La DGA Ellard describió los avances en las esferas clave de las negociaciones en el período previo a la CM12, prevista para mediados de junio. En particular, destacó la importancia ambiental, económica y humanitaria de las negociaciones sobre las subvenciones a la pesca. Señalando la alarmante disminución de las poblaciones de peces en los últimos decenios, puso de relieve la voluntad de los Miembros de concluir esas negociaciones no solo para resolver el problema de la sobrepesca, sino también para demostrar que la OMC podía lograr resultados.

En lo que respecta a la desigualdad en la distribución de las vacunas, subrayó que los Miembros seguían dos ejes de trabajo: una propuesta de suspender los derechos de propiedad intelectual y los aspectos de la respuesta a la pandemia relacionados con el comercio, como las cadenas de suministro, las restricciones a la exportación y la cooperación en materia de reglamentación. Señaló que las negociaciones sobre la PI se habían estado desarrollando en diversos formatos para permitir a los Miembros de la OMC encontrar puntos de convergencia que pudieran constituir la base de un resultado significativo y aceptable.

La DGA Ellard subrayó que la labor realizada por la Secretaría de la OMC para identificar obstáculos y medidas de facilitación del comercio en relación con los productos esenciales para la lucha contra la COVID-19 proporcionaba información útil a los responsables de la adopción de decisiones en los Gobiernos y el sector privado.

Indicó que los Miembros tenían opiniones diferentes sobre lo que debía entrañar la reforma de la OMC. Dijo que, si bien era poco probable que esta cuestión se resolviera en la CM12, era importante definir la orientación de la labor futura. En cuanto a la reforma del sistema de solución de diferencias, la Directora General Adjunta dijo que se necesitaban más debates para llegar a una interpretación común de la cuestión y acordar la forma de abordarla. Sin embargo, señaló que la creatividad recientemente mostrada por los Miembros en la solución de diferencias, como el recurso a facilitadores y los intentos de llegar a soluciones negociadas, le hacía confiar en que los Miembros también encontrarían puntos de convergencia sobre las cuestiones fundamentales.

La DGA Ellard destacó que 65 Miembros habían concluido las negociaciones sobre la reglamentación en el ámbito de los servicios. Además, dijo que 86 Miembros tenían la intención de concluir las negociaciones sobre el comercio electrónico y más de 110 Miembros las negociaciones sobre la facilitación de las inversiones para finales de 2022. Al mismo tiempo, indicó que algunos Miembros estaban preocupados por la compatibilidad de las iniciativas plurilaterales con la adopción de decisiones sobre la base del consenso.

La DGA Ellard insistió en la importancia del comercio en la lucha contra el cambio climático. Según dijo, la OMC tenía una importante función que desempeñar en la lucha contra la proliferación de sistemas de tarificación del carbono, de los que actualmente existían más de 70. La DGA Ellard destacó la importancia de solucionar esta cuestión mediante negociaciones en lugar de litigios, y dijo que la OMC reunía unas condiciones únicas para afrontar el problema a nivel mundial gracias a sus numerosos Miembros.

En lo que respecta a las subvenciones industriales, señaló que la OMC, junto con el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, estaba trabajando en un estudio fáctico para evaluar la situación de las subvenciones a la industria y la agricultura a nivel mundial. Dijo que el primer paso para abordar esta cuestión era conocer los hechos.

Por último, la DGA Ellard hizo hincapié en la importancia del sistema multilateral de comercio basado en normas y en la participación de las empresas en las actividades de la OMC. Concluyó diciendo que las asociaciones empresariales se encontraban en una posición adecuada para defender la importancia de la OMC ante su Gobierno y ante la población.