartimento verde seguiría estando integrado por las medidas que no tienen efectos de distorsión del comercio o cuyos efectos de distorsión son mínimos. Se incluirían además los programas que reembolsan los costos adicionales que supone la protección del bienestar de los animales y se permitiría una flexibilidad especial a los países en desarrollo que hacen frente a problemas de seguridad alimentaria y luchan por mitigar la pobreza.

Otra propuesta prevé que se mantenga el compartimento verde pero que se actualicen los períodos de base de las ayudas a los ingresos desconectadas, se modifiquen los niveles de umbral para los programas de seguro de los ingresos y de red de seguridad de los ingresos, así como ajustes análogos por lo que se refiere a los pagos en concepto de socorro en caso de desastres naturales.

Varios países en desarrollo proponen que se les permita una flexibilidad adicional para atender a sus necesidades, en particular que se incorpore un “compartimento desarrollo” al compartimento verde.

Algunos países se muestran más críticos respecto de la formulación actual del compartimento verde y sostienen que pese a sus objetivos, sí que distorsiona el comercio al fomentar el aumento de la producción y contribuir a la disminución de los precios mundiales. Un país propone lo siguiente: un método cuantitativo que permita evaluar si una política tiene o no efectos de distorsión; la supresión del compartimento verde de los pagos directos, la ayuda a los ingresos desconectada y los programas de seguro de los ingresos y de red de seguridad de los ingresos subvencionados; la revisión de los criterios aplicables a los programas de ajuste estructural basados en los programas de retiro; criterios de notificación y evaluación para los pagos en concepto de socorro en casos de desastres naturales y las ayudas a la inversión, los programas ambientales y la asistencia regional; la transparencia de las medidas de seguridad alimentaria y de la ayuda alimentaria; y la limitación de los gastos en el marco del compartimento verde.

Varios detractores del compartimento verde consideran esta propuesta interesante, si bien desearían examinarla más a fondo. Otros Miembros se oponen a la limitación de las ayudas del compartimento verde, al aducir que cumplen los criterios esenciales de no distorsionar el comercio o hacerlo en grado mínimo.

Una posición defendida en particular por los países en desarrollo es que si bien los programas del compartimento verde no tienen aparentemente efectos de distorsión por separado, el efecto acumulativo de las grandes cantidades desembolsadas sí tiene, por distintos motivos, efectos de distorsión.

Documentos formales o documentos no oficiales presentados en la segunda etapa por: la Argentina, Chipre, nueve países en desarrollo (Cuba, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Kenya, el Pakistán, la República Dominicana, Sri Lanka y Zimbabwe), el Japón, Namibia y la Unión Europea

 

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El “compartimento verde”: cuestiones adicionales (segunda etapa)

Muchos países mantienen reservas en cuanto a las propuestas relativas al compartimento verde. Las propuestas se refieren a una mayor flexibilidad para los países en desarrollo en el marco de este compartimento — es decir, se permitiría a los países en desarrollo utilizar determinadas medidas sin restricciones situándolas en el compartimento verde — y una cierta definición para determinar si las medidas tienen realmente efectos mínimos de distorsión del comercio.

La base, en parte, es el argumento de que las elevadas sumas gastadas en el marco del compartimento verde y cambiando del compartimento verde al compartimento azul tienen un efecto en la riqueza y en los ingresos que puede causar una distorsión considerable en la producción y el comercio.

Determinados Miembros alegan que se consideran subvenciones del compartimento verde aquellas que no causan ninguna distorsión del comercio o cuando ésta es mínima. Por consiguiente, afirman, debería acogerse con agrado todo cambio que se introduzca en la ayuda al compartimento verde. Algunos Miembros se oponen también a asignar algunas de las medidas al compartimento verde.

Documentos formales o documentos no oficiales presentados en la segunda etapa por: determinados países de la CARICOM (ayuda alimentaria, subvenciones del compartimento verde, preocupaciones no comerciales, mecanismo de salvaguardia especial para la agricultura para los países en desarrollo y las pequeñas economías en desarrollo, preferencias comerciales) y Mauricio (compartimento verde)

 

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El “compartimento verde”: preparación de las “modalidades”

Hay dos cuestiones generales:

¿Es suficientemente flexible el compartimento verde para atender a las preocupaciones no comerciales (protección del medio ambiente, desarrollo rural, bienestar animal, etc.) y las necesidades de los países en desarrollo?

Varios países piden una mayor flexibilidad, y uno de ellos propone añadir al Anexo 2 (en el que se define el compartimento verde) un nuevo párrafo que permita la compensación de los costos ocasionados por la aplicación de normas más estrictas, tales como las relativas al bienestar animal, impuestas por los consumidores y por los votantes (“preocupaciones ajenas a los productores”).

Varios países reclaman mayor flexibilidad para sus preocupaciones.

Los más ambiciosos defensores de la liberalización expresan su preocupación acerca de que muchas propuestas añadirían subvenciones que distorsionan el comercio al compartimento verde.

