DIRECTOR GENERAL ADJUNTO ALAN WM. WOLFF

Más información

  

“Las diferencias comerciales entre las principales potencias comerciales y el futuro de la gobernanza del comercio mundial”
Observaciones de Alan Wm. Wolff, Director General Adjunto de la Organización Mundial del Comercio (OMC)

Foro Mundial del Conocimiento 2020 Seúl (Corea) 17 de septiembre de 2020

En el marco del tema de hoy, “Las diferencias comerciales entre las principales potencias comerciales y el futuro de la gobernanza del comercio mundial”, me han pedido ustedes que me refiera en mi declaración introductoria a los desafíos a que se enfrenta la OMC y al papel del nuevo Director General de la Organización.

Los principales desafíos a que se enfrenta la OMC respecto de la reforma de la Organización son, en términos generales, tres:

  • mejorar las funciones de la OMC como órgano deliberante para que sus Miembros puedan llegar a acuerdos vinculantes sobre problemas apremiantes;
  • convenir en un sistema de solución de diferencias vinculante; y
  • decidir cuál es la mejor manera de que la Secretaría de la OMC preste servicios a los Miembros y a quienes participan en el comercio.

Estas cuestiones deben basarse necesariamente en un debate de algunos elementos fundamentales: entender la finalidad del sistema y determinar los aspectos comunes que comparten los Miembros.

Los Miembros esperan que el nuevo Director General, al que elegirán en menos de dos meses, muestre su liderazgo y una a los Miembros para lograr las reformas necesarias, a fin de que el sistema pueda servir mejor al comercio mundial.

En primer lugar, todos debemos comprender el valor de lo que tenemos hoy. La mayor parte del mundo sigue comerciando sobre la base de las normas de la OMC. La economía mundial capeó la crisis financiera mucho mejor de lo que lo habría hecho si la OMC no existiera, lo que también se ha cumplido en el caso de la actual pandemia y volverá a suceder respecto de la reactivación mundial.

En segundo lugar, la solución de diferencias sigue utilizándose para una gran cantidad de asuntos, a pesar de que la incertidumbre ha aumentado considerablemente debido a que ya no existe un único sistema de solución de diferencias que todos consideren legítimo.

En tercer lugar, los profesionales altamente calificados de la Secretaría de la OMC han venido prestando servicio eficazmente a los Miembros y al comercio mundial.

El tema central del debate de hoy, elegido por nuestro anfitrión, es “Las diferencias comerciales entre las principales potencias comerciales y el futuro de la gobernanza del comercio mundial”. Pueden formularse varias observaciones sobre el vínculo implícito que hay entre las tensas relaciones entre las dos mayores potencias comerciales y el buen funcionamiento del sistema multilateral de comercio:

  • Los desafíos a que se enfrenta la OMC no son mayormente el resultado de las fricciones comerciales entre los Estados Unidos y China, ni siquiera entre los Estados Unidos y la Unión Europea. La cuasiausencia de resultados importantes negociados multilateralmente precede a las actuales cuestiones comerciales bilaterales. Las diferencias entre las dos mayores potencias comerciales pueden sin duda afectar al logro de un consenso en algunas esferas de negociación y a la búsqueda de una resolución al estancamiento relativo a la solución de diferencias, pero esas desavenencias no son el origen principal de los problemas que han surgido.  
  • No es principalmente la relación bilateral entre dos Miembros lo que afecta al sistema mundial de comercio, sino su relación individual con el propio sistema. Me refiero a su dedicación al sistema y a la naturaleza de su participación, es decir, lo que proponen en la OMC, lo que acuerdan y la forma en que aplican sus compromisos. Las opciones de política comercial de cualquiera de los Miembros más grandes pueden tener, y a menudo tienen, una repercusión sustancial en el sistema mundial de comercio. 

