Buenos días y gracias por asistir a esta reunión informal de Jefes de Delegación.

Una buena noticia para comenzar la reunión: Hoy damos la bienvenida a la República de Cabo Verde como el 153º Miembro de esta Organización. Cabo Verde es el tercer PMA y el primer país africano en haber completado el procedimiento de adhesión previsto en el artículo XII del Acuerdo de Marrakech. La adhesión aportará una base estable y previsible para el crecimiento y el desarrollo de Cabo Verde. Han trabajado muy duro para lograrla los caboverdianos, sabiendo que dará un positivo impulso a la economía, y sus esfuerzos son un ejemplo para todos nosotros.

El objeto de nuestra reunión de esta mañana es informar en este formato de participación abierta sobre la segunda ronda de consultas que celebré ayer por la tarde con varias delegaciones.

Al igual que en anteriores ocasiones, estas consultas han contado con la participación de un amplio abanico de Miembros, entre ellos representantes de grupos regionales y de otras agrupaciones, a fin de asegurar que estuviera representado todo el espectro de opiniones e intereses de los Miembros.

Permítanme destacar que, en este proceso, cuento con la importante ayuda de los coordinadores de las diversas agrupaciones de la OMC para mantener la transparencia y la no exclusión. Sé que los coordinadores de grupo tienen ante sí una pesada carga, pero les pido que sigan asegurando el flujo de información a sus grupos y las consultas con ellos acerca de las consultas más reducidas para mantenerlos informados e involucrados, y que hagan llegar la posición de sus grupos a los demás Miembros, a los Presidentes de los grupos de negociación y a mí mismo.

También quiero resaltar que la labor emprendida por mí mismo, por los Presidentes de los grupos de negociación, y entre las delegaciones a nivel bilateral o plurilateral, está destinada a facilitar el consenso en esta tarea colectiva, tan urgente para todos nosotros. Déjenme repetir una vez más que toda decisión sólo podrá ser adoptada en última instancia por los Miembros en su conjunto.

Todos tenemos la responsabilidad de ofrecer una plataforma de lanzamiento, es decir, una base clara y viable para concluir esta Ronda para el Desarrollo a finales del presente año. El resultado de nuestras reuniones de esta semana debería poder darnos la tan esperada luz verde que el mundo desarrollado y en desarrollo espera de nosotros. Es una enorme responsabilidad y no debemos permitir que esta oportunidad se escape.

Permítanme pasar ahora a mi informe.

En las consultas se han examinado íntegramente los proyectos de texto revisados sobre las modalidades para la agricultura y el AMNA, prestando especial atención a las subvenciones agrícolas y el acceso a los mercados para los productos no agrícolas, con objeto de encontrar posibles soluciones a las cuestiones pendientes que pudieran someterse a la consideración de los Miembros en su conjunto.

En la esfera de la agricultura, hemos abordado los siguientes seis elementos clave:

i) la ayuda interna global causante de distorsión del comercio (AGDC) para los países desarrollados, incluidos la MGA y el compartimento azul;
ii) el algodón;
iii) la fórmula de acceso a los mercados para los países desarrollados;
iv) los productos sensibles (número y ampliación de los contingentes);
v) los productos especiales; y
vi) el mecanismo de salvaguardia especial.

También hemos abordado las siguientes tres cuestiones en el marco del AMNA:

i) la fórmula y la flexibilidad;
ii) la cláusula anticoncentración; y
iii) las negociaciones sectoriales.

Reconozco plenamente que estas no son las únicas cuestiones por resolver, pero los Presidentes de los grupos de negociación prosiguen sus consultas sobre varias cuestiones en las que no creo que sea eficaz centrarse ahora, a saber: en la esfera de la agricultura, las preferencias, los productos tropicales, los tipos dentro de contingente, la simplificación arancelaria, el establecimiento de topes arancelarios y la competencia de las exportaciones; y en la esfera del AMNA, la erosión de las preferencias, incluidas las afectadas desproporcionadamente. Esas cuestiones están planteadas, pero organicé el debate de manera que abordáramos primero los pilares principales.

También está la cuestión de las economías pequeñas y vulnerables, que, en mi opinión, se halla estabilizada desde el punto de vista técnico pero requiere una decisión política final. La cuestión de la decisión sobre el acceso a los mercados libre de derechos y de contingentes para los PMA también se está tratando como parte de los procesos dirigidos por los Presidentes de los grupos de negociación.

En general, caracterizaría las consultas como constructivas, y diría que hay en ellas un firme compromiso de involucrarse directamente y de buena fe. No obstante, debo subrayar que hasta ahora los progresos han sido modestos.

En cuanto a las cuestiones relativas a la agricultura, ha habido una actuación positiva con respecto a los recortes de la AGDC que han de hacer los Miembros. La nueva oferta de los Estados Unidos de reducir su AGDC a 15.000 millones de dólares -condicionada a las contribuciones de otros Miembros- se acogió como un paso positivo. Varios Miembros instaron a los Estados Unidos a que examinaran la posibilidad de una reducción mayor.