¿Distorsiona el comercio el compartimento verde? Varios países desarrollados y en desarrollo dicen que sí, sea por la gran magnitud de las subvenciones del compartimento verde en algunos países, porque ciertas ayudas a los ingresos disminuyen los costos de los agricultores, reducen los riesgos y sostienen la oferta, o porque algunos programas se han aplicado de forma que producen distorsiones (por ejemplo, se han ajustado los períodos de base utilizados para determinar los niveles de ingresos sujetos a ayuda). Un país en desarrollo cita el ejemplo de un país que gastó 1.300 millones de dólares en ayuda a los ingresos para los productores de arroz en 1999/2000, cuando el valor de la producción total de arroz de ese país fue de 1.200 millones de dólares.

Estos países quieren un límite máximo global para los pagos del compartimento verde, que se impongan límites para tipos específicos de programas, o que algunos programas de ayuda a los ingresos sean eliminados del compartimento verde. Algunos quieren reexaminar la condición de que estas subvenciones no deberían tener efectos de distorsión del comercio o tenerlos en grado mínimo.

Otros países rechazan la opinión de que el compartimento verde produzca más que efectos mínimos de distorsión del comercio.

 

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Anteproyecto de “modalidades” revisado sobre el compartimento verde

Se mantendría el compartimento verde con algunas posibles modificaciones:

  • añadir períodos de referencia establecidos e invariables (algunas disposiciones del compartimento verde permiten que los países hagan sus cálculos según unos períodos de base que pueden variar);
      
  • hacer más estrictas las normas sobre los criterios de compensación permitidos en el compartimento verde;
      
  • permitir la compensación de costos más elevados en concepto de protección de los animales.

En relación con el trato especial y diferenciado para países en desarrollo, se añadirían nuevos tipos de pagos directos y se ajustarían ciertos criterios.

  

Los proyectos de marco sobre el compartimento verde volver al principio

(véase Propuestas “marco” de Cancún)

El proyecto Estados Unidos — Unión Europea no dice nada acerca del compartimento verde. El marco del G-20 propone reducciones en las categorías de subvenciones del compartimento verde (algunas ayudas a los ingresos — párrafos 5 a 13 del Anexo 2 del Acuerdo sobre la Agricultura —) que el grupo considera que distorsionan el comercio, así como disciplinas adicionales no especificadas. El Japón, Noruega y el grupo Europa — Asia Oriental se oponen a que se modifique o se limite el compartimento verde. La Unión africana, los países ACP y los países menos adelantados piden que se limiten las medidas del compartimento verde “causantes de distorsión del comercio” aplicados por los países desarrollados. La CARICOM preconiza el fortalecimiento de los criterios para el compartimento verde.

Los textos Pérez del Castillo y Derbez proponen que se negocien o se revisen los criterios para el compartimento verde — el proyecto Derbez precisa este enfoque al enumerar el propósito del mismo: asegurarse de que el compartimento verde tenga efectos de distorsión mínimos.

 

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La protección de los animales y el compartimento verde: primera etapa

El debate sobre el bienestar de los animales comprende la idea de compensar a los agricultores por los costos adicionales a que han de hacer frente cuando se les exige el cumplimiento de normas de protección del bienestar de los animales más estrictas. Con arreglo a la propuesta, los pagos se efectuarían en el marco del compartimento verde de ayuda interna autorizada. Una parte del debate se ha centrado en si ello se haría a expensas del bienestar de las personas, en particular en los países más pobres.

Propuestas presentadas en la primera etapa en relación con el bienestar de los animales

  • Unión Europea: el bienestar de los animales y el comercio en la agricultura G/AG/NG/W/19
  • Unión Europea: propuesta de negociación global G/AG/NG/W/90

 

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El “compartimento azul”: primera etapa

El compartimento azul es una exención de la norma general de que todas las subvenciones vinculadas a la producción deben reducirse o mantenerse en niveles mínimos (“de minimis”) previamente definidos. Incluye los pagos directamente vinculados a la superficie cultivada o al número de cabezas de ganado, pero en el marco de programas que también limitan la producción al imponer cuotas de producción o exigir a los agricultores que retiren de la producción parte de sus tierras. Los países que recurren a estas subvenciones, y son sólo un reducido número, dicen que estas medidas distorsionan menos el comercio que las subvenciones del compartimento ámbar. En la actualidad, los únicos Miembros que han notificado a la OMC que utilizan o han utilizado medidas del compartimento azul son la Unión Europea, Islandia, Noruega, el Japón, la República Eslovaca, Eslovenia y los Estados Unidos (que han dejado de recurrir a ellas).