Obviamente, es probable que la tensión de las relaciones bilaterales entre los Miembros más grandes de la OMC tenga efectos indirectos en el sistema de comercio:

  • Cooperación. Cualquier par de Miembros que estén entre los más grandes de la OMC por lo que respecta al volumen de su comercio y que no trabajen activamente en pro del bien común para mejorar el sistema pueden retrasar los cambios necesarios.   
  • Diferencias sustantivas. Algunas de las cuestiones que se han planteado afectan a los dos Miembros más directamente, como la diferenciación de la condición de país en desarrollo y los enfoques de las disciplinas en materia de subvenciones. Es probable que estas cuestiones no habrían adquirido la importancia que tienen actualmente si no existieran grandes diferencias de opinión e intereses entre las principales partes. 
  • El riesgo de imitación. Otro efecto indirecto que podría haber si los principales Miembros se imponen entre sí medidas restrictivas que no están sancionadas explícitamente en virtud de las normas de la OMC, al menos desde un punto de vista lógico, sería el riesgo de imitación, es decir, que otros Miembros puedan imponer medidas unilaterales con mayor frecuencia. Al parecer, esto no ha ocurrido, presumiblemente porque se considera que el orden internacional existente redunda en beneficio de los demás países.

Hay cuatro formas claras en que la OMC puede ayudar a resolver el conflicto comercial:

    • Si los dos Miembros llegan a un acuerdo sobre una cuestión que tenga una aplicabilidad más general, como las subvenciones a la industria, la solución puede examinarse en Ginebra para que los Miembros de la OMC consideren si debe reflejarse en las normas de la OMC. 
    • Si no pueden llegar a un acuerdo bilateral, pueden plantear cuestiones en la OMC para que se resuelvan mediante la adopción de nuevas normas negociadas entre los países interesados o entre todos los países.
    • Ambos países pueden presentar reclamaciones — y de hecho lo hacen — en el marco del mecanismo de solución de diferencias de la OMC, lo que puede ocurrir siempre que la cuestión de que se trate esté abarcada por las normas vigentes de la OMC. 
    • El nuevo Director General de la OMC puede ofrecerse a trabajar con los dos Miembros para mediar en las diferencias comerciales que tienen entre sí.

Durante la Guerra Fría, los Estados Unidos y la Unión Soviética encontraron puntos para un posible acuerdo. Los Estados Unidos y China tienen, a pesar de sus desavenencias, cuestiones sobre las que pueden ponerse de acuerdo, como sucede con todos los países. De modo similar, se han planteado diferencias entre la UE y los Estados Unidos; sin embargo, su colaboración mutua a la par de otros Miembros constituiría un poderoso estímulo para lograr avances en la OMC en cuestiones de interés común. Algunos ejemplos posibles:

  • Los Miembros más grandes de la OMC tienen interés en que existan normas para el comercio electrónico, aunque haya grandes divergencias. 
  • Ambos están decididos a llegar a una conclusión positiva respecto de las nuevas disciplinas sobre las subvenciones a la pesca. 

Un examen de las diversas cuestiones en juego podría revelar un número sorprendente de esferas en las que hubiera intereses comunes. Con el tiempo, las dos mayores potencias comerciales podrían encontrar formas de fortalecer el sistema mundial de comercio, del que depende una parte sustancial de sus economías.

Conclusión

Los imperativos de la OMC son claros. Ha llegado el momento de examinar las reformas necesarias, de poner en marcha el foro de negociación que previeron los fundadores de la OMC, de encontrar la manera de avanzar hacia un único sistema de solución de diferencias vinculante y acordado que todos puedan apoyar y, de manera más general, fortalecer la Organización. Para tener éxito, será necesario contar con el apoyo de los Miembros más grandes y de sus interlocutores comerciales. En el pasado, las crisis abrieron nuevas oportunidades para avanzar en la construcción del sistema mundial de comercio y pueden hacerlo ahora nuevamente. 

Compartir


Si tiene problemas para visualizar esta página,
sírvase ponerse en contacto con [email protected], y proporcionar detalles sobre el sistema operativo y el navegador que está utilizando.