OMC: NOTICIAS 2009

Sr. Crean

Muchas gracias por acompañarnos hoy. He tenido el honor de presidir una reunión informal de ministros de comercio coincidiendo con la reunión de la OCDE que ha concluido aquí, en París, y que se ha centrado de manera especial en el comercio y las medidas que han de adoptarse. Esta reunión informal de ministros de comercio era la segunda iniciativa ministerial llevada a cabo el presente mes. La primera tuvo lugar en Bali y consistió en una reunión del Grupo de Cairns organizada por Indonesia. Fue la primera oportunidad de intervenir que tras las elecciones en sus respectivos países tuvieron dos nuevos ministros de comercio, el Ministro de Comercio de la India y el Embajador y Representante de los Estados Unidos para las cuestiones comerciales internacionales. El propósito de la reunión de hoy era tratar de aprovechar el impulso dado por la reunión de Bali, en la que los ministros hicieron patente su deseo de revitalizar los esfuerzos por concluir la Ronda. Bali fue la primera reunión en la que se atendió a la instrucción de los líderes del G-20 a los ministros de comercio de que concluyeran la Ronda, y la reunión celebrada hoy ha sido la segunda ocasión en que se ha actuado conforme a dicha instrucción. Sé que Pascal Lamy habló con algunos de ustedes hace exactamente un año, y que entonces dijimos que habíamos generado suficiente impulso para concluir la Ronda. Se preguntarán qué ha cambiado desde entonces. Creo que desde entonces han cambiado tres cosas importantes.

En primer lugar, la iniciativa que surgió de la reunión celebrada hace un año nos ha hecho avanzar un buen trecho del camino. Aproximadamente el 80 por ciento de las negociaciones necesarias para concluir las modalidades tuvo lugar en las reuniones celebradas en Ginebra en julio del año pasado, tal como se había pedido en la mencionada reunión entre homólogos. Por supuesto, la segunda cosa que ha cambiado es que después de la ruptura de esas negociaciones se produjo una crisis financiera mundial, que ocasionó que los nuevos líderes del G-20 estudiaran las iniciativas necesarias para dar respuesta a la crisis y acelerar la recuperación económica. La conclusión más destacada de esa reunión del G-20 fue la importancia del comercio en la ecuación. El comercio es un estímulo económico, de modo que, si abogamos por la adopción de medidas de fomento para encaminar de nuevo al mundo por la senda del crecimiento, no sólo no cabe dejar de lado el comercio, sino que hay que favorecerlo activamente y luchar por su mayor liberalización, pues ello forma parte de la solución.

En segundo lugar, los líderes del G-20 han efectuado constantes llamamientos a que se ponga fin a la propagación del proteccionismo como respuesta a la crisis mundial. Concluir la Ronda de Doha y fortalecer el sistema basado en normas dará más garantías contra dicha propagación. El tercer hecho que reconocieron los líderes del G-20 es que, como es obvio, los más afectados por la crisis son los países en desarrollo. Esta es para ellos una ronda para el desarrollo, por lo que la necesidad de concluirla es especialmente acuciante para ayudar a los países en desarrollo a salir de la crisis antes de lo que de otro modo sucederá.

Y el tercer cambio de calado que se ha producido desde hace un año es que hemos comprendido que jugárselo todo a la carta de una sola conferencia ministerial no bastaba por sí solo para concluir las negociaciones. Hicimos progresos significativos, pero en el momento de llegar a la conclusión de la Ronda no supimos qué mecanismo emplear para avanzar y conciliar las divergencias. Hemos aprendido de esa lección y hemos decidido que, si bien es cierto que nos hacen falta soluciones técnicas para salvar las discrepancias, también necesitamos un compromiso político constante, la voluntad política de llevar adelante el programa. Por ello celebramos la reunión del Grupo de Cairns en Bali y por eso hemos celebrado la presente reunión. Es de esperar que las reuniones del G-8, así como las que celebrará el Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC) el próximo mes, brinden una nueva oportunidad de contraer compromisos políticos. Todas estas reuniones tienen por objeto servirnos de mecanismo de interfaz e interacción para reorientar a nuestros funcionarios con objeto de poner fin a las diferencias, momento en que las decisiones volverán a incumbir a los ministros, que deberemos estar siempre disponibles como tales, participando, prestando apoyo y recibiendo informes.

