El Director General dijo:

"La OMC y la UE tienen una larga historia de colaboración; agradezco el apoyo constante que desde la UE se ha proporcionado al comercio y a la OMC. Es evidente que vivimos tiempos de incertidumbre. La debilidad del crecimiento mundial sigue suscitando preocupación, y no esperamos que ocurran cambios espectaculares a ese respecto en un futuro cercano. Además, se observan signos de falta de confianza en el comercio mundial.

Creo que necesitamos hacer frente a esta situación de distintas formas. Se debe actuar ante todo a nivel nacional, con miras a mejorar la situación del mercado laboral y prestar ayuda a quienes han salido perdiendo. Algunos países europeos han aplicado políticas en esa esfera que han tenido resultados especialmente satisfactorios. A nivel internacional, pienso que debemos trabajar más duro para que los beneficios del comercio lleguen a más personas, en particular en los países más vulnerables. La Conferencia Ministerial de la OMC, que tendrá lugar en diciembre en Buenos Aires, será una oportunidad para hacer avanzar esa labor.

Por otro lado, creo que necesitamos esforzarnos más por alzar la voz y defender el comercio. Mi voz sola no basta. En momentos como este, la UE y otros actores que aprecian el sistema multilateral de comercio basado en normas tienen una importante función que desempeñar. No podemos dar por sentado el sistema multilateral de comercio; debemos proclamar públicamente el valor que otorgamos a los intercambios comerciales y al sistema de comercio. El comercio no es, por supuesto, una varita mágica ni una panacea, pero sí un ingrediente esencial de cualquier estrategia que aspire a conseguir un desarrollo social y económico sostenible".

El Director General también trazó ante los Ministros un panorama general de las conversaciones que están teniendo lugar en Ginebra con miras a la próxima Conferencia Ministerial.