OMC: NOTICIAS 2016

CONSEJO GENERAL

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Informe del Presidente del Comité de Negociaciones Comerciales

Gracias, Sr. Presidente. Buenos días a todos.

Antes de comenzar, quisiera referirme brevemente a la situación en Fiji tras el paso del ciclón Winston. Estoy seguro de que hablo en nombre de todos en la OMC cuando expreso mis más sinceras condolencias a cuantos se han visto afectados por esta terrible tormenta. Mis pensamientos están con el Gobierno y el pueblo de Fiji ahora que emprenden el largo camino hacia la recuperación.

Me gustaría asimismo aprovechar esta oportunidad para dar la bienvenida a los Embajadores que asisten hoy por primera vez a una reunión del Consejo General.

  • Excmo. Sr. Moussa Bédializoun Nebie, de Burkina Faso
  • Excma. Sra. Marianne Odette Bibalou Bounda, de Gabón, y
  • Excmo. Sr. Junichi Ihara, del Japón.

Espero con sumo interés la oportunidad de trabajar con todos ustedes.

Ahora, pasando al asunto que hemos de tratar, diré que en Nairobi los ministros nos dieron indicaciones claras sobre nuestra labor futura.

Según el párrafo 33 de la Declaración Ministerial, los funcionarios deben trabajar para encontrar maneras de llevar adelante las negociaciones. Y me han pedido que, como Director General, informe periódicamente al Consejo General sobre esos esfuerzos.

Permítanme ahora pasar a examinar mi informe.

Estas últimas semanas he mantenido varios intercambios de impresiones provechosos con diversos Miembros. En enero visité Barbados y Jamaica. Y la semana pasada estuve en Nigeria, Côte d'Ivoire y el Senegal. En cada uno de esos países celebré reuniones con representantes gubernamentales y, siempre que fue posible, conversé también con el sector privado y la sociedad civil.

Participé además en la reunión ministerial convocada por las autoridades suizas en Davos el 23 de enero. Y asistí a una reunión de los Ministros de Comercio de la UE en Amsterdam el 2 de febrero.

En cada uno de estos intercambios de impresiones me sorprendió el sentimiento de optimismo respecto a la OMC. Hay un claro deseo de trabajar sobre la base de nuestros éxitos recientes.

En estas reuniones se plantearon muchas ideas tanto sobre procedimiento como sobre contenido. No obstante, dejaré que sean los propios Miembros quienes expongan esas ideas cuando estén en disposición de hacerlo.

En las últimas semanas, además, he estado en contacto con el sector privado, y con la sociedad civil de manera más general. También en este ámbito los intercambios de impresiones han sido positivos.

Varias partes manifestaron su interés en mantener un diálogo más profundo e interactivo sobre la OMC con otros interlocutores. Algunas de las partes me abordaron -en particular la CCI y el B20- para que facilite este diálogo entre ellas y otros interesados aquí en Ginebra.

El interés de estos grupos tiene gran importancia, pero los he animado a que sean lo más inclusivos posible. Pienso que este diálogo debe reunir a actores grandes y pequeños de todo el mundo, tanto de las economías en desarrollo como de las economías desarrolladas.

Estamos tanteando el terreno para ver si una primera conversación de esa índole podría celebrarse aquí a finales de mayo, quizá el día 30.

Confío en que tengan lugar otros debates, y que reúnan muy diversas voces de todos los ámbitos de la sociedad civil, representando distintos puntos de vista, incluso a través del Foro Público que se celebrará en septiembre.

En cuanto a las reuniones celebradas aquí en Ginebra en las últimas semanas, el 4 de febrero me reuní con los Presidentes de los Grupos de Negociación para escuchar sus opiniones sobre nuestra labor posterior a Nairobi. Y el 10 de febrero convoqué una reunión informal con los Jefes de Delegación.

Esta reunión fue una oportunidad para reflexionar colectivamente sobre los resultados de la Décima Conferencia Ministerial y examinar el camino a seguir.

Reiteraré brevemente algunos de los puntos fundamentales de mi intervención en esa reunión.

A mi juicio, Nairobi demostró que debemos mejorar nuestra forma de trabajar en Ginebra. Pese a que en la Décima Conferencia Ministerial obtuvimos importantes resultados, no cabe duda de que nos queda mucho que aprender.

Se dejaron demasiadas cosas para negociar directamente en Nairobi. En el futuro, cuando llegue el momento de la transición del proceso de Ginebra a la propia Conferencia Ministerial, deberemos haber avanzado mucho más.

Para lograrlo, he propuesto dos elementos que considero importantes:

  • En primer lugar, debemos mantener un contacto más estrecho con las capitales, a fin de recibir con mayor regularidad instrucciones políticas sustantivas y actualizadas.
  • En segundo lugar, debemos conseguir una mayor participación de los Ministros a lo largo de todo el proceso, no solo al final.

