Cuestiones abarcadas por los Comités y Acuerdos de la OMC
EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: SEGUNDO COMUNICADO DE PRENSA Y CONCLUSIONES DEL PRESIDENTE

COMUNICADO DE PRENSA
PRENSA/TPRB/173
17 de septiembre de 2001

Estados Unidos: septiembre de 2001

El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) llevó a cabo su sexto Examen de las Políticas Comerciales de los Estados Unidos los días 14 y 17 de septiembre de 2001. Adjunto figura el texto de las observaciones recapitulativas del Presidente, donde se reseñan los puntos más destacados que se plantearon durante los debates.

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLITICAS COMERCIALES: ESTADOS UNIDOS
EVALUCIÓN DEL OEPC

Este tipo de exámenes permite al OEPC realizar a intervalos regulares una evaluación colectiva de todas las políticas y prácticas comerciales de cada país Miembro, para seguir de cerca las tendencias y acontecimientos importantes que puedan tener repercusiones en el sistema mundial de comercio.

El examen se basa en dos informes, uno de la Secretaría de la OMC y otro del Gobierno objeto de examen, en los que se consideran todos los aspectos de las políticas comerciales del país de que se trate, entre ellos sus leyes y reglamentos nacionales, el marco institucional, los acuerdos bilaterales y regionales y otros acuerdos preferenciales, las necesidades económicas más generales y el entorno exterior. Más adelante se publicará la documentación completa del examen de las políticas comerciales de los Estados Unidos, que comprenderá, además de esos dos informes, un acta del debate y el resumen del Presidente. Esa documentación podrá solicitarse a la Secretaría de la OMC, Centro William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.

Desde diciembre de 1989 se han llevado a cabo los siguientes exámenes: Argentina (1992 y 1999), Australia (1989, 1994 y 1998), Austria (1992), Bahrein (2000), Bangladesh (1992 y 2000), Benin (1997), Bolivia (1993 y 1999), Botswana (1998), Brasil (1992, 1996 y 2000), Burkina Faso (1998), Camerún (1995 y 2001), Canadá (1990, 1992, 1994, 1996, 1998 y 2000), Chile (1991 y 1997), Chipre (1997), Colombia (1990 y 1996), Comunidades Europeas (1991, 1993, 1995, 1997 y 2000), Corea, Rep. de (1992, 1996 y 2000), Costa Rica (1995), Côte d'Ivoire (1995), Egipto (1992 y 1999), El Salvador (1996), Estados Unidos (1989, 1992, 1994, 1996, 1999 y 2001), Fiji (1997), Filipinas (1993), Finlandia (1992), Gabón (2001), Ghana (1992 y 2001), Guinea (1999), Hong Kong (1990, 1994 y 1998), Hungría (1991 y 1998), India (1993 y 1998), Indonesia (1991, 1994 y 1998), Islandia (1994 y 2000), Israel (1994 y 1999), Islas Salomón (1998), Jamaica (1998), Japón (1990, 1992, 1995, 1998 y 2000), Kenya (1993 y 2000), Lesotho (1998), Macao (1994), Madagascar (2001), Malasia (1993 y 1997), Malí (1998), Marruecos (1989 y 1996), Mauricio (1995), México (1993 y 1997), Mozambique (2001), Namibia (1998), Nicaragua (1999), Nigeria (1991 y 1998), Noruega (1991, 1996 y 2000), Nueva Zelandia (1990 y 1996), Pakistán (1995), Papua Nueva Guinea (1999), Paraguay (1997), Perú (1994 y 2000), Polonia (1993 y 2000), República Checa (1996), República Dominicana (1996), República Eslovaca (1995), Rumania (1992 y 1999), Senegal (1994), Singapur (1992, 1996 y 2000), Sri Lanka (1995), Sudáfrica (1993 y 1998), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991, 1996 y 2000 (junto con Liechtenstein)), Swazilandia (1998), Tailandia (1991, 1995 y 1999), Tanzanía (2000), Togo (1999), Trinidad y Tabago (1998), Túnez (1994), Turquía (1994 y 1998), Uganda (1995), Uruguay (1992 y 1998), Venezuela (1996), Zambia (1996) y Zimbabwe (1994).

