Cuestiones abarcadas por los Comités y Acuerdos de la OMC
EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: PRIMER COMUNICADO DE PRENSA, RESUMEN DEL INFORME DE LA SECRETARÍA Y DEL INFORME DEL GOBIERNO

Uganda: julio de 1995

COMMUNICADO DE PRENSA
PRENSA/TPRB/12
26 de julio de 1995

LA CONTINUACIÓN DE LAS REFORMAS SE CONSIDERA CRUCIAL PARA LA RECONSTRUCCIÓN DE LA ECONOMÍA EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES DE UGANDA



Devastada por largos períodos de turbulencias políticas desde los comienzos del decenio de 1970 hasta mediados del decenio de 1980, Uganda ha dedicado gran parte del último decenio a la reconstrucción de su economía. Con la aplicación de un amplio y ambicioso programa de reformas, que comenzó con el Programa de recuperación económica de 1987 y continuó con el Plan de reorganización y desarrollo de 1993, Uganda ha comenzado de nuevo a aprovechar sus ventajas naturales y sus condiciones propicias para la agricultura y el turismo.

Según el informe de la Secretaría de la OMC, las reformas cuentan con el respaldo de una mayor disciplina en el gasto público, un sistema fiscal racionalizado, la privatización de varias empresas del Estado y el mantenimiento de un tipo de cambio que responde a las realidades del mercado. La liberalización del comercio y la desregulación interior, con inclusión de la liberalización de los precios agrícolas, están también estimulando hasta cierto punto la competencia en los limitados sectores ugandeses de las manufacturas y los servicios.

Han desaparecido prácticamente todas las restricciones cuantitativas desde el establecimiento en 1991 de un régimen de licencias automáticas en el marco del Sistema de certificación de las importaciones. La actual "lista negativa" se limita a la cerveza, las bebidas gaseosas (no alcohólicas), las baterías de coches, los neumáticos de automóvil usados y determinados tipos de equipo eléctrico y de comunicaciones. Las restricciones protegen a la ramas de producción nacionales en las cuatro primeras categorías. La supresión de una prohibición de la importación de cigarrillos en 1994 se supeditó a que la empresa beneficiaria comprara el tabaco en rama nacional para su elaboración en el extranjero. Al igual que en la esfera de las importaciones, en el informe se señala que también en la esfera de las exportaciones han desaparecido muchos obstáculos y desincentivos. En 1990 se sustituyeron las prescripciones en materia de licencias de exportación por un sistema menos restrictivo de certificación de las exportaciones. Se han abolido asimismo los impuestos sobre las exportaciones.

Como consecuencia de la Ronda Uruguay, el nivel de consolidaciones arancelarias de Uganda aumentó considerablemente hasta alcanzar la cuarta parte de la totalidad de las líneas arancelarias (el 87 por ciento de los productos agropecuarios y de la pesca y el 15 por ciento de los productos industriales), aunque muchos tipos consolidados siguen siendo más elevados que los aranceles aplicados. Actualmente los derechos de aduana representan alrededor de dos quintos de los ingresos del Estado, pero se realizan esfuerzos para que los ingresos básicos sean los impuestos indirectos y los impuestos sobre la renta. A ese respecto, se introducirá en 1996 un impuesto sobre el valor añadido.

Se ha dado la máxima prioridad a la reorganización y modernización de la infraestructura y de los servicios básicos prestados a las empresas. El Gobierno ha tratado, en particular, de dotar de mayor eficiencia al sector bancario y de desregular el sector del transporte. Tal vez se haga lo mismo con las reformas de las telecomunicaciones. A ese respecto, en el informe se señala que la modernización de la red de telecomunicaciones básicas y la reforma de la estructura de los precios beneficiarían considerablemente a la economía de Uganda. Lo mismo puede decirse en lo concerniente a la generación y distribución de energía eléctrica, que adolece de graves deficiencias debido a un equipo obsoleto.