Con respecto a la MGA, los Miembros se centraron en dos cuestiones principales, a saber, el período de base para los recortes por productos específicos y si debería concederse margen a los Estados Unidos para establecer el punto de partida. Los Estados Unidos indicaron que podrían aceptar el período de base propuesto en el proyecto de texto sobre las modalidades. En cuanto a la ayuda del compartimento azul, el debate se centró en las cuestiones relativas al margen.

Por lo que respecta al algodón, se percibió un sentimiento renovado de participación. Los proponentes de la iniciativa sectorial sobre el algodón desafiaron a los Miembros a responder detalladamente a su actual propuesta. Se aclararon más las preocupaciones y posibilidades específicas de los Miembros en relación con distintos aspectos de la cuestión y el Presidente del grupo de negociación la retoma ahora a partir de ahí.

Con respecto a los recortes arancelarios correspondientes a los países desarrollados Miembros, como se preveía, se hizo hincapié en los recortes en la banda superior.

En cuanto a los productos sensibles, el debate se centró, sobre todo, en tres cuestiones principales: i) el número de líneas arancelarias que han de designarse como sensibles; ii) el trato que ha de otorgarse a estos productos en términos de ampliación de los contingentes; y iii) si debería permitirse el establecimiento de nuevos contingentes arancelarios.

Por lo que respecta a los productos especiales, los Miembros circunscribieron sus debates a la cuestión de si debería existir un sistema único o un sistema de dos estratos con arreglo al cual una determinada proporción de líneas arancelarias designadas podría quedar exenta de recortes arancelarios y las líneas restantes estarían sujetas a un recorte arancelario medio.

Por último, con respecto al mecanismo de salvaguardia especial, el debate se centró principalmente en la cuestión de si se podrían rebasar los tipos consolidados anteriores a la Ronda de Doha.

Por lo que respecta a las cuestiones del AMNA, aunque los Miembros reiteraron sus bien conocidas posiciones sobre la fórmula y la flexibilidad, detecté una voluntad de avanzar hacia la convergencia.

En cuanto a la cláusula anticoncentración, sigue habiendo una marcada diferencia de opiniones, pero también hubo esfuerzos por avanzar hacia un entendimiento mutuo y se propusieron algunas ideas a las que se puede dar seguimiento.

Con respecto a las iniciativas sectoriales, todos los presentes reconocieron que no deben ser obligatorias, pero discreparon acerca de la importancia que les atribuirían. En particular, hubo un intercambio de opiniones sobre si las iniciativas sectoriales deberían considerarse parte del equilibrio general en la esfera del AMNA. Se hicieron algunas sugerencias sobre cómo podría resolverse esta cuestión, que también merecen ser objeto de seguimiento.

Mi impresión general de la reunión de ayer fue que si bien se están realizando progresos, estos se reparten de forma desigual entre todas las cuestiones que se están debatiendo. Es evidente que tenemos que pasar a una modalidad de consultas más intensiva, que incluya configuraciones más pequeñas.

A partir de hoy, mi plan es dar una mayor preferencia a la geometría variable, trabajando sobre las principales cuestiones de la agricultura y el AMNA en grupos más reducidos, junto con los Presidentes de los Grupos de Negociación y del Consejo General. Las cuestiones serán las que he enumerado antes, y volveré a informarles al respecto mañana por la mañana.

Para que esta serie intensiva de consultas pueda dar sus frutos, será necesario pasar del jueves al viernes la Conferencia de manifestación de intenciones sobre los servicios.

En mi calidad de Director General, quiero comunicarles que, por petición mía, el Ministro Jonas Støre, de Noruega, ha accedido amablemente a ayudarme como “Amigo” manteniendo contactos informales con las delegaciones sobre las cuestiones relativas a las indicaciones geográficas relacionadas con los ADPIC y sobre la relación entre el Acuerdo sobre los ADPIC y el CDB. Estoy sumamente agradecido por la asistencia que presta el Ministro Støre en este proceso. Él informará a la reunión de Jefes de Delegación de las novedades que se produzcan.

Aquí es donde nos encontramos en este momento. Invito a las delegaciones a que, durante los próximos días, traben contactos mutuos con mayor urgencia, con la mira puesta sobre todo en lograr avenencias. El éxito o el fracaso dependen en gran medida de hasta qué punto estemos dispuestos a cooperar con los demás sobre las cuestiones de importancia fundamental, y de si cada uno de nosotros está preparado para actuar teniendo ante todo presentes los intereses del conjunto de los Miembros y los beneficios para el sistema en su conjunto.

A juzgar por los contactos que he mantenido con las delegaciones hasta ahora, pienso que los Miembros están ascendiendo el Monte Blanco a un ritmo continuo pero lento. Me parece que para llegar a la cima habría que acelerar el ritmo.

Dicho esto, pido ahora a las delegaciones que deseen intervenir en esta reunión de Jefes de Delegación que tomen la palabra. Les ruego una vez más que formulen observaciones lo más breves y específicas posible.