AGRICULTURA

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Señora Presidenta,
Señor Presidente,
Señor Secretario General,
Excelencias:

El comercio contribuye a alimentar a una persona de cada seis en todo el planeta. Por tanto, la OMC contribuye a las respuestas que aportan todas las organizaciones internacionales para hacer frente a la actual crisis alimentaria. No las voy a enumerar, integran el grupo de respuesta a la crisis liderado por el Secretario General de las Naciones Unidas.

Nuestra contribución se articula en torno a cuatro ejes:

1/ Velar por la transparencia de los mercados. Vigilamos las medidas comerciales, tanto restrictivas como facilitadoras del comercio de productos alimenticios, e informamos periódicamente sobre ellas. A este respecto, es esencial que todos los Miembros notifiquen sus medidas en tiempo real, a fin de contribuir a esa transparencia.

2/ Garantizar la apertura de los mercados. En nuestra reciente reunión ministerial, los Miembros reafirmaron las disciplinas de la OMC y se comprometieron a reducir al mínimo, siempre que sea posible, la utilización de medidas restrictivas, manteniendo un enfoque proporcional y temporal. ¿En qué punto nos encontramos?

En términos cuantitativos, la tendencia se orienta a la baja. Tras un pico de 74 restricciones a la exportación, adoptadas por 32 países al comienzo de la guerra, se anularon unas 20 medidas: hoy tenemos 54 medidas para 28 países. Las medidas de facilitación han aumentado, ya son 62 para 37 países (23 si contamos los grupos regionales).

Desde el punto de vista cualitativo, nos preocupan dos aspectos: un riesgo de que se trivialice el recurso a las restricciones, más allá de la estricta respuesta a una situación de urgencia, para alcanzar objetivos de estabilización económica; una tendencia a la ampliación del alcance de las restricciones, que inicialmente se concentraban en los cereales y las semillas oleaginosas, y que ahora afectan cada vez más a la carne y los productos lácteos.

Por último, debo mencionar la cuestión concreta de los abonos, cuya circulación se ha de promover para preparar las próximas cosechas. La OMC y la FAO trabajan en concierto sobre esta cuestión.

3/ Participar en los esfuerzos de solidaridad en favor de los países más vulnerables. En nuestra última reunión ministerial, los Miembros adoptaron la decisión de no imponer restricciones a la exportación para las compras del Programa Mundial de Alimentos y de poner en marcha un programa de trabajo sobre las necesidades de los países en desarrollo importadores netos de productos alimenticios y los PMA.

4/ Avanzar en la reforma de las políticas agrícolas que tienen efectos de distorsión del comercio. Perdimos una oportunidad en nuestra duodécima reunión ministerial. Debemos reanudar los trabajos lo antes posible y tener en cuenta los nuevos desafíos relacionados con la agricultura, en particular la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental y climática. Nuestros Miembros han empezado a reflexionar sobre ello.

Creemos que los primeros resultados de esta acción de la OMC, junto con la de otras organizaciones internacionales, no han sido insignificantes y han contribuido a aliviar la presión al alza de los precios de los alimentos. Sin embargo, esto no es suficiente, la crisis continúa y el esfuerzo colectivo debe intensificarse.

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  • Puede obtenerse más información sobre la reunión de la OCDEaquí.

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