Esas son las propuestas que he formulado. Convendría que examináramos en qué forma exactamente pueden llevarse a la práctica, siempre y cuando ustedes consideren que hay que ponerlas en práctica.

Y ahora, con respecto a los resultados sustantivos de la Conferencia Ministerial, pienso que es importante recordar que algunas de las decisiones adoptadas en el marco del PDD especifican determinadas medidas de seguimiento, entre ellas:

  • “proseguir las negociaciones” sobre un MSE,
  • negociar, “con arreglo a un calendario acelerado”, a fin de encontrar una solución permanente para la cuestión de la constitución de existencias públicas,
  • y seguir celebrando debates específicos sobre el algodón.

Todas estas medidas de seguimiento reclaman ahora nuestra atención.

En la tercera parte de la declaración, que se centra en nuestra labor futura, también se especifican determinadas medidas de seguimiento.

Deseo subrayar una vez más que todas y cada una de las palabras de la declaración son importantes. No atribuyo más importancia a una cosa que a otra.

Pero hay dos esferas que tendremos que examinar, y que destacan de manera especial precisamente porque no hay coincidencia al respecto. Una de ellas es la de las cuestiones pendientes del PDD; la otra es la de las cuestiones no relacionadas con el PDD.

No existe consenso en cuanto a la forma de abordar el PDD. No obstante, en Nairobi, todos los Miembros manifestaron su “fuerte compromiso” con el empeño de promover las negociaciones sobre las cuestiones pendientes de Doha. Es importante subrayar esta cuestión, a pesar de que en la actualidad no hay coincidencia entre los Miembros acerca de la manera en que esto debería llevarse a cabo.

He pedido a los Presidentes de los Grupos de Negociación que inicien los debates en el seno de sus grupos respectivos.

En cuanto a las cuestiones no relacionadas con el PDD, tampoco en esto coincidían los Miembros. Pero quedó claro que algunos quieren examinar cuestiones ajenas al PDD. Todavía no está claro cómo deberían celebrarse esas conversaciones, pero sí hay un claro entendimiento de que si existe el deseo de iniciar negociaciones multilaterales, estas deben tener lugar con el acuerdo de todos los Miembros.

Son los Miembros quienes deben promover los avances en estas esferas. Insto a los Miembros a que hablen entre ellos. Solo así podremos empezar a avanzar.

Esos fueron los puntos fundamentales que planteé en la reunión. Después tomaron la palabra varias delegaciones.

Muchas compartieron mis preocupaciones con respecto al proceso de Nairobi.

Coincidieron en que el proceso de las Conferencias Ministeriales debe ser más predecible y transparente. La responsabilidad incumbe a cada Miembro. Los Miembros coincidieron asimismo en que el proceso de preparación llevado a cabo en Ginebra tiene que presentar resultados acordados o casi concluidos, dejando muy pocas cuestiones pendientes, o ninguna, para que los Ministros tomen decisiones.

Se plantearon distintas perspectivas y puntos de vista sobre el camino a seguir. Algunos nos pidieron que mantengamos el impulso de Nairobi y reanudemos la labor en los grupos de negociación cuanto antes.

Otros pidieron un debate sincero sobre los elementos fundamentales de la declaración a fin de lograr claridad, o incluso un período de reflexión para desarrollar una visión común sobre la forma de avanzar.

Algunas delegaciones también reiteraron sus posiciones ya conocidas con respecto al mandato del PDD y las cuestiones no relacionadas con el PDD.

Se hicieron varias referencias al carácter central de la dimensión de desarrollo y al hecho de que el trato especial y diferenciado debe seguir formando parte integrante de las negociaciones futuras.

Varios grupos reiteraron asimismo la necesidad de conservar las flexibilidades previstas.

Si algo quedó claro al final de la reunión es la falta de claridad entre los Miembros acerca de cómo debe desarrollarse el proceso.

Pienso, por tanto, que los Miembros tendrán que ahondar en las conversaciones entre ellos sobre la manera de hacer avanzar su labor.

Por supuesto, los Presidentes estarán a disposición de los Miembros para facilitar cualquier conversación -como también lo estaré yo-, pero las ideas sobre el camino a seguir deben proceder de los propios Miembros.

 Es importante que mantengamos un diálogo productivo en los próximos meses y que oigamos las opiniones de todos.

 Los animo a que hablen entre ustedes y a que compartan sus opiniones acerca de los próximos pasos que deben darse en vista de los resultados de Nairobi.

En mi opinión, no podemos permitir que la cooperación multilateral se resienta, especialmente cuando todos necesitan nuestra contribución para ayudar a mejorar la vida y las perspectivas de las personas en todo el mundo, en particular las más pobres.

Con esto termina mi informe. Gracias, Sr. Presidente.

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