 
 
ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES: ESTADOS UNIDOS
OBSERVACIONES FORMULADAS POR EL PRESIDENTE A MODO DE CONCLUSIÓN
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Hemos llevado a cabo con éxito el sexto examen de las políticas y prácticas comerciales de los Estados Unidos. Este examen ha permitido a los Miembros comprender mejor las políticas comerciales de la nueva administración estadounidense y que expresaran sus opiniones acerca de la manera en que dichas políticas podrían afectarles. Mediante el fomento de estos intercambios este Mecanismo contribuye al funcionamiento fluido del sistema multilateral de comercio, radicado en la creencia de que la cooperación en la esfera del comercio es condición necesaria para el bienestar de los países y las relaciones pacíficas entre ellos. Creo que se trata de consideraciones importantes en un momento en que tenemos tan presentes las dificultades económicas mundiales y los recientes ataques terroristas.

Los Miembros han reconocido una vez más el papel crucial de los Estados Unidos en la economía mundial, así como la vital contribución que hacen a la OMC. El tamaño de la economía estadounidense, junto con sus políticas comerciales generalmente liberales y favorables a la competencia han convertido a los Estados Unidos en el mayor país importador del mundo, y en un pilar del crecimiento mundial. Por ello los Miembros estaban preocupados por la ralentización de la actividad económica de los Estados Unidos y alentaron a las autoridades a continuar las medidas que estaban adoptando para enfrentarse a ella; instaron a los Estados Unidos a resistirse a cualquier medida proteccionista que pueda surgir. Los Miembros también expresaron un firme interés en los objetivos de política comercial de la nueva administración, tanto en el contexto de la OMC como con respecto a las negociaciones de acuerdos comerciales preferenciales; varios acogieron con satisfacción el firme apoyo de los Estados Unidos a una nueva ronda de negociaciones comerciales multilaterales. También hemos observado que la administración ha dado prioridad en su programa de legislación comercial a la aprobación de la Autoridad de Promoción del Comercio.

Los Miembros reconocieron que el régimen de comercio e inversiones de los Estados Unidos es uno de los más abiertos y transparentes del mundo. De acuerdo con esto, el promedio del tipo arancelario NMF de los Estados Unidos es relativamente bajo. Sin embargo, varios Miembros señalaron a la atención la persistencia de las crestas y la progresividad arancelarias en algunos sectores de especial interés para los países en desarrollo, tales como la agricultura y los textiles y el vestido; también aparecían crestas en el caso de los vehículos automóviles y los buques. Además señalaron la utilización de tipos específicos y compuestos, que aumentan la protección arancelaria en épocas de caída de los precios. También resultaban preocupantes el tamaño, la administración y los índices de utilización de los contingentes arancelarios. Algunos Miembros observaron que, en algunos casos, las preferencias comerciales unilaterales de los Estados Unidos dependían de cambios de política en los países beneficiarios.

Especialmente preocupante resulta el número elevado y creciente de investigaciones antidumping, que muchos consideran potencialmente proteccionistas. Se señaló que las investigaciones sin justificación clara se traducen en trabas para los exportadores. Varios Miembros expresaron su preocupación porque la Enmienda Byrd prevea remedios que podrían no ser adecuados en el marco de las normas multilaterales, y porque puede provocar la proliferación de solicitudes de investigaciones.

Los Estados Unidos han puesto su régimen de contratación pública en conformidad con las disciplinas del ACP y se les pidió que presentaran las estadísticas previstas en el Acuerdo. Los Miembros también solicitaron información acerca de los planes de los Estados Unidos para relajar las restricciones a las compras aún vigentes, especialmente las que figuran en la Ley de Promoción de la Compra de Productos Estadounidenses y en otras leyes similares. Se expresaron preocupaciones por la repercusión de los sistemas de reserva de contratos y por las medidas subfederales en materia de compras.

Se expresó un interés generalizado en las políticas estadounidenses relativas a las normas y los reglamentos técnicos, con inclusión de los acuerdos de reconocimiento mutuo, una mayor adopción de normas internacionales y la notificación a la OMC de las medidas subfederales. También se plantearon cuestiones relacionadas con el medio ambiente, en particular en relación con las subvenciones a la energía y a la pesca y al comercio de productos de la biotecnología.

