OMC: NOTICIAS 2014

SIMPOSIO OMC-OMPI-OMS


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Durante un simposio interinstitucional sobre innovación y acceso a las tecnologías médicas en los países de ingresos medios celebrado en la sede de la OMC en Ginebra, los participantes de las tres organizaciones subrayaron en sus intervenciones la importancia de mantener el equilibrio entre la necesidad de garantizar el acceso a tratamientos asequibles y la necesidad de promover un entorno propicio para la innovación.

El propósito del simposio de este año era examinar las tendencias en cuanto a innovación en los países de ingresos medios, entender sus estrategias y los problemas a los que se enfrentan en lo referente al acceso a las tecnologías médicas y reflexionar sobre cómo podrían los organismos reforzar su cooperación y adaptar sus programas de asistencia técnica para mejorar la capacidad de los gobiernos de elaborar y aplicar las políticas necesarias en las esferas clave de las intersecciones entre la salud pública, la propiedad intelectual y el comercio.

La reunión fue la cuarta de una serie de simposios trilaterales OMS-OMPI-OMC sobre los avances en el ámbito de la salud, el comercio y la propiedad intelectual.

 

Sesión inaugural

El Director General Adjunto de la OMC, Xiaozhun Yi, afirmó en la apertura del simposio que la crisis del virus del Ebola "es un recordatorio, una vez más, de que una crisis de salud pública en una parte del mundo es intrínsecamente una preocupación común a todos que impone a la comunidad internacional la firme obligación de colaborar para lograr soluciones sostenibles y eficaces".

Los altos funcionarios elogiaron la cooperación trilateral desarrollada en los últimos años. "Esperamos sinceramente que este ejemplo tenga repercusión en otros lugares, tanto en el sistema internacional como en el ámbito nacional, ya que la consecución de resultados en materia de salud pública requiere, en última instancia, la colaboración efectiva entre los organismos gubernamentales responsables de la salud, el comercio y la propiedad intelectual", señaló el Director General Adjunto Yi.

Abordando el tema del simposio de este año, el Director General Adjunto Yi indicó que los países de ingresos medios "se enfrentan a una coyuntura crucial: con una relevancia cada vez mayor en la producción e innovación de tecnologías médicas, los países de ingresos medios son una fuente importante y creciente de medicamentos y otras tecnologías para otros países, en particular para los países en desarrollo, gracias a una tendencia al alza en las exportaciones de productos finales y de tecnologías". Sin embargo, añadió, mientras la innovación biomédica y el desarrollo industrial han avanzado en estos países, "grandes segmentos de su población continúan teniendo problemas de acceso".

La Dra. Marie-Paule Kieny, Subdirectora General de Sistemas de Salud e Innovación de la OMS, subrayó que el acceso a las tecnologías médicas está inextricablemente unido a la innovación (texto completo de su intervención).

"Seamos claros: sin innovación no existiría ninguno de estos productos nuevos", dijo la Dra. Kieny. "No obstante, si disponemos de nuevos productos sanitarios esenciales eficaces, también debemos asegurarnos de que sean asequibles y accesibles para quienes los necesitan; de lo contrario, la innovación sería tan solo una promesa vacía", añadió la Dra. Kieny, que señaló que el brote de enfermedad por el virus del Ebola "nos ha recordado que para ciertas enfermedades el sistema de patentes actual no ofrece la innovación que necesitamos. La falta de expectativas de rentabilidad de la inversión en el pasado es una de las principales razones por las que tendremos que probar la vacuna canadiense contra el virus del Ebola en pocos meses, algo que podría haberse hecho hace muchos años", añadió. "Esperamos que este recordatorio impulsará a los gobiernos, incluso a los de países de ingresos medios, a realizar compromisos financieros a más largo plazo para financiar la investigación y desarrollo necesarios."

Al abordar la cuestión de la propiedad intelectual, el Dr. Johannes Christian Wichard, Director General Adjunto del Sector de Cuestiones Mundiales de la OMPI, señaló que "el sistema de la propiedad intelectual, y más concretamente el sistema de patentes, es un elemento fundamental en la cuestión del acceso, pero no es el único". En su opinión, los sistemas sanitarios eficaces, los marcos normativos, la financiación sostenible y las estrategias de acceso creativas, tales como las políticas de fijación de precios diferenciados y de concesión de licencias, desempeñan una función importante para garantizar el acceso a las tecnologías médicas. "La situación es compleja, pero también es dinámica. Los países de ingresos medios se enfrentan a enormes desafíos. Las organizaciones internacionales tenemos la responsabilidad de ayudar a desarrollar planteamientos viables, tanto de forma colectiva (a nivel trilateral) como individualmente", añadió.

