DIRECTORA GENERAL ADJUNTA ANGELA ELLARD

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Señoras y señores, buenos días desde Ginebra. Quiero dar las gracias a la AEZO por haberme invitado a dirigirme hoy a ustedes. Al haber coincidido esta reunión con otros compromisos relacionados con los preparativos de nuestra Conferencia Ministerial, que tendrá lugar en poco más de dos semanas, no he podido sumarme a los debates en persona, pero me complace hablar con ustedes acerca de los aspectos positivos que tiene para África y para la OMC la integración africana en el AfCFTA.

Me centraré en tres cuestiones: i) qué beneficios cabe esperar del AfCFTA; ii) cómo hacer realidad esos beneficios; y iii) cómo puede ayudar la OMC.

A nuestro juicio, el AfCFTA es un hito fundamental para promover la Comunidad Económica Africana y hacer realidad la visión de la Agenda 2063 de un África próspera y unida que desempeñe un papel influyente a nivel mundial.

La integración económica del continente africano en enormemente positiva. Como sabemos, el comercio africano de mercancías y servicios representa en promedio solo el 3% de las exportaciones e importaciones mundiales. Además, África exporta al resto del mundo sobre todo productos básicos, que representan el 82% de las exportaciones totales. El comercio intraafricano representa apenas el 16% del comercio total de África, un porcentaje significativamente menor que en otras regiones del mundo.

El AfCFTA puede cambiar esas cifras tan bajas impulsando el comercio intraafricano mediante la eliminación de los obstáculos al comercio, la reducción de los costos del comercio y la promoción de la industrialización en todo el continente. Las proyecciones económicas son alentadoras. El Banco Mundial estima que, para 2035, el AfCFTA sacaría a 30 millones de personas de la pobreza extrema. Se prevé que las exportaciones intracontinentales aumenten más de un 81%, y las exportaciones al resto del mundo, un 19%. Este incremento generará nuevas oportunidades para las empresas y los trabajadores africanos.

Además, un África unida significa un África más fuerte. Si se aplica adecuadamente, el AfCFTA fortalecerá el poder de negociación de África en las negociaciones comerciales internacionales, algo que en opinión de muchos países en desarrollo y menos adelantados de la región constituye hoy en día una carencia. El fortalecimiento de África haría que la liberalización del comercio fuese más inclusiva.

Así pues, ¿qué pueden hacer los países africanos para obtener los beneficios esperados? La reducción arancelaria sería el primer paso, relativamente sencillo.  Aunque a algunos países les preocupa la posibilidad de perder ingresos arancelarios, la reducción del costo de las importaciones ayuda a África a integrarse y a lograr economías de escala.

Lo más difícil sería abordar los obstáculos no arancelarios y reducir los costos para el comercio. Los obstáculos no arancelarios son difíciles de abordar, ya que a menudo es difícil detectarlos. Me ha impresionado el instrumento en línea que ha puesto en marcha el AfCFTA con ayuda de la UNCTAD, gracias al cual se puede hacer un seguimiento de los obstáculos no arancelarios y abordarlos, ya que da a los usuarios la posibilidad de presentar reclamaciones.

En cuanto a la reducción de los costos del comercio, la facilitación del comercio es el mejor instrumento, en particular para los numerosos países en desarrollo sin litoral del África Subsahariana. La aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC ayudará a los países africanos a armonizar los procedimientos aduaneros y de tránsito, reducir los trámites burocráticos y reducir los costos logísticos y otros costos del comercio. Según nuestros datos, la plena aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio en África reducirá los costos del comercio en un 16,5% en promedio.

El éxito del AfCFTA dependerá también de que los países africanos se centren en aumentar su capacidad de fabricación en un entorno mundial sumamente competitivo. Como he señalado, los países africanos exportan principalmente productos básicos, y el volumen del comercio intrarregional es bajo, lo que demuestra el potencial de desarrollo de las cadenas de valor regionales. Los países africanos necesitan una estrategia industrial sólida y compatible con la OMC que dé lugar a un aumento de la producción de productos de valor añadido y a su exportación.

Además de liberalizar el comercio de mercancías, otra esfera en la que el AfCFTA puede contribuir a la industrialización es el comercio de servicios, incluido el movimiento de personas. La adecuada aplicación de un marco del comercio de servicios ayudaría a lograr economías de escala, mejoraría la asignación de recursos, impulsaría la inversión y promovería las cadenas de valor regionales.