En el informe se señala también que el Código de inversiones de Uganda, promulgado en 1991, invirtió la desfavorable aptitud oficial mantenida durante mucho tiempo con respecto a las inversiones extranjeras y estableció disposiciones uniformes en materia de incentivos a la inversión (por ejemplo, exoneración temporal de impuestos), repatriación de beneficios y protección contra la expropiación de activos. Estas disposiciones, junto con la reciente serie de privatizaciones, crean nuevas oportunidades para los inversores tanto nacionales como extranjeros.

Uganda participa en el Mercado Común de África Oriental y Meridional (COMESA), que en diciembre de 1994 sustituyó a la zona de comercio preferencial de los Estados de África Oriental y Meridional (ZCP). En el Tratado del COMESA, firmado por más de 20 Estados africanos, se estableció un ambicioso programa de liberalización: entre otras cosas, la creación de una zona de libre comercio para el año 2000, una unión aduanera para el año 2004 y, por último, una unión económica y monetaria. Según el informe, se reforzará la cooperación en diversas esferas, entre ellas las siguientes: procedimientos aduaneros, normalización, medidas antidumping y medidas compensatorias, política en materia de competencia, movimiento de capitales y prevención del contrabando. Si bien la mitad de las exportaciones del país, principalmente de café, se destinan a la Unión Europea, aproximadamente una cuarta parte se dirige hacia otros miembros del COMESA.

La conclusión del informe es que la política comercial y, en particular, la creación de un clima comercial interno en el que disminuya o desaparezca el sesgo antiexportador, tiene una importante función en el futuro desarrollo de Uganda. Una mayor integración internacional, basada en los compromisos contraídos en el marco de la OMC y el COMESA, contribuirá a mantener el impulso de la reforma, estimular la eficiencia de los recursos, proporcionar un potencial de mercado para las nuevas industrias y fomentar el desarrollo a largo plazo del comercio y las inversiones. Los recientes resultados de Uganda testimonian todo lo que la liberalización y las reformas económicas pueden lograr rápidamente en una economía pobre y arrasada. La continuación y consolidación del proceso se considera crucial para la reconstrucción de la estructura económica.

Nota para las redacciones

    El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales (OEPC) de la OMC examinará el informe de la Secretaría, junto con un informe elaborado por el Gobierno de Uganda, los días 27 y 28 de julio de 1995.

    El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales de la OMC realiza una evaluación colectiva de la gama completa de las políticas y prácticas comerciales de cada Miembro de la OMC a intervalos regulares, y sigue de cerca las tendencias y acontecimientos importantes que puedan tener consecuencias para el sistema mundial de comercio.

    Los informes, junto con un acta del debate del OEPC y el resumen del Presidente, se publicarán oportunamente como documentación completa del examen de las políticas comerciales de Uganda. Podrán obtenerse en la Secretaría de la OMC, Centro William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.

    Los informes abarcan la evolución de todos los aspectos de las políticas comerciales de Uganda, como las leyes y reglamentos nacionales, el marco institucional, los acontecimientos relacionados con el comercio en la esfera monetaria y financiera, las prácticas comerciales por clase de medidas y las políticas comerciales por sectores. Se adjuntan las observaciones recapitulativas del informe de la Secretaría y del Gobierno. Los periodistas que deseen disponer del texto íntegro de los informes pueden solicitarlo a la Secretaría de la OMC.

    Desde diciembre de 1989, se han llevado a cabo los siguientes exámenes: Argentina (1992), Australia (1989 y 1994), Austria (1992), Bangladesh (1992), Bolivia (1993), Brasil (1992), Camerún (1995), Canadá (1990, 1992 y 1994), Chile (1991), Colombia (1990), Comunidades Europeas (1991, 1993 y 1995), Corea, Rep. de (1992), Costa Rica (1995), Côte d'Ivoire (1995), Egipto (1992), Estados Unidos (1989, 1992 y 1994), Filipinas (1993), Finlandia (1992), Ghana (1992), Hong Kong (1990 y 1994), Hungría (1991), India (1993), Indonesia (1991 y 1994), Islandia (1994), Israel (1994), Japón (1990, 1992 y 1995), Kenya (1993), Macao (1994), Malasia (1993), Marruecos (1989), México (1993), Nigeria (1991), Noruega (1991), Nueva Zelandia (1990), Pakistán (1995), Perú (1994), Polonia (1993), Rumania (1992), Senegal (1994), Singapur (1992), Sudáfrica (1993), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991), Tailandia (1991), Túnez (1994), Turquía (1994), Uruguay (1992) y Zimbabwe (1994).

