Cuestiones abarcadas por los Comités y Acuerdos de la OMC
EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: PRIMER COMUNICADO DE PRENSA, RESUMEN DEL INFORME DE LA SECRETARÍA Y DEL INFORME DEL GOBIERNO

Sri Lanka: noviembre de 1995

COMMUNICADO DE PRENSA
PRENSA/TPRB/17
3 de noviembre de 1995

SRI LANKA PROSIGUE SUS REFORMAS PERO NECESITA EL APOYO DE SUS PRINCIPALES INTERLOCUTORES COMERCIALES

A pesar de la guerra civil existente en algunas regiones del país, la economía de Sri Lanka ha reaccionado bien ante las reformas desde finales del decenio de 1970. Las reformas, que se orientaban especialmente a cambiar las actividades de sustitución de las importaciones realizadas por empresas de propiedad estatal, se centraron inicialmente en la promoción de las exportaciones de manufacturas, en especial de textiles y prendas de vestir.

Según el informe de la Secretaría de la OMC sobre las políticas y prácticas comerciales de Sri Lanka, las reformas han tendido gradualmente a una liberalización de base más amplia. Durante el último decenio, la apertura del mercado a las importaciones de manufacturas ha ido acompañada de medidas de desreglamentación interna y privatización, que han afectado a un gran número de empresas de propiedad estatal. Las inversiones extranjeras directas han recibido una buena acogida y han desempeñado un papel especialmente importante en el desarrollo de las industrias del vestido y del turismo. A las inversiones que entrañan una participación de hasta el 40 por ciento se les otorga por lo general autorización automática, y los inversores reciben trato nacional. Las nuevas iniciativas están encaminadas a exponer a la competencia a sectores de servicios protegidos durante mucho tiempo, así como a reducir y armonizar la protección arancelaria.

Sin embargo, el ritmo del cambio ha variado con el transcurso del tiempo debido a dificultades en la gestión macroeconómica y a una grave crisis de balanza de pagos en los últimos años del decenio de 1980. Según el informe, la balanza comercial conjunta (bienes y servicios) de Sri Lanka ha seguido registrando un déficit sustancial, que ascendió en 1993 a 1.100 millones de dólares EE.UU., cifra equivalente al 10 por ciento aproximadamente del PIB. Con todo, estimulada por unas condiciones más favorables para el reajuste y el crecimiento, la economía de Sri Lanka ha crecido a un ritmo anual de casi el 5 por ciento entre 1990 y 1994.

El informe indica que los Acuerdos de la OMC han afirmado, y es probable que amplíen, el marco institucional para la integración en el mercado internacional. Al igual que los demás Miembros de la OMC, Sri Lanka ha consolidado todos los aranceles relativos a productos agropecuarios, pero el alcance de las consolidaciones arancelarias en la esfera industrial sigue siendo reducido; los tipos máximos consolidados son los mismos que en la agricultura (50 por ciento). Los compromisos contraídos por Sri Lanka en el marco del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) están circunscritos al turismo, aunque se han mejorado también las condiciones de acceso al mercado en el sector de la banca y otros servicios. Actualmente se están preparando enmiendas para poner la legislación nacional en conformidad con el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) de la OMC y se está considerando la promulgación de nuevas disposiciones legislativas para ponerla en conformidad con los Acuerdos de la OMC sobre Salvaguardias, Antidumping y Subvenciones y Medidas Compensatorias.

El informe concluye que dada la actual composición de las exportaciones de Sri Lanka, es esencial que los continuos esfuerzos de liberalización se vean apoyados por condiciones abiertas y previsibles de acceso a los grandes mercados de exportación del país fuera de la región.

Nota para las redacciones

El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales (OEPC) de la OMC examinará el informe de la Secretaría, junto con un informe elaborado por el Gobierno de Sri Lanka, los días 7 y 8 de noviembre de 1995.

El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales de la OMC realiza una evaluación colectiva de la gama completa de las políticas y prácticas comerciales de cada Miembro de la OMC a intervalos regulares, y sigue de cerca las tendencias y acontecimientos importantes que puedan tener consecuencias para el sistema mundial de comercio.

Los informes, junto con un acta del debate del OEPC y el resumen del Presidente, se publicarán oportunamente como documentación completa del examen de las políticas comerciales de Sri Lanka. Podrán obtenerse en la Secretaría de la OMC, Centro William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.