 

Presentaciones y debates

En su exposición sobre la respuesta mundial al brote de enfermedad por el virus del Ebola y las iniciativas para acelerar los ensayos y la concesión de licencias de vacunas, la Dra. Kieny describió los ensayos urgentes de dos de las vacunas candidatas y la situación en lo que respecta a las terapias experimentales.

Otros oradores abordaron la repercusión sanitaria para los países de ingresos bajos de su clasificación como países de ingresos medios, un cambio que, según señalaron, puede resultar particularmente difícil. Además de la dificultad que puede suponer para estos países compensar los recortes en la financiación externa para sanidad que reciben a través de iniciativas internacionales que normalmente conlleva la pérdida de su condición de países de ingresos bajos, pueden verse presionados para adoptar normativas más estrictas en materia de propiedad intelectual y quedar excluidos de estrategias relativas al acceso ideadas para los países de ingresos bajos.

También se debatió el papel del comercio en el fomento de la innovación y el acceso al permitir las economías de escala, el aumento de la competencia y los efectos tecnológicos secundarios. Para fomentar la innovación y la investigación y desarrollo se considera fundamental contar con instituciones y marcos para la competencia y el intercambio de alta calidad.

Un orador señaló que si bien garantizar el acceso a las tecnologías médicas supone un reto para los países de ingresos medios, la "fragmentación de la innovación" inherente a la progresiva especialización de la innovación y el comercio tecnológico y la creciente internacionalización de la investigación y el desarrollo también representan nuevas oportunidades para estos países.

En posteriores presentaciones se abordaron actividades innovadoras que desempeñan un papel creciente en el ámbito de la biotecnología en países emergentes. Según se explicó, la transformación de los modelos de innovación en este sector pone de manifiesto que la innovación ya no se centra exclusivamente en los países, sino que las actividades innovadoras se distribuyen en diversos centros ubicados tanto en países desarrollados como en países en desarrollo. Un orador señaló la aparente desconexión entre la universidad, la industria y la sociedad e instó a los gobiernos a que estimulen a los agentes implicados en la innovación. Otro orador se hizo eco de esta declaración y citó ejemplos de casos en los que el gobierno había ejercido una gran influencia en el desarrollo de tecnologías médicas.

En cuanto a los retos de llevar las tecnologías médicas a los pacientes de países de ingresos medios, se planteó la necesidad de aprovechar los vencimientos de las patentes para fomentar la industria local de producción de medicamentos genéricos, una posible política a disposición de estos países. Sin embargo, también se señaló que los organismos competentes tendían a examinar las cuestiones en compartimentos estancos y que debía ponerse mayor empeño en asegurar la colaboración interinstitucional a nivel nacional. Hacen falta asimismo mejores datos empíricos para fundamentar la toma de decisiones normativas acertadas. Un participante se preguntó si la intensificación de las medidas de apoyo de la producción local y la exportación de medicamentos en varios países de ingresos medios era sostenible y rentable.

Los participantes hicieron hincapié en la necesidad de adaptar las estrategias a las necesidades individuales de cada país y pidieron la colaboración entre los países de ingresos medios, una importante inversión en salud pública y la ampliación de la producción de calidad. Algunos señalaron que las organizaciones internacionales pueden ayudar, pero que el éxito está, en última instancia, en manos de los gobiernos de los países.

 

El camino a seguir

Durante la sesión de clausura se señaló que, si bien el proceso trilateral entre los tres organismos había resultado satisfactorio, quedaba un largo camino por recorrer en cuanto a la toma de decisiones en materia de políticas públicas por parte de los países. Se afirmó que el crecimiento económico no mejoraría necesariamente el acceso a la atención sanitaria de los más pobres. Si bien los mercados de los países de ingresos medios ofrecen enormes oportunidades, se planteó la cuestión de si se está desarrollando en estos países una innovación basada en las necesidades y del motivo de la aparente desconexión entre la exportación de grandes cantidades de medicamentos y el acceso limitado de la población local a estos medicamentos.

Los representantes de los tres organismos coorganizadores del simposio hicieron hincapié en la necesidad de continuar su colaboración y ampliarla. La cooperación durante los últimos cuatro años en el marco de la iniciativa trilateral ha dado lugar al desarrollo progresivo de una base sólida para mantener debates políticos fundamentados e incluyentes y el fomento de la capacidad de los encargados de la formulación de políticas sanitarias. Se explicó que resulta cada vez más evidente que los problemas sanitarios de ámbito mundial no podían solucionarse mediante iniciativas aisladas en un ámbito normativo determinado; de ahí el gran énfasis en entender las intersecciones y los vínculos entre las distintas esferas de la legislación y las políticas en el marco general de la salud, la innovación y el comercio.

