Director-General Azevêdo said:

“El comercio ha contribuido a impulsar un crecimiento y un desarrollo sin precedentes en todo el mundo. Ha brindado la oportunidad de salir de la pobreza extrema a 1.000 millones de personas. Sin embargo, las circunstancias actuales podrían poner en peligro este progreso y reducir las posibilidades que ofrece el comercio de cambiar la vida de las personas. Permítanme mencionar, por ejemplo, tres factores clave.”

“Primeramente, en una situación de gran incertidumbre, son los actores más pequeños quienes más tienen que perder. No siempre es fácil introducirse en mercados nuevos. Para ello es necesario invertir, recabar información sobre los trámites aduaneros, los reglamentos y muchos otros elementos. Esta tarea resulta especialmente complicada para los nuevos exportadores -y para aquellos que disponen de menos recursos-. Una incertidumbre creciente puede aumentar el nivel de riesgo, por lo que seguir por ese camino sencillamente no es una opción. En segundo lugar, si se declarase una guerra comercial en toda regla, todo el mundo sufriría las consecuencias. Afectaría al crecimiento mundial y provocaría una contracción de la demanda, de modo que las economías y los habitantes más pobres serían los menos capaces de encajar tal golpe. En tercer lugar, existe el riesgo de que los acontecimientos actuales debiliten el sistema de comercio. El sistema de reglas y disciplinas que tenemos en la OMC es el que sustenta las reglas de juego uniformes en que se basan las economías más pobres. Sin este sistema, estaríamos sujetos a la ley del más fuerte.”

“Es evidente que no podemos arriesgarnos a retroceder tomando ese camino. Por eso estamos haciendo todo lo posible por distender las tensiones y encontrar una vía del progreso segura, especialmente fortaleciendo el sistema multilateral de comercio. Pese a la situación actual, no podemos perder de vista la necesidad urgente de luchar contra la pobreza y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sabemos que los más pobres siguen teniendo muchas dificultades para incorporarse a las corrientes comerciales mundiales. Debemos encontrar la manera de superar esas dificultades y asegurarnos de que el comercio juegue plenamente el papel que le corresponde a ese respecto. Espero con interés seguir consolidando la alianza entre el FMI, el Banco Mundial y la OMC para ese fin”.