El Director General dijo:

“Con toda franqueza, el comercio mundial actualmente no está en buena forma. Es probable que en 2016 el comercio crezca menos de un 3% por quinto año consecutivo. Salvo por la caída inmediata que se produjo tras la crisis financiera, se trata del nivel sostenido de crecimiento del comercio más bajo de los últimos 30 años. En este contexto, el papel del G-20 es decisivo para fortalecer el sistema de comercio, estudiar la manera de impulsar el crecimiento del comercio y resistirse a las políticas restrictivas del comercio y a una actitud de rechazo al comercio.

La OMC ofrece una vía para adoptar medidas sobre estos puntos y, pese al trasfondo desfavorable, en la Organización se respira un clima más positivo que nunca. Estamos tomando como base los buenos resultados obtenidos en las dos últimas Conferencias Ministeriales de la OMC, lo que está cambiando las reglas de juego en Ginebra. Se ha producido un vuelco a favor de una participación más activa y positiva, y está claro que debemos seguir logrando resultados.

Hemos tenido un primer semestre muy productivo, en el que los Miembros de la OMC han analizado toda una serie de cuestiones. El desafío reside ahora en transformar estas conversaciones de carácter más general en un proceso más concreto y basado en propuestas. Exhorto a las delegaciones en Ginebra a que se preparen para avanzar en esta dirección en los próximos meses. El compromiso de las economías del G-20 en pro de estas conversaciones será fundamental. Es esencial contar con apoyo político a nivel ministerial, ahora y durante los debates que se celebren en Ginebra. A medida que nos acerquemos a la próxima Conferencia Ministerial, que tendrá lugar en 2017, será cada vez más importante contar con un mayor involucramiento a ese nivel”.

Los Ministros de Comercio del G-20 publicaron una declaración tras la reunión, que puede consultarse aquí.