En sus observaciones, el Director General dijo que el creciente impacto económico y social determinaría el contexto en que se encuadraría la labor de la OMC en el futuro próximo. “La cooperación internacional en el ámbito del comercio será fundamental para ayudar a todos los países a reconstruir mejor”, dijo.

El Director General Azevêdo subrayó que el año próximo sería decisivo para la OMC. La Duodécima Conferencia Ministerial (CM12), ahora aplazada hasta 2021, sería un hito importante de los esfuerzos de los Miembros.

“La Duodécima Conferencia Ministerial (CM12), inicialmente prevista para el pasado mes de junio, habría sido un acontecimiento crucial para la Organización. Los acuerdos multilaterales sobre las subvenciones a la pesca y la agricultura, unidos a los avances en las iniciativas relativas a las declaraciones conjuntas, habrían puesto claramente de manifiesto que la OMC estaría en condiciones de seguir aportando seguridad y previsibilidad al comercio mundial durante los próximos 25 años. En cambio, esta capacidad habría quedado completamente en entredicho de no llegar a acuerdos.

“Ahora, la CM12 tendrá que lograr todo esto y más. Constituirá un punto de decisión clave para orientar la economía mundial después de la COVID. ¿Reaccionaremos a las perturbaciones actuales con una cooperación renovada que propicie un crecimiento y una resiliencia comunes, o seguiremos transitando la senda de una fragmentación costosa? Su labor en los meses venideros, también en el marco de este órgano, será parte de la respuesta”.

A fin de aumentar sus perspectivas de éxito en la próxima Conferencia Ministerial, el Director General saliente instó a los Miembros a llegar rápidamente a un acuerdo con respecto a su sucesor y a “colabora[r] con él o ella para trazar el recorrido hasta la CM12 y más allá”.

El conjunto de normas de la OMC existente “sigue siendo fundamental para cimentar la previsibilidad y seguridad de la economía mundial”, dijo el Director General Azevêdo. No obstante, al igual que todas las organizaciones internacionales, la OMC debe adaptarse a unas circunstancias económicas y geopolíticas cambiantes. “Si bien la reforma es una tarea que la OMC afronta de manera permanente, este proceso se irá construyendo a partir de decisiones negociadas”, dijo.

“Los siete últimos años nos han enseñado que los acuerdos multilaterales son posibles si existe voluntad política y si ustedes son pragmáticos al abordar cuestiones, están abiertos al compromiso y los enfoques creativos e integran las voces de todos los Miembros”, concluyó el Director General. “Estas enseñanzas les serán útiles en el futuro”.