DIRECTORES GENERALES ADJUNTOS

Más información

  

Permítanme empezar dando las gracias a la Academia China de Ciencias Agrarias y al Comité de Expertos de Alerta Temprana del Mercado del Ministerio de Agricultura por haber invitado a la Organización Mundial del Comercio a participar en esta Conferencia. Agradezco la oportunidad de pronunciar el discurso de apertura de esta Conferencia sobre las "Perspectivas agrícolas de China" de 2018.

Los esfuerzos de China por impulsar reformas agrícolas en la esfera de la oferta y las perspectivas de la agricultura china en los próximos 10 años son de sobra conocidos. No solo son importantes para los productores agropecuarios, los consumidores, los fabricantes de productos alimenticios, los distribuidores, los inversores y los proveedores de servicios chinos, sino también para otros muchos actores del sector privado en todo el mundo, teniendo en cuenta el creciente papel de China en la economía mundial.

A la vista de la lista de temas previstos para los próximos dos días, está claro que esta será una reunión instructiva en la que se abordarán cuestiones de actualidad que afectan al mundo agropecuario.

Participo por primera vez en la Conferencia sobre las "Perspectivas agrícolas de China", pero esta no es mi primera visita al país. China se ha transformado desde que la primera vez que vine, en 1988, a dar una conferencia en la Universidad de Fudan. Se trata de un logro notable. Es un verdadero placer volver y observar el dinamismo y el espíritu de innovación del sector agropecuario chino. El progreso tecnológico de este sector es importante para dar de comer a China pero también lo es para el resto del mundo.

Hoy quisiera destacar tres temas fundamentales:

  • Para empezar, formularé algunas observaciones sobre un importante tema de esta Conferencia, a saber, el papel de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) en el sector agropecuario; y daré un ejemplo que ilustra lo que hace la OMC para contribuir a que las ventajas de las TIC lleguen al mayor número posible de beneficiarios.
  • Subrayaré la importancia de la transparencia para construir perspectivas de mercado confiables, así como un entorno de comercio multilateral predecible.
  • Compartiré mis reflexiones personales sobre el estado de las negociaciones de la OMC y el camino a seguir.

El papel de las TIC en el comercio agropecuario: conectar productores agropecuarios y mercados

Desde la presidencia china de 2016, el G-20 aboga por dar un papel preponderante a las TIC en el sector agropecuario para mejorar efectivamente la seguridad alimentaria y la nutrición mundial, incrementar los ingresos de los productores agropecuarios y promover un desarrollo agropecuario sostenible.

El sector se ha caracterizado siempre por un gran volumen de datos pero con frecuencia los productores agropecuarios no han podido acceder a esos datos; además, cuando han podido acceder a ellos, han carecido de los instrumentos pertinentes para sintetizarlos y analizarlos. Los importantes cambios tecnológicos de los últimos 10 años han alterado las condiciones en que los productores agropecuarios acceden a los datos y se conectan a los mercados. Ahora pueden consultar información en tiempo real a través de sus teléfonos móviles.

Los pequeños productores agropecuarios de zonas remotas pueden descargar estadísticas sobre las predicciones meteorológicas, las condiciones de cultivo y la prevalencia de plagas con miras a tomar sus decisiones de producción y comercialización. Pueden acceder a información sobre los precios, las normas de los mercados de exportación y los servicios financieros en cada etapa de la cadena de suministro.

Los avances de las TIC han permitido disponer de más información clave, más oportuna y de mayor calidad. Los datos pueden intercambiarse sin apenas esfuerzo, lo que refuerza las conexiones en todo el sistema agroalimentario. Este tipo de innovación puede impulsar la productividad agropecuaria, propiciar la adopción de prácticas de producción sostenibles (en particular, la agricultura "climáticamente inteligente") y fomentar la aplicación de nuevas técnicas de gestión de riesgos. Es importante señalar que una mayor comunicación entre compradores y productores mejora la capacidad de anticipar y gestionar los riesgos y optimiza la eficiencia de la oferta de la explotación agropecuaria, desde la cadena de distribución hasta el consumidor.

En última instancia, la confianza generada por estas repetidas conexiones refuerza el sistema de comercio internacional.

