OMC: NOTICIAS 2008

   

Notas para la intervención del Director General

Muchas gracias a todos por asistir a esta reunión. Ahora que hace unas pocas semanas que hemos reanudado la actividad, creo conveniente examinar, antes del Consejo General de la semana próxima, en qué punto nos encontramos en las negociaciones del PDD y considerar las etapas siguientes.

Nuestra reunión tiene lugar en un momento de crisis financiera mundial. Ello confiere mayor importancia y urgencia a nuestra labor. La OMC cuenta con más de 60 años de sólida experiencia en la regulación de la apertura del comercio. En una época de renovados llamamientos en favor de una mejora de la regulación del sector financiero, el sistema de la OMC constituye un ejemplo, si bien no perfecto, de cómo las enseñanzas de la historia y la experiencia han propiciado la construcción de un sistema de gobernanza a nivel internacional. Y tenemos la oportunidad de enviar una señal de nuestro deseo de reforzar este sistema llevando a término la Ronda de Doha.

En este contexto sombrío, resulta alentador que los negociadores aquí reunidos se hayan puesto a trabajar de nuevo con rapidez y seriedad después del contratiempo de julio. Tenemos dos nuevos Presidentes de grupos de negociación, y quisiera dar la bienvenida a Luzius Wasescha y Trevor Clarke en su nuevo cometido como Presidentes de las negociaciones sobre el AMNA y los ADPIC, respectivamente. Ambos trabajarán en esferas fundamentales de las negociaciones y sé que podemos contar con ellos para que aporten el liderazgo necesario. Quisiera también dar la bienvenida a los nuevos colegas que se han incorporado a varias delegaciones desde la pausa estival.

Cuando nos reunimos por última vez a finales de julio, muchas delegaciones indicaron muy claramente su determinación de impulsar las negociaciones y de no arrojar la toalla. Las respuestas que he obtenido desde entonces en mis contactos con un gran número de Miembros han sido comedidas y constructivas. El compromiso colectivo con la Ronda se mantiene firme. No obstante, es obviamente necesario hacer frente a la realidad de que no se podrá concluir la Ronda este año. Creo sin embargo que todavía es posible llegar a un acuerdo sobre las modalidades, y los Ministros con los que he hablado se han mostrado decididos a seguir adelante.

Desde julio he mantenido amplios contactos con Ministros y altos funcionarios, inclusive durante mis visitas a Delhi y a Washington. Proseguiré esta labor con objeto de que la atención se siga centrando en la necesidad de impulsar la Ronda. Si miramos hacia el pasado, podemos ver que el tipo de incertidumbre que está apoderándose de la escena internacional podría ser el precursor de un aumento de las tendencias proteccionistas. En esas circunstancias, el aumento de los obstáculos en la frontera, comenzando por los obstáculos al comercio de bienes o servicios, suele ser una opción política tentadora. Por ello el papel que desempeña la OMC como cortafuegos contra las respuestas proteccionistas es fundamental, y no lo es tanto por su efecto directo inmediato en los mercados como por estimular la confianza en la cooperación y las instituciones a escala mundial.

La crisis financiera puede repercutir también directamente en el acceso de los países en desarrollo a la financiación de las importaciones y las exportaciones. Como ustedes saben, hemos celebrado en la OMC varias reuniones sobre esta cuestión con instituciones multilaterales y bancos privados, la última de ellas en abril de este año, a fin de comprobar su disponibilidad para financiar el comercio a tipos de interés asequibles. Hasta entonces, parecía que la situación era estable y que los volúmenes y los tipos de interés se mantenían en niveles normales. Pero precisamente esta semana el Brasil ha traído a primer plano esta cuestión. Teniendo en cuenta el deterioro del panorama financiero, y a pesar del anuncio encomiable que hizo ayer la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial de que aumentará en 500 millones de dólares su programa de financiación del comercio, he convocado hoy a los principales proveedores de financiación para el comercio a una reunión que tendrá lugar el 12 de noviembre a fin de examinar esta cuestión y encontrar formas de aliviar la situación en caso de que empeorara. Seguiremos de cerca este asunto, junto con Martin Glass, en el Grupo de Trabajo sobre Comercio, Deuda y Finanzas que se reunirá a finales de noviembre. Si se observan indicios de que la situación financiera pudiera tener, de forma más general, graves repercusiones para el comercio o el sistema de comercio, consultaré con el Presidente del Consejo General la posibilidad de convocar una reunión de éste órgano en el marco de nuestro mandato sobre la coherencia. Hemos de mantener en examen la situación y estar dispuestos a actuar si es necesario.

Aparte de la crisis financiera, existen otros factores externos que tienden a afectar a nuestro trabajo, o quizá al optimismo con que lo afrontamos. Cualquiera de estos factores podría ser una excusa para caer en la tentación de arrojar la toalla, pero en realidad sucede lo contrario: son una razón de más para llegar rápidamente a un acuerdo. El creciente grado de actividad en las negociaciones indica que ustedes comparten esta opinión.

También los gobiernos se han mostrado y continúan mostrándose muy activos en los contactos que mantienen entre ellos. Todos conocen la reunión de altos funcionarios del G 7 que tuvo lugar hace dos semanas. En ella se hicieron algunos progresos, aunque todavía no los suficientes para aportar posibles soluciones a cuestiones fundamentales. Sin embargo, los gobiernos implicados se han comprometido a seguir trabajando juntos y con los demás.

El principal punto de su orden del día fue el MSE en el sector de la agricultura. Por supuesto, es esencial resolver este asunto, pero todos sabemos que no es la única cuestión en el sector de la agricultura, y Crawford ha aceptado el reto de trabajar de nuevo en esta esfera. Existen también cuestiones esenciales en la esfera del AMNA y en otras esferas de las negociaciones a las que es necesario prestar atención.

Continúo trabajando con los Presidentes de los grupos de negociación y el Presidente del Consejo General para coordinar nuestras actividades. También continúo celebrando regularmente consultas con los Miembros aquí, tanto a nivel individual como en grupos. La atención está ahora centrada, como debe ser, en el proceso multilateral, que proseguirá en todas las esferas de las negociaciones con el mismo espíritu con que hemos trabajado hasta ahora: utilizando un enfoque paso a paso basado en la acumulación progresiva. Todos los grupos de negociación tienen programas de reuniones y consultas para las próximas semanas. La agricultura y el AMNA siguen siendo fundamentales para seguir avanzando en todos los frentes, por lo que concederé la palabra en breve a Crawford y Luzius para que expongan los planes que tienen en sus esferas respectivas.

No disponemos de mucho tiempo: nos acercamos rápidamente al final del año. En las próximas semanas continuará el trabajo en los grupos de negociación, y en el momento oportuno tendrá lugar cualquier participación ministerial que pudiera ser necesaria. Se han realizado progresos considerables, en julio y anteriormente, y creo que un nuevo esfuerzo podría llevarnos a un punto en que fuera posible un acuerdo sobre las modalidades.

No cabe duda de que estamos trabajando en el Plan A: el establecimiento de modalidades. Es evidente que nuestras probabilidades de conseguirlo son menores que en julio, pero siguen siendo lo suficientemente grandes para justificar un esfuerzo importante. Puede que continúen las especulaciones sobre otras posibles hipótesis, pero sugiero humildemente que no debemos centrar nuestra atención en ellas mientras tengamos realmente una oportunidad de alcanzar nuestro objetivo principal, oportunidad que creo que tenemos.

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