DIRECTORA GENERAL ADJUNTA ANGELA ELLARD

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Señoras y señores, ¡saludos desde Ginebra!

Para empezar, deseo dar las gracias a la Comisión de Comercio de Corea y a su Presidente, Seung Wha Chang, por invitarme a intervenir en este evento.  Trabajé en la esfera de los medidas comerciales correctivas en una etapa inicial de mi carrera, y este sigue siendo un tema cercano e importante para mí, en particular desde que superviso la labor de la División de Normas de la Organización Mundial del Comercio.  Por tanto, es un verdadero placer dirigirme hoy a ustedes.

También quiero darles las gracias por todo el tiempo y el esfuerzo que han dedicado a organizar este foro anual.  Es una oportunidad excelente para que los expertos en medidas comerciales correctivas de todo el mundo compartan las experiencias y las prácticas de sus sistemas nacionales y aprendan unos de otros. Me complace que este año hayan podido asistir a este evento en persona, y lamento no haber podido reunirme con ustedes en Seúl.

En mis observaciones iniciales de hoy, me centraré en primer lugar en una importante incorporación al arsenal de normas comerciales de la OMC: la conclusión del Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca.  A continuación, sobre la base de las notificaciones de los Miembros de la OMC, expondré una visión general de algunas de las tendencias observadas en las medidas comerciales correctivas y las investigaciones en esta materia.

Empezaré con una muy buena noticia.  Como ya saben, hace unos meses la OMC celebró su Duodécima Conferencia Ministerial (CM12), que culminó con éxito. En ella, los Miembros de la OMC lograron resultados sobre la seguridad alimentaria y los aspectos de la respuesta a la pandemia relacionados con el comercio y la propiedad intelectual, entre otros. Además, prorrogaron la moratoria sobre el comercio electrónico respecto de los derechos de aduana aplicables a las transmisiones electrónicas. En cuanto al tema del foro de hoy, los Miembros de la OMC, después de 21 años de negociaciones, concluyeron un nuevo acuerdo: el Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca. Se trata de un acuerdo multilateral vinculante.  En la OMC, concertamos acuerdos por consenso entre nuestros 164 Miembros, sin votar; por consiguiente, este nuevo Acuerdo es especialmente significativo, puesto que en el sentido de que pone de manifiesto que el multilateralismo está muy vivo y goza de buena salud.  Corea, como otros muchos Miembros de la OMC, desempeñó un papel fundamental y constructivo en los esfuerzos desplegados para alcanzar ese resultado, y les doy las gracias por ello.

Esta medida debería haberse tomado mucho antes: según algunos estudios, actualmente hasta un 50% de las poblaciones de peces evaluadas están sobreexplotadas, y las subvenciones contribuyen de manera notable a crear estas difíciles circunstancias. La reducción de esas subvenciones es de vital importancia para nuestros océanos, para los medios de subsistencia de los pescadores que dependen de ellos y para la seguridad alimentaria de cientos de millones de personas.

Por primera vez, el Acuerdo prohíbe las subvenciones a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada — o pesca INDNR — , así como las subvenciones a la pesca de poblaciones sobreexplotadas y las subvenciones a la pesca en las zonas no reguladas de alta mar.

Pondré ahora de relieve algunos de sus elementos principales.

En primer lugar, el Acuerdo es amplio. Abarca la captura de todos los recursos marinos vivos salvajes. Y las subvenciones en cuestión guardan relación con la pesca, con las actividades relacionadas con la pesca en el mar, con los buques de pesca y con los operadores de esos buques.  En este Acuerdo, la OMC utiliza por primera vez una disciplina en materia de subvenciones para un objetivo distinto de los efectos puramente económicos de las subvenciones.  Este Acuerdo se ha concebido para abordar las consecuencias de las subvenciones perjudiciales en los océanos y el medio ambiente.  Los Gobiernos destinan casi USD 20.000 millones al año a esas subvenciones perjudiciales, lo que representa una amenaza para nuestros océanos y para quienes dependen de ellos.  Imaginen que ese dinero se gastara en sostenibilidad.

En segundo lugar, el Acuerdo impone a todos los Miembros de la OMC prescripciones nuevas y sólidas en materia de transparencia, confiriendo una notable claridad a las subvenciones de los Miembros, a sus medidas encaminadas a promover la sostenibilidad y a los vínculos entre ambas.