Informe de la Secretaría

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
UGANDA
Informe de la Secretaría - Observaciones recapitulativas

El entorno económico

Entre el decenio de 1970 y mediados del de 1980 Uganda atravesó largos períodos de perturbación política -que llegó a veces a la guerra civil- y mediocre administración económica. En 1986 la economía se hallaba en ruinas: la inflación galopante, la rígida regulación de los precios y una moneda muy sobrevalorada desanimaban a los operadores que aún quedaban.

Desde el restablecimiento de la paz y la estabilidad institucional en 1986/87, Uganda ha aplicado un amplio y ambicioso programa de reformas. Con el Programa de Recuperación Económica de 1987 y el Plan de Reorganización y Desarrollo de 1993 las autoridades empezaron de nuevo a aprovechar los activos naturales del país -suelos fértiles y clima templado- y a reorganizar su infraestructura en otros tiempos bastante desarrollada. No obstante, a pesar del notable crecimiento experimentado desde 1987 (tasa anual de alrededor del 5 por ciento), los ingresos por habitante registrados siguen figurando entre los más bajos del mundo y subsisten muchos problemas económicos y sociales, entre los que ocupan un lugar importante los efectos del sida.

Se han realizado progresos en muchas esferas de política. Se ha controlado el gasto público y se ha racionalizado el sistema fiscal; se ha despojado de sus derechos monopolísticos a una serie de empresas estatales; se ha puesto el tipo de cambio en armonía con la realidad del mercado y después se le ha permitido flotar; y se han suprimido las prescripciones en materia de cesión de divisas. Al hacerse más rigurosa la política monetaria ha disminuido la inflación y han pasado a ser positivos los tipos de interés reales. Se están devolviendo los activos expropiados a sus anteriores propietarios y se atrae a nuevos inversores mediante prácticas liberales en materia de autorización de las inversiones. La liberalización del comercio y la desreglamentación interna, incluida la liberalización de los precios agrícolas, están contribuyendo a restablecer el equilibrio del sistema de incentivos y a inyectar cierto grado de competencia en los limitados sectores ugandeses de manufacturas y servicios.

Las actividades económicas informales, en particular la agricultura y la ganadería en pequeña escala, representan actualmente alrededor de la tercera parte del PIB. Aunque la supervivencia económica de Uganda durante el período de la guerra civil y su actual recuperación tienen mucho que agradecer a la flexibilidad de esas actividades, su integración en el sector formal podría contribuir ahora a movilizar factores de producción infrautilizados y a ampliar la base de recursos con miras a una futura expansión.

Uganda en el comercio mundial

El comercio exterior de Uganda es relativamente reducido y asimétrico. En las exportaciones dominan los productos agropecuarios: en 1993 más de la mitad de las exportaciones de mercancías fueron de café. Se ha producido cierta recuperación en otras esferas tradicionales -como las del té, el algodón y el tabaco- y ha habido cierto grado de diversificación en productos no tradicionales, entre ellos los cereales y el pescado. Esta tendencia se ha visto favorecida por la reducción de las distorsiones de las políticas, los movimientos hacia la integración comercial regional y, hasta hace poco, una mejor relación de intercambio como consecuencia del descenso de los precios mundiales del café. Alrededor de la mitad de las exportaciones de mercancías de Uganda tienen como destino la Unión Europea, donde son acreedoras a trato preferencial en el marco del Convenio de Lomé; otra cuarta parte se destina a los otros participantes en el Mercado Común de África Oriental y Meridional (COMESA), en particular los países vecinos de Kenya y Tanzanía, cuya proporción está creciendo rápidamente.