Por el momento, las disposiciones del Acuerdo relativas al compartimento azul tienen carácter permanente. Algunos países desean que se supriman porque los pagos sólo están desconectados parcialmente de la producción, o proponen que se contraigan compromisos para reducir la utilización de estas subvenciones. Otros dicen que el compartimento azul es un instrumento importante para apoyar y reformar la agricultura y para alcanzar determinados objetivos “no comerciales” y afirman que no se debe restringir, ya que su efecto de distorsión del comercio es menor que el de otros tipos de ayuda (véase preocupaciones no comerciales). La Unión Europea señala que está dispuesta a negociar reducciones adicionales de la ayuda del compartimento ámbar, a condición de que se mantengan los compartimentos azul y verde.

 

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El “compartimento azul”: segunda etapa

Varios países desarrollados y en desarrollo son partidarios de que se suprima el compartimento azul (y que se incorpore al compartimento ámbar) y proponen que se apliquen disciplinas adicionales mientras se procede a su eliminación progresiva. Esos países consideran que el compartimento azul es una medida provisional o transitoria que tiene por objeto ayudar a los países a que dejen de conceder subvenciones en el marco del compartimento ámbar. Otros países aducen, por el contrario, que se debe mantener el compartimento azul — aunque algunos países están dispuestos a considerar modificaciones — y sostienen que tiene menor efecto de distorsión que el compartimento ámbar y contribuye a facilitar las reformas.

Documentos formales o documentos no oficiales presentados en la segunda etapa por: el Grupo de Cairns

 

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El “compartimento azul”: preparación de las “modalidades”

Algunos defensores de la liberalización reclaman la eliminación gradual del compartimento azul en un período sujetos a negociación. Otros proponen cinco años para los países desarrollados y nueve años para los países en desarrollo, el mismo plazo que para la eliminación progresiva del compartimento ámbar. Consideran que el compartimento azul ha sido una medida temporal que distorsiona el comercio y que ha dejado de resultar útil.

Otros defienden enérgicamente el compartimento azul, diciendo que distorsiona el comercio en menor medida que el compartimento ámbar y que es necesario dejar margen para que la reforma se lleve a cabo en sus países (lo ven como una etapa en el proceso de abandono del compartimento ámbar).

 

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Anteproyecto de “modalidades” revisado sobre el compartimento azul

Los pagos actuales en el marco del compartimento azul estarían sujetos a un límite máximo y se consolidarían en ese nivel. Luego, se reducirían a la mitad en un período de cinco años (al 33 por ciento durante 10 años para los países en desarrollo) o bien se incluirían en el compartimento ámbar (es decir, se incluirían en la Medida Global de la Ayuda (MGA) Total Corriente); a los países en desarrollo se les permitiría postergar la inclusión hasta el quinto año.

 

Los proyectos de marco sobre el compartimento azul volver al principio

(véase Propuestas “marco” de Cancún)

Antes de Cancún: El proyecto Estados Unidos — Unión Europea propone que se modifique la definición del compartimento azul (eliminando la referencia a “programas de limitación de la producción” del párrafo 5 del artículo 6 del Acuerdo sobre la Agricultura) y que limite la ayuda al 5 por ciento del valor de la producción agropecuaria al final del período de aplicación. El G-20 quiere que se elimine el compartimento azul. El Japón quiere que se mantenga pero está dispuesto a aceptar que se modifique.

En Cancún: El documento presentado por Noruega en Cancún propone que se dé a los gobiernos la opción de adoptar la definición y el límite revisados de los Estados Unidos — Unión Europea o reducir a la mitad la ayuda actual del compartimento azul a partir de los niveles de 2000-2002. Israel propone dejar abierta la cuestión del límite final y someterla a negociación. La Unión Africana, los países ACP y los países menos adelantados preconizan la eliminación del compartimento azul junto con el compartimento ámbar.

Los Presidentes: Los textos Pérez del Castillo y Derbez parten del proyecto Estados Unidos — Unión Europea pero se acercan en cierta medida al planteamiento del G-20, que preconiza la eliminación, al añadir nuevas reducciones más allá del final del “período de aplicación”, lo cual será objeto de negociación. El texto Derbez exigiría también una reducción del valor combinado de las ayudas del compartimento azul, de minimis y del compartimento ámbar, con respecto a los niveles de 2000.

 

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Observaciones generales sobre la ayuda interna: preparación de las “modalidades”

Algunos países manifiestan preocupación acerca de que las propuestas de otros participantes son tan ambiciosas que resulta imposible aplicarlas en sus países y alteran el proceso de reforma. Afirman que para que continúe el proceso de reforma y las negociaciones respeten los plazos y el mandato establecidos en Doha, los negociadores deberán ceñirse al mandato de “reducción sustancial” y a la “arquitectura” establecida en la Ronda Uruguay.

Un Miembro de gran importancia comercial se queja de que algunas propuestas estén formuladas de tal manera que lo obligan a efectuar cambios de vasto alcance, mientras otros Miembros de magnitud semejante no tienen mucho que hacer. Las ayudas que varían de acuerdo con los precios del mercado y que incentivan las exportaciones deberían ser disciplinadas en el marco de las subvenciones a la exportación, añade.

Otros responden argumentando que los peores infractores deberían contar con tener que hacer la mayor parte.

 

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