La creación de las Naciones Unidas en 1945 constituyó un rayo de esperanza para un mundo que se estaba recuperando del peor conflicto de la historia. La cooperación multilateral, a través de las Naciones Unidas, las instituciones de Bretton Woods, la OMC y la familia de instituciones multilaterales, ha sido un poderoso instrumento para impulsar la paz, la prosperidad y el desarrollo, y sigue siendo una gran fuerza positiva hoy en día.

“La cooperación multilateral es hoy más necesaria que nunca. Los desafíos a los que nos enfrentamos, incluida la peor crisis sanitaria mundial de la historia, nos recuerdan a todos que lo que necesitamos es incrementar la cooperación, y no reducirla. La COVID-19 ha puesto de manifiesto las fragilidades del mundo, pero también ha reafirmado la necesidad de emprender colectivamente cambios transformadores que deben realizarse para responder a los desafíos del siglo XXI”, dijo el Director General Adjunto, Yonov Frederick Agah.

El 75º aniversario es una ocasión para renovar la promesa de los padres fundadores de las Naciones Unidas de crear un mundo más seguro y próspero, y una oportunidad para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El mundo se enfrenta a muchos desafíos, tanto nuevos como antiguos — tensiones económicas, pobreza, cambio climático, conflictos —, que solo pueden abordarse si trabajamos juntos y no dejamos a nadie atrás. Es alentador ver que los líderes mundiales se han comprometido a revitalizar el multilateralismo mediante la declaración adoptada por la Asamblea General sobre el 75º aniversario.

La OMC celebrará muy pronto su 25º aniversario. Nuestros Miembros también se enfrentan en la actualidad a los desafíos del multilateralismo, entre ellos el aumento de las tensiones comerciales, los efectos de la rápida evolución de la economía y la necesidad de reforma.

Las Naciones Unidas siempre han brindado liderazgo para hacer frente a los desafíos que plantea la rápida transformación de nuestras sociedades. Es evidente que las sociedades están cambiando rápidamente, y las organizaciones multilaterales, como la nuestra, deben mejorar sus normas para responder a estos cambios.

La OMC agradece la sólida asociación entre las dos organizaciones y se compromete a seguir desempeñando su función conjuntamente con las Naciones Unidas para garantizar un sistema multilateral que tenga capacidad de respuesta, sea eficaz y esté basado en normas.