Las importaciones de mercancías han sido muy superiores a las exportaciones, al haber impulsado la demanda en los últimos años la financiación de donantes extranjeros; las transferencias unilaterales representan más del 10 por ciento del PIB de Uganda. Como consecuencia de la reorganización de la infraestructura y de la industria, las importaciones consisten principalmente en maquinaria, equipo de transporte y otras manufacturas. La fuente principal es, con mucha diferencia, la Unión Europea; ahora bien, las importaciones procedentes del Japón han crecido a un ritmo rápido.

Los pagos en concepto de asistencia técnica y de servicios médicos, de enseñanza y de viajes se han traducido en déficit importantes del comercio de servicios. No obstante, la estabilización económica y política está ayudando al sector del turismo, que trata de recuperar su anterior importancia como segunda fuente principal de ingresos por concepto de exportaciones.

Como reflejo de su importancia como interlocutores comerciales, la Unión Europea y, en grado creciente, los países del COMESA son los principales inversores extranjeros en Uganda. Los compromisos a este respecto, que partían de niveles muy bajos, han aumentado notablemente como consecuencia de la confianza en la gestión económica del país, la supresión del restrictivo procedimiento de autorización y, posiblemente, los efectos de los incentivos; las principales esferas de las nuevas inversiones son la elaboración de productos alimenticios, la construcción y la prestación de servicios a las empresas.

Marco jurídico e institucional

Al frente de la República de Uganda figura un Presidente ejecutivo, que preside un Consejo de Ministros por él designado. La mayoría de los miembros del poder legislativo de Uganda, el Consejo de Resistencia Nacional, han sido elegidos por Consejos Municipales; alrededor de la cuarta parte han sido designados por el Presidente. El Consejo de Ministros tiene la responsabilidad general de la formulación y aplicación de las políticas comerciales; el Consejo de Resistencia Nacional ejerce principalmente sus facultades mediante la aprobación de Estatutos, entre ellos los Estatutos Financieros anuales, en los que se especifican los aranceles e impuestos. Se está procediendo a una amplia revisión de la Constitución.

El cambio de la orientación de las políticas desde 1987 ha alterado la estructura institucional de Uganda. Se ha procedido a la reorganización de diversos órganos estatales de comercialización (en las esferas del café y el algodón, entre otras), a los que se ha despojado de sus derechos de monopolio y que desempeñan ahora funciones reguladoras exclusivamente. Desde 1993, de más de 100 empresas de propiedad estatal se han privatizado 18 y se han liquidado 11, y para 1997 se prevé la privatización o liquidación de muchas más.

Las recientes modificaciones de la legislación bancaria tienen por objeto reforzar el papel del Banco de Uganda como autoridad monetaria y aumentar sus funciones de supervisión de las instituciones financieras. Se espera que la actuación del Organismo Fiscal de Uganda (URA), establecido en 1993, mejore la recaudación de contribuciones e impuestos. En virtud del Código de Inversiones de 1991, el Organismo Nacional de Inversiones (UIA) sirve de "ventanilla única" con respecto a las autorizaciones de las inversiones y los incentivos a la inversión.

Características y tendencias de la política comercial

Desde su independencia en 1962 Uganda ha sido parte contratante del GATT. En septiembre de 1994 ratificó el Acuerdo de Marrakech para pasar a ser miembro fundador de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Como consecuencia de la Ronda Uruguay, el nivel de consolidaciones arancelarias de Uganda aumentó considerablemente hasta abarcar la cuarta parte de la totalidad de las líneas arancelarias (el 87 por ciento de los productos agropecuarios y de la pesca y el 15 por ciento de los productos industriales), aunque muchos tipos consolidados siguen siendo más elevados que los aranceles aplicados. Las nuevas normas y disciplinas de la OMC tal vez den lugar a modificaciones legislativas en esferas como las siguientes: valoración en aduana, inspección previa a la expedición, medidas antidumping y medidas compensatorias, salvaguardias, y medidas en materia de inversiones relacionadas con el comercio (MIC). Se está estudiando la adhesión al Acuerdo Plurilateral sobre Contratación Pública. En lo que se refiere a los servicios, los compromisos específicos de Uganda en materia de acceso a los mercados y trato nacional están circunscritos al turismo y sujetos a algunas limitaciones; en cuanto al trato n.m.f., no se han consignado exenciones en la Lista correspondiente de la Ronda Uruguay.