Por ejemplo, el acceso a los medicamentos — reconocido como parte del derecho a la salud — dependía en parte del comercio internacional y de la aplicación de políticas de competencia. Se ilustraron asimismo en el simposio las múltiples dimensiones de una política de innovación eficaz en esferas tan distintas como la producción de vacunas y los medios de diagnóstico. Un campo fértil para una mayor colaboración (que se había puesto en marcha en el estudio trilateral de 2013) era la elaboración de herramientas de información integradas que reunieran de manera sistemática datos de distintas fuentes — por ejemplo, sobre las necesidades en materia de salud, el acceso y los precios, las tendencias en cuanto a la concesión de patentes y sobre el comercio — con el fin de proporcionar perspectivas más claras para futuros debates sobre políticas sanitarias.

 

Observaciones introductorias del Director General Adjunto Yi

INTRODUCCIÓN

Permítanme darles una cálida bienvenida a la Organización Mundial del Comercio. También estoy encantado de dar la bienvenida a mis colegas Marie-Paule Kieny, Subdirectora General de la Organización Mundial de la Salud, y Johannes Christian Wichard, Director General Adjunto de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, dos de nuestros asociados más valiosos en el sistema multilateral, que me acompañarán en esta sesión inaugural.

El gran compromiso personal de los Directores Generales de los tres organismos colaboradores, la Dra. Margaret Chan de la OMS, Francis Gurry de la OMPI y Roberto Azevêdo de la OMC, de establecer una relación de diálogo y cooperación queda patente por el hecho de que el actual es el cuarto de la serie de simposios sobre políticas trilaterales y porque en estos cuatro años de cooperación trilateral hemos elaborado un estudio trilateral pionero como base compartida de nuestra actividad conjunta permanente y para nuestra relación con muchos otros asociados.

La importancia y el carácter indispensable de la colaboración continua, dentro del sistema internacional, sobre cuestiones de salud pública se subraya de nuevo hoy: somos testigos de la aparición de la crisis del virus del Ebola, un desafío internacional que nuestros colegas de la OMS están afrontando con una dedicación y un compromiso notables. Es un recordatorio, una vez más, de que una crisis de salud pública en una parte del mundo es intrínsecamente una preocupación común a todos que impone a la comunidad internacional la firme obligación de colaborar para lograr soluciones sostenibles y eficaces.

Pero también han sido los recientes acontecimientos en esta crisis sanitaria internacional los que han imposibilitado en el último momento que los Directores Generales de la OMS, la OMPI y la OMC mantuvieran hoy un diálogo personal; concretamente, por la necesidad inevitable de la Dra. Chan de ausentarse de Ginebra con motivo de la respuesta de la OMS a la crisis. Por lo tanto, este diálogo entre los tres Directores Generales tendrá que aplazarse hasta la próxima reunión trilateral, prevista de forma provisional para mediados de 2015. Mientras tanto, el simposio de hoy se llevará a cabo, no obstante, como estaba previsto, con el fin de mantener el impulso de la cooperación trilateral.

Retomando el asunto del simposio de hoy, continuamos con el tema subyacente que sustenta esta serie de simposios sobre políticas: la necesidad de recibir enseñanzas prácticas sobre la contribución de las decisiones sobre políticas tomadas a nivel internacional, nacional e institucional a los resultados en materia de salud pública, haciendo un especial hincapié en la innovación y el acceso a las tecnologías médicas. En esta ocasión, analizamos la experiencia de los países de ingresos medios. ¿Por qué? Es el notable dinamismo de estos países en el campo de la salud pública, junto con su diversidad, lo que los convierte hoy en un centro de atención tan fundamental para los encargados de la formulación de políticas. Se enfrentan a una coyuntura crucial: con una relevancia cada vez mayor en la producción e innovación de tecnologías médicas, los países de ingresos medios son una fuente importante y creciente de medicamentos y otras tecnologías para otros países, en particular para los países en desarrollo, gracias a una tendencia al alza en las exportaciones de productos finales y de tecnologías. Sin embargo, grandes segmentos de su población continúan teniendo problemas de acceso. Están lidiando de diversas formas con el equilibrio, en el ámbito de las políticas, entre la necesidad de fomentar la innovación y la aplicación de nuevas tecnologías y de facilitar al mismo tiempo el acceso a quienes más lo necesitan.

Por lo tanto, el simposio tiene como objetivo examinar las novedades que tienen lugar en estos países y aprender de sus distintas experiencias. Es un momento oportuno para examinar las tendencias en materia de innovación en esos países, para entender las diversas estrategias y problemas a los que se enfrentan en lo referente al acceso a las tecnologías médicas y para considerar cómo trabajar juntos para adaptar nuestros programas de asistencia técnica en curso con el fin de fortalecer la capacidad de los gobiernos de los Miembros de elaborar y aplicar las políticas necesarias en las esferas clave de las intersecciones entre la salud pública, la propiedad intelectual y el comercio.