Por último, un aspecto clave del AfCFTA será su grado de inclusividad, que se expresa en una doble vertiente. En primer lugar, los beneficios del Acuerdo deben hacerse extensivos a todas las partes, y no solo a los países más grandes y económicamente más desarrollados. En segundo lugar, el AfCFTA debe crear oportunidades para las mujeres y los jóvenes. Alrededor del 80% de las empresas de África son mipymes; el sector informal representa alrededor del 85% de la actividad económica del continente; y las mujeres representan casi el 90% de la mano de obra en el sector informal. Estas empresas y empresarios deben tener acceso a la financiación, a una red de producción y a los mercados, y deben poder acceder a los mercados digitales y participar en el comercio electrónico.

Para aplicar íntegramente el Acuerdo hará falta tiempo y, aunque algunas partes del Acuerdo han empezado a entrar en vigor, las negociaciones siguen en curso. Se han negociado normas de origen, que determinarán el movimiento de mercancías en régimen preferencial, para más del 86% de las líneas arancelarias. También ha comenzado una segunda fase de las negociaciones, cuyo objeto es liberalizar las inversiones, la política de competencia y los derechos de propiedad intelectual, entre otros aspectos. Sin embargo, permítanme subrayar que los posibles beneficios merecen el tiempo y el esfuerzo dedicados.

Todo esto debe enmarcarse en el contexto actual, marcado por la pandemia de COVID-19. No podrá haber un desarrollo económico sostenible si no logramos una política de vacunas adecuada. La pandemia ha dejado claro que, en momentos de crisis, es arriesgado que África obtenga del exterior el 99% de sus vacunas y el 90% de sus productos farmacéuticos. El AfCFTA ofrece fuertes incentivos para invertir en la construcción de un ecosistema de capacidad de producción regional de vacunas, tratamientos y pruebas diagnósticas. Un resultado positivo en materia de comercio y salud en la próxima Duodécima Conferencia Ministerial de la OMC ayudaría a lograrlo.

En términos más generales, la pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve hasta qué punto es importante el éxito del AfCFTA. La perturbación de las cadenas de suministro mundiales ha redoblado la necesidad de una integración más estrecha en África, lo que ayudaría a los países a aumentar su autosuficiencia mutua y a reducir su dependencia de los suministros externos.

Y esto me lleva a mi último punto: ¿cómo puede ayudar la OMC? La OMC ha emprendido diversos esfuerzos para contribuir al desarrollo del comercio en África a lo largo de los años. Por ejemplo, ha apoyado el desarrollo del comercio en África a través de su iniciativa de Ayuda para el Comercio, que se centra en la diversificación económica como clave para el desarrollo. Desde que se puso en marcha en 2006, los donantes han desembolsado 451.000 millones de dólares EE.UU. en asistencia oficial para el desarrollo, con el fin de ayudar a los países en desarrollo a crear capacidad e infraestructura de comercio. De esta cantidad, 163.000 millones de dólares EE.UU. se destinaron a países africanos.

Además, la OMC ha apoyado diferentes aspectos de las negociaciones del AfCFTA y ha participado en reuniones de creación de capacidad con diferentes subregiones, algo acerca de lo que estoy muy orgullosa.

Permítanme señalar que los nueve países africanos que desean adherirse a la OMC son signatarios de la AfCFTA. La coherencia y las sinergias entre el proceso de adhesión a la OMC y la aplicación del AfCFTA son muy importantes, y en ellas se han centrado las actividades de asistencia técnica y creación de capacidad de la OMC.

En la OMC, estamos decididos a seguir apoyando la adecuada aplicación del AfCFTA a través de nuestra iniciativa de Ayuda para el Comercio, la formación, el intercambio de experiencias, la investigación y otros medios disponibles.

Al mismo tiempo, quiero subrayar la importancia de la transparencia en la aplicación del AfCFTA. La transparencia es un pilar importante del sistema multilateral de comercio. Por regla general, los Miembros de la OMC notifican un acuerdo comercial regional una vez que lo han ratificado, y a continuación se somete al examen del conjunto de los Miembros. 

Sin embargo, el AfCFTA no se ha notificado a la OMC. Es importante que esa notificación se lleve a cabo de conformidad con las obligaciones habituales en materia de transparencia. Entre otras cosas, eso ayudaría a la Secretaría de la OMC a proporcionar asistencia y asesoramiento técnico más específicos en relación con el AfCFTA. Además, brindará a otros interlocutores comerciales la oportunidad de estudiarlo e incentivar a esos interlocutores a notificar los acuerdos que puedan ser de interés para África. 

Para terminar, quiero subrayar una vez más que, si se aplica adecuadamente, el AfCFTA será enormemente beneficioso para el continente africano. Dada la ambición de la iniciativa -a saber, la integración de todo un continente-, no ha sido tarea fácil.  Se han hecho muchos progresos y, a pesar de las demoras en las negociaciones y otros problemas, los beneficios parecen estar a nuestro alcance. Pero para sacarles el máximo partido, queda mucho trabajo por hacer. Y la OMC espera con interés que sigamos colaborando.

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