Uganda participa en el Mercado Común de África Oriental y Meridional (COMESA), que en diciembre de 1994 sustituyó a la Zona de Comercio Preferencial para los Estados de África Oriental y Meridional (ZCP). En el Tratado del COMESA, firmado por más de 20 Estados africanos, se establece un ambicioso programa de liberalización: entre otras cosas, la creación de una zona de libre comercio para el año 2000, una unión aduanera para 2004 y, por último, una unión económica y monetaria. Se reforzará la cooperación en diversas esferas, entre ellas las siguientes: procedimientos aduaneros, normalización, medidas antidumping y medidas compensatorias, política en materia de competencia, movimientos de capitales y prevención del contrabando.

Tipo e incidencia de los instrumentos de política

La liberalización del comercio ha ocupado un lugar central en el programa de reforma de Uganda desde 1987. Han desaparecido prácticamente todas las restricciones cuantitativas desde el establecimiento en 1991 de un régimen de licencias automáticas en el marco del Sistema de Certificación de las Importaciones, que permite a los titulares de certificados importar todos los productos, excepto los indicados específicamente en la correspondiente lista. La actual "lista negativa" se limita a la cerveza, las bebidas gaseosas (bebidas no alcohólicas), las baterías de coches, los neumáticos de automóvil usados y determinados tipos de equipo eléctrico y de comunicaciones; las restricciones protegen a las ramas de producción nacionales en las cuatro primeras categorías. La supresión de una prohibición a la importación de cigarrillos en 1994 se supeditó a que la empresa beneficiaria comprara el tabaco en rama nacional para su elaboración en el extranjero.

También se han realizado mejoras en los procedimientos aduaneros gracias al establecimiento de un Número de Identificación Fiscal y la revisión de la Ley de Administración de Aduanas e Impuestos Especiales. El Gobierno espera eliminar gradualmente la actual prescripción en materia de inspección previa a la expedición y proyecta cambiar la base de la valoración en aduana, que es actualmente la Definición de Bruselas, y utilizar el Código de Valoración de la OMC. No obstante, algunos fabricantes nacionales han expresado reiteradamente su preocupación por la ineficiencia de los procedimientos aduaneros y de la lucha contra el contrabando, que se debe principalmente a la insuficiencia de personal y a las dificultades infraestructurales.

Uganda no tiene legislación específica en materia de salvaguardias, aunque el Gobierno proyecta establecerla sobre la base del Acuerdo sobre Salvaguardias de la OMC; en cuanto a las disposiciones en materia de medidas antidumping y medidas compensatorias, hace por lo menos 10 años que no se han invocado. No existe prescripción alguna en materia de depósito previo a la importación ni obligaciones similares y los importadores pueden obtener divisas sin limitaciones a los tipos del mercado.

Dada la importancia de la reorganización de la infraestructura, las prácticas de contratación pública pueden tener un fuerte impacto en las corrientes comerciales. Con arreglo a los actuales procedimientos de contratación, alrededor del 80 por ciento de las compras del Gobierno Central son en principio objeto de licitación pública. Los proveedores ugandeses gozan por lo general de un margen preferencial del 15 al 20 por ciento con respecto a las importaciones. Se realizan compras importantes por conducto de donantes bilaterales y multilaterales, que están sujetas a los criterios específicos de esos donantes.