En tercer lugar, el Acuerdo establece un fondo para ayudar a los países en desarrollo y los países menos adelantados a cumplir sus obligaciones relativas a las subvenciones, las notificaciones y la transparencia, así como a la ordenación pesquera. Ya hemos recibido promesas de financiación sustanciales para brindar una asistencia técnica y una creación de capacidad significativas. Esperamos que Corea y otros muchos contribuyan al fondo.

La conclusión de este Acuerdo multilateral vinculante es un gran logro de los Miembros de la OMC, pero eso no significa que puedan dormirse en los laureles. Las nuevas normas solo empezarán a aplicarse cuando el Acuerdo entre en vigor. Y para ello es necesario que dos tercios de los Miembros de la OMC depositen sus instrumentos de aceptación en la OMC. Ruego a los funcionarios públicos y los responsables de la formulación de políticas presentes entre el público que aceleren estos procesos para que el Acuerdo empiece a mejorar la sostenibilidad de los océanos lo antes posible.

También tenemos otros trabajos sustantivos que llevar a cabo. Los Miembros acordaron seguir trabajando en una segunda ronda de negociaciones sobre las cuestiones pendientes, en particular las subvenciones que contribuyen a la sobrecapacidad y la sobrepesca, con miras a recomendar nuevas disciplinas a nuestra próxima Conferencia Ministerial.  Además, incorporaron un mecanismo para incentivar la conclusión de estas negociaciones cuatro años después de la entrada en vigor del presente Acuerdo. Ya estamos trabajando en esta segunda ronda de negociaciones, y contamos con que Corea y los demás Miembros sigan participando constructivamente.

En la CM12, los Miembros de la OMC también se comprometieron a reformar la OMC en sus tres funciones: de negociación, de vigilancia y de solución de diferencias.  Por supuesto, el significado de la palabra “reforma” es subjetivo. Ahora corresponde a los Miembros, colectivamente, determinar con precisión sus límites y su contenido. Es importante que nuestros Miembros se hayan comprometido expresamente a trabajar para conseguir un sistema de solución de diferencias plenamente operativo y que funcione debidamente, accesible a todos los Miembros de la OMC, de aquí a 2024, creando así más confianza en el carácter vinculante de nuestros Acuerdos.

Con respecto a las subvenciones en un sentido más general, quiero señalar a su atención un nuevo estudio publicado en abril de este año por la OMC en colaboración con el FMI, la OCDE y el Banco Mundial.  Las subvenciones constituyen la clase de intervención más frecuente desde la crisis financiera, y son también la principal causa de tensiones entre algunos de nuestros Miembros. Muchos Miembros de la OMC han expresado interés en cuestiones relativas a la igualdad de condiciones y el fortalecimiento de las disciplinas en materia de subvenciones. La finalidad del informe es propiciar un debate sustantivo y objetivo sobre este tema, poniendo sobre la mesa algunos datos iniciales acerca del carácter y los efectos — positivos y negativos — de las subvenciones. Por otra parte, el informe identifica las lagunas en las normas internacionales pertinentes. Ahora corresponde a nuestros Miembros decidir cómo utilizar esa información y si desean llegar a un entendimiento para iniciar una actualización de las normas sobre las subvenciones.

Ahora, sobre la base de las notificaciones presentadas por los Miembros de la OMC, les ofreceré una visión general de las tendencias observadas en las investigaciones en materia de medidas comerciales correctivas.

Nuestra situación económica actual viene determinada por una serie de crisis superpuestas, como la pandemia, la guerra en Ucrania, la crisis ambiental y la crisis de seguridad alimentaria.  Estas crisis han incidido indudablemente en las investigaciones en materia de medidas comerciales correctivas y en la aplicación de medidas comerciales correctivas.

La guerra y los efectos persistentes de la pandemia han llevado a la OMC a revisar a la baja sus previsiones para el comercio mundial. En octubre de 2021, preveíamos que el volumen del comercio mundial de mercancías crecería un 4,7%.  Sin embargo, en abril de este año, estimamos que el crecimiento sería solo del 3% en 2022 y del 3,4% en 2023. Como parte de su ejercicio periódico de vigilancia del comercio encomendado por los Miembros, la Secretaría de la OMC ha analizado los efectos de esta recesión en diversas medidas comerciales, tanto de restricción del comercio como de facilitación del comercio, impuestas por los Gobiernos en respuesta a la pandemia y el conflicto.

Las medidas comerciales correctivas siguen siendo un importante instrumento de política comercial para los Miembros de la OMC. Al mismo tiempo, parece que, en general, los Miembros de la OMC han mostrado moderación en la imposición de medidas restrictivas del comercio, en particular las medidas comerciales correctivas, a pesar de la incertidumbre económica.  En concreto, como tendencia general, hemos observado que en 2021 se produjo una considerable reducción del número de nuevas investigaciones. De hecho, el promedio de medidas comerciales correctivas iniciadas durante este período fue el más bajo registrado desde 2012.

Se han aplicado pocas medidas comerciales correctivas, o ninguna, en relación con equipos y suministros médicos esenciales necesarios en la respuesta a la pandemia. De hecho, en un par de casos, las medidas aplicadas a algunos de estos productos se suspendieron en respuesta a la pandemia. Análogamente, hemos observado también que unos cuantos Miembros de la OMC han suspendido las medidas comerciales correctivas aplicadas a las importaciones procedentes de Ucrania en respuesta a la guerra.

El número de nuevas investigaciones antidumping disminuyó a la mitad en 2021 en comparación con 2020: de 355 a 181.  Pero el número de medidas nuevas (276) era bastante elevado, como consecuencia del gran número de investigaciones iniciadas en 2020.

Casi un tercio de las nuevas investigaciones iniciadas es atribuible a dos Miembros de la OMC. Como de costumbre, la mayoría de los productos afectados pertenecían a los sectores de los metales, los productos químicos, los plásticos y el caucho.

En lo que respecta a las investigaciones en materia de derechos compensatorios, tras alcanzar un máximo en 2020, el número de nuevas investigaciones se redujo al nivel más bajo observado desde 2009. En 2021, solo se iniciaron 18 nuevas investigaciones en materia de derechos compensatorios. Sin embargo, se aplicaron 41 medidas nuevas, lo que refleja el elevado número de nuevas investigaciones iniciadas el año anterior. Los metales fueron la principal categoría de productos objeto de las investigaciones iniciadas en los tres períodos considerados, seguidos de los productos químicos, el vidrio y los productos de piedra.  Será interesante ver si el número de investigaciones iniciadas aumenta en 2022 en respuesta a las medidas adoptadas por los Gobiernos durante la pandemia en apoyo a las industrias y los consumidores.

En 2021, los Miembros de la OMC iniciaron 9 nuevas investigaciones en materia de salvaguardias y aplicaron 9 nuevas medidas de salvaguardia, lo que representa una reducción del 60% en el número de investigaciones nuevas iniciadas y una disminución del 25% en el número de medidas nuevas. Cinco de las nuevas investigaciones iniciadas son atribuibles a un Miembro, y cuatro de las medidas nuevas fueron impuestas por otro Miembro. Los metales fueron objeto de la mayor parte de las nuevas investigaciones iniciadas.

A pesar de esta disminución, el nivel de medidas relacionadas con las salvaguardias — es decir, las medidas aparte de las nuevas investigaciones iniciadas y de la aplicación de medidas nuevas — sigue siendo elevado. Por ejemplo, en 2021 hubo 8 notificaciones en las que Miembros exportadores anunciaron la suspensión prevista de concesiones a Miembros que habían impuesto medidas de salvaguardia. Además, se presentaron 7 notificaciones con respecto a la iniciación de un examen para decidir si se prorrogaba una medida vigente. Los metales fueron objeto de la mayor parte de las nuevas investigaciones iniciadas a lo largo de todo el período examinado.

Mientras buena parte del mundo deja atrás la pandemia pero sigue haciendo frente a las crisis económica, energética y alimentaria provocadas por la guerra y el cambio climático, habrá que ver si continúan estas tendencias en general a la baja con respecto a la utilización de medidas comerciales correctivas.  No me cabe duda de que los Gobiernos permanecerán atentos a cómo responden sus asociados comerciales.

Muchas gracias por su atención. Les deseo unos intercambios fructíferos y un gran éxito en este foro.

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