Los informes abarcan la evolución de todos los aspectos de las políticas comerciales de Sri Lanka, como las leyes y reglamentos nacionales, el marco institucional, las prácticas comerciales por clase de medidas y las políticas comerciales por sectores. Desde la entrada en vigor de la OMC, los informes abarcan también las "nuevas esferas" del comercio de servicios y los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio. Se adjuntan las observaciones recapitulativas del informe de la Secretaría y del Gobierno. Los periodistas que deseen disponer del texto íntegro de los informes pueden solicitarlo a la Secretaría de la OMC.

Desde diciembre de 1989, se han llevado a cabo los siguientes exámenes: Argentina (1992), Australia (1989 y 1994), Austria (1992), Bangladesh (1992), Bolivia (1993), Brasil (1992), Camerún (1995), Canadá (1990, 1992 y 1994), Chile (1991), Colombia (1990), Comunidades Europeas (1991, 1993 y 1995), Corea, Rep. de (1992), Costa Rica (1995), Côte d'Ivoire (1995), Egipto (1992), Estados Unidos (1989, 1992 y 1994), Filipinas (1993), Finlandia (1992), Ghana (1992), Hong Kong (1990 y 1994), Hungría (1991), India (1993), Indonesia (1991 y 1994), Islandia (1994), Israel (1994), Japón (1990, 1992 y 1995), Kenya (1993), Macao (1994), Malasia (1993), Marruecos (1989), Mauricio (1995), México (1993), Nigeria (1991), Noruega (1991), Nueva Zelandia (1990), Pakistán (1995), Perú (1994), Polonia (1993), Rumania (1992), Senegal (1994), Singapur (1992), Sudáfrica (1993), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991), Tailandia (1991), Túnez (1994), Turquía (1994), Uganda (1995), Uruguay (1992) y Zimbabwe (1994).

Informe de la Secretaría

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
SRI LANKA
Informe de la Secretaría - Observaciones recapitulativas

Hasta finales del decenio de 1970 el desarrollo económico de Sri Lanka se centró en actividades de sustitución de las importaciones realizadas principalmente por empresas de propiedad estatal. Los resultados fueron decepcionantes y el ritmo de la expansión económica fue mucho más lento que en otros países de la región. Animados por el fuerte crecimiento inducido por las exportaciones de las economías de Asia Oriental y Sudoriental, en 1977 se iniciaron reformas económicas y comerciales. En principio se centraron en la expansión de las exportaciones de manufacturas, en particular prendas de vestir, pero últimamente se ha tendido a una liberalización de base más amplia. El ritmo del cambio ha variado con el transcurso del tiempo debido, entre otras cosas, a dificultades en la gestión macroeconómica y a una grave crisis de balanza de pagos en los últimos años del decenio de 1980.

El progreso económico de Sri Lanka se ha basado en buena medida en industrias de exportación con gran utilización de mano de obra, principalmente las del vestido y el acabado de piedras preciosas, que aprovechan la existencia de una fuerza laboral relativamente bien formada y de bajo coste y sistemas generosos de exención arancelaria. Aunque las vinculaciones internas de estas industrias en materia de suministro siguen siendo débiles, la liberalización y desreglamentación económicas en curso tal vez contribuyan a fomentar un mayor contenido nacional.

A pesar de la guerra civil existente en algunas regiones del país, la economía ha reaccionado bien ante las recientes reformas: crecimiento del PIB real de alrededor del 5 por ciento (1990-1994), incremento de las reservas en divisas y creciente escasez de cierta mano de obra especializada. No obstante, la balanza comercial conjunta (bienes y servicios) de Sri Lanka ha seguido registrando un déficit sustancial, que ascendió en 1993 a 1.100 millones de dólares de los EE.UU., cifra equivalente al 10 por ciento aproximadamente del PIB. Las remesas de nacionales de Sri Lanka que trabajan en el extranjero y las donaciones intergubernamentales cubren más de la mitad del déficit.

Subsisten problemas de gran envergadura. Los persistentes déficit presupuestarios tienden a elevar los tipos de interés reales y a dificultar las decisiones de inversión privada a largo plazo. El ahorro fiscal ha resultado difícil, debido a la reducida base impositiva, el drenaje fiscal de la guerra civil y, más recientemente, las sustanciales subvenciones a los consumidores con respecto a artículos socialmente sensibles, en particular el pan. Las actividades tradicionales del sector público se han restringido y reestructurado; sin embargo, se necesitan inversiones importantes para mejorar la infraestructura del país, en particular el transporte y la energía eléctrica, y reducir los obstáculos a la continuación de la expansión económica. El establecimiento de un impuesto sobre el valor añadido, previsto para finales de 1995, puede contribuir a reducir la proporción del déficit presupuestario con respecto al PIB.

