El Brasil dijo que el Grupo había empezado a examinar los productos ambientales respecto de los cuales los países en desarrollo podían ser competitivos, como los biocombustibles. Sostuvo que el mandato de negociación del Comité no se limitaba a los productos industriales.

En su propuesta, el Brasil también instó a que en las negociaciones se adoptara un “enfoque de peticiones y ofertas” en vez de un “enfoque de listas”. Propuso asimismo que los comités del CODEX elaboraran o armonizaran normas para los productos alimenticios producidos orgánicamente.

El Perú manifestó que el hecho de considerar los productos agrícolas cultivados en forma orgánica o biológica como bienes ambientales contribuiría a luchar contra la pobreza y el tráfico de estupefacientes en la región andina. Afirmó que su propuesta debería verse como un complemento del documento presentado por el Brasil.

Varias delegaciones acogieron favorablemente la propuesta del Brasil, incluidos Chile, Colombia y Singapur. Nueva Zelandia recordó que anteriormente había consignado el biodiésel como bien ambiental.

Chile, Colombia y Sudáfrica apoyaron la propuesta del Perú relativa a los productos alimenticios orgánicos.

Algunas otras delegaciones, incluidas Australia, la Unión Europea, el Japón y los Estados Unidos, mantuvieron sus reservas respecto de la inclusión de los productos agrícolas en las negociaciones sobre comercio y medio ambiente.

Algunas delegaciones recibieron con agrado la propuesta del Brasil de que se adoptara un nuevo enfoque en las negociaciones como medio para revitalizarlas. No obstante, se formularon varias preguntas sobre la viabilidad y el calendario de ese enfoque.