La estructura de la economía agroalimentaria ha sufrido cambios sustanciales que han brindado a los productores agropecuarios nuevas oportunidades de aprovechar el comercio mundial. En ese sentido, las TIC pueden brindar herramientas fundamentales y asequibles a los productores agropecuarios interesados en conectarse a nuevos mercados. Entiendo que los "macrodatos" del sector agropecuario constituyen uno de los temas más importantes de esta Conferencia. Es innegable que el intercambio de datos e información es beneficioso para todas las economías: las economías de alta tecnología y las rurales; los países orientados a los servicios de exportación; los países especializados en las exportaciones agropecuarias; las microempresas y las pequeñas y medianas empresas; así como las comunidades urbanas.

Las TIC también pueden contribuir a reducir los obstáculos a la participación en el sistema de comercio agropecuario y propiciar un mayor reparto de sus beneficios.

Buen ejemplo de ello son las normas sanitarias y fitosanitarias y las soluciones de rastreabilidad.

Consideremos, a modo de ejemplo, las medidas no arancelarias que se aplican a los productos alimenticios cuando pasan por el sistema agroalimentario mundial.

Las normas relativas a la inocuidad de los alimentos figuran en el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC, en virtud del cual las normas nacionales sobre inocuidad de los alimentos deben basarse en testimonios científicos. Para acceder a los mercados de exportación, los productores deben cumplir las prescripciones de inocuidad de los alimentos de esos países.

Para cumplir las prescripciones pertinentes, los productores necesitan informarse en tiempo real sobre las normas de inocuidad de los alimentos para tomar las decisiones de inversión pertinentes. También dependen de sistemas alimentados por grandes volúmenes de datos que facilitarán la coordinación y la rastreabilidad a lo largo de la cadena de valor y les permitirán vender sus productos en los principales mercados de exportación y recuperar sus inversiones.

En esta esfera de la inocuidad de los alimentos, la OMC colabora con la FAO, la OIE, la OMS y el Banco Mundial en el marco del Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio (STDF), adscrito a la Secretaría de la OMC. El STDF ofrece asistencia a los países para que cumplan las prescripciones de inocuidad de los alimentos de sus mercados de exportación.

Vayamos a un ejemplo concreto: el STDF financia actualmente un proyecto en Guatemala destinado a mejorar las condiciones de vida de los apicultores y otros colectivos interesados en la cadena de la miel nacional, para lo cual se ha propuesto ampliar el acceso de la miel guatemalteca a los mercados internacionales mediante el uso de un sistema electrónico de rastreabilidad.

  • En primer lugar, se puso en marcha un sistema de rastreabilidad de la cadena de la miel para rastrear el itinerario del producto a lo largo de sus fases de producción, transformación y comercialización.
  • Se estableció un sistema de documentación electrónico para mantener los registros y normalizar los códigos de registro y las descripciones.

El sistema estará permanentemente basado en la nube, lo que permitirá obtener rápidamente la información buscada.

Guatemala exporta actualmente miel a la Unión Europea, los Estados Unidos y América Central, pero, si se lleva a buen puerto, el proyecto podrá ampliar su acceso a estos mercados y abrir nuevas vías para aumentar el volumen de sus exportaciones de miel, y mejorará el nivel de vida de los productores de miel del país.

Este ejemplo concreto ilustra la importancia decisiva de los cauces de información e innovación abiertos por las TIC para el desarrollo de la producción, la comercialización y el comercio de productos agropecuarios, la creación de oportunidades de acceso a nuevos mercados y la mejora de las condiciones de vida en el sector rural.

El año pasado, con motivo del vigésimo aniversario del Acuerdo sobre Tecnología de la Información (ATI), cuyos beneficios se han extendido a todos los Miembros de la OMC, numerosos participantes reiteraron la importancia de los productos de las TIC para ayudar a los países en desarrollo a mejorar la conectividad digital. En diciembre de 2015, en la Conferencia Ministerial de la OMC en Nairobi (Kenya), se amplió el alcance del ATI para incluir otros 201 productos de alta tecnología. Este hecho ilustra el incansable esfuerzo de la OMC por mejorar las oportunidades de acceso a los mercados, en especial para los países en desarrollo, y hacerlo de un modo que contribuya a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Al mismo tiempo, cabe señalar que los Miembros de la OMC conceden mucha importancia a la transparencia en la esfera de las TIC: las políticas y prácticas de innovación y transferencia de tecnología deben seguir siendo compatibles con los compromisos asumidos en virtud no solo del ATI, sino también del Acuerdo sobre los ADPIC y en todo el marco de la OMC.

