COVID-19 Y COMERCIO MUNDIAL

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Las mujeres representan una proporción mayor de la fuerza de trabajo en los sectores manufactureros, como los textiles, las prendas de vestir, el calzado y los productos de telecomunicaciones, que han registrado las mayores caídas del crecimiento de las exportaciones durante los primeros meses de la pandemia, según se indica en el informe. En el sector de servicios, el número de mujeres también es superior al de hombres en ramas de actividad que han sido afectadas directamente por las restricciones de los viajes, como el turismo y los servicios de viajes de negocios.

En el informe se estima el riesgo que suponen las perturbaciones del comercio para los hombres y las mujeres mediante datos sobre empleo de las encuestas de empresas del Banco Mundial, datos sobre exportaciones mensuales de mercancías y estadísticas sobre el modo de suministro de los servicios.

En el informe también se señala que las mujeres participan de manera desproporcionada en el sector no estructurado en los países en desarrollo y los países menos adelantados y en actividades que no se pueden realizar a distancia. También se pone de relieve la manera en que la brecha de género existente en relación con los ingresos, la educación, las capacidades en materia de tecnología de la información, el acceso a la financiación y las responsabilidades de cuidado de niños sitúa a las mujeres en una situación de mayor desventaja durante la pandemia.

Mantener la apertura de los mercados durante el período de recuperación es esencial para generar un crecimiento más rápido e inclusivo, según se indica en la nota informativa, y se añade que todo ello debe complementarse con políticas laborales y educativas adecuadas, así como con reformas jurídicas y sociales para apoyar a las trabajadoras, las consumidoras y las comerciantes. El informe también hace referencia a la reciente publicación conjunta de la OMC y el Banco Mundial sobre el tema “Las mujeres y el comercio: el papel del comercio en la promoción de la igualdad de género”, en la que se ponen de relieve maneras de garantizar que las mujeres sigan beneficiándose del comercio durante la recuperación económica posterior a la pandemia.

La nota informativa puede consultarse aquí.

Aspectos clave:

  • Las mujeres corren el riesgo de sufrir más que los hombres las perturbaciones del comercio generadas por la pandemia de COVID-19. Uno de los motivos para ello es que una mayor proporción de mujeres trabaja en sectores y tipos de empresas que han sido particularmente afectados por la pandemia. 
  • Las mujeres representan una proporción mayor de la fuerza de trabajo en los sectores manufactureros, como los textiles, las prendas de vestir, el calzado y los productos de telecomunicaciones, que han registrado algunas de las mayores caídas del crecimiento de las exportaciones durante los primeros meses de la pandemia Por ejemplo, las empleadas representan el 80% de la fuerza de trabajo en la producción de prendas de vestir confeccionadas en Bangladesh, cuyos pedidos descendieron un 45,8% durante el primer trimestre de 2020 y un 81% solo en abril.
  •  Una mayor proporción de mujeres que de hombres trabaja en el sector de servicios, como el turismo y los servicios de viajes de negocios, que ha sido afectado directamente por las restricciones de los viajes regionales e internacionales.
  • Una mayor proporción de empresas propiedad de mujeres o gestionadas por mujeres son microempresas y pequeñas y medianas empresas (mipyme) y un menor nivel de recursos financieros y un acceso limitado a los fondos públicos ponen en mayor riesgo la supervivencia de esas empresas.
  • Se prevé que las repercusiones económicas de la pandemia sean especialmente significativas para las mujeres de las economías menos adelantadas y las economías en desarrollo porque, en estas economías, menos mujeres que hombres tienen ocupaciones que puedan realizarse a distancia y una mayor proporción de mujeres está empleada en sectores muy expuestos a las restricciones de los viajes internacionales.
  • Los efectos de la pandemia están agravando las vulnerabilidades existentes. Muchas de las vías mediante las cuales la COVID-19 está afectando más a las mujeres ocupan un lugar central en las desigualdades de género, como los salarios más bajos para las mujeres, menos oportunidades educativas, acceso limitado a la financiación, una mayor dependencia del empleo informal y limitaciones sociales. Un acceso limitado a las tecnologías digitales y menos capacidades en materia de tecnología de la información reducen aún más las oportunidades de las mujeres de participar en el teletrabajo y el comercio electrónico y, con ello, de adaptarse a la crisis actual.
  • Muchos Gobiernos han adoptado una amplia gama de medidas de apoyo para ayudar a las personas y las empresas. Algunas de esas medidas, principalmente iniciativas de protección social adoptadas por algunos Gobiernos locales o centrales, están destinadas específicamente a las mujeres.
  • Mantener la apertura del comercio durante el período de recuperación económica es esencial para generar un crecimiento más rápido e inclusivo.
  • En el informe conjunto del Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio sobre comercio y género, “Las mujeres y el comercio: el papel del comercio en la promoción de la igualdad de género”, publicado en julio de 2020, se pone de relieve en qué modo el comercio puede seguir beneficiando a las mujeres en el período de recuperación posterior a la COVID-19.

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