Sri Lanka en el comercio mundial

Tradicionalmente, el té y los productos del té han ocupado un lugar dominante en las exportaciones de mercancías de Sri Lanka, en tanto que el arroz y otros artículos alimenticios eran los principales productos de importación. Desde finales del decenio de 1970 el sector del té ha mantenido su participación en la producción y el comercio mundiales gracias a los países del Oriente Medio, que han constituido su principal mercado. Por otro lado, la parte correspondiente al arroz, principal cultivo alimentario, en las importaciones totales ha descendido al aumentar la producción nacional.

A partir de 1980 la industria del vestido se convirtió en la principal fuente de ingresos en concepto de exportaciones del país. Las sustanciales inversiones extranjeras, procedentes -entre otros- de países que se enfrentan con contingentes en el marco del Acuerdo Multifibras (AMF), crearon una sólida base de producción y facilitaron el acceso a canales de comercialización internacionales. El progreso de la industria del vestido queda reflejado en la reorientación de las importaciones hacia proveedores de textiles de Asia Oriental y Sudoriental, como Hong Kong, el Taipei Chino y la República de Corea. Las exportaciones de prendas de vestir han aumentado a un ritmo rápido, aunque algunas partidas se hallan también sujetas a contingentes en los principales mercados, entre ellos los Estados Unidos y la Unión Europea. Actualmente la parte de las exportaciones de mercancías correspondiente a las prendas de vestir se aproxima al 50 por ciento; cerca de las dos terceras partes se destinan a los Estados Unidos.

Las piedras semipreciosas representan el 10 por ciento de las exportaciones de mercancías; a partir de 1990 los envíos de piedras elaboradas han aumentado con especial rapidez. En cuanto a la industria electrónica, a pesar de los incentivos específicos ofrecidos, su participación en la producción y las exportaciones ha seguido siendo reducida.

Como reflejo de la evolución del sector manufacturero, el crecimiento del sector de los servicios se basó inicialmente en actividades que contribuyen directamente a la obtención de ingresos en divisas, por ejemplo la reexpedición y el turismo. Aunque la inseguridad causada por la guerra civil ha afectado al sector del turismo, las llegadas de turistas volvieron a registrar cotas importantes en los últimos tiempos, hasta alcanzar la cifra de 400.000 en 1994. Aunque no se dispone de datos detallados, la distribución geográfica de las importaciones y las exportaciones de servicios parece estar dominada por interlocutores comerciales ajenos a la región.

Marco jurídico e institucional

La actual Constitución de Sri Lanka, promulgada en 1978, prevé un fuerte Presidente ejecutivo que es elegido por un mandato de seis años. El actual Presidente ostenta varias carteras, entre ellas las de Hacienda, Planificación y Defensa.

La competencia en materia de políticas en las principales esferas relacionadas con el comercio corresponde al Ministro de Hacienda y al Ministro de Comercio Interior y Exterior y Alimentación. El Ministro de Hacienda tiene a su cargo los aspectos relacionados con los ingresos: por ejemplo, aranceles, recargos, subvenciones y contratación pública; en cuanto al Ministro de Comercio, entre sus responsabilidades figuran la administración del régimen de licencias de importación y exportación y la legislación en materia de propiedad intelectual. La Junta de Inversiones, dependiente del Ministro de Hacienda, tiene el mandato de autorizar, administrar y facilitar las entradas de inversiones extranjeras.

Desde finales del decenio de 1970 tres Comisiones Arancelarias Presidenciales han presentado informes sobre los efectos de las distintas opciones de política comercial, como preparación del terreno, dentro y fuera del Gobierno, para ulteriores iniciativas de liberalización.