Al desaparecer los obstáculos no arancelarios, el principal instrumento de protección es el arancel de aduanas. Tras la racionalización llevada a cabo en los últimos años, en el arancel de 1994/95 hay cinco tipos ad valorem, entre 0 y el 60 por ciento. A más del 95 por ciento de la totalidad de las líneas arancelarias se les aplican tipos de entre el 10 y el 30 por ciento; el promedio simple se sitúa en el 17,1 por ciento. Los tipos preferenciales aplicados a las importaciones procedentes de los demás participantes en el COMESA, que abarcan toda la gama de productos, arrojan un promedio del 11,7 por ciento. Se aplican aranceles más elevados en sectores de interés para los productores ugandeses, por ejemplo los de los productos agropecuarios, los productos de la pesca, los productos alimenticios elaborados, los textiles y el cuero. Es probable que la protección arancelaria efectiva quede reforzada mediante la amplia utilización de exenciones de derechos e impuestos con respecto a insumos básicos. Los aranceles representan actualmente alrededor de las dos quintas partes de los ingresos públicos; se está tratando de que la base de esos ingresos la constituyan los impuestos indirectos y los impuestos sobre la renta. A este respecto, se prevé establecer el impuesto sobre el valor añadido en 1996.

Al igual que en la esfera de las importaciones, también en la esfera de las exportaciones han desaparecido muchos obstáculos y desincentivos. En 1990 se sustituyeron las prescripciones en materia de licencias de exportación por un sistema de certificación de las exportaciones, menos restrictivo. Se han abolido asimismo los impuestos sobre las exportaciones.

El café sigue siendo un caso especial. Los exportadores deben inscribirse en un registro y los envíos están sujetos a precios "indicativos" y controles de calidad. El Gobierno se ha reservado el derecho a limitar el volumen de las exportaciones "en consonancia con las exigencias de las obligaciones internacionales", en particular el Esquema de Retención de Existencias de Café, convenido por los principales países productores en 1993. En 1994 se estableció el impuesto de estabilización sobre el café, cuya finalidad es mitigar la presión al alza sobre el tipo de cambio resultante de los aumentos de los precios del café y mejorar de esa manera las condiciones de otros sectores exportadores o competidores de las importaciones.

El Código de Inversiones, promulgado en 1991, invirtió la desfavorable actitud oficial mantenida durante mucho tiempo con respecto a las inversiones extranjeras y estableció disposiciones uniformes en materia de incentivos a la inversión (por ejemplo, exoneración temporal de impuestos), repatriación de beneficios y protección contra la expropiación de activos. Estas disposiciones, junto con la reciente serie de privatizaciones, crean nuevas oportunidades para los inversores tanto nacionales como extranjeros. No obstante, subsisten algunas restricciones. Las inversiones extranjeras están sujetas a autorización previa, aunque casi automática, y con respecto a los incentivos fiscales se exigen a los inversores extranjeros niveles de inversión más elevados que a los ugandeses. Además, el régimen contiene preferencias sectoriales para las inversiones extranjeras en sectores prioritarios designados.

Pautas de las políticas sectoriales

El cultivo de café en pequeña escala y la agricultura de subsistencia figuraron entre las pocas actividades que salieron en gran medida indemnes de la confusión política y económica en que cayó Uganda. No obstante, otras ramas de producción agrícola -en particular, té, algodón y tabaco- han reaccionado rápidamente ante el programa de reorganización. Para fomentar la diversificación de productos y promover la autosuficiencia alimentaria, se ha otorgado a muchos sectores agrícolas una protección arancelaria superior al promedio con respecto a los productos finales, combinada con la entrada en régimen de franquicia de los insumos (abonos, plaguicidas, semillas, máquinas y herramientas agrícolas).

Se han abandonado en gran medida, por lo menos en teoría, las políticas de sustitución de las importaciones aplicadas antes en el sector manufacturero. El pequeño sector industrial de Uganda representa alrededor del 6 por ciento del PIB. Sus principales soportes son actualmente industrias de transformación de base agrícola, como las del café, las bebidas (cerveza y bebidas gaseosas), los textiles y el cuero. Al igual que en el sector de la agricultura, el Gobierno ha tratado de aumentar la eficiencia de la industria mediante la desreglamentación, la privatización y la liberalización del comercio. También en este caso, sin embargo, existe una combinación de aranceles elevados y exenciones de derechos -o, en algunos casos, prohibiciones de las importaciones con arreglo a la lista negativa- encaminada a promover determinadas industrias incipientes, que puede mantener una protección efectiva sustancial. Además, en virtud del Código de Inversiones, el Organismo Nacional de Inversiones puede otorgar incentivos a la inversión supeditados a la utilización de insumos nacionales o a la actividad exportadora.