 

INNOVACIÓN Y ACCESO A LOS MEDICAMENTOS: CONTRIBUCIÓN DE LA OMC

La OMC y sus gobiernos Miembros han otorgado a estas cuestiones una importancia clave. A este respecto, uno de los primeros hitos fue la Declaración de Doha relativa al Acuerdo sobre los ADPIC y la Salud Pública, que constituyó un modelo para abordar objetivos de salud pública de forma coherente en el marco de un sistema multilateral de comercio. Los Ministros de Comercio del mundo expresaron su preocupación común por la carga de morbilidad mundial y la necesidad de que el Acuerdo sobre los ADPIC parte del conjunto de medidas adoptadas a nivel nacional e internacional para afrontar los problemas sanitarios.

Al determinar los mecanismos que permiten que las normas del Acuerdo sobre los ADPIC respalden los resultados en materia de salud pública, la Declaración de Doha también reforzó la base para la cooperación multilateral sobre cuestiones relativas a las intersecciones entre la salud pública, el comercio y la propiedad intelectual. Se hizo patente de forma manifiesta que los objetivos de la Declaración de Doha no podrían lograrse de manera aislada, sino que requerían un enfoque integrado e interdisciplinar que combinara los conocimientos técnicos y la experiencia de todos los sectores afectados. Esta es la razón por la que la OMC ha desarrollado una alianza con otros organismos en el núcleo de su labor en cuestiones de comercio, propiedad intelectual y salud pública.

Doha también fue un claro recordatorio de que la adhesión a las normas de la OMC no es ni debería ser una limitación para la toma de decisiones eficaces en materia de políticas públicas, en particular y muy especialmente en el ámbito crucial de la salud pública. Condujo al primer acuerdo entre los Miembros para modificar el conjunto de las normas comerciales de la OMC, y esto únicamente para iniciar el desarrollo de una nueva vía para el acceso a los medicamentos por parte de los países más vulnerables. También contribuyó a aclarar que los Miembros tienen a su disposición una amplia gama de opciones en materia de políticas y flexibilidades que les permiten adaptar las legislaciones y políticas sobre propiedad intelectual para que obedezcan a sus objetivos normativos nacionales particulares. Un ejemplo claro es la excepción basada en el examen reglamentario en el marco de la legislación en materia de patentes, confirmado por el Órgano de Solución de Diferencias de la OMC y ahora presente en alguna forma en un amplio espectro de legislaciones de los Miembros de la OMC como una herramienta específica para conciliar una protección apropiada mediante patentes con el buen funcionamiento de la reglamentación necesaria sobre medicamentos y el objetivo normativo de fomentar una competencia eficaz de los medicamentos genéricos después del vencimiento de una patente.

Nuestro trabajo también ha puesto de relieve muchos otros ámbitos en los que el tipo adecuado de políticas comerciales repercute positivamente en la salud pública. Sobre todo, ningún país es ni puede esperar ser completamente autosuficiente en medicamentos y tecnologías médicas. El sistema de comercio crea una base más amplia para el acceso y facilita el tipo de competencia que fomenta la innovación y reduce los precios.

Los aranceles de importación que gravan los productos farmacéuticos acabados se imponen en una etapa relativamente temprana de la distribución de un producto. Por consiguiente, los márgenes de beneficios e impuestos posteriores aumentan su efecto en el precio final y, por lo tanto, en la asequibilidad de un medicamento. Además, los aranceles que gravan los ingredientes y los insumos para la fabricación de medicamentos aumentan los costos de los productores nacionales y, por tanto, afectan a su sostenibilidad. Varios Miembros de la OMC aprobaron, en el marco de la Ronda Uruguay, un acuerdo sobre eliminación de aranceles sobre determinados productos farmacéuticos (llamado "cero por cero"), como los ingredientes activos y los productos intermedios. En otros países la tendencia actual es a reducir los aranceles en este campo. Esto nos recuerda que lo que aparentemente es un objetivo de política comercial tiene una repercusión sistémica más amplia. Otro ejemplo es el ámbito de la facilitación del comercio. No voy a detenerme en la cuestión de procedimiento a la que nos enfrentamos en este asunto. Sin embargo, conviene tener en cuenta la importancia de la facilitación del comercio para mejorar la circulación comercial y reducir costos, papeleo innecesario y retrasos en la frontera, y por lo tanto su repercusión en el acceso a los medicamentos comercializados transfronterizos.

