Quisiera dar la bienvenida a la delegación del Sudán, así como al Presidente del Grupo de Trabajo sobre la Adhesión del Sudán, el Sr. Katsuro Nagai, del Japón. Es para mí un placer estar aquí esta mañana para dar inicio a esta reunión informal del Grupo de Trabajo sobre la Adhesión del Sudán, tras haber tenido la oportunidad de dialogar con la delegación del Sudán en los últimos meses.

También me gustaría aprovechar esta oportunidad para dar la bienvenida al Excmo. Sr. Ali Giddo Adam Bashr en nombre de la OMC. El Sr. Bashr participa desde hace tiempo en el proceso de adhesión del Sudán y hoy nos acompaña en su nueva capacidad como Ministro de Comercio y Suministros.

Esta reunión constituye un paso importante en la adhesión del Sudán a la OMC. Pese a los grandes cambios que se han producido en el país, el Sudán no solo ha permanecido firme en su compromiso de adherirse a la OMC, sino que ha redoblado sus esfuerzos en esta esfera, lo que refleja la resiliencia, fortaleza y determinación de la población sudanesa. Al trabajar en colaboración con los Miembros de la Organización, el Presidente del Grupo de Trabajo y la Secretaría de la OMC, el Sudán ha mostrado que, a pesar de los cambios que ha experimentado tras el proceso revolucionario que atravesó el país y de la pandemia mundial actual, la adhesión a la OMC sigue siendo una prioridad clara para impulsar sus reformas económicas e integrarse en la economía mundial. El proceso de adhesión a la OMC consiste, sobre todo, en proseguir las reformas económicas internas entabladas.

Si dijera que el Sudán no es ajeno a las hostilidades dentro y fuera de sus fronteras, me quedaría muy corto. Tampoco se puede decir que los estragos de la guerra y la violencia sean un recuerdo lejano. La OMC tiene una función especial que desempeñar, como bien saben vuestro embajador y ministro, en lo que respecta al vínculo entre el comercio y la paz. Este vínculo se remonta a la fundación del sistema multilateral de comercio al final de la primera mitad del siglo XX, tras un período en que el mundo experimentó una pérdida de vidas humanas y una devastación económica sin precedentes.

La OMC cuenta ahora con un Programa de Comercio para la Paz, creado en la última Conferencia Ministerial de la OMC, celebrada en Buenos Aires en diciembre de 2017. El Programa tiene por objeto beneficiar a todos los países en proceso de adhesión que se ven afectados por un conflicto o han estado en esta situación recientemente, con la colaboración de Miembros que tienen experiencia en esta esfera. Hace poco más de dos años, vuestro embajador y el embajador de Sudán del Sur se reunieron con motivo de una mesa redonda organizada en Djibouti y estuvieron de acuerdo en que el comercio favorece las perspectivas de alcanzar la paz.

El Sudán se encuentra ahora en una encrucijada histórica, y tiene ante sí la oportunidad de dejar atrás las contiendas internas y los conflictos externos y avanzar hacia un mayor crecimiento económico, que puede garantizar una estabilidad política.

El Sudán es uno de los 10 países más poblados de África, y la mayoría de estos países son Miembros de la OMC. Limita al norte y en la mayor parte oeste con países que integran la OMC desde hace mucho tiempo, a saber, Egipto, el Chad y la República Centroafricana. Al otro lado del Mar Rojo, al este, se encuentra otro Miembro activo de la OMC, la Arabia Saudita. Al sur y al sudeste figuran dos países que también están en proceso de adhesión a la OMC, el Sudán del Sur y Etiopía. La mayoría de los países que se encuentran en proceso de adhesión han redoblado los esfuerzos dedicados a alcanzar este objetivo.

