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Consejo General — reunión extraordinaria sobre las cuestiones de aplicación
Viernes 20 de julio de 2001

Informe del Presidente del Consejo General y del Director General acerca de las consultas realizadas sobre las cuestiones y preocupaciones pendientes relativas a la aplicación

Declaración del Presidente, Sr. Stuart Harbinson (Hong Kong, China)

Las delegaciones recordarán que en nuestra reunión celebrada el 27 de abril rendí informe sobre las consultas que había venido celebrando sobre las distintas cuestiones. Mi evaluación de la situación fue que, pese al tiempo y a los esfuerzos considerables que todos habían dedicado al mecanismo de examen de la aplicación, seguía habiendo una notable diferencia entre las posiciones de las delegaciones.

También hice hincapié en la necesidad de aportar nuevas ideas al proceso, a fin de poder cumplir el mandato estipulado en la Decisión del Consejo General de 3 de mayo de 2000; destaqué la importancia de actuar con flexibilidad y realismo y dije que aferrarse a posiciones sobradamente conocidas no contribuiría al avance de estos trabajos de crucial importancia. Invité a las delegaciones que tuvieran ideas acerca de cómo avanzar en el proceso a que nos las dieran a conocer.

Desde nuestra última reunión, el Uruguay y otros seis Miembros (la Argentina, Marruecos, Noruega, Nueva Zelandia, Suiza y Tailandia) han respondido a esta invitación y han presentado un documento, que se ha distribuido a todas las delegaciones como contribución a los esfuerzos que se están realizando para encontrar soluciones positivas. Desearía expresar mi sincero agradecimiento a estos siete países por su iniciativa, arduo trabajo y espíritu de compromiso que, sin duda, requirieron grandes esfuerzos por lo que se refiere al acercamiento de sus respectivas posiciones nacionales.

Como saben las delegaciones, el documento de este grupo de siete países está dividido en cuatro partes, a saber, i) cuestiones sobre las que podría llegarse a un pronto acuerdo; ii) cuestiones que han sido resueltas, aclaradas, o parecen relativamente menos urgentes; iii) cuestiones remitidas a los órganos subsidiarios para un nuevo examen, posiblemente en septiembre; y iv) otras cuestiones pendientes que se podrían resolver después de Doha. En términos generales, las reacciones al documento del grupo de siete países fueron positivas, ya que a juicio de numerosas delegaciones podía contribuir a reducir las diferencias entre las posiciones de las delegaciones respecto de varias propuestas.

Tras el examen inicial que hicieron las delegaciones del documento del grupo de siete países, anuncié que nos basaríamos en él para proseguir las consultas sobre la cuestión, teniendo presentes también el mandato del Consejo General de 3 de mayo de 2000 y las opiniones expresadas por los Miembros en la reunión del Consejo General del 21 de junio. Después de eso, el Director General y yo celebramos una serie de consultas la semana pasada para examinar la sección I del documento del grupo de siete países, que, como mencioné anteriormente, contiene las propuestas respecto de las cuales, a juicio de esos siete países, era posible llegar “a un pronto acuerdo”. Es importante señalar que por “pronto acuerdo” entiendo que el grupo de siete países se refiere a cualquier momento entre ahora y la Cuarta Conferencia Ministerial.

Tras haber celebrado esas consultas y teniendo en cuenta la necesidad de avanzar lo más rápidamente posible para cumplir el mandato estipulado en la Decisión del Consejo General de 3 de mayo de 2000, el Director General y yo distribuimos un documento el viernes 13 de julio basado en el trabajo realizado por el grupo de siete países y en el que se identifican algunos elementos con respecto a los cuales nos pareció posible llegar a un pronto acuerdo. Desearía reiterar, como hicimos en la introducción a ese documento, que no se ha de considerar un texto convenido ni definitivo. Tampoco es una lista exhaustiva de posibles elementos. En particular, no incluye propuestas en relación con los incisos sobre el antidumping, los textiles y el vestido ni las MIC, ya que las consultas correspondientes todavía están en curso. Permítanme asimismo señalar que se organizarán nuevas consultas para examinar los elementos restantes de la sección I así como las secciones II, III y IV del documento del grupo de siete países, con miras a determinar las cuestiones adicionales que se podrían añadir a la lista que hemos presentado. Ya hemos iniciado estas consultas y desearía destacar que para nosotros se trata de un esfuerzo continuo en el que se tiene en cuenta el marco establecido en el documento del grupo de siete países y en la Decisión del Consejo General de 3 de mayo de 2000.

Desearía insistir en que estamos trabajando sobre la base del documento del grupo de siete países pero que eso no excluye en modo alguno la pronta adopción de decisiones en cualquier momento y sobre cualquiera de los puntos de que trata ese documento, si los Miembros logran ponerse de acuerdo al respecto. En efecto, la delegación de Noruega hizo hincapié en esa cuestión en nuestra reunión informal celebrada ayer.