Características y tendencias de la política comercial

Obligaciones internacionales

Sri Lanka ha sido parte contratante del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) desde 1948. Ratificó el Acuerdo de Marrakech en junio de 1994, para pasar a ser Miembro fundador de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Al igual que los demás Miembros de la OMC, Sri Lanka ha consolidado todos los aranceles relativos a productos agropecuarios. Aunque bastante superiores a los tipos aplicados, los tipos consolidados -50 por ciento- pueden limitar la utilización de recargos durante las temporadas de la cosecha. El alcance de las consolidaciones arancelarias en la esfera industrial sigue siendo reducido; los tipos máximos consolidados son los mismos que en la agricultura. Los compromisos contraídos por Sri Lanka en el marco del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) están circunscritos al turismo, aunque en la práctica se han mejorado también las condiciones de acceso en otras esferas, como la de la banca. Se están preparando enmiendas para poner la legislación nacional en conformidad con el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) de la OMC.

La participación de Sri Lanka en acuerdos comerciales regionales es limitada. Es signatario del Acuerdo de Bangkok y participa en el Acuerdo de Comercio Preferencial del Asia Sudoriental, que entrará en vigor en noviembre de 1995. El ámbito de estos acuerdos está principalmente circunscrito a reducciones y exenciones de derechos con respecto a una gama relativamente pequeña de productos; no quedan abarcados los servicios. Por consiguiente, Sri Lanka no ha notificado exenciones del trato n.m.f. en el marco del artículo II del AGCS.

Tipo e incidencia de los instrumentos de política comercial

Las iniciativas de liberalización emprendidas han reforzado el papel de los aranceles como principal instrumento de regulación del comercio de mercancías de Sri Lanka. A su vez, el régimen arancelario ha pasado a tener menos efectos de distorsión durante las series de reformas subsiguientes. Actualmente presenta una estructura en tres tramos, con tipos del 10, 20 y 35 por ciento; el promedio simple es del orden del 20 por ciento. Tras la arancelización de la mayoría de las restricciones cuantitativas, aparte de algunas medidas que se siguen manteniendo por motivos de balanza de pagos, los controles y las prescripciones en materia de licencias aún vigentes responden principalmente a preocupaciones de salud y seguridad. Las licencias únicamente se expiden a nacionales de Sri Lanka o a empresas de propiedad nacional mayoritaria.

Aunque la progresividad arancelaria ha disminuido a lo largo del tiempo, es aún considerable. Las tasas de protección efectiva exceden actualmente del 100 por ciento en esferas como las del papel y los productos metálicos. Aun cuando la adopción de nuevas medidas de reducción y armonización arancelarias contribuiría a reducir las distorsiones económicas -el Gobierno prevé el establecimiento de un arancel uniforme del 15 por ciento a plazo medio- las limitaciones fiscales podrían constituir un impedimento. Las consideraciones fiscales han dado ya lugar al establecimiento, y posterior aumento, de un gravamen de defensa sobre todas las importaciones destinadas al consumo interno; el tipo actual es del 4,5 por ciento. Además, esas importaciones están sujetas a un derecho de timbre del 2 por ciento sobre cartas de crédito obligatorias.

Con miras a aislar a los exportadores del costo directo de la protección frente a las importaciones, se utilizan diversos sistemas para dar acceso a insumos objeto de comercio a precios cercanos a los del mercado mundial. Aunque inicialmente se establecieron zonas de elaboración para la exportación en regiones geográficas específicas, en 1992 se declaró a la totalidad del país zona de elaboración para la exportación. Tal vez ello haya fomentado la producción destinada a la exportación en las áreas rurales, en armonía con las intenciones originales, pero podría haber facilitado también filtraciones de importaciones exentas de derechos en la economía nacional, ya que el movimiento de los suministros destinados a las empresas beneficiarias es difícil de controlar. Además, aun fomentando las exportaciones, esas importaciones podrían haber dificultado la aparición de industrias intermedias y, por consiguiente, la creación de una base industrial más amplia.

Las exportaciones de una serie de productos basados en la explotación de recursos naturales, así como de algunos productos de acero, están sujetas a cánones, derechos y contribuciones, que se aplican por lo general a niveles moderados. Los fondos se destinan al presupuesto general o a actividades de promoción de las exportaciones, con inclusión de subvenciones de puesta en marcha para nuevos exportadores. Las exportaciones de algunos textiles y prendas de vestir a los Estados Unidos y de productos del coco al Brasil han estado sujetas a medidas en materia de derechos compensatorios.

