PROGRAMA DE CÁTEDRAS OMC

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Utilizar las cadenas de valor regionales como medio de diversificar las exportaciones: El caso de los países de la UEMOA

Discurso de apertura
Dakar, 11 de octubre de 2021

Embajador Eloi LAOUROU, Asesor Superior de la Directora General de la Organización Mundial del Comercio
Sra. Aminata Assome Diatta, Ministra de Comercio y Pymes del Senegal,
Sra. Malado Kaba, ex Ministra de Economía y Finanzas de Guinea,
Sr. Etienne Oudot de Dainville, Representante Permanente de Francia ante la OMC,
Sr. Profesor Charlemagne Babatoundé Igué, Cotonou, Benin, Titular de la Cátedra OMC,
Profesor Ahmadou Aly Mbaye, Rector de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar (Senegal), Titular de la Cátedra OMC,
Sr. Matthieu Fau-Nougaret, Agregado de Cooperación Científica y Acción Cultural en la Embajada de Francia en Senegal,
Señoras y señores:

En primer lugar, quiero transmitirles un cordial saludo de la Directora General de la Organización Mundial del Comercio, Dra. Ngozi OKONJO-IWEALA, quien no ha podido acompañarnos hoy en este importante encuentro debido a compromisos internacionales que ya figuraban en su agenda. La Directora General desea transmitir su más sincero agradecimiento al Sr. Rector de la Universidad Cheik Anta Diop por su amable invitación, y les da a todos la bienvenida a esta conferencia organizada en el marco del Programa de Cátedras de la Secretaría de la OMC.

También quiero dar las gracias a la Sra. Ministra de Comercio y Pymes del Senegal, Sra. Aminata Assome Diatta, por honrarnos con su participación. Aprovecho la ocasión para destacar la importante contribución del Senegal a la cooperación internacional y al fortalecimiento del sistema multilateral de comercio.

Me complace particularmente el hecho de que esta conferencia organizada en formato híbrido, presencial y en línea, esté dedicada a una cuestión fundamental, a saber, la integración de las economías de los países de la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA) en las cadenas de valor regionales y mundiales y la importancia de estas corrientes comerciales para respaldar estrategias de diversificación de la producción y las exportaciones.

Excelencias, señoras y señores:

El Programa de Cátedras OMC tiene por objeto apoyar y promover la investigación y las actividades académicas relativas al comercio llevadas a cabo por las universidades y los establecimientos de enseñanza superior de los países en desarrollo y los países menos adelantados. En 2009 se adjudicaron Cátedras OMC a 14 instituciones universitarias, entre ellas la Universidad Cheik Anta Diop de Dakar (UCAD). Otros siete establecimientos, entre ellos la Universidad Abomey Calavi de Benin, se unieron al Programa en mayo de 2014, tras un proceso de candidaturas particularmente competitivo. Ya se ha puesto en marcha la tercera fase del Programa, que ampliará esta red académica, y el proceso de selección está en curso. 

He seguido las actividades de la Cátedra de Benin y de la UCAD, en el ejercicio de mis anteriores funciones, y he podido evaluar el interés y el valor añadido de un programa de creación de capacidad de este tipo en lo que respecta al apoyo a la creación y gestión del saber al servicio de la formulación eficaz de políticas comerciales y de desarrollo inclusivo.

Asimismo, puedo afirmar que los numerosos trabajos aplicados realizados por la Cátedra OMC de Benin han permitido apoyar la reflexión y la estrategia comercial de mi país, y es para mí un gran honor estar con ustedes en esta ceremonia.

Excelencias, señoras y señores:

Nos reunimos en un momento estratégico. ¿Quién habría podido adivinar que la economía mundial en su totalidad iba a sufrir tales perturbaciones? La crisis de la COVID-19 ha tenido graves repercusiones en la seguridad sanitaria y nos ha recordado la importancia de la cooperación multilateral para dar con soluciones coordinadas y eficaces que beneficien a la población.

En lo que al comercio se refiere, la pandemia de COVID-19 ha afectado seriamente la estabilidad de la economía mundial, incluso en África, así como la producción y las modalidades de consumo.

Los países en desarrollo y los países menos adelantados en particular son los que más han sufrido las consecuencias de esta pandemia. No solo se ha visto afectada la situación sanitaria de la población, sino también la economía de estos países, que han sufrido una fuerte ralentización. Esta desaceleración del crecimiento mundial y los sucesivos confinamientos también han tenido grandes repercusiones económicas y sociales, y todos los sectores económicos se han visto perjudicados.

El suministro se ha ralentizado en muchos sectores industriales y agrícolas y la integración de estas economías en las cadenas de valor regionales y mundiales también se ha visto afectada. Numerosos puestos de trabajo han desaparecido y las restricciones sanitarias impuestas para salvar vidas también han repercutido en nuestros modelos sociales y económicos. Permítanme recordar que las estimaciones de los economistas de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África han demostrado que el costo de un mes completo de confinamiento en África se eleva a 65.000 millones de dólares, es decir, el 2,5% del PIB anual del continente. Queda claro que el costo social de esta crisis es exorbitante, ya que acelera la pobreza y la vulnerabilidad, y que el logro de la inmunidad colectiva permitiría reducir el costo económico de la pandemia de COVID-19.

Esta crisis también ha planteado importantes desafíos en lo que respecta a las finanzas públicas de numerosos países y pone de relieve la cuestión de la movilización de recursos financieros tanto a nivel regional como internacional. Aprovecho para expresar mi reconocimiento a la Sra. Malado Kaba, ex Ministra de Economía y Finanzas de Guinea.

