DIRECTOR GENERAL ADJUNTO YONOV FREDERICK AGAH

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Señor Presidente, Señor Embajador Harald Aspelund (Islandia),
Excelencias,
Señoras y señores:

Buenas tardes.

En nombre de mis colegas Directores Generales Adjuntos, es un gran placer para mí participar hoy en esta reunión. Estamos aquí para hacer balance de los principales acontecimientos que han tenido lugar en el sistema internacional de comercio durante los 12 últimos meses.

Habrán visto el informe anual del Director General sobre la evolución del entorno del comercio internacional, que se distribuyó a los Miembros el 30 de noviembre. Como de costumbre, este informe se publica bajo la exclusiva responsabilidad del Director General.

El informe que tienen ante ustedes hoy recoge las nuevas medidas comerciales y relacionadas con el comercio aplicadas por los Miembros de la OMC entre el 16 de octubre de 2019 y el 15 de octubre de 2020. Se ha elaborado en un contexto muy difícil, marcado por la pandemia de COVID-19 y los problemas humanos, sociales y económicos que esta ha generado. Por lo tanto, el informe refleja plenamente la repercusión que la crisis sanitaria mundial ha tenido en el comercio hasta mediados de octubre de este año.

En él se describen algunas tendencias y novedades importantes en la formulación de las políticas comerciales a nivel mundial y se hace una evaluación general de las principales tendencias observadas a lo largo de ese período. También contiene un resumen completo de la situación de las notificaciones presentadas por los Miembros de la OMC.

En pocas palabras, la finalidad del informe es ofrecer una perspectiva horizontal, objetiva y fáctica de las novedades que se han producido en el panorama comercial internacional en los últimos 12 meses. El Presidente hizo alusión a este punto en sus observaciones introductorias, y deseo reiterar que ninguna de las medidas comerciales por países específicos recogidas en este informe se ha clasificado como proteccionista, ni como incompatible con las normas de la OMC, ilegítima, innecesaria o arbitraria. Se trata de un ejercicio de transparencia, objetivo y basado en los hechos.

Como de costumbre, antes de presentar las principales constataciones del informe, expondré brevemente los antecedentes del proceso de elaboración de este documento.

Este ejercicio, desde que se inició en 2009, se ha convertido en un instrumento de transparencia importante para los Miembros. La transparencia es esencial para todo lo que hacemos en la OMC. Es vital para velar por el funcionamiento, la estabilidad y la previsibilidad del sistema multilateral de comercio.

La transparencia reduce la incertidumbre y promueve la confianza. No solo es fundamental a nivel institucional o sistémico, sino que también tiene gran trascendencia para los responsables de las políticas, las empresas y los consumidores y las decisiones que deben tomar. Este ejercicio, junto con los informes de vigilancia del comercio, representa el único instrumento horizontal de transparencia del conjunto de instrumentos de transparencia de la OMC.

La información incluida en el informe refleja las aportaciones de los Miembros y los observadores, así como los datos facilitados por otras fuentes oficiales y públicas. Han contribuido a esta revista 101 Miembros y 5 observadores, lo que representa el 62% del total de Miembros y abarca alrededor del 97% de las importaciones mundiales. Esto supone un importante aumento de la tasa de participación con respecto a la última revista general anual, lo que es muy alentador en el contexto actual. Doy las gracias a las delegaciones que han participado en este ejercicio facilitando la información pertinente a su debido tiempo, especialmente a la luz de los problemas de comunicación y coordinación a los que hemos tenido que hacer frente debido a la pandemia.

Sin embargo, la participación en el proceso de verificación — una piedra angular de la relación entre las partes interesadas (la Secretaría y los Miembros) — sigue siendo desigual. En varios casos, la Secretaría recibió solo respuestas parciales y, con frecuencia, después de haber vencido el plazo. Esto se debe en parte al contexto actual, naturalmente, pero, habida cuenta de la importancia de este ejercicio, debemos hacer el esfuerzo de asegurarnos de que sea lo más preciso, inclusivo y exhaustivo posible. La Secretaría sigue a su servicio para lograr ese objetivo.

Constataciones del informe

Antes de proseguir con las principales constataciones del informe, quiero referirme brevemente a su contexto general.

