En la reunión, el Director General Roberto Azevêdo dijo:

“La asistencia técnica relacionada con el comercio es esencial para que los países en desarrollo reciban el apoyo práctico necesario a fin de reforzar su capacidad y sus competencias de modo que puedan participar plenamente en el sistema de comercio y aprovechar las oportunidades que puede brindar el comercio. Cuando se creó la OMC, hace más de dos décadas, la asistencia técnica no era un elemento fundamental de nuestra labor. Hoy en día, en cambio, constituye una de las mayores aportaciones de la Organización. La asistencia técnica se ha convertido, sin lugar a dudas, en un elemento central de las actividades de la OMC. Se trata de un cambio real en la cultura de la Organización y, para mí, en mi calidad de Director General, es una prioridad”.

El Director General subrayó que las recomendaciones de los evaluadores serían incorporadas en el próximo plan de asistencia técnica.

En el informe de evaluación externa, que se publicó en octubre de 2016, se señalan las prácticas óptimas y las enseñanzas extraídas de los cursos de formación que se han impartido para ayudar a los países en desarrollo a mejorar su capacidad comercial.

En el informe se ponen de relieve los avances realizados por la OMC hacia la consecución de los objetivos expuestos en sus planes bienales de asistencia técnica. Se señala que estas actividades de asistencia técnica han sido en general cada vez más eficaces para mejorar la capacidad de los países en desarrollo para respetar las normas del comercio multilateral y participar en las negociaciones comerciales. En el informe también se recomiendan medios para llevar a cabo las actividades de formación de manera más transparente, focalizada y responsable.

En su respuesta al informe, la Secretaría de la OMC facilita más detalles acerca de sus actividades de asistencia técnica y la estrategia global del programa. También responde específicamente a las recomendaciones formuladas en el informe.

Las actividades de asistencia técnica de la OMC están orientadas a apoyar la creación de capacidad comercial sostenible en los países en desarrollo. La evaluación externa se llevó a cabo con el fin de valorar de manera independiente la eficacia de estas actividades.