Tradicionalmente, las mujeres no han estado bien representadas en los órganos decisorios internacionales, como la Corte Internacional de Justicia y el Tribunal Internacional del Derecho del Mar, en los que casi todos los magistrados han sido hombres. La misma tradición se observó en el anterior sistema jurisdiccional internacional de comercio, en el que solo el 5% de los 168 integrantes de los grupos especiales de la época del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) eran mujeres.

El sistema de solución de diferencias de la OMC ha sido algo mejor en este ámbito. De los 209 grupos especiales que se han constituido en la OMC desde 1995, 90 han contado con participación femenina, lo que representa alrededor del 43% del total. Desde su creación en 1995, el Órgano de Apelación ha estado integrado por 25 Miembros, 4 de los cuales (es decir, el 16%) eran mujeres. Con estas cifras la OMC se distingue positivamente de muchos otros órganos internacionales de solución de diferencias.

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