Como mencioné antes, en el momento en que se publica este informe el mundo sigue enfrentándose a la pandemia de COVID-19. Esta crisis sanitaria mundial sigue teniendo graves consecuencias sociales y económicas, que se abordan ampliamente en el informe.

Desde el inicio de la pandemia, conforme al mandato de vigilancia del comercio, la Secretaría de la OMC ha seguido vigilando la amplia gama de medidas relacionadas con el comercio adoptadas en respuesta a la crisis y ha ido informando sobre ellas. El presente informe refleja este esfuerzo, al igual que la página web de la OMC dedicada a la COVID-19, en la que figura la información más reciente y actualizada sobre las medidas comerciales y relacionadas con el comercio adoptadas en respuesta a la crisis sanitaria, incluidas las notificaciones relacionadas con la COVID-19. La información se facilita únicamente con fines de transparencia y para permitir una mejor comprensión global del número y los tipos de medidas adoptadas. No se pretende ni se quiere juzgar el derecho de los Miembros a adoptar las medidas enumeradas.

¿Qué nos dice el informe?

Aunque el comercio mundial ya venía experimentando una desaceleración antes de la pandemia, las exportaciones de mercancías — medidas en USD nominales — se redujeron un 21% en el segundo trimestre de 2020 en comparación con el año anterior, mientras que las exportaciones de servicios comerciales disminuyeron un 30%. La disminución parece haberse moderado más recientemente, como lo ilustran los últimos pronósticos de la OMC.

El informe muestra una desaceleración de la aplicación por los Miembros de la OMC de nuevas medidas comerciales y relacionadas con el comercio ordinarias en la esfera de las mercancías en los últimos 12 meses. De hecho, los Miembros de la OMC y los observadores introdujeron 89 nuevas medidas restrictivas del comercio y 88 medidas de facilitación del comercio, lo que representa las cifras más bajas desde 2012.

El valor del comercio abarcado por medidas ordinarias de facilitación de las importaciones fue de USD 731.300 millones (por encima de los USD 544.700 millones del período anterior), mientras que el del comercio abarcado por las restricciones a la importación ascendió a USD 440.900 millones (lo que constituye un descenso frente al nivel de partida de USD 746.900 millones). Se trata de un hecho positivo. Este descenso se debió probablemente a la fuerte caída de las corrientes comerciales mundiales en general, al hecho de que los Gobiernos desviaran su atención a la lucha contra la pandemia — tanto en la política comercial como en otras esferas —, y a un compromiso general con el mantenimiento de las corrientes comerciales.

No obstante, las medidas de restricción a la importación siguen acumulándose a lo largo del tiempo. A finales de 2019, alrededor del 8,7% de las importaciones mundiales (1,6 billones de dólares) se veían afectadas por todas las medidas de ese tipo aplicadas desde 2009 y que seguían en vigor. Nuestras estimaciones para 2020 sugieren que el número acumulado de restricciones a la importación sigue creciendo y que cualquier reducción de restricciones es mínima. Esta situación debería ser motivo de preocupación para todos y deberíamos seguir vigilándola de cerca.

Ahora permítanme decir unas palabras sobre las medidas comerciales y relacionadas con el comercio adoptadas en respuesta a la pandemia de COVID-19.

La mayoría de las 335 medidas adoptadas en relación con la COVID-19 en la esfera de las mercancías desde el estallido de la pandemia eran medidas de facilitación del comercio, y la mayoría de ellas se adoptaron con carácter temporal. Si bien al comienzo de la pandemia la mayoría de las medidas restringían el comercio, a mediados de octubre, 195 medidas (el 58% del total de las medidas adoptadas) tenían por objeto facilitar el comercio. Cabría considerar que un total de 140 medidas (el 42%) eran medidas restrictivas.

Durante el segundo semestre del año prosiguió la eliminación gradual de las limitaciones a la exportación de determinados productos, como las mascarillas quirúrgicas, los guantes, los medicamentos y los desinfectantes, y se siguieron retirando otras medidas adoptadas al comienzo de la pandemia. A mediados de octubre ya se había revocado alrededor del 39% de las medidas restrictivas aplicadas por los Miembros de la OMC y los observadores en el contexto de la COVID-19. Para entonces, también se había puesto fin a alrededor del 18% de las medidas de facilitación adoptadas en el contexto de la COVID-19.

