Durante el evento, el Director General Adjunto Alan Wolff dijo lo siguiente: “Las cuestiones ambientales forman parte integrante de la historia del sistema multilateral de comercio. Pero el papel del comercio y de la OMC en el medio ambiente es complejo y, en consecuencia, no siempre se entiende bien. Las breves respuestas a grandes preguntas que presentamos hoy constituyen indicadores que pueden guiarnos en el camino hacia una OMC que funcione mejor para las personas, el planeta y la prosperidad en el siglo XXI”.

“Es probable que el debate sobre el comercio y el medio ambiente cobre aún más importancia en los próximos años. Un factor importante será la pandemia de COVID-19, que ha hecho que las cuestiones ambientales ocupen un lugar destacado en los programas de política locales, nacionales, regionales y mundiales”, añadió el DGA Wolff. “La crisis actual exige una respuesta colectiva al comercio que promueva la sostenibilidad, la inclusión y la resiliencia”. El discurso completo puede consultarse aquí.

La publicación presenta respuestas fáciles de entender a algunas de las preguntas fundamentales del debate sobre el comercio y el medio ambiente, por ejemplo, si restringir el comercio sería beneficioso para el medio ambiente, si conviene comprar productos nacionales y si los Gobiernos pueden subvencionar tecnologías verdes.

En la publicación se subraya que, aunque el aumento de la actividad económica y el transporte puede tener repercusiones en el medio ambiente, el comercio, al promover el desarrollo, la eficiencia económica y la difusión de bienes y servicios inocuos para el medio ambiente, ayuda a los países a utilizar los recursos de manera eficiente y a perseguir objetivos de sostenibilidad. Se hace hincapié en que las normas de la OMC no impiden la adopción de medidas ambientales ambiciosas y en que los Gobiernos utilizan frecuentemente medidas comerciales para proteger el medio ambiente.

Con respecto a los casos en que una medida ambiental restringe el comercio, en la publicación se explican cuatro de los elementos de verificación previstos en las normas de la OMC para asegurarse de que la medida no constituye una forma encubierta de proteccionismo ni una discriminación injustificable o arbitraria. Esa medida debe: ser coherente y estar justificada por un objetivo ambiental legítimo; no tener por objeto proteger sectores nacionales; ser idónea en el sentido de que contribuya eficazmente al objetivo previsto; tener en cuenta la repercusión en otros países y formar parte de una política ambiental holística; y ser flexible para considerar medidas alternativas que puedan llevar al mismo resultado. En la publicación se mencionan varias diferencias planteadas en la OMC que confirman la importancia de estas consideraciones.

La publicación concluye examinando la función que desempeña la OMC en la promoción de los objetivos de sostenibilidad de los Miembros. Destaca que el comercio basado en normas aporta previsibilidad al comercio mundial y contribuye a aplicar un enfoque coherente respecto de las políticas comerciales relacionadas con el medio ambiente. La OMC también constituye un foro importante para que los Miembros debatan cuestiones relacionadas con el comercio y el medio ambiente y trabajen para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

La publicación puede descargarse aquí.