La gradual liberalización de las importaciones, y las consiguientes presiones al reajuste, quizás hayan alentado solicitudes de protección temporal mediante recargos a la importación. Las decisiones sobre esas solicitudes las adopta el Ministro de Hacienda, que goza de un amplio margen de facultades discrecionales. No se exige prueba de la existencia de daño. En 1994 hubo 17 casos que afectaban a una diversidad de productos: desde cebollas a hojas de afeitar y bicicletas; ahora bien, todas las medidas han expirado ya. Las autoridades están considerando la promulgación de nuevas disposiciones legislativas para ponerse en conformidad con los Acuerdos de la OMC sobre Salvaguardias, Antidumping, y Subvenciones y Medidas Compensatorias.

Desde el decenio de 1970 las inversiones extranjeras directas en actividades orientadas a la exportación han recibido una buena acogida. Esas inversiones desempeñaron un papel especialmente importante en el desarrollo de las industrias del vestido y del turismo. A las inversiones que entrañan una participación de hasta el 40 por ciento se les otorga por lo general autorización automática y los inversores reciben trato nacional. Las que exceden de esa proporción se examinan caso por caso. Las deficiencias estructurales del sector de los seguros y el derecho preferencial del Gobierno a determinados fondos, que refleja dificultades fiscales, parecen haber retrasado la liberalización en este sector. No obstante, se está examinando la introducción de reformas parciales que permitan participaciones extranjeras minoritarias.

Pautas de las políticas sectoriales

El sector del té de Sri Lanka, basado en plantaciones, coexiste con importantes niveles de agricultura de subsistencia, principalmente de arroz. Las inversiones públicas en gran escala en instalaciones de regadío beneficiaron a los cultivadores de arroz durante el decenio de 1980 y han contribuido al elevado nivel de autosuficiencia de Sri Lanka. Actualmente se hace especial hincapié en el cultivo de productos de elevado valor añadido y en las actividades de elaboración conexas. En este contexto, se han emprendido importantes iniciativas: esquemas de mejora de semillas orientados al mercado, facilidades de crédito especiales y la privatización de la gestión de las plantaciones. Sin embargo, por razones de política social y regional, es probable que el cultivo del arroz siga mereciendo especial atención a nivel de política.

La liberalización exterior en el sector manufacturero ha ido acompañada de medidas de desreglamentación interna y privatización que han afectado a un gran número de empresas de propiedad estatal. Las excepciones se limitan principalmente a esferas sensibles en materia de seguridad, como las de la producción de petróleo y gas. Cabe atribuir la participación decreciente de las empresas de propiedad pública en el valor añadido del sector manufacturero -de cerca del 60 por ciento en 1981 a menos del 15 por ciento en 1991- tanto a esas iniciativas como al fuerte crecimiento del sector privado, especialmente en la industria del vestido.

El acceso a una serie de sectores de servicios, entre ellos las telecomunicaciones y la banca, ha sido objeto de gradual desreglamentación. Aunque Sri Lanka Telecom (SLT) sigue teniendo la exclusiva del suministro de servicios vocales básicos, vinculada al monopolio de la red, actividades como las de telefonía móvil y transmisión de datos están abiertas a la competencia. Se están desplegando esfuerzos para frenar la concesión interna de subvenciones cruzadas en la SLT y racionalizar su estructura de tarifas. La continuación de la liberalización podría fomentar el desarrollo de servicios orientados al exterior, fortalecer la competitividad de las industrias usuarias y reforzar sus vínculos internos de suministro.

Políticas comerciales e interlocutores en el comercio exterior

Las reformas económicas se iniciaron en Sri Lanka en respuesta a la gran insatisfacción pública por los mediocres resultados industriales y la desenfrenada búsqueda de rentas en un sistema de incentivos distorsionado. Aun cuando a lo largo del tiempo se han producido algunos tropiezos, el fuerte crecimiento registrado en los últimos años ha contribuido a aumentar el apoyo político interno al cambio. Por el lado exterior, los Acuerdos de la OMC han afirmado y ampliado el marco institucional para la integración en el mercado internacional. Los signos son, pues, positivos para nuevas iniciativas encaminadas a exponer a la competencia a sectores de servicios protegidos durante mucho tiempo, proseguir la reducción y armonización de la protección arancelaria, racionalizar los sistemas de devolución y exención de derechos y desarrollar otras fuentes de ingresos públicos con menos efectos de distorsión. Dada la actual composición de las exportaciones de Sri Lanka, es esencial que esos esfuerzos se vean apoyados por condiciones liberales y previsibles de acceso a grandes mercados de exportación fuera de la región.