DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO

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Sus Excelencias Los Presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados de Argentina,
Señora Presidenta de la UIP,
Señora Vicepresidenta del Parlamento Europeo,
Honorables Copresidentes de la Conferencia Parlamentaria,
Sus Excelencias Ministros Faurie y Malcorra,
Embajador Karim,
Honorables diputados,
Damas y caballeros,
Buenas tardes.

Me complace unirme a ustedes hoy.

Me gustaría dar las gracias a la Unión Interparlamentaria y al Parlamento Europeo por la amable invitación, y a nuestros anfitriones de hoy, el Congreso argentino.

Gracias a todos por estar aquí, y por su interés en la labor de la OMC.

Esta Undécima Conferencia Ministerial está generando una verdadera ola de energía. El programa es muy intenso. Espero que comprendan que no puedo quedarme con ustedes mucho tiempo esta tarde; pero no quería perder la ocasión de participar en este encuentro, aunque sea solo durante unos minutos.

Diré solo unas palabras para ponerles en contexto, antes de ceder la palabra al Director General Adjunto Karl Brauner, que mantendrá un diálogo más interactivo.

Para comenzar, permítanme expresarles mi gratitud por su apoyo y su dedicación.

Como parlamentarios, cumplen ustedes una función esencial para nuestra labor.

Nos ayudan debatiendo, aprobando y ratificando los Acuerdos de la OMC, y ejerciendo presión sobre sus Gobiernos para que intervengan en las cuestiones esenciales.

Y, por supuesto, nos ayudan contribuyendo a conectar a la OMC, como organización, con los pueblos a los que todos servimos, y a los que ustedes representan.

El papel que desempeñan es fundamental. Dependemos de ustedes para que, a través de plataformas como la presente, nos transmitan las inquietudes y preocupaciones de la ciudadanía. Y contamos con ustedes para que nos ayuden a informar a los ciudadanos de la labor de la OMC.

Este vínculo es muy importante. Nos ayuda a velar por la inclusividad del sistema mundial de comercio y a lograr que los beneficios del comercio lleguen a más lugares y a más personas.

Esto es sumamente importante en el contexto actual.

Muchos se sienten desconectados del progreso económico. Hemos sido testigos de una reacción de rechazo contra la globalización.

En ese debate, suele señalarse al comercio como factor de perturbación de los mercados laborales. Y aunque es cierto que el comercio tiene un efecto, el factor que realmente transforma y perturba las economías en todo el mundo es la tecnología.

Ambas fuerzas son esenciales para el crecimiento y el desarrollo. Por eso tenemos que ver el comercio y la tecnología como soluciones a los problemas que encaramos.

Fortalecer el sistema multilateral de comercio, y asegurarnos de que responda a las necesidades de sus Miembros, es un elemento esencial en ese esfuerzo.

Y tenemos una buena base sobre la que seguir trabajando.

En nuestras dos últimas Conferencias Ministeriales alcanzamos varios grandes acuerdos, por ejemplo:

  • el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio,
  • la eliminación de las subvenciones a la exportación de productos agropecuarios,
  • la ampliación del Acuerdo sobre Tecnología de la Información, y
  • una serie de decisiones en favor de los países menos adelantados.

En conjunto, esas medidas constituyen las reformas del comercio más importantes en toda una generación.

Al margen de su importancia económica, esas reformas demuestran que los Miembros de la OMC pueden trabajar juntos para resolver los complejos problemas que afrontan.

Y sabemos que el sistema de comercio es el garante de la estabilidad económica y de la paz en las relaciones internacionales.

Lo constatamos en 2008. La crisis financiera nos hizo temer una perniciosa marea proteccionista, como la que vieron los años 30 del pasado siglo. Pero no sucedió tal cosa. El sistema se mantuvo firme. El comercio siguió su curso.

Los Miembros sabían que todos debían cumplir un mismo marco de normas y prácticas; por eso hicieron gala de moderación.

Y el resultado es que, desde octubre de 2008, solo el 5% de las importaciones mundiales ha sido afectado por políticas restrictivas del comercio.

El sistema demostró ser esencial; y tenemos que seguir trabajando para preservarlo y fortalecerlo.

Hemos generado un fuerte impulso en torno a la OMC.

El éxito de los últimos años nos ha situado en una senda positiva. Ahora debemos continuar ese viaje aquí en Buenos Aires.

Hay muy diversas cuestiones sobre la mesa, que los Ministros debatirán en los próximos días.

Tenemos la ocasión de hacer progresos donde podamos, y de marcar la dirección de nuestros trabajos futuros.

Fortalecer el sistema multilateral de comercio es una labor constante y continua, por lo que los insto a no cejar en el empeño.

Trabajando juntos, podemos asegurarnos de que el sistema comercial siga promoviendo la estabilidad económica, el crecimiento, el desarrollo y la creación de empleo en el mundo entero.

Muchas gracias por su atención. Les deseo una reunión muy productiva.

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