El Director General Azevêdo declaró:

"En vista de los recientes anuncios sobre medidas de política comercial, queda claro que en estos momentos el riesgo de que se desencadene una escalada de los obstáculos al comercio en el mundo entero es mucho mayor y más real. No podemos pasar por alto ese riesgo, por lo que insto a todas las partes a que consideren la situación y reflexionen detenidamente sobre ella. Una vez adentrados en esa vía, será muy difícil dar marcha atrás. Si se aplica la ley del talión saldremos todos perdiendo y el mundo se sumirá en una profunda recesión. Hemos de hacer todo lo posible para evitar que caigan las primeras fichas de dominó. Aún hay tiempo".

En su declaración, el Director General también habló del camino a seguir tras la Undécima Conferencia Ministerial, celebrada en diciembre en Buenos Aires, y alentó a los Miembros a extraer enseñanzas de la experiencia de esa Conferencia y a buscar la manera de aumentar los niveles de flexibilidad que muestran unos con otros.

Asimismo, el Director General Azevêdo se refirió a la situación actual en el Órgano de Apelación de la OMC, en concreto al estancamiento del proceso de selección de nuevos miembros de ese Órgano, y exhortó a los Miembros a adoptar medidas con respecto a este asunto, que describió como una "cuestión sumamente urgente y preocupante para todos", pues la función de solución de diferencias sustenta todo el sistema de comercio. El Director General dijo que los Miembros debían formular y debatir soluciones de forma activa, y que facilitaría la celebración de nuevas conversaciones sobre este asunto en los próximos días.