Además, una parte importante de nuestra labor en otros ámbitos, como en el de las medidas relacionadas con la salud en el marco de los Acuerdos OTC y MSF, concierne al establecimiento de una vinculación eficaz y positiva entre la política comercial y el tipo de medidas que son vitales para garantizar la salud pública. El acceso a los medicamentos y a otras tecnologías médicas también es asimismo, en gran medida, un ejercicio de contratación pública en el que mediante unas estrategias de compra transparentes y competitivas — de conformidad con el Acuerdo sobre Contratación Pública (ACP) de la OMC — se puede lograr que los escasos fondos públicos en este ámbito tengan un mayor alcance. El ACP — visto en el pasado principalmente como un acuerdo de países desarrollados — está atrayendo actualmente cada vez más el interés de algunos países de ingresos medios; por lo general cubre un amplio espectro en la contratación de productos médicos por parte del sector público.

 

PAÍSES DE INGRESOS MEDIOS: ESTRATEGIAS Y RETOS DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL

Al explorar el importante papel de los países de ingresos medios, deberíamos evitar complicarnos con definiciones y límites. Lo esencial es que cada vez más países cuentan con los recursos, la capacidad y los conocimientos especializados suficientes para influir en gran medida en la innovación relativa a tecnologías médicas muy necesarias y en su difusión. Sus crecientes mercados nacionales sustentan el crecimiento del sector de las tecnologías médicas, el aumento de la capacidad y la diversificación de la oferta, con importantes efectos derivados respecto del acceso a estas tecnologías también en mercados extranjeros.

No sé si debo mencionar estadísticas de patentes en presencia de mi colega de la OMPI, considerablemente más cualificado en este ámbito. Sin embargo, resulta instructivo incluso para un lego en la materia analizar la mejora de la capacidad innovadora ilustrada por el aumento de la actividad en el ámbito de las solicitudes de patentes sobre tecnologías médicas que está surgiendo en los países de ingresos medios. En el marco del sistema del Tratado de Cooperación en materia de Patentes de la OMPI, la tasa de solicitantes de patentes de los países de ingresos medios en los campos farmacéutico y de la tecnología médica se multiplicó por siete entre 1995 y 2012, triplicándose la proporción de la actividad en este ámbito de estos países a nivel mundial (del 9% al 27%), un indicador incompleto, aunque revelador, del desplazamiento del centro de gravedad de la actividad en materia de innovación.

La creciente cartera de patentes de los países de ingresos medios — en los sectores público y privado, en distintas proporciones — subraya la importancia cada vez mayor que se otorga en estos países a las estrategias en materia de derechos de propiedad intelectual y los modelos de negocio aplicados por el sector farmacéutico, así como a las políticas relativas a las patentes del sector público. Hoy exploraremos este asunto clave. Una pregunta es quién está obteniendo patentes en este ámbito; pero otra pregunta, quizá más interesante aunque más difícil, se refiere al modo en que están administrando y llevando a la práctica esas patentes, con el fin de fomentar la presentación a la población de las nuevas tecnologías médicas.

Las estadísticas también proporcionan información sobre la importancia cada vez mayor de los países de ingresos medios en lo que se refiere a las exportaciones de productos farmacéuticos. Tomando únicamente tres países de ingresos medios, el Brasil, China y la India — que figuran sin duda entre los más importantes de este sector — , las exportaciones de productos farmacéuticos notificadas por estos países se multiplicaron casi por 20 desde la creación de la OMC, de alrededor de 1.000 millones de dólares EE.UU. en 1994 a 19.500 millones de dólares el año pasado. Estos tres países exportaron medicamentos respectivamente a 145, 194 y 202 interlocutores comerciales distintos el año pasado.

Teniendo en cuenta su creciente importancia como productores, adaptadores e innovadores de tecnologías médicas, los países de ingresos medios también están desempeñando una función importante no solo como proveedores de productos asequibles, sino también como fuente de tecnologías de producción adecuadas transferidas a los países menos adelantados. Así, el Director General Azevêdo, en el transcurso de un viaje reciente a Uganda, visitó una planta de producción de medicamentos antirretrovíricos de tratamiento triple, muy necesaria para combatir el VIH/sida en la región de África Oriental. La tecnología de producción fue transferida por uno de los principales productores de la India. Otro ejemplo lo encontramos en una iniciativa del Brasil para potenciar la capacidad de embalaje y de producción de antirretrovíricos en Mozambique.