El valor del comercio abarcado por las medidas de facilitación del comercio de mercancías relacionadas con la COVID-19 aplicadas desde el principio de la pandemia se ha estimado en USD 227.000 millones, mientras que el de las medidas de restricción del comercio relacionadas con la COVID-19 es de USD 180.000 millones.

Además, los Miembros de la OMC y los observadores aplicaron un gran número de medidas de ayuda de emergencia en respuesta a la crisis generada por la COVID-19. Desde el comienzo de la pandemia, los Miembros de la OMC y los observadores han comunicado a la Secretaría 638 medidas de apoyo relacionadas con la COVID-19, y se han identificado otras 405 medidas de apoyo en fuentes públicas y sitios web gubernamentales, lo que representa un total de 1.043 medidas de apoyo relacionadas con la COVID-19 adoptadas por 94 Miembros de la OMC y 3 observadores. Según parece, la mayor parte de esas medidas son de carácter temporal.

En este contexto, creo que es importante destacar dos cosas. En primer lugar, estas medidas de ayuda de emergencia ocupan un lugar claramente fundamental en la respuesta de los Gobiernos a la desaceleración económica provocada por la pandemia y en sus estrategias de recuperación sostenible tras la crisis. En segundo lugar, el hecho de enumerar esas medidas y facilitar información al respecto no juzga el derecho de los Miembros a aplicarlas ni implica que se determine si esas medidas afectan al comercio y en qué medida lo hacen. Creo que la vigilancia periódica de las medidas de apoyo introducidas en el contexto de la pandemia será importante para los Miembros y les permitirá seguir su evolución y sus efectos conforme el mundo salga de la crisis sanitaria y comience un período de recuperación.

Los sectores de servicios también se vieron muy afectados por la pandemia, si bien la naturaleza y el alcance de esa repercusión varían según el sector y el modo de suministro. Los Miembros adoptaron en respuesta a la pandemia 124 medidas que afectan al comercio de servicios. Si bien la mayoría de esas medidas parecían facilitar el comercio, algunas aparentaban restringirlo. Este es un elemento que también debemos seguir vigilando.

Pasaré ahora a referirme a las restantes constataciones del informe.

En el informe se registra un considerable aumento del número de medidas comerciales correctivas iniciadas, lo que confirma que esas medidas siguen siendo un importante instrumento de política comercial para los Miembros de la OMC.

En otros frentes, el informe da testimonio del permanente compromiso de los Miembros con la notificación de las medidas sanitarias y fitosanitarias y los obstáculos técnicos al comercio, así como su amplia utilización del proceso de examen en el Comité de Agricultura.

En el informe también se describen las numerosas cuestiones y preocupaciones comerciales planteadas por los Miembros en los órganos de la OMC. El aspecto positivo es que esto refleja la importancia de los comités de la OMC como plataformas constructivas para que los Miembros aborden dichas preocupaciones de manera no litigiosa.

El informe también pone de relieve los acontecimientos recientes en el ámbito de la propiedad intelectual y describe las medidas introducidas en esa esfera para promover la innovación o facilitar el acceso a las tecnologías sanitarias relacionadas con la COVID-19.

Por último, deseo señalar a su atención una iniciativa de la Secretaría que consiste en compartir las constataciones del informe, de manera más sencilla, mediante una hoja informativa específica. Este documento está disponible en el sitio web de la OMC y les animo a examinarlo ya que es breve y ofrece una visión de conjunto de las principales constataciones del informe.

Estas son algunas de las principales constataciones que quería señalar hoy. Confío en que estas observaciones introductorias les proporcionen material para nuestro debate de esta tarde.

No me cabe la menor duda de que mantener abiertas las corrientes internacionales de comercio e inversión será fundamental para reconstruir las economías, las empresas y los medios de vida en todo el mundo mientras nos preparamos para una salida sostenible de la pandemia. Una recuperación sólida requerirá un liderazgo y una coordinación decididos de los Miembros de la OMC. Un compromiso colectivo respecto de la transparencia será un elemento central de este esfuerzo y del fortalecimiento del sistema multilateral de comercio.

Muchas gracias.

 

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