Esto me lleva a un segundo tema que es fundamental para todos nosotros: la transparencia en el intercambio de información.

La importancia de la transparencia

El sistema de comercio internacional basado en normas es fundamental para la producción, la distribución y el consumo de productos agropecuarios. Hay un amplio consenso sobre la vital importancia que reviste la transparencia para hacer un seguimiento de la oferta y la demanda de productos agropecuarios. La perspectiva adoptada por esta Conferencia (los cereales, las semillas oleaginosas, las frutas, el pescado, los productos de la ganadería o el algodón, por no nombrar más que unos pocos), así como la publicación del informe Perspectivas agrícolas de China (2018‑2027), ponen de relieve la importancia de la transparencia en este ámbito.

La transparencia es uno de los principios fundamentales de la OMC y la piedra angular de todo entorno comercial predecible. Permite a los interesados ​​anticipar las fluctuaciones de los precios y tomar las medidas necesarias en sus respectivos ámbitos de actividad, ya se trate de personas activas en los mercados de futuros y en los seguros, o que formen parte de la comunidad de productores agropecuarios o de personas que se dediquen a la producción de productos alimenticios, al comercio, la distribución o la inversión, o bien se trate de consumidores. Sin transparencia, es difícil adoptar decisiones informadas y atinadas, por no hablar de la gestión de riesgos.

Hemos asistido a sucesivos episodios de fuertes subidas de precios en el pasado reciente. La prevención de los riesgos que la volatilidad de los precios hace pesar sobre la seguridad alimentaria ha llevado a muchas organizaciones internacionales, incluida la OMC, a sumar esfuerzos y participar activamente en una importante iniciativa de transparencia. Como quizás sepan, el Sistema de Información sobre el Mercado Agrícola (SIMA) fue creado a instancias del G-20 para promover la coordinación de políticas en el marco de un Plan de Acción sobre la Volatilidad de los Precios de los Alimentos, una iniciativa de alcance mundial. De este modo, el SIMA depende en gran medida de que los centros de coordinación del G-20 aporten puntualmente información precisa sobre los mercados y las políticas, en tanto que nuestros asociados del GEOGLAM recurren a tecnología avanzada de observación de la tierra y a un sistema de alerta temprana para supervisar las condiciones de los cultivos en todo el mundo.

A este respecto, quisiera aprovechar la oportunidad para felicitar a la Academia China de Ciencias Agrarias por su activa contribución realizada a esta importante iniciativa a través del compromiso y la participación constantes del centro de coordinación de China en el SIMA. El SIMA publica todos sus productos informativos en su sitio web a modo de bien público mundial.

En cuanto a las disciplinas sobre transparencia de la OMC, la presentación de notificaciones por nuestros Miembros ha distado de ser óptima. La falta de notificaciones puntuales y precisas sobre las políticas de los países, especialmente en el ámbito de las subvenciones a la agricultura y la pesca, ha lastrado los esfuerzos de los Miembros por supervisar el cumplimiento de las normas existentes y los compromisos consignados.

Cabe destacar que, al carecer de una imagen clara de los esfuerzos realizados por los Miembros en materia de aplicación, tampoco tenemos una idea precisa de las actuales políticas de comercio agropecuario. Esta situación ha afectado a las negociaciones de la OMC en muchas áreas. Desde hace cierto tiempo, las delegaciones no han recibido ningún tipo de información sobre importantes asuntos de las negociaciones ... una situación que hay que corregir, ya que frena el progreso de las negociaciones y puede llegar a generar conflictos comerciales.

Para apoyar los esfuerzos de negociación de los Miembros, la Secretaría de la OMC organizará en junio de 2018 un taller de dos días sobre las tendencias del sector agropecuario. Esperamos que este evento resulte instructivo sobre las tendencias del entorno comercial agropecuario desde el año 2000, incluida la reforma de la ayuda interna, los planes de ingresos y seguros del sector agropecuario, el desarrollo rural y la inversión, el crecimiento del comercio Sur-Sur y el surgimiento de las cadenas de valor mundiales. Trabajar a partir de una base común de datos empíricos resulta esencial para tomar decisiones informadas a la hora de formular posiciones de negociación y lograr las avenencias necesarias.

Esto me lleva a mi último punto, las negociaciones de la OMC.