Tenemos que ser mucho más creativos para salvar las diferencias, y el resultado de la reunión de hoy ha sido una reafirmación por los ministros de que nos hallamos en el tramo final de las negociaciones, que debemos encomendar a nuestros funcionarios superiores que intensifiquen las negociaciones en Ginebra, trabajen en el proceso multilateral en distintas configuraciones y colaboren con el Director General y los Presidentes de los grupos de negociación para facilitar dicho proceso de manera creativa, de acuerdo con las instrucciones impartidas por los ministros. Hay que subrayar además que los ministros están constantemente dispuestos a que les informen y a abordar las cuestiones pendientes. Creemos que ahora tenemos la combinación adecuada de voluntad política y una nueva orientación, la de que los funcionarios resuelvan las discrepancias y, cuando éstas sean irresolubles, recurran a nosotros para que las tratemos a nivel político, cosa que debemos hacer con mayor regularidad.

Naturalmente, nuestro deseo es poder notificar progresos cuando el G 20 celebre la reunión de Pittsburgh, de manera que los líderes del G 20 confíen en nuestra capacidad para concluir la Ronda. Ese es el objetivo de la reunión de hoy, y seguiremos explorando todas las oportunidades posibles para llevar adelante el programa, con objeto de presentar informes positivos y que infundan confianza a los líderes del G-20 en Pittsburgh. Cedo ahora la palabra al Director General de la OMC Pascal Lamy, y luego responderemos a sus preguntas. Gracias.


Sr. Lamy

Gracias, Simon. Diré muy brevemente que en París, como ocurrió en Bali hace unas semanas, hemos visto un ambiente mucho más propicio para la participación de los ministros. La música ambiental ya es mucho más agradable y se interpreta a un ritmo más vivo. Ahora debemos cambiar la música ambiental por música de baile. Creo que en nuestra reunión de esta tarde ha quedado claro que todos los ministros presentes quieren concluir la Ronda, y todos están de acuerdo en que, con la crisis, deja de ser una urgencia para convertirse en una emergencia. En especial para los países en desarrollo, cuya salida de la crisis depende mucho más que la media de la apertura del comercio.

Como ha dicho Simon, debemos lograr una combinación de compromiso político y ministerial y trabajo técnico en Ginebra. En el plano político, están previstas varias reuniones, la próxima de las cuales se celebrará en Italia, con ocasión de la conferencia del G-8 y el G-8 ampliado, luego los ministros de comercio se encontrarán en Singapur durante la reunión del APEC y después vendrá la reunión del G-20 de septiembre. Creo que existe un amplio acuerdo de que deberíamos articular todo ello de manera que, como ha dicho Simon, podamos comunicar a la reunión del G-20 en Pittsburgh que se han hecho progresos.

Desde el punto de vista técnico, imprimiré más velocidad al trabajo técnico que realizamos en Ginebra junto con los Presidentes de los grupos de negociación —empezando, naturalmente, por la agricultura y el acceso a los mercados para los productos no agrícolas-, pero también con otros presidentes, embajadores y expertos, para que puedan hacer borrón y cuenta nueva a fin de que sus ministros vuelvan a negociar a nivel ministerial sobre un número reducido de temas más adelante en el presente año. De modo que lo que está en juego ahora es articular los procesos político y técnico. Y comenzaré a hacerlo en cuanto regrese mañana a Ginebra.