El comercio, y el marco que el sistema internacional de comercio ofrece para la circulación de productos y la transferencia y difusión de tecnología, constituyen una parte del sistema general de los entornos normativo, jurídico y reglamentario que los gobiernos deben desarrollar para que las tecnologías médicas estén al servicio de la salud pública. Este es un mensaje claro del estudio trilateral, y el tema central de nuestra cooperación trilateral: la existencia de entornos adecuados y equilibrados para el comercio y la propiedad intelectual es un requisito indispensable, aunque no suficiente por sí misma, para facilitar una respuesta mesurada y sostenible ante los retos de la innovación y de la difusión de las tecnologías médicas para mejorar los resultados en materia de salud pública. La cooperación con nuestros asociados multilaterales y con los gobiernos Miembros son cruciales, y es fundamental aprender de sus esferas de competencia y experiencia. Dentro de este marco de colaboración, creo que la OMC puede realizar una contribución distintiva y valiosa, y sin duda deseamos favorecer esta labor mediante el diálogo con nuestros asociados. Entre nuestras contribuciones cabe mencionar:

  • Una creación de capacidad más adaptada y mejor coordinada: hemos invertido grandes esfuerzos en el desarrollo y la adaptación de nuestros programas de cooperación técnica en este ámbito para responder a las nuevas necesidades de los Miembros de la OMC. Esto incluye la adopción de un enfoque más integral, examinando los componentes individuales del conjunto de políticas en su contexto práctico pleno. El próximo mes celebramos el taller anual de Ginebra de la OMC sobre salud pública, que ha evolucionado a lo largo de los años desde un enfoque relativamente técnico a un análisis mucho más amplio de las políticas sobre propiedad intelectual y comercio. La propia iniciativa trilateral proviene de nuestra labor de asistencia técnica, y ahora ofrece una base sólida para un enfoque exhaustivo e integral mejor adaptado a las necesidades prácticas de los encargados de la formulación de políticas. Esta labor también supone estudiar nuevas cuestiones; por ejemplo, observamos una demanda cada vez mayor de cooperación técnica referente a asuntos sobre políticas de competencia.
  • La realización de análisis estadísticos, para proporcionar una base empírica más sólida para los debates sobre políticas: la OMS está acostumbrada a trabajar con una variedad de información sobre comercio y políticas comerciales necesaria para comprender el marco internacional para la innovación y el acceso en el ámbito médico. La combinación de esta información de forma accesible y sistemática con datos sobre la salud y el sistema de la propiedad intelectual administrados por nuestros asociados trilaterales ofrece posibilidades notables de entender profundamente el entorno para la innovación y el acceso.
  • La transparencia es un principio central de la OMC: las notificaciones efectuadas por los Miembros de la OMC ofrecen una visión general exclusiva y de gran amplitud de las medidas legislativas y reglamentarias adoptadas por los Miembros de la OMC, muchas de importancia considerable para las políticas de salud pública. Estamos encontrando nuevas maneras de acceder a este cuerpo de información y analizarlo, lo que de nuevo ayudará a iluminar el complejo entorno de las políticas de salud pública.
  • Debate sobre políticas: la OMC proporciona un foro para un intercambio exhaustivo y minucioso entre sus Miembros de opiniones relativas a sus opciones en materia legislativa y de políticas.
  • Y, por supuesto, en el caso de que un asunto acabe en una diferencia entre interlocutores comerciales, ofrecemos un foro excepcional para su solución. La experiencia hasta la fecha ha demostrado que su alcance es claro y adecuado en lo que respecta a las medidas de salud pública.

 

CONCLUSIÓN

El ingrediente principal para el éxito del programa de cooperación trilateral es, ante todo, un espíritu de hermandad y respeto mutuo: las tres organizaciones aportan los conocimientos y competencias propios de sus respectivos ámbitos, de manera mutuamente complementaria. Esperamos sinceramente que este ejemplo tenga repercusión en otros lugares, tanto en el sistema internacional como en el ámbito nacional, ya que la consecución de resultados en materia de salud pública requiere en última instancia la colaboración efectiva entre los organismos gubernamentales responsables de la salud, el comercio y la propiedad intelectual.

Continuamos comprometidos con la acción conjunta en el diálogo sobre políticas y la creación de capacidad con el objetivo de proporcionar la información fáctica y técnica que necesitan los encargados de la formulación de políticas para tomar decisiones bien informadas, y con el fomento del diálogo entre estos estamentos decisores y los especialistas de diferentes ámbitos de conocimiento y responsabilidad. Confío en que el simposio de hoy supondrá un gran paso adelante en esta dirección. Estamos encantados de su presencia aquí en la OMC para retomar una de las conversaciones más importantes de Ginebra, y les deseo una jornada productiva y estimulante de debate y aprendizaje mutuo.

