China se adhirió a la OMC el 11 de diciembre de 2001, tras 15 años de negociaciones sobre la adhesión, pasando a ser su 143º Miembro. El Foro de Alto Nivel celebrado con ocasión del aniversario, titulado “20 años de la adhesión de China a la OMC: integración y desarrollo”, fue inaugurado conjuntamente por la Directora General de la OMC y por el Embajador Chenggang Li, Representante Permanente de China ante la OMC.

La Directora General Okonjo-Iweala dijo que la adhesión de China a la OMC en 2001 fue un “hito en la historia del sistema multilateral de comercio”. Durante los últimos veinte años, dijo, China ha sido “un excelente ejemplo de cómo la integración en el comercio mundial puede impulsar el crecimiento y el desarrollo; el auge económico del país ha sacado de la pobreza a millones de personas, no solo en China, sino también en los asociados comerciales de China en el mundo en desarrollo”.

“La transformación estructural desencadenada por las reformas relacionadas con la adhesión contribuyeron al crecimiento dinámico y la modernización de China. Para la OMC, acoger a China representó un paso importante en el empeño de convertirse en una organización verdaderamente universal. Más de una quinta parte de la población mundial — 1.300 millones de productores y consumidores — obtuvieron pleno acceso al sistema multilateral de comercio. Para otros Miembros de la OMC, la adhesión de China auguró unas relaciones comerciales más previsibles y mutuamente beneficiosas con una economía grande y en rápido crecimiento”, añadió. Su discurtso completo puede consultarse aquí.

También señaló que, “en opinión de varios Miembros de la OMC, China podría hacer una contribución mayor a los esfuerzos encaminados a la reforma de la OMC, tanto en las negociaciones en curso como en las cuestiones relativas a la igualdad de condiciones y el restablecimiento de la función de solución de diferencias”. Asimismo, acogió con agrado la buena disposición de las más altas instancias del Gobierno chino a entablar diálogo sobre esas preocupaciones.

El Embajador Li subrayó la gran transformación de China en los últimos 20 años: “Hemos sido testigos de grandes cambios. Con su adhesión a la OMC, China abrió de manera sustantiva su mercado de bienes y servicios. Los tipos arancelarios medios de los bienes manufacturados han bajado del 14,8% al actual 7,4%, un 2,8% por debajo de los compromisos contraídos en el marco de la adhesión. En cuanto al comercio de servicios, se han abierto casi 120 sectores, 20 más de los acordados en la adhesión. El continuado proceso de apertura y reforma ha promovido de manera fundamental el desarrollo de China. En el transcurso de los últimos veinte años, China ha pasado de ser la sexta economía mayor del mundo a ser la segunda, multiplicándose el PIB por 11 hasta alcanzar los USD 15 billones. Además, China ha obtenido una aplastante victoria en la batalla contra la pobreza extrema, eliminándola por primera vez en una historia de miles de años”.

En vista de los desafíos mundiales e internos a los que se ha enfrentado la OMC en los últimos años, el Embajador Li dijo que China seguirá siendo “un firme partidario del sistema multilateral” y expresó su esperanza de que en la inminente Duodécima Conferencia Ministerial “se logren resultados significativos en algunas esferas decisivas, como las subvenciones a la pesca y la respuesta a la pandemia de COVID-19”. En cuanto al futuro, añadió que “a fin de revitalizar las funciones esenciales de la OMC, preservando a la vez sus valores y principios fundamentales, China apoya la necesaria reforma y está dispuesta a trabajar en colaboración con otros Miembros para alcanzar ese fin”.

A los discursos de apertura siguió una mesa redonda con algunos de los principales actores del proceso de adhesión de China, moderada por el Director General Adjunto Xiangchen Zhang.

Pascal Lamy, antiguo Director General de la OMC (2005-2013) y Comisario de Comercio de la Unión Europea en el momento de la adhesión de China, dijo que la adhesión de China fue un “momento decisivo” para la OMC y el sistema multilateral de comercio, que requirió por parte de China “inteligencia política, conocimientos técnicos y, naturalmente, un buen equipo (de adhesión)”.