Negociaciones - Situación actual y camino a seguir

Como bien saben, en la última Conferencia Ministerial no se alcanzaron resultados concretos en el ámbito de las negociaciones sobre la agricultura y, lamentablemente, no se acordó ningún programa de trabajo. Eso no impidió que los Miembros reafirmaran plenamente su determinación de proseguir el proceso de reforma con el objetivo de largo plazo de "establecer un sistema de comercio agropecuario equitativo y orientado al mercado".

Hay un amplio acuerdo entre los Miembros para celebrar las negociaciones con arreglo al artículo 20 del Acuerdo sobre la Agricultura y centrarlas en el acceso a los mercados, la ayuda interna y la competencia de las exportaciones, teniendo en cuenta al mismo tiempo las preocupaciones no comerciales de los Miembros y la necesidad de ofrecer un trato especial y diferenciado a los países en desarrollo Miembros. Basta con revisar los actuales programas de todas las principales negociaciones en curso para comprobar que queda mucho por hacer:

  • En cuanto al acceso a los mercados, los aranceles sobre los productos básicos y los productos alimenticios de valor agregado cuya exportación interesa a muchos países, en particular a los países en desarrollo, siguen siendo elevados. Los principales exportadores agropecuarios también intentarán mejorar el acceso a los mercados en el marco de los contingentes arancelarios agropecuarios consolidados en la OMC. Al margen de los aranceles, siguen sobre la mesa las propuestas de establecer disciplinas sobre las crecientes repercusiones de las medidas reglamentarias, particularmente las medidas sanitarias y fitosanitarias.
  • Las medidas de ayuda interna siguen provocando importantes distorsiones en la producción y el comercio de productos agropecuarios a escala mundial. Los datos disponibles indican un incremento exponencial, desde 2001, de las ayudas internas con posibles efectos de distorsión del comercio. También es preciso disponer de disciplinas reforzadas y más efectivas en este ámbito para evitar las repercusiones negativas en los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria en los países en desarrollo más pobres.
  • En cuanto a la competencia de las exportaciones, a raíz de la decisión de los Ministros de eliminar las subvenciones a la exportación en 2015, hay cierto interés en volver a centrarse en los demás elementos del paquete, a saber, las prácticas no comerciales de las empresas comerciales del Estado, la ayuda alimentaria internacional y los créditos subvencionados a la exportación.
  • Por último, debido a sus posibles repercusiones en la volatilidad de los precios y la seguridad alimentaria, se han mantenido las restricciones a la exportación en el programa de negociación. Son muchos los Miembros que siguen siendo partidarios de mejorar los aspectos relacionados con la transparencia, preservando al mismo tiempo el derecho de los países a evitar o remediar situaciones de escasez aguda de productos alimenticios a nivel nacional, con arreglo a las disciplinas de la OMC vigentes.

Al margen de estas cuestiones, cabe reforzar, de manera provechosa, la capacidad del sistema de comercio agropecuario de responder a los desafíos del presente, como el empleo rural, la protección de los recursos naturales, las políticas sobre el cambio climático, la sostenibilidad de la producción, el comercio digital, la adopción de los avances tecnológicos y la innovación.
Es muy probable que se actualice el marco normativo de la OMC para responder a las necesidades actuales y futuras del comercio internacional. De hecho, están soplando vientos de cambio: una masa crítica de Miembros de la OMC considera que hay margen para mejorar las normas de la Organización de tal manera que se impulse el crecimiento económico mundial, con el consiguiente aumento del nivel de vida de todos los países.

  • En la última Conferencia Ministerial en Buenos Aires, unos 71 países, en los que se concentran las tres cuartas partes del PIB mundial, acordaron buscar un terreno común en lo tocante a las normas relacionadas con el comercio electrónico. Este tema fue calificado de "candente" en el programa de la Conferencia. También sé que, hace dos meses, se celebró en Beijing una conferencia de alto nivel sobre el tema "Un enfoque innovador, incluyente, estratégico y cooperativo del comercio electrónico transfronterizo sostenible".
  • Un grupo igualmente importante de Miembros de la OMC ha iniciado conversaciones exploratorias sobre la facilitación de la inversión.
  • Unos 85 países han decidido atender las necesidades de las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (MIPYME) para promover una mejor participación en los mercados regionales y mundiales. También en este punto, quisiera insistir en que el acceso oportuno a información fiable constituye una de las necesidades más apremiantes de las MIPYME.
  • La cuestión del género en el comercio también ha recibido una atención considerable. 118 países se han comprometido a buscar datos que permitan sugerir avances hacia una participación más efectiva de las mujeres en el comercio mundial.