A título de ejemplo, las economías africanas han sufrido una importante caída de las entradas de inversión extranjera directa. Según la UNCTAD, la pandemia de COVID-19 provocó una disminución del 16% de las entradas de IED, que pasaron de 47.000 millones de dólares EE.UU. en 2019 a 40.000 millones de dólares EE.UU. en 2020.

No obstante, en lo que respecta al comercio mundial, la recuperación está en marcha. Cabe destacar algunas iniciativas interesantes, como el desarrollo del comercio electrónico, y las últimas estimaciones de la OMC muestran una tasa de crecimiento del 10,8%, seguida de un aumento del 4,7% en 2022. Además, gracias a la Iniciativa de Ayuda para el Comercio, la OMC ha contribuido a apoyar el crecimiento y reducir la pobreza, y el último examen que tuvo lugar en marzo de 2021 permitió identificar las medidas sectoriales y mundiales que deben adoptarse para garantizar una recuperación resiliente e inclusiva.

No obstante, esta tendencia sigue siendo muy cambiante y errática. Queda claro que el logro de la inmunidad mediante la vacunación es un elemento clave para apoyar la recuperación a largo plazo y que, por lo tanto, el acceso a la vacunación en todo el mundo, y sobre todo en los países menos adelantados, sigue siendo una condición sine qua non.

También quiero señalar que la aplicación de la Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA) contribuirá a reforzar el sistema multilateral de comercio. Una África más fuerte a nivel continental se traduce en un sistema multilateral de comercio más sólido. El desarrollo de cadenas de valor regionales fuertes que respalden el crecimiento africano favorecerá también la creación de oportunidades para la economía mundial en su conjunto. Por consiguiente, la identificación de cadenas de valor continentales que generen oportunidades y crecimiento es una cuestión fundamental para el desarrollo. Esto implicaría, entre otras cosas, la consecución de los objetivos de facilitación del comercio, la promoción de la innovación y las aplicaciones digitales en diferentes sectores de actividades económicas y sociales, la economía verde y la adaptación a los cambios climáticos, el empoderamiento de las mujeres y el empleo de los jóvenes. Todos estos elementos formarán parte de las cadenas de valor regionales e internacionales que permitirán construir economías fuertes y resilientes.

Excelencias, señoras y señores:

Esta crisis también pone de manifiesto la necesidad de frenar las restricciones que dificultan la importación de insumos necesarios tanto para curar a las personas como para apoyar el crecimiento y, por lo tanto, el bienestar de la población. Agradecemos su conferencia y sus investigaciones aplicadas, que contribuirán a esta reflexión. Permitirán ilustrar cómo el mantenimiento y el acceso a los mercados regionales e internacionales son factores y pilares de la recuperación que garantizarán una mayor resiliencia. El hecho de mantener abiertas las cadenas de valor, así como las herramientas e instrumentos que respaldan su funcionamiento, brindarán también acceso a todas las mercancías y los productos intermediarios necesarios para consolidar y desarrollar sectores industriales que generen empleo en el marco de la UEMOA y la CEDEAO. También permitirán consolidar las bases para una recuperación económica más inclusiva y resiliente.

Numerosos sectores, como el del algodón, son también importantes para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y estoy convencido de que sus investigaciones permitirán identificar a los sectores clave que pueden desempeñar un papel dinámico y estructural para las economías de la región en beneficio de la población. He mencionado el tema del algodón porque el 7 de octubre pasado tuvieron lugar varias manifestaciones en la OMC y en el mundo entero para conmemorar el Día Mundial del Algodón. La cadena de valor del algodón es una cuestión fundamental para el desarrollo de los países de la UEMOA. También podría mencionar otros sectores como el de los productos agrícolas, la transformación industrial o los servicios.

Excelencias, señoras y señores:

Permítanme también hacer hincapié en la importante iniciativa emprendida por el Gobierno del Senegal en colaboración con otros asociados técnicos y donantes internacionales para desarrollar la capacidad de producción en el ámbito farmacéutico y en el tratamiento de la COVID-19. Estas iniciativas concretas facilitan el desarrollo de cadenas de valor regionales en el ámbito farmacéutico y de los productos médicos y también permitirán que los países de la región tengan acceso a medicamentos y otras vacunas. Una de las enseñanzas extraídas de la crisis de la COVID-19 es que debemos anticiparnos para prever mejor las crisis futuras y responder a las necesidades de la población sin dejar a nadie atrás.

Excelencias, señoras y señores, quisiera asimismo dar las gracias al Excelentísimo Sr. Etienne Oudot de Dainville, Representante Permanente de Francia ante la OMC, y al Sr. Matthieu Fau-Nougaret, Agregado de Cooperación Científica y Acción Cultural en la Embajada de Francia en Senegal, por su participación. Quiero dar las gracias a Francia, que financia este programa de investigación codirigido por dos Cátedras, por su apoyo renovado a las actividades de formación y cooperación técnica emprendidas por la OMC en general y en el marco del Programa de Cátedras OMC en particular.

Excelencias, señoras y señores, aprovecho la ocasión para felicitar una vez más a las Cátedras de Benin y del Senegal por la puesta en marcha de esta investigación y de los talleres de formación, y doy las gracias a las autoridades senegalesas por su apoyo, así como a todos los participantes en esta conferencia. Les deseo mucho éxito en sus trabajos. Gracias por su atención.

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