Desde el año pasado, la OMC ha reunido a la comunidad del comercio y a los defensores de la paz bajo el lema "Comercio para la Paz" para intercambiar ideas sobre el modo en que los países frágiles y afectados por conflictos pueden utilizar el comercio, la OMC y su proceso de adhesión con el fin de crear un entorno propicio para fomentar y promover una paz sostenible.

En particular, en el Foro Público del año pasado el Excmo. Sr. Kay Rala Xanana Gusmão, ex Presidente y ex Primer Ministro de Timor-Leste, destacó con vehemencia que los países frágiles y afectados por conflictos consideran que el comercio puede ayudarles a alcanzar la paz. Afirmó que estos países podían contribuir en gran medida a la prosperidad económica del mundo y tenían la firme determinación de promover "el comercio en pro de la paz".

Permítanme hacer una breve presentación de la iniciativa "Comercio para la Paz a través de las Adhesiones a la OMC", que ha ayudado a la comunidad de la OMC a comprender mejor los vínculos entre el comercio y la paz gracias a la ampliación de nuestra red a los defensores de la paz. La iniciativa está inspirada en el Grupo g7+ sobre Adhesiones a la OMC, creado por siete PMA en proceso de adhesión y de reciente adhesión⁽¹⁾ con ocasión de la Undécima Conferencia Ministerial de la OMC, que se celebró en Buenos Aires en diciembre de 2017. El Grupo ha reunido por primera vez a los países frágiles y afectados por conflictos que aspiran a utilizar el comercio y la integración económica en la economía internacional como instrumento para fortalecer sus naciones, lograr una mayor estabilidad y tener más posibilidades de mantener la paz. Estos países son muy conscientes de que se enfrentan a limitaciones de capacidad y problemas institucionales especiales. Tanto ellos como nosotros sabemos que el comercio no impide la guerra. La historia nos enseña que tampoco garantiza la paz, pero sí le da mayores probabilidades de éxito. En el caso de estos países, es una motivación fundamental para iniciar su proceso de adhesión a la OMC.

Su visión nos ha recordado la finalidad fundamental de crear el sistema multilateral de comercio basado en normas. No se trata de un mito, sino de un hecho real. El sistema multilateral de comercio fue producto de la clarividencia de los países que habían pagado un alto precio por su participación en la Primera Guerra Mundial y se encontraban inmersos en el contexto de frágil tregua y depresión económica del período de entreguerras, en el que se estaba gestando la segunda guerra mundial. El hilo de esa narración, el vínculo del comercio con la paz, se perdió en la era moderna, cayó en el olvido. Más adelante, en la OMC, nos vimos confrontados a países con economías frágiles devastados por la guerra, que deseaban integrarse en la economía mundial a través de la adhesión a la Organización. Los países que se adhieren son ahora los mayores defensores del sistema de comercio como medio de contribuir a la paz. Su entusiasmo por utilizar la pertenencia a la OMC como instrumento de consolidación de la paz es motivo de optimismo en un período en el que las noticias diarias sobre el comercio distan mucho de ser positivas.

Hoy se suma un nuevo participante al debate sobre la iniciativa Comercio para la Paz, el Institute for Economics and Peace (IEP). El IEP es el principal grupo de reflexión del mundo y ha elaborado el primer indicador sobre la paz, que se publica anualmente desde hace13 años. Proporciona un análisis estructurado de la paz y cuantifica su valor económico. Su labor de "cuantificación", la elaboración de índices mundiales y nacionales, el cálculo del costo económico de la violencia, el análisis del riesgo a nivel de país y la comprensión de la paz positiva han contribuido notablemente a comprender la relación entre el comercio y la paz. El IEP tiene por finalidad propiciar un cambio de enfoque en la forma en que el mundo reflexiona sobre la paz, utilizando para ello investigaciones basadas en datos que demuestran que la paz es una medida positiva, tangible y alcanzable del bienestar y el desarrollo humanos. La paz es algo más que la ausencia de guerra, genera beneficios tangibles y mensurables.

Si nos fijamos en el índice de paz mundial de 2019, los países en proceso de adhesión y los Miembros que se han adherido en virtud del artículo XII dominan la parte inferior de la lista. En efecto, ocho de los diez últimos países de los 163 clasificados están en pleno proceso de adhesión a la OMC o se han adherido recientemente: Afganistán (163), Siria (162), Sudán del Sur (161), Yemen (160), Iraq (159), Somalia (158), Libia (156) y Rusia (154); y otros tres (3) se encuentran entre los 20 últimos países: Sudán (151), Ucrania (150) y Líbano (147).

Tenemos la suerte de contar hoy con la participación de dos representantes de esos países, Libia (156) y el Sudán (151): el Sr. Tamil Baiou, Encargado de Negocios de la Misión Permanente de Libia ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra y otras Organizaciones Internacionales en Suiza; y el Embajador Osman Mohammed, Encargado de Negocios de la Misión Permanente de la República del Sudán ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra. Tras la exposición del Sr. Serge Stroobants sobre el índice de paz mundial de 2019, los dos representantes aportarán sus puntos de vista y reflexionarán sobre posibles formas de utilizar el comercio como instrumento de paz en sus respectivos países, que atraviesan situaciones de conflicto.

Comenzamos con la presentación de las principales conclusiones del índice de paz mundial de 2019. Es un gran privilegio tener entre nosotros al Sr. Serge Stroobants, Director de Europa y de la región de Oriente Medio y África del Norte del IEP, con sede en Bruselas. Puede consultarse el sitio web visionofhumanity.org.

Notas

1. Afghanistan, Comoros, Liberia, Somalia, South Sudan, Timor-Leste and Yemen.  In 2019, Sudan joined the Group. Volver al texto