Periodista

Los dos han comentado que la música es más agradable, que el clima es más positivo que hace unos meses. Con todo, mucha gente dice que hay muchas discrepancias acerca del proceso, los debates bilaterales y multilaterales e incluso las cuestiones sustantivas. En su opinión, ¿cómo se puede traducir esa “música” o “clima” en progresos sobre las cuestiones sustantivas?

Sr. Crean

Creo que las cuestiones que usted menciona han generado por sí solas cierto estatismo antes de que las examináramos en Bali y fuéramos capaces de lograr que los debates avanzaran, como ha ocurrido hoy. Estamos de acuerdo en que se ha hecho una gran parte del trabajo, en que se ha alcanzado un coeficiente de éxito del 80 por ciento sobre la base de los trabajos de que disponíamos. Nadie discute que ese es el punto de partida para los progresos. Mientras el proceso avance, deberá hacerlo en un marco multilateral. El principio del todo único significa que es imprescindible que todo el mundo haya llegado a un acuerdo para alcanzar un resultado, y creo también que hemos comprendido que para fortalecer el proceso multilateral o aclarar las cuestiones que siguen siendo objeto de debate es bueno trabajar más de manera bilateral en determinadas circunstancias, o bien hacerlo de manera plurilateral para aclarar la situación, pero que en último término todo debe resolverse en el marco de un proceso multilateral.

En cuanto a las cuestiones sustantivas a las que se refiere, se trata obviamente de aquellas que intentamos desesperadamente resolver mediante las negociaciones. Sabemos qué tipos de cuestiones sustantivas están todavía pendientes de resolución, sabemos que a través del proceso multilateral puede dárseles una solución técnica. Pero también sabemos y comprendemos que tenemos que poder presentar de manera positiva en nuestros países los acuerdos a los que hemos llegado, para lo cual será necesario aclarar en qué forma los parámetros de que disponemos pueden traducirse en las diversas hipótesis que manejamos. Al final sólo se resolverá esta cuestión cuando todo el mundo esté satisfecho, no porque se haya alcanzado un acuerdo perfecto, pues según creo ya no abrigamos la pretensión de que todo el mundo quede perfectamente satisfecho, sino porque tengamos algo que podamos presentar como un avance positivo. Por eso considero que la nueva dinámica es el compromiso político que anima a los funcionarios, el hecho de que puedan dar cuenta de él en sus países y la constancia de que esa corriente nos permitirá avanzar respecto de las cuestiones sustantivas. Creo que las dos reuniones que hemos celebrado han sido esenciales para comprender mejor el proceso.

Sr. Lamy

Por ahondar en la misma línea, me permito recordarle que en las pasadas rondas celebradas sobre aranceles industriales y agropecuarios, o incluso sobre subvenciones, se acordó proceder a unas reducciones medias. Ése fue el acuerdo. Y luego se presentó a los electorados nacionales una especie de conjunto de medidas de última hora. Así fue como se logró llegar a un término medio. Y sabemos que hay numerosas maneras de lograrlo. La gran diferencia en esta ocasión es que el proceso es más transparente y claro, lo que a mi modo de ver es una ventaja, aunque complique un poco más la vida a mis colegas (políticos). Pero desde el punto de vista de que la opinión pública sepa cuál será el resultado de la Ronda, constituye una ventaja. Por consiguiente, dado que ya conocemos una gran parte de los resultados que deben alcanzarse en términos de reducciones arancelarias en la agricultura y la industria, así como respecto de las subvenciones, queda por aclarar otra parte, la de saber qué flexibilidades existen, tanto en la agricultura como en relación con el acceso a los mercados libre de derechos y de contingentes. También quedan por aclarar ciertas cuestiones de suma importancia para algunos, por ejemplo las subvenciones al algodón. Este proceso tiene que llevarse a cabo. Aunque resulta inevitable que sea complejo, es imprescindible. Por eso tenemos que combinar el proceso multilateral necesario, por ejemplo en el caso de los “problemas tenaces” que suscita el mecanismo de salvaguardia especial (una cuestión sobre la que hemos de seguir trabajando), con lo que en el Consejo General he llamado la “prueba de los resultados”, que consiste en aclarar poco a poco las cosas, de modo que todo el mundo pueda apreciar el valor del conjunto final de medidas.

Periodista

En referencia de nuevo a la cuestión de la música ambiental, ¿creen que se ha producido alguna mejora a raíz de los cambios en la presidencia de los Estados Unidos y las autoridades de la India? En cuanto a los pasos que se han de dar antes de la reunión de Pittsburgh, el Ministro (de Comercio e Industria) de la India, Sr. Anand Sharma, ha propuesto organizar una reunión en Delhi antes de la cumbre de Pittsburgh. ¿Ha desarrollado esa propuesta? ¿Cuándo se celebrará la reunión y quiénes asistirán a ella?

Sr. Crean

Yo no haría recaer el peso del proceso sobre personas concretas o cambios de gobierno. Lo vincularía con el hecho de que los líderes del G-20 declararon el año pasado y han reiterado este año en Londres que el comercio tenía que formar parte de la solución para lograr concluir la Ronda de Doha. La dificultad que hemos tenido como ministros de comercio para cumplir esa instrucción es que hemos debido esperar a que culminaran ciertos procesos políticos para poder entablar un diálogo a ese nivel. Me refiero al nombramiento del Embajador Representante de los Estados Unidos para las cuestiones comerciales internacionales y, naturalmente, a las elecciones indias, que como saben ustedes no terminaron hasta finales de mayo. La buena noticia de Bali fue la buena disposición de esos dos nuevos ministros de asistir a la reunión. Debo decir que, a los 10 días de jurar su cargo, el Ministro Sharma decidió no sólo asistir a la reunión, sino participar activamente en ella, y la razón de que los dos ministros intervinieran activamente es que, como el resto de nosotros, habían comprendido el mandato que nos encomendaron nuestros líderes reunidos en el G-20. También ellos respondieron a ese llamamiento.

Creo que el gran cambio en la dinámica consiste en que los líderes han dicho que queremos dar por concluida la Ronda de Doha y que estamos dispuestos a contribuir a que así sea. En cuanto a la oferta del Ministro Sharma, es muy de agradecer la propuesta que ha hecho hoy. Hemos de estudiar las cuestiones de logística, pero el que la reunión se celebrara antes de la reunión de Pittsburgh podría y sería sin duda especialmente útil como estímulo añadido para ese compromiso político que, como estamos convencidos tanto Pascal como yo mismo y todos los ministros que se han sentado hoy a esta mesa, constituye la nueva dinámica: si queremos lograr concluir la Ronda, hemos de trabajar más eficazmente.

Sr. Lamy


La OMC está dirigida por sus Miembros, la mayoría de los cuales tiene que navegar por aguas electorales. Se trata de un hecho ineluctable, que influye inevitablemente en el programa de trabajo de nuestra Organización. En los Estados Unidos, la India y Sudáfrica hay tres gobiernos nuevos a los que se han encomendado mandatos firmes, y esa es una de las razones del cambio de la música ambiental. Sabemos también que este año se celebrarán elecciones en el Japón, que habrá elecciones presidenciales en el Brasil en algún momento del año que viene, y que se celebrarán elecciones de mitad de legislatura en los Estados Unidos al final del próximo año. Es inevitable que estos hechos configuren nuestro calendario, por lo que debemos tratar de aprovechar esas “aguas” lo mejor que podamos. Y creo que la impresión que hoy prevalece, me refiero a que 2010 es la fecha idónea para la conclusión de la Ronda, tiene que ver con las ondas que generan las elecciones que se celebran aquí y allá. También tiene que ver con la crisis económica, y sabemos por experiencia que esa crisis también tendrá consecuencias políticas y electorales.

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