Respecto de la política en materia de competencia, se alentó a los Estados Unidos a reducir el número de excepciones a sus leyes antimonopolio, tanto a nivel federal como de los estados. En cuanto a la propiedad intelectual, se instó a los Estados Unidos a equiparar sus prácticas de manera más estrecha con las de los demás Miembros, en particular adoptando la regla de la primera solicitud, eliminando los aspectos del sistema de patentes que restringen el comercio y simplificando el sistema de la pronta publicación. Se expresó preocupación por la compatibilidad con la OMC de las disposiciones en materia de investigación del artículo 301 “especial”.

Las políticas y medidas sectoriales fueron objeto de muchas intervenciones. Los Estados Unidos son uno de los principales productores e importadores de alimentos del mundo, pero muchos Miembros señalaron que existen varias medidas de apoyo al sector agroalimentario. El sector agropecuario es el principal beneficiario de los desembolsos oficiales al sector privado, que casi se han triplicado entre 1997 y 2000 y cuyo aumento supera el declive de la producción agropecuaria. Se prestó atención específica a las políticas de los Estados Unidos acerca del azúcar y los productos lácteos, así como a la utilización de créditos a la exportación y ayuda alimentaria. Muchos participantes consideraron que las prescripciones MSF de los Estados Unidos eran complejas y prolongadas.

En cuanto a los textiles y el vestido, varios Miembros señalaron el hecho de que aunque los Estados Unidos estaban aplicando el ATV según lo previsto, la liberalización efectiva del comercio había sido algo limitada. Algunos Miembros observaron los efectos previstos de la reciente Ley de desarrollo del comercio, en particular para los proveedores de insumos de terceros países. Los Miembros también señalaron la protección creciente ofrecida a la rama de producción del acero a través de medidas comerciales especiales, indicando que dichas medidas no eran una alternativa al aumento de la competitividad de la rama de producción de los Estados Unidos.

Los Miembros felicitaron a los Estados Unidos por su sector de servicios, en general liberal. Sin embargo, muchos señalaron que el acceso al mercado del transporte marítimo de los Estados Unidos seguía estando severamente restringido, y que en el caso de los servicios financieros y profesionales podían surgir restricciones en los estados. También se planteó el alcance de la liberalización reciente de los servicios de transporte aéreo de los Estados Unidos en virtud de acuerdos bilaterales de libertad del espacio aéreo. Otras cuestiones planteadas en el examen fueron:

  • las reglamentaciones y las restricciones vigentes en materia de inversión extranjera;

  • el alcance del apoyo de los Estados Unidos a un acuerdo multilateral en materia de inversiones en la OMC;

  • determinados aspectos del registro de aduana, la documentación, los procedimientos y las tasas considerados como un incremento innecesario de los costos para los comerciantes;

  • cuestiones relativas a los impuestos, en particular a los profesionales extranjeros, el comercio electrónico y las exportaciones;

  • las medidas, principalmente previstas en el conjunto de leyes del artículo 301, destinadas, entre otras cosas, a abrir los mercados a los exportadores estadounidenses; y

  • restricciones comerciales por motivos de política exterior, que en algunos casos tienen carácter extraterritorial.

Los Miembros valoraron positivamente las respuestas orales y escritas y las explicaciones ofrecidas por la delegación de los Estados Unidos y esperan recibir respuestas a las preguntas pendientes.

Como conclusión, creo firmemente que la buena disposición de los Estados Unidos, la Embajadora Deily y su delegación para llevar a cabo este examen en un momento especialmente difícil subraya su firme compromiso con este Mecanismo y con la OMC. Esto añade fuerza a la posición de los Estados Unidos de que la OMC es parte integrante de su programa económico nacional. Creo que hemos mantenido un debate franco y constructivo sobre las políticas comerciales de los Estados Unidos y sobre los desafíos planteados por el entorno exterior cambiante, en particular la ralentización de la economía mundial. Acojo con satisfacción el hecho de que los Estados Unidos sigan tan dispuestos como siempre a comprometer a sus asociados comerciales en la búsqueda de medios para responder a esos desafíos. Creo que todos estamos de acuerdo en que los Estados Unidos mantienen uno de los regímenes comerciales más abiertos del mundo, pero que en determinadas esferas algunas de sus características dan lugar a preocupaciones significativas por parte de otros Miembros de la OMC. Solucionar esas preocupaciones nos beneficiaría a todos, e indudablemente, al sistema multilateral de comercio.