 

Observaciones introductorias de la Dra. Marie-Paule Kieny

Estimado Xiaozhun Yi, estimado Christian Wichard, distinguidos expertos, señoras y señores:

Permítanme en primer lugar transmitirles las disculpas de nuestra Directora General, Margaret Chan, por su ausencia en esta jornada debido a compromisos urgentes relacionados con la respuesta al virus del Ebola. Lamenta mucho perderse esta tradicional reunión de las tres organizaciones en la que se debaten los vínculos entre la salud pública, el comercio y la propiedad intelectual.

Estamos aquí hoy para hablar de los problemas específicos de los países de ingresos medios relativos a la innovación y el acceso a los productos sanitarios.

La innovación y el acceso han ocupado un lugar destacado en el programa de salud pública desde hace largo tiempo. El acceso a los medicamentos esenciales es una de las seis prioridades de liderazgo de la OMS. La cobertura sanitaria universal, nuestro principio rector, no es posible sin innovación y un suministro sostenible de tecnologías sanitarias y medicamentos asequibles. Pero ¿qué beneficios tiene la innovación si las personas que necesitan los nuevos medicamentos no pueden acceder a ellos?

Señoras y señores, es evidente que no cabe debatir sobre el acceso a los productos sanitarios si antes no se han desarrollado estos nuevos medicamentos, vacunas y tecnologías sanitarias y se ha evaluado su seguridad, eficacia y calidad. Son numerosos los productos nuevos que se necesitan para mejorar la salud de los pacientes. Les daré cinco ejemplos. El mundo necesita:

  • nuevos antibióticos y medicamentos para tratar la tuberculosis multirresistente;
  • combinaciones de dosis fija para mejorar la observancia del tratamiento;
  • formulaciones pediátricas para diversas enfermedades infantiles;
  • dispositivos médicos y tecnología sanitaria en el ámbito de las ayudas técnicas para las poblaciones envejecidas, una tendencia demográfica en rápido crecimiento en las economías de ingresos medios, y
  • vacunas nuevas y más eficaces.

Digámoslo claramente: sin innovación no se producirá ninguno de estos nuevos productos. Pero no basta con disponer de nuevos productos sanitarios esenciales eficaces: también debemos asegurarnos de que sean asequibles y accesibles para quienes los necesitan; de lo contrario, la innovación será tan solo una promesa vacía.

En este ámbito, los países de ingresos medios se enfrentan a problemas específicos. La industria farmacéutica contempla a muchos de estos países como mercados importantes en los que desean crecer. Sin embargo, dada la desigual distribución del ingreso nacional bruto en muchos de estos países, la mayoría de la población no vive desahogadamente, ni siquiera en los países con un PIB alto. En realidad, es en estos países donde vive la mayoría de los pobres del mundo y, al no existir sistemas generalizados de seguro de enfermedad, muchos tienen que pagar los gastos médicos de su propio bolsillo.

La creciente carga de morbilidad por enfermedades no transmisibles supone un lastre adicional para los presupuestos sanitarios de estos países. Nuestra Directora General, en su discurso ante la Asamblea Mundial de la Salud de este año, señaló que, según el Informe mundial sobre el cáncer 2014 de la OMS, el número de casos nuevos de cáncer ha alcanzado un máximo histórico — y se prevé que seguirá aumentando — , y alrededor del 70% de los fallecimientos por cáncer se producen en los países en desarrollo. En algunos países de ingresos medios solo el tratamiento de la diabetes absorbe casi la mitad del presupuesto sanitario total.

Los precios inasequibles no son únicamente un problema de los países en desarrollo. En un informe reciente se describe la tendencia en los Estados Unidos: los ingresos promedio derivados de los 100 medicamentos más destacados se multiplicaron por siete, de 1.260 dólares por paciente en 2010 a 9.400 dólares en 2014, mientras que el número de pacientes por cada medicamento específico está disminuyendo debido a que las indicaciones médicas son cada vez más específicas. Cada vez más tratamientos cuestan más de 100.000 dólares EE.UU. por paciente al año. Los nuevos tratamientos contra la hepatitis C son un ejemplo destacado de esta tendencia. Muchos países desarrollados encuentran dificultades para mantener controlado el gasto sanitario y ofrecer acceso a los nuevos tratamientos a quienes los necesitan. Es obvio que, si no se controlan, los precios seguirán subiendo. También es obvio que ningún país podrá eliminar el cáncer, la diabetes o la hepatitis mediante su tratamiento. Debemos, por lo tanto, hacer mayor hincapié en la prevención, reduciendo los factores de riesgo y mejorando el control de las infecciones.

Los nuevos tratamientos contra la hepatitis C son un buen ejemplo ilustrativo de la contribución que puede realizar la OMS.