Si bien el sistema de incentivos tiene por objeto ampliar la estructura regional y sectorial de la producción, sus continuos desequilibrios pueden desalentar la realización de actividades que podrían desarrollarse mejor en un entorno más neutral. La proyectada reforma del sistema fiscal podría dar margen para nuevas reducciones arancelarias de base más amplia, lo que contribuiría a reducir esos riesgos.

Se ha dado la máxima prioridad a la reorganización y modernización de la infraestructura y de los servicios básicos prestados a las empresas. El Gobierno ha tratado, en particular, de dotar de mayor eficiencia al sector bancario y de desreglamentar el sector del transporte. Tal vez se haga lo mismo en lo que se refiere a las reformas de las telecomunicaciones; a este respecto, la modernización de la red de telecomunicaciones básicas y la reforma de la estructura de los precios beneficiarían considerablemente a la economía de Uganda. Lo mismo puede decirse en lo concerniente a la generación y distribución de energía eléctrica, que adolece de graves deficiencias debido a un equipo obsoleto.

Políticas comerciales e interlocutores en el comercio exterior

La liberalización autónoma del comercio y las inversiones ha sido un elemento clave de los resultados económicos de Uganda desde mediados del decenio de 1980. Ha contribuido a atraer a inversores y donantes extranjeros y a crear las condiciones necesarias para una rápida recuperación económica. Para mejorar la base de recursos con miras a la continuación de la expansión, las corrientes de inversiones tendrían que verse complementadas con una mayor formación interna de capital. Aunque existen las condiciones macroeconómicas principales -prudencia fiscal y un entorno de baja inflación-, el ahorro privado sigue siendo escaso. Sin embargo, es probable que esto cambie al crecer la confianza en la estabilidad económica e institucional de Uganda.

La política comercial -y, en particular, la creación de un clima comercial interno en el que disminuya o desaparezca el sesgo antiexportador- tiene una importante función en el futuro desarrollo de Uganda. Una mayor integración internacional, basada en los compromisos contraídos en el marco de la OMC y el COMESA, contribuirá a asegurar el impulso de la reforma, estimular la eficiencia de los recursos, proporcionar un potencial de mercado para las nuevas industrias y fomentar el desarrollo a largo plazo del comercio y las inversiones. Los recientes resultados de Uganda testimonian lo que la liberalización y las reformas económicas pueden lograr rápidamente en una economía pobre y arrasada; para la reconstrucción de la estructura económica es de importancia crucial la continuación y consolidación del proceso.

Informe del Gobierno

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
UGANDA
Informe del Gobierno

Panorama general

Uganda, que obtuvo la independencia en octubre de 1962, es un país de África Oriental cuya historia se ha caracterizado después de la independencia por luchas civiles e inestabilidad política. Sin embargo, con la llegada al poder del actual Gobierno del Movimiento de Resistencia Nacional se han restablecido el imperio de la ley, la paz y la estabilidad.

Alrededor del 90 por ciento de los 17 millones de habitantes de Uganda viven en zonas rurales, en las que su subsistencia depende directamente de la agricultura y actividades conexas. Actualmente la base de las exportaciones del país consiste principalmente en el café y unos cuantos productos primarios. Con el fin de ampliarla, el Gobierno de Uganda ha emprendido un ambicioso Programa de Diversificación de las Exportaciones destinado a fomentar los cultivos no tradicionales.

Desde mayo de 1987 el Gobierno de Uganda ha seguido audaces políticas macroeconómicas y ha aplicado un Programa de Recuperación Económica encaminado a lograr, a corto plazo, la estabilidad económica y, a medio y largo plazo, un crecimiento sostenido.

