JEFES DE DELEGACIÓN

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Las reuniones presenciales en la OMC y otras organizaciones internacionales con sede en Ginebra llevan suspendidas desde mediados de marzo, de conformidad con las recomendaciones del Gobierno suizo para frenar la propagación del virus. Aunque algunos órganos de la OMC han seguido comunicándose por videoconferencia y por escrito en grupos más pequeños desde que comenzó el confinamiento, esta ha sido la primera reunión virtual de todo el conjunto de Miembros.

En sus declaraciones, el Director General dijo que la reunión respondía al deseo expresado por un gran número de Miembros de hallar la manera de hacer avanzar la labor de la OMC durante el confinamiento. También observó que varias delegaciones habían subrayado lo difícil que estaba resultando celebrar consultas adecuadas con los funcionarios y otras partes interesadas durante la pandemia, tanto en las capitales como en Ginebra. Así pues, invitó a las delegaciones a indicar si les parecería bien celebrar reuniones informales e intercambiar información a través de plataformas virtuales. También les preguntó si estarían dispuestas a adoptar decisiones formales mediante reuniones virtuales o procedimientos escritos hasta que pudieran reanudarse las reuniones presenciales tradicionales.

“La idea de hoy es que los Miembros puedan exponer su opinión sobre si este formato en línea les parece viable para abordar algunos tipos de tareas hasta que podamos reanudar las reuniones normales”, dijo.

“Nos enfrentamos a la mayor recesión de nuestra vida, por lo que no podemos perder de vista el panorama general. Sin embargo, la reunión de hoy trata sobre cuestiones prácticas a una escala más reducida: cómo podemos llevar adelante el trabajo en las próximas semanas”, añadió el Director General Azevêdo, señalando que la Asamblea General de las Naciones Unidas había aprobado un procedimiento escrito para adoptar resoluciones.

El Director General se refirió brevemente a las consecuencias económicas de la pandemia, en particular a las graves perturbaciones del comercio mundial. Puso de relieve las recientes previsiones de los economistas de la OMC, que apuntaban a una drástica reducción del comercio mundial de mercancías en 2020, e hizo hincapié en que mantener los mercados abiertos al comercio, así como adoptar medidas fiscales y monetarias, sería fundamental para propiciar una recuperación sólida.

El Director General Azevêdo informó de su participación en las reuniones virtuales de emergencia organizadas por el G-20 sobre la crisis de la COVID-19, que reunían a dirigentes y Ministros de comercio. También explicó que la OMC estaba trabajando con otras organizaciones internacionales para mantener abiertas las corrientes comerciales, especialmente en favor de productos esenciales como alimentos y productos médicos.

En la reunión virtual hubo más de 250 participantes e hicieron uso de la palabra un total de 54 delegaciones. Al final de la reunión, el Director General dijo haber constatado un apoyo contundente a la idea de recurrir a reuniones virtuales para intercambiar información. En cuanto a celebrar debates sobre las negociaciones en curso y adoptar decisiones formales a distancia, los Miembros no tenían una opinión unánime, por lo que habría que celebrar más consultas y, posiblemente, considerar cada decisión caso por caso. El Director General instó a los Presidentes de los órganos de la OMC a que celebraran consultas con los Miembros sobre la manera de proceder con respecto a sus reuniones ordinarias.

El Presidente del Consejo General, el Embajador David Walker (Nueva Zelandia), también hizo uso de la palabra para recordar a los Miembros que mantener el comercio abierto redundaba en interés de todos, tanto para evitar el desabastecimiento como para ayudar a las economías afectadas por la crisis a recuperarse. “Ahora mismo, la atención se centra, con acierto, en proteger la vida de las personas. Más adelante, nuestro mayor reto será garantizar que el comercio forme parte de la fórmula para la recuperación”, dijo. “En nuestra calidad de Miembros de la OMC, es importante mostrar que somos capaces de trabajar juntos para ofrecer el tipo de respuesta mundial que tanto se necesitará cuando los Gobiernos empiecen a planificar la etapa posterior a la crisis.”

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