El Sr. Lamy dijo que China merece reconocimiento por su compromiso y su participación en la OMC a lo largo de los últimos 20 años, pero señaló que, en el futuro, podría hacer más: “Para cumplir su compromiso, también deben ejercer ustedes sus responsabilidades, ayudar de manera suficientemente activa a la OMC a avanzar, a actualizar su conjunto de normas... China, dado su actual tamaño, tiene una gran responsabilidad, junto con otros ‘grandes elefantes’ como la Unión Europea y los Estados Unidos”.  

La antigua Representante Adjunta de los Estados Unidos para las Cuestiones Comerciales Wendy Cutler subrayó la importancia histórica de la adhesión de China a la OMC y señaló que hará falta más tiempo para evaluar plenamente sus repercusiones: “Cuando examinemos en el futuro la historia del comercio, este será uno de los principales hitos. Pero no creo que esté ya todo dicho. En mi opinión, esta es aún una situación cambiante”.

La Sra. Cutler puso en duda las afirmaciones de aquellos que sostienen que la adhesión de China fue un error: “Pienso que fue una decisión correcta en el momento correcto. Aunque, dicho esto, añadiré que no tengo la sensación de que sea un aniversario que se preste necesariamente a la celebración. A mi manera de ver, existe inquietud sobre lo que pueda depararnos el futuro, no solo con respecto al papel de China en la OMC y las relaciones entre los Estados Unidos y China, sino también con respecto a la propia OMC”. En cuanto a las relaciones comerciales entre los Estados Unidos y China, señaló algunas de las deficiencias planteadas por las empresas estadounidenses cuando desarrollan sus actividades en el mercado chino y destacó la necesidad de encontrar foros donde mejorar esa relación, tanto a nivel bilateral como en la OMC: “Es necesario abordar cuestiones como la denominada economía distinta de la de mercado, las subvenciones industriales, el comportamiento de las empresas estatales y otras prácticas conexas”.

Yongtu Long, antiguo Viceministro y Negociador Jefe para la Adhesión de China, veía alentadoras señales de la voluntad de China de abordar cuestiones delicadas, como el medio ambiento, las subvenciones industriales y, en particular, las empresas estatales. En su opinión, los recientes discursos del Presidente chino Xi Jinping en la cumbre del G-20 y en la Exposición Internacional de Importación celebrada hace poco en Shanghái indicaban que China está dispuesta a participar en los debates: “Creo que si la OMC asume el liderazgo en esas esferas de negociación, China, siguiendo las instrucciones de Xi, adoptará una actitud abierta a las negociaciones”.

El Sr. Long hizo hincapié en que la OMC debe ser el principal cauce para el establecimiento de nuevas normas basadas en el consenso pese a las dificultades a las que se enfrenta la Organización: “Debemos dejar claro al mundo que la OMC ha de ser una organización fuerte y eficiente. Siendo franco, debo admitir que la OMC atraviesa momentos muy difíciles y que se observa una tendencia a la fragmentación. Considero, pues, que lo más importante es consolidar la confianza de la comunidad internacional en la OMC, porque solo a través de esa confianza puede llevarse a cabo una reforma sustantiva de la OMC” a fin de que mejore su conjunto de normas y se adapte a los desafíos presentes y futuros.

Para concluir, el Director General Adjunto Zhang subrayó los efectos de la adhesión de China en la aceleración y la consolidación del proceso de globalización del comercio, pese a algún que otro contratiempo. “El número de ganadores es mayor que el número de perdedores y las perturbaciones son solo pasajeras. Todos somos partidarios del sistema multilateral de comercio, así que crucemos los dedos para que la reforma de la OMC avance y China haga una contribución mayor.”

La transmisión por la web del evento se puede consultar aquí

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