Todas estas cuestiones son, hoy en día, de vital importancia para el público. Están basadas en datos y en el principio de transparencia. Es importante destacar que, en el marco de estas iniciativas dirigidas por los Miembros, los países ya han empezado a estudiar las probabilidades de llevar a cabo el tipo de reformas positivas que permitirían fortalecer la formulación de políticas comerciales mundiales de manera transparente e inclusiva y, sobre todo, de manera tal que fortalezca el sistema multilateral de comercio.

Observaciones finales

Se prevé que la población mundial alcance los 9.000 millones de personas en 2050, por lo que será preciso disponer, en todo el mundo, de sistemas agropecuarios innovadores que produzcan suficientes alimentos para todos los países y mejoren su seguridad alimentaria. A este respecto, nunca se insistirá bastante en la importancia del papel que cumple el comercio internacional de productos agropecuarios. El sistema multilateral de comercio basado en normas ha contribuido sustancialmente a mejorar el acceso de los países deficitarios a alimentos de buena calidad y, de ese modo, ha contribuido a mejorar de manera generalizada las condiciones en todo el mundo, desde las explotaciones agrícolas y ganaderas a la distribución y a la comercialización, y, lo que es más importante, el consumidor final.

Los Miembros de la OMC, especialmente las principales naciones comerciantes, deben hacer todo lo posible por superar la situación de bloqueo en la que se encuentran actualmente las negociaciones y trabajar de manera cooperativa en pos de resultados positivos que satisfagan los intereses de todos los países y reduzcan las tensiones que actualmente afectan al sistema multilateral de comercio. Sin un sistema de comercio dinámico, no habríamos asistido a la tremenda expansión de la economía mundial de las últimas siete décadas, que se ha traducido en mayores niveles de prosperidad para todos los países. La falta de cooperación entre los Miembros de la OMC exacerbará las tensiones, provocará más incertidumbre y perturbará los mercados internacionales, incluidos los mercados agropecuarios, lo que conllevará peligros reales para los productores agropecuarios, los consumidores vulnerables, las cadenas mundiales de suministro de productos agroalimentarios y los inversores.

Lo que pueden lograr los Miembros de la OMC tras la Conferencia Ministerial de Buenos Aires dependerá de su nivel de preparación y compromiso.

  • En lo que respecta a la preparación, cada Miembro necesitará de las aportaciones, las evaluaciones, la dirección y el apoyo de todas las partes interesadas hoy representadas en la sala: funcionarios públicos clave, la comunidad académica e investigadora, las asociaciones de productores agropecuarios y todo el espectro del sector empresarial.
  • En cuanto al compromiso, esperamos que los debates sean pragmáticos, se basen en comunicaciones concretas y fundamentadas en datos actuales, y constituyan un proceso incluyente y transparente. Hay que lograr muchos avances este año. Y no hace falta decir que las aportaciones de los Miembros configurarán el programa.

Estoy convencido de que los resultados que se obtengan en cualquiera de las áreas de negociación mencionadas no solo profundizarán los lazos de confianza e intensificarán la colaboración entre los Miembros de la OMC; también abrirán nuevas vías para reformar las políticas agropecuarias y hacerlas sostenibles e impulsarán un crecimiento económico incluyente. Todas las partes interesadas en la producción y el comercio agropecuario mundial, y todos los países, con independencia de la fase de desarrollo económico en la que se encuentren, se beneficiarán de su plena participación en la revolución de la información y de un sistema multilateral de comercio sólido y dinámico.

Gracias.

Compartir


Compartir


Fotos

El Director General Adjunto Wolff con el Viceministro de Agricultura de China, Qu Dongyu, en Beijing.

 


Edwini Kessie, Director de la División de Agricultura y Productos Básicos de la OMC, con Wang Shouwen, Viceministro de Comercio de China, en Beijing.

 



El Director General Adjunto Wolff con el Viceministro de Comercio de China, Wang Shouwen, en Beijing.

 

Si tiene problemas para visualizar esta página,
sírvase ponerse en contacto con [email protected], y proporcionar detalles sobre el sistema operativo y el navegador que está utilizando.