Como consecuencia de esas medidas, la economía ugandesa ha registrado durante los seis últimos años un crecimiento medio anual del 5,7 por ciento. Durante ese período los ingresos por habitante se han incrementado en un 2,8 por ciento anual, no obstante lo cual, el promedio por habitante sigue siendo muy bajo: 170 dólares EE.UU.

El Programa de Recuperación Económica perseguía tres objetivos principales:

a)    restablecer la estabilidad económica reduciendo la inflación por medio de la gestión fiscal y la adopción de medidas monetarias;

b)    acelerar el crecimiento de la producción destinada a la exportación mediante la liberalización de los precios, la desreglamentación de las actividades económicas y el fomento del ahorro y la inversión;

c)    ampliar la infraestructura social y económica para aumentar la productividad, reducir la pobreza y elevar el nivel de vida de la población.

La economía de Uganda quedó devastada por los conflictos políticos y civiles sufridos durante dos decenios, entre 1966 y 1985. Cuando llegó al poder el Movimiento de Resistencia Nacional, en 1986, emprendió programas de reajuste estructural encaminados a reactivar la economía lo más rápidamente posible.

Gracias a la determinación del Gobierno de aplicar políticas macroeconómicas sanas y a la realización de reformas estructurales, se ha controlado la inflación, se ha producido una mejora del déficit presupuestario y se ha registrado un aumento sustancial de las transferencias privadas a la economía. Cuando el Gobierno se dispone a pasar de la etapa de reorganización a la de desarrollo la recuperación económica de Uganda ha registrado progresos sustanciales.

El Gobierno ha realizado grandes esfuerzos para crear, mediante políticas realistas, un clima atractivo y apropiado para las inversiones extranjeras directas. La decisión de devolver más de 2.500 propiedades expropiadas a extranjeros ha provocado la realización de importantes inversiones para la rehabilitación de esas propiedades, con el consiguiente aumento de las oportunidades de empleo y obtención de ingresos. Es una medida que ha reavivado el entusiasmo empresarial y ha restablecido la confianza y la seguridad de los inversores en potencia.

Se han desplegado también esfuerzos para ampliar la base impositiva del país sin desalentar el ahorro y la inversión. Con el fin de racionalizar y mejorar la recaudación fiscal, en 1991 se creó el Organismo Fiscal de Uganda, que desde su establecimiento ha obtenido resultados sumamente satisfactorios en materia de recaudación fiscal.

En la esfera del comercio, los objetivos prioritarios se han centrado en un plan encaminado a recuperar los niveles máximos de exportación anteriormente alcanzados por Uganda y en el establecimiento de las condiciones adecuadas para conseguir un aumento de los volúmenes de exportación y de los ingresos consiguientes, con miras a lograr un sector exportador que se sostenga con sus propios recursos. A tales efectos, se han adoptado diversas medidas, entre ellas las siguientes: reorganización del sector exportador de productos tradicionales y promoción, desarrollo y expansión de los productos no tradicionales; fomento de una industrialización sostenible; promoción y facilitación de una comercialización eficiente de la producción agropecuaria; adopción de un sistema de tipos de cambio determinados por el mercado; liberalización del comercio y de la comercialización, con inclusión de la supresión del régimen de licencias y los controles de precios. Se han adoptado también medidas encaminadas a la reforma arancelaria y fiscal y al restablecimiento de la infraestructura esencial.

Aunque con las medidas citadas se ha logrado cierta mejora de los resultados del sector exportador, Uganda sigue teniendo una base de exportación reducida. Por consiguiente, el Gobierno ha emprendido una enérgica campaña de promoción de las exportaciones y las inversiones con el fin de ampliar la base de las exportaciones mediante su diversificación y la penetración en nuevos mercados.

Aunque la mejora de la economía en lo que se refiere a los mercados favorecerá con toda seguridad el éxito de esos esfuerzos, no cabe duda de que el logro de un sistema multilateral de comercio más liberal y abierto como consecuencia de los Acuerdos de la Ronda Uruguay contribuirá considerablemente a la consecución de los objetivos de Uganda. Por ello, Uganda cumplió todas las condiciones necesarias para convertirse en Miembro inicial de la OMC.