Dicho esto, propondría que las delegaciones también se centraran hoy en los elementos que hemos sugerido, lo que supone que las cuestiones se remitan a los órganos subsidiarios para su examen y que éstos rindan después informe al Consejo General, antes de la Cuarta Conferencia Ministerial, a fin de que el Consejo General pueda adoptar medidas sobre la base del asesoramiento técnico de esos órganos. Sugiero proceder así por razones meramente prácticas: debemos dar a los órganos subsidiarios el tiempo suficiente para que lleven a cabo su labor y nos informen de la misma. Permítanme indicar a este respecto que soy muy consciente de las preocupaciones de varias delegaciones acerca de esas remisiones. Quiero dejar perfectamente claro que la remisión de cuestiones a los órganos subsidiarios no significa en modo alguno que estemos descuidando las cuestiones o dejándolas de lado. Toda cuestión que se remita a los órganos subsidiarios en la etapa actual seguirá formando parte del cometido del Consejo General y volveremos a examinarla. La remisión a los órganos subsidiarios tampoco excluye en modo alguno que el Consejo General adopte las medidas que estime adecuadas respecto de esas y otras cuestiones.

Asimismo, con respecto a la posible remisión de esas cuestiones a los órganos subsidiarios, quiero dejar dos cosas claras: primero, que además del mandato específico que se les haya encomendado, todos los órganos, al examinar esas cuestiones y rendir informe al Consejo General, deberán proponerse ayudar al Consejo a identificar los medios necesarios para solucionarlas y adoptar decisiones encaminadas a una acción apropiada, de conformidad con la Decisión de 3 de mayo; y segundo, que esos informes deberán presentarse al Consejo General a más tardar el 30 de septiembre.

Por otra parte, para contribuir a atender a las preocupaciones de los Miembros, también tengo la intención de solicitar a los presidentes de los órganos subsidiarios a los que ya se han remitido cuestiones que rindan informe al Consejo General para finales de septiembre, con tiempo suficiente para que esos informes puedan ser examinados en nuestra próxima reunión extraordinaria. A ese respecto, y para su información, he pedido a la Secretaría que prepare un documento en el que se indique la situación actual con respecto a todas las cuestiones que se han remitido a los órganos subsidiarios. Ese documento se ha distribuido con la signatura JOB(01)/115 y concuerda con lo que el Director General y yo habíamos anticipado en la introducción de nuestro documento del 13 de julio en el que se informa sobre los progresos realizados respecto de las cuestiones ya remitidas a los órganos subsidiarios.

Permítanme recordarles, para su información, las cuestiones que el Director General y yo proponemos que, con su acuerdo, se remitan a la consideración de los órganos subsidiarios pertinentes y sobre las cuales éstos deberán rendir informe al Consejo General a más tardar el 30 de septiembre. Se trata de las cuestiones siguientes:

Inciso 4

El examen por el Comité de Acceso a los Mercados de la propuesta de que debe considerarse que un Miembro tiene un interés sustancial en un producto cuando ese producto representa una parte significativa de sus exportaciones.

Inciso 12

La propuesta de que se encomiende al Comité MSF que dé orientaciones concretas en relación con la negociación y conclusión de acuerdos de equivalencia.

Inciso 56

La propuesta de que se encomiende al Comité de Valoración en Aduana que examine las preocupaciones de los Miembros en relación con el fraude en cuestiones aduaneras.

Inciso 65

Encomendar al Comité de Subvenciones que examine todas las condiciones pertinentes para determinar cuándo los créditos a la exportación concedidos por los países en desarrollo Miembros no constituyen subvenciones a la exportación.

Inciso 68

Encomendar al Comité de Subvenciones que examine la aplicación del artículo 27 del Acuerdo SMC, teniendo en cuenta la participación porcentual de las exportaciones de los productos de cada país en desarrollo Miembro en los mercados de importación y en el comercio mundial.

Inciso 80

Pedir al Comité SMC que examine las disposiciones del Acuerdo SMC relativas a las investigaciones en materia de derechos compensatorios.

Inciso 83

Encomendar al Comité SMC que examine el umbral establecido en el Anexo VII del Acuerdo SMC y las cuestiones planteadas por los países en desarrollo Miembros a este respecto.

Inciso 96

Encomendar al Comité de Comercio y Desarrollo que examine todas las disposiciones relativas al trato especial y diferenciado de los Acuerdos de la OMC con miras a determinar la forma de darles carácter operativo y reforzarlas más.

Hemos llegado a un momento crítico en el proceso preparatorio de Doha y es indispensable que todas las delegaciones participen constructivamente y den muestras de flexibilidad. En las consultas he podido observar claramente que todas las delegaciones dan la máxima prioridad a la cuestión de la aplicación y desearía que se resolviera lo antes posible. Dicho esto, reiteraría la necesidad de actuar con realismo, dadas las dificultades que presentan algunas de las propuestas. Es necesario mantener un diálogo franco para avanzar en el proceso de forma satisfactoria para todas las delegaciones.