África es prioritaria para la OMC. El continente alberga un número considerable de países que buscan integrar sus economías en la economía mundial a través del comercio y que, por primera vez, tienen la posibilidad de beneficiarse de un importante proyecto de integración económica panafricano, el Acuerdo por el que se establece la Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA). La Secretaría de la OMC está dispuesta a facilitar la adhesión del Sudán prestando apoyo técnico y asesoramiento político, y a ofrecer este tipo de apoyo para ayudar a que el AfCFTA sea un gran éxito.

La voz de África resuena cada vez más fuerte en la OMC. La Directora General Ngozi Okonjo-Iweala se encuentra en el tercer día de la visita que está realizando en su país de origen, Nigeria. Su personalidad excepcional la han convertido y convertirán en una líder formidable. Estoy convencido de que ella dará un nuevo impulso al sistema multilateral de comercio. El Sudán puede desempeñar su papel en la configuración de esta nueva era de cooperación internacional al mejorar, a través de su proceso de adhesión, el alcance y la aplicación de las normas comerciales mundiales.

En 2021, la primera prioridad para la OMC será, por supuesto, hacer frente a los problemas comerciales y sanitarios causados por la pandemia. Como la mayor parte de los demás países del mundo, el Sudán está experimentando su segunda ola de infecciones. La OMC debe procurar apoyar la distribución de vacunas, productos farmacéuticos y suministros y equipos médicos en todo el mundo, ya que ello redunda en beneficio de todos los países.

La segunda prioridad de la OMC este año será realzar la utilidad del comercio para apoyar el restablecimiento del crecimiento de la economía mundial. Hace dos semanas, el FMI publicó un informe en que se concluyó que

la situación económica del Sudán sigue siendo extremadamente frágil, y se caracteriza por un bajo crecimiento, una inflación elevada y una posición exterior precaria, que comprometen la estabilidad macroeconómica y la lucha contra la pobreza.

No obstante, en el informe del FMI también se constató que

las autoridades sudanesas han logrado progresos concretos en la aplicación de su programa de reformas apoyado por el FMI, a pesar de la coyuntura económica complicada — exacerbada por la pandemia de COVID-19 — y la situación humanitaria delicada que experimenta el país.

El crecimiento económico del Sudán es, ante todo, un elemento esencial para el bienestar de su pueblo, pero también contribuye al buen funcionamiento de la economía mundial. 

La tercera prioridad de la OMC para 2021 es empezar a trabajar en que se haga uso del comercio para apoyar los esfuerzos encaminados a hacer frente al cambio climático. No se trata de una cuestión teórica que sea de poco interés para el Sudán. Según determinados estudios, se espera que durante los próximos 40 años la temperatura media aumente significativamente con respecto a las previsiones de referencia y que las precipitaciones medias disminuyan un 5% durante la estación de lluvias. Esos cambios de temperatura y precipitaciones afectarán negativamente a los sectores más importantes del Sudán, a saber, la agricultura, los recursos hídricos y la salud.⁽¹⁾

El pueblo del Sudán no es ajeno a este problema. A este respecto, me gustaría señalar que una joven mujer sudanesa, Nisreen Elsaim, es la Presidenta del  Grupo Consultivo Juvenil sobre Cambio Climático.⁽²⁾

La cuarta prioridad para la OMC es establecer normas que permitan facilitar el crecimiento de la economía digital mundial a través de las negociaciones sobre el comercio electrónico. Una parte importante del futuro del Sudán dependerá de que reduzca la brecha digital y participe plenamente en un mundo caracterizado por los avances tecnológicos.

Subrayo estas cuestiones porque el Sudán tiene interés en participar más plenamente en el sistema mundial de comercio. Ello es clave para que el país tenga un futuro próspero.

Espero que la reunión de esta mañana contribuya a los intensos esfuerzos que ha realizado el Sudán para adherirse a la OMC y nos permita comprender mejor la nueva configuración del Sudán, teniendo en cuenta los cambios que se han producido recientemente en el país.

Muchas gracias. Les deseo el mayor de los éxitos en esta reunión.

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