El virus de la hepatitis C infecta a más de 185 millones de personas en todo el mundo y mata a cerca de 500.000 personas cada año. La infección por el VHC se puede curar con peginterferón y ribavirina, pero el tratamiento es largo, requiere inyecciones semanales y presenta efectos secundarios considerables. Se prevé que con los nuevos tratamientos antivíricos directos se alcanzarán tasas de curación superiores al 90%, en menos tiempo y con menos efectos secundarios. Es un gran logro y estamos agradecidos a los científicos que desarrollaron estos medicamentos. Su uso puede transformar el tratamiento de la hepatitis, pero solo si las personas que los necesitan tienen realmente acceso a ellos. Como la carga de morbilidad de la hepatitis C se concentra en los países de ingresos medios, urge lograr que los precios en estos países sean asequibles.

La OMS asesora a una serie de Estados miembros sobre el establecimiento de programas nacionales de lucha integral contra la hepatitis, que abarcan la prevención, el diagnóstico y el modo de acceder al tratamiento, siguiendo las nuevas directrices terapéuticas de la OMS para la detección, la atención y el tratamiento de las personas infectadas por el VHC. Para ayudar a los países a determinar las opciones disponibles, la OMS ha publicado un análisis de la situación de las patentes de siete de los nuevos tratamientos contra la hepatitis. Al mismo tiempo, el programa de precalificación de la OMS, que evalúa la calidad y la seguridad de los medicamentos, vacunas, medios de diagnóstico y principios activos farmacéuticos prioritarios, ha publicado la primera solicitud de manifestaciones de interés por los tratamientos contra la hepatitis C y B. Es un paso importante para estimular la competencia de los medicamentos genéricos, al tiempo que se garantiza que las versiones genéricas de estos nuevos medicamentos antivíricos cumplen las normas relativas a la calidad y la seguridad.

En este debate, debemos también mantener la objetividad: los precios inasequibles no son en modo alguno los únicos factores que limitan el acceso a los tratamientos médicos. Existen versiones genéricas baratas de la mayoría de los medicamentos y tratamientos esenciales para las cardiopatías, la diabetes y las neumopatías crónicas; sin embargo, estos tratamientos todavía no están disponibles en muchos centros de salud. La responsabilidad principal de los gobiernos de los países es garantizar el acceso a los productos esenciales. Deben centrarse en desarrollar sistemas de salud nacionales capaces de proporcionar servicios y productos sanitarios esenciales de calidad a un costo asequible para todo el mundo.

La crisis del virus del Ebola ha mostrado, una vez más, al mundo que este tipo de catástrofes solo pueden prevenirse con sistemas de salud sólidos. Pero estos sistemas tienen un costo. El crecimiento económico puede sacar a la gente de la pobreza y mejorar sus condiciones de vida, pero el alcance del proceso depende en gran medida del modo en que se distribuyen los frutos de dicho crecimiento. El aumento del PIB debe acompañarse con mayores inversiones en infraestructura sanitaria, la adecuada formación y remuneración del personal sanitario, y sistemas de cobertura sanitaria universal. Los gobiernos deben dar prioridad a la salud e invertir, por consiguiente, en el fortalecimiento de los sistemas sanitarios. En tal sentido, el suministro de medicamentos esenciales es un elemento fundamental.

El virus del Ebola también nos ha recordado que el sistema de patentes actual no genera la innovación que necesitamos para ciertas enfermedades: la falta de expectativas de rentabilidad de la inversión en el pasado es una de las principales razones por las que tendremos que probar la vacuna canadiense contra el virus del Ebola en pocos meses, algo que podría haberse hecho hace muchos años. Llevamos largo tiempo debatiendo este fracaso del sistema de investigación y desarrollo impulsado por el mercado. Esperamos que este recordatorio impulsará a los gobiernos, incluso a los de países de ingresos medios, a realizar compromisos financieros a más largo plazo para financiar la investigación y desarrollo necesarios.

Concluyo haciendo hincapié en que la OMS seguirá desempeñando una función importante en la conexión entre la salud pública y la propiedad intelectual. No obstante, para lograrlo necesitamos los conocimientos de otras organizaciones. Estimado Xiaozhun Yi, estimado Christian Wichard, quisiera agradecerles a ustedes y a sus colegas de la OMPI y de la Secretaría de la OMC el continuo apoyo y compromiso que nos brindan. Esta cooperación trilateral es un excelente ejemplo de la necesidad de cooperación entre diferentes sectores con el fin de aprovechar las oportunidades y promover un acceso mejor, más equitativo y universal a la atención sanitaria.

 

 

> Programa, presentaciones y ficheros podcast

> Documento de antecedentes (pdf)

 

Video

Aspectos destacados del simposio técnico OMC-OMPI-OMS de 2014

(6m 52s)(solamente en inglés)
05/11/2014

 

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