La Declaración Ministerial de Doha de 2001 insta a los Miembros a celebrar negociaciones sobre la reducción o, según proceda, la eliminación de los obstáculos arancelarios y no arancelarios a los bienes y servicios ecológicos. Se ha hecho hincapié en que estas negociaciones deberían tener por objeto lograr el desarrollo sostenible mediante la creación de una situación triplemente beneficiosa para el comercio, el medio ambiente y el desarrollo.

 

Situación triplemente beneficiosa

  • En primer lugar, las negociaciones pueden facilitar el comercio a través de la reducción o la eliminación de los obstáculos arancelarios y no arancelarios. Los adquirentes nacionales, con inclusión de empresas o gobiernos de todos los niveles, podrán comprar tecnologías ambientales con costos menores. Además, la liberalización del comercio de bienes ambientales fomentará la utilización de tecnologías ambientales, lo cual puede a su vez estimular la innovación y la transferencia de tecnología.

  • Las negociaciones también pueden ser beneficiosas para el medio ambiente mejorando la capacidad de los países para obtener bienes ambientales de alta calidad. Ello puede mejorar directamente la calidad de vida de los ciudadanos en todos los países al proporcionarles un medio ambiente más limpio y mejor acceso al agua potable, al saneamiento o a la energía limpia. Además, la utilización de bienes ambientales puede reducir los efectos indirectos perjudiciales de diversas actividades (lo que los economistas denominan “factores externos negativos”) que dañan el medio ambiente y son peligrosos para la salud de las personas y pueden ayudar a lograr que el uso de energía sea mucho más eficiente.

  • Por último, la liberalización del comercio de los bienes y servicios ambientales puede ser beneficiosa para el desarrollo dado que ayuda a los países en desarrollo a obtener los instrumentos que necesitan para atender, en el marco de sus estrategias de desarrollo, prioridades ecológicas fundamentales.

 

Bienes y servicios

El comercio de servicios ambientales está estrechamente relacionado con el de mercancías, dado que la prestación de esos servicios depende a menudo de la utilización de los productos correspondientes.

Por ejemplo, la gestión de las aguas residuales comprende la extracción, el tratamiento y la eliminación de las aguas de alcantarillado domésticas, comerciales e industriales y otras aguas residuales. Estos servicios requieren en la mayoría de los casos la utilización de bienes como colectores de aguas residuales, alcantarillas o cloacas y retretes o fosas sépticas, entre otros.