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29 de abril de 2004
PROGRAMA DE DOHA PARA EL DESARROLLO
El Presidente del Consejo General pide encarecidamente “resultados tangibles” en julio
En una reunión informal de Jefes de Delegación celebrada el 29 de abril de 2004, el Presidente del Consejo General Embajador Shotaro Oshima pidió encarecidamente a los Miembros que obtuvieran resultados concretos para julio, a fin de “garantizar el avance continuo en las negociaciones”.
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Introducción
Como he indicado en el fax de
invitación, el propósito de esta reunión es prepararnos para la próxima
reunión del Consejo General en mayo y que yo tenga la posibilidad de
facilitar a los Miembros una actualización sobre las consultas
celebradas desde la reunión de febrero del Consejo.
También quisiera referirme brevemente a la situación en que nos
encontramos en el marco del programa de trabajo del Programa de Doha
para el Desarrollo, y mantener con ustedes un primer intercambio de
opiniones sobre la configuración del producto al que podríamos aspirar
para finales de julio.
Programa de Doha para el Desarrollo: Dónde nos encontramos
Panorama general
Quisiera comenzar por
referirme a dónde nos encontramos, y cómo hemos llegado a este punto.
Como ustedes saben, los Ministros en Cancún nos encomendaron que
siguiéramos trabajando sobre las cuestiones pendientes y pidieron que
estos trabajos fueran coordinados por el Presidente del Consejo General,
en estrecha colaboración con el Director General, a fin de tomar en
diciembre del año pasado las disposiciones necesarias que nos
permitieran avanzar hacia una conclusión exitosa y oportuna de las
negociaciones. Además, los Ministros se comprometieron a mantener el
alto nivel de convergencia en los textos relacionados con las esferas en
las que ya se había alcanzado dicha convergencia.
Por consiguiente, en octubre de 2003, los Miembros convinieron en que la
labor inicial se centraría en cuatro cuestiones clave pendientes, sin
restar valor de ningún modo a las otras cuestiones comprendidas en el
Programa de Doha para el Desarrollo. En esa ocasión muchas delegaciones
subrayaron la importancia de varias otras cuestiones específicas
relacionadas con el desarrollo comprendidas en el Programa, y el
Presidente señaló que sería necesario prestar plena atención a esas
cuestiones en 2004, en armonía con los mandatos establecidos en Doha.
En la reunión de diciembre del Consejo General, el Presidente propuso
que todos los órganos del Programa de Doha para el Desarrollo reanudaran
su trabajo a principios de 2004, basándose en los elementos que habían
surgido en nuestro trabajo en Cancún y en el trabajo posterior a Cancún.
Esta propuesta se ha llevado a la práctica y los órganos han reanudado
su trabajo.
En la reunión del CNC celebrada recientemente hubo señales alentadoras
de la determinación de progresar y también algunas señales de alerta.
Hubo asimismo un entendimiento informal de amplias bases en el sentido
de que el objetivo es llegar a acuerdos a un nivel marco para el verano,
y tanto el Director General como yo percibimos la voluntad inequívoca de
trabajar con ahínco para alcanzar este objetivo. Las propias
observaciones del Director General en el CNC dan una idea clara de la
magnitud y la urgencia de la tarea que tenemos por delante si hemos de
aprovechar la franja de oportunidad que aún tenemos para hacer avanzar
significativamente las negociaciones en este año, y de la determinación
existente a nivel ministerial de responder a este desafío, así como de
los riesgos que entrañaría no lograr resultados prontos y positivos.
Antes de referirme a la configuración del producto de julio, quisiera
proporcionarles una breve actualización sobre las consultas que hemos
mantenido recientemente tanto el Director General Adjunto, Sr. Yerxa,
como yo acerca de los temas de Singapur.
Temas de Singapur
Como ustedes
saben, en diciembre del año pasado acordamos seguir avanzando sobre la
base de la aceptación general de que los temas de Singapur quedaran
separados unos de otros y explorar las posibilidades de concluir
acuerdos sobre un enfoque multilateral de la facilitación del comercio y
la transparencia de la contratación pública, y que ese trabajo tendría
lugar a nivel del Consejo General, con ayuda del Director General
Adjunto, Sr. Yerxa.
A petición mía, el Sr. Yerxa está realizando diversas consultas técnicas
a fin de considerar la manera de proceder con respecto al tema de la
facilitación del comercio, así como los parámetros de las posibles
negociaciones en esta esfera.
Después pediré al Sr. Yerxa que presente un breve informe sobre sus
consultas.
En cuanto a la cuestión más amplia de cómo proceder con los temas de los
que me he encargado personalmente, permítanme hacerles partícipes de
algunas de mis observaciones.
Si bien todas las partes han dado grandes muestras de flexibilidad y
pragmatismo, aún queda sobre la mesa una variedad de opiniones y todavía
no hay convergencia sobre ninguna de las opciones posibles. Para ser más
concreto, aún no se han resuelto las importantes cuestiones de cuáles
serían, en su caso, los temas que deberían estar incluidos en el todo
único, y qué se debería hacer con los temas que se pusieran fuera del
todo único.
En consecuencia, he venido exhortando a las delegaciones a que mantengan
conversaciones entre sí y, en particular, con las delegaciones que
tengan opiniones diferentes, con miras a llegar pronto a alguna
convergencia.
En las próximas semanas seguiré realizando mis propias consultas según
proceda, adoptando un enfoque prudente en el que tendré presentes las
sensibilidades de todos.
Producto de julio
En lo que respecta a
la configuración del producto de julio, desde la reunión del CNC el
Director General y yo hemos seguido cada uno explorando este asunto en
nuestros contactos con los presidentes de los órganos de la OMC y con
las delegaciones. En las conversaciones que hemos mantenido hasta la
fecha, hemos escuchado una diversidad de opiniones. No obstante, también
parece haber un compromiso compartido de aprovechar al máximo el tiempo
limitado de que disponemos. Esto significa que tenemos que conciliar la
necesidad de producir un conjunto equilibrado y aceptable de resultados
con una apreciación realista de lo que es posible lograr en el tiempo
que nos queda, contado en semanas, no en meses.
Algo que he oído una y otra vez es que podríamos proponernos un
resultado que esté centrado en cuatro o cinco cuestiones fundamentales y
que trate de manera más genérica otras cuestiones, según sea necesario,
dando así un sentido de compromiso y orientación políticos. En estas
circunstancias, también parece haber un amplio reconocimiento de que,
además de las cuatro cuestiones identificadas en octubre del año pasado,
es necesario tratar adecuadamente otras que revisten particular interés
en relación con el desarrollo, como el trato especial y diferenciado y
las cuestiones relativas a la aplicación.
Creo que, al empezar a examinar colectivamente la configuración del
producto de julio, debemos tener presente una consideración práctica:
cuál es el resultado tangible mínimo que deberíamos obtener antes del
receso estival para poder mantener el impulso del Programa de Doha para
el Desarrollo e imprimir orientación a la labor futura, dado que este no
es el final de la Ronda.
También sería útil tener presente que nuestra tarea no consiste en
preparar una Declaración Ministerial, como hicimos para la Conferencia
de Cancún. Nos proponemos, en cambio, adoptar las disposiciones
necesarias en esta etapa, a nivel del Consejo General, para garantizar
que las negociaciones y el programa de trabajo en su conjunto sigan
avanzando.
Espero que el debate de hoy nos ayude a llegar lo antes posible a un
común entendimiento sobre el formato del paquete de resultados de modo
que, cuando sigamos negociando sobre el contenido sustantivo, como la
agricultura y el acceso a los mercados para los productos no agrícolas,
tengamos una clara visión de su configuración, con vistas a la cual
estaremos trabajando.
A continuación me referiré brevemente a la evolución del proceso hasta
julio.
Evolución del proceso hasta julio
Es imperativo que sigamos firmemente centrados en las cuestiones
sustantivas que tenemos ante nosotros. La necesidad de resolverlas debe
regir la evolución del proceso, y es preciso que nos permitamos un grado
adecuado de flexibilidad. Sin embargo, tal vez sea conveniente que
esboce algunos puntos que a mi juicio serán clave en el proceso.
Si consideramos el tiempo que precede a las reuniones de julio (y
teniendo en cuenta la norma de los 10 días para la distribución de
documentos), será necesario que cualquier texto destinado al Consejo
General se encuentre en una etapa avanzada de elaboración en la primera
parte de julio.
Para llegar a ese punto, el Director General y yo consideramos que para
finales de mayo debemos comenzar a tener una idea clara de los elementos
del paquete sustantivo de julio, no necesariamente del texto, sino de
los parámetros para su redacción. De este modo dispondremos de un plazo
breve en junio y a principios de julio para producir el texto o textos
necesarios. La estructura y secuencia precisas de la progresión desde
los órganos de negociación a través del CNC hasta el Consejo General son
un aspecto que tendremos que mantener en examen mientras avancemos y,
por supuesto, será necesario recurrir más a menudo a procesos
informales, como la reunión de hoy, a medida que se aproxime la reunión
de julio del Consejo.
También sabemos que, hablando en términos realistas, quizás haya algunas
cuestiones que no se resolverán hasta el final del proceso. No obstante,
es necesario que nos esforcemos por reducirlas al mínimo absoluto. No se
puede permitir que obstruyan el avance en las otras cuestiones.
Sabemos además que en mayo tendrá lugar un conjunto de encuentros
ministeriales (de los PMA en el Senegal, la OCDE en París, la Unión
Africana en Rwanda), a través de los cuales esperamos recibir aportes de
nivel ministerial sobre cuestiones clave. No obstante, es necesario
tener presente que el proceso de Ginebra sigue siendo el conducto
fundamental para realizar el tipo de progreso que es menester antes de
julio. Solamente en Ginebra se ultimarán los resultados de julio.
Por otra parte, a medida que avancemos en las próximas semanas, no
deberíamos perder nunca de vista que los interlocutores necesitan tiempo
para asimilar los cambios en las posiciones y que, por consiguiente, no
deberíamos esperar hasta el último momento para poner nuestras cartas
sobre la mesa.
Reunión de mayo del Consejo General
La
reunión de mayo del Consejo General tendrá lugar muy poco después de
algunas de las reuniones ministeriales que mencioné antes, y será una
oportunidad importante para cobrar conciencia de que estamos de nuevo en
marcha y de que se han realizado progresos con respecto a cuestiones
clave. Habrá ocasión de abordar estas cuestiones en el marco del informe
periódico del Director General al Consejo General en su calidad de
Presidente del CNC y de la actualización que presente acerca de las
consultas recientes sobre los temas de Singapur.
A fin de que la reunión del Consejo General sea breve y de permitir que
las delegaciones se ocupen de otras tareas, quisiera mantener un enfoque
práctico, es decir, que evitemos las declaraciones reiterativas y nos
centremos más bien en declaraciones de nuevas posiciones y en tender
puentes y resolver dificultades. Recordemos que nuestro propósito en
esta reunión de mayo no es adoptar decisiones clave, sino salir con una
clara sensación de progreso y de que trabajaremos con ahínco con miras a
producir resultados concretos para el mes de julio.
Permítaseme recordar además que, en la reunión de mayo del Consejo,
volveremos a ocuparnos de la solicitud de adhesión de Irán. En la
reunión de febrero del Consejo General, varios Miembros se manifestaron
a favor de la pronta adopción de medidas positivas en relación con este
punto que figura desde hace mucho tiempo en el orden del día del
Consejo. El Presidente dijo que informaría del contenido de este debate
a su sucesor y que estaba seguro de que éste celebraría consultas sobre
esta cuestión con las delegaciones antes de la próxima reunión del
Consejo General. Deseo informarles de que recientemente celebré
consultas sobre este particular con un grupo de delegaciones, con
inclusión del coordinador del Grupo Informal de Países en Desarrollo. En
esa reunión se evidenció que, desde el punto de vista político, este
asunto sigue presentando dificultades al menos para una delegación, y
que parece improbable que se llegue a una solución satisfactoria en el
futuro próximo. Presentaré un informe en este sentido en la reunión de
mayo del Consejo.
También quisiera informar a las delegaciones que el Directorio Ejecutivo
del FMI aprobó recientemente un Mecanismo de Integración Comercial
encaminado a mitigar las inquietudes de algunos países acerca de que la
aplicación de los Acuerdos de la OMC por otros países podría dar lugar a
déficit temporales en la balanza de pagos. El Mecanismo de Integración
Comercial tiene como finalidad proporcionar acceso a sus recursos a fin
de satisfacer necesidades de balanza de pagos ocasionadas por los
ajustes relacionados con el comercio. Para que las delegaciones de la
OMC estén plenamente informadas acerca de esta iniciativa, la Sra. Anne
Krueger, Directora Gerente Interina del FMI, ha accedido a hacer una
exposición sobre el Mecanismo de Integración Comercial en la reunión del
Consejo